"Que existas no significa que estes vivo"
Esas palabras resonaron en mi cabeza en un bucle interminable, era caótico... y abrumador. No sabía ni bien porque seguía pensando en esas palabras aún después de haberme levantado bruscamente. Me sentía atosigado, era como si me apretaran una cadena al cuello y esta estuviera ardiendo.
No sé si fue suerte o una desgracia, pero esa sensación se fue cuando se abrió la puerta de par en par y de ahí saliera mi madre.
—Oh cariño, pensaba que aún seguías durmiendo — comentó mientras entraba sosegadamente a la habitación.
Yo estaba ciertamente inquieto, mirando fijamente a mi madre sofocado, ciertamente perdido por el mareo que me generó aquella sensación repentina después de haber tenido ese raro sueño; si esque así se podía llamar.
—Cariño, ¿te encuentras bien? Pareces perdido — recalcó preocupada después de encender la luz— ¿No vas a apagar la alarma?
— ¡O sí sí! — me sobresalté, apagando rápido la alarma, saliendo por fin de ese trance— Estaba totalmente ido, ahora voy.
No me había dado ni cuenta de que el despertador estaba sonando, me cuestionaba si de verdad tanto me había afectado aquel sueño. Mi madre sin percatarse de mi preocupación, se marchó de vuelta de donde vino, de seguro que tenía cierta prisa para prepararse para ir al trabajo.
Me quedé unos segundo más en mi sitio, para sacarme esas ideas tan molestas que llegaban a mi mente. Sacudí mi cara, me levanté impulsivamente caminando rápido hacia el baño, encendí el grifo del lavabo y golpeé mi cara con un chorreo de agua para despertarme por fin. Suspiré como si me hubiera sacado un peso de encima, aunque realmente solo fue como para decirme a mí mismo "solo fue un estúpido sueño, no puedes dejar afectarte por eso".
Agarré una toalla y me sequé la cara, para dirigirme a la cocina a por mi habitual desayuno. Al llegar estaba mi madre yendo de un lado a otro para asegurarse que no se le olvidaba nada para el trabajo, y mi hermana que se estaba acabando ya el desayuno.
Sin mediar palabra cogí mi desayuno ye senté en la mesa de comedor y empecé a tomarlo analizando con qué tenía que lidiar hoy.
— Mamá, dentro de un rato me voy a la casa de unas amigas a estudiar para un examen que tenemos pronto — aprovechó mi hermana un momento en el que pasaba para retenerla.
— Bueno vale cariño, pero espero que sea de verdad.
Por dentro yo sabía que mi hermana mentía, que no tenía ni la menor intención de pararse ni cinco segundos a leer ni una oración del tema que esté dando de sus estudios. Ella estaba en una formación profesional de Cocina y Gastronomía, supuestamente quería montar su propio restaurante. En cambio yo estaba tomando una formación profesional de Cuidados Pokémon, quería ser beneficiario de alguna empresa que se encargada a la ayuda de pokémon, o sino algo por el estilo.
Mi madre salió de cada apresurada sin siquiera despedirse de nosotros, y mi hermana sin terminarse totalmente el desayuno, lo tiró a la basura y se fue a su cuarto a hacer sus preparativos.
Seguí comiendo tranquilamente volviendo a centrarme en lo que tenía que hacer hoy, y empecé a organizar por que debería de empezar el día de hoy. Nosotros dábamos las clases por las tardes, así que no me preocupaba por llegar tarde a las clases, pero si por las tareas de limpieza y los deberes.
Lo que sigue de la mañana fue extrañamente silencioso, me quedé solo en la casa encargándome de la limpieza y tareas del instituto, nada realmente relevante. Una vez con todo hecho, y viendo que aún quedaba unas horas antes de tener que encargarme de la comida, cogí el portátil y empecé a mirar las redes sociales.
Todo era siempre lo mismo, imágenes monas de pokémon, postureo, videos variados, etc. En eso me llega una notificación de una noticia del día. No me gustan las noticias, pero como mi madre utilizaba también el portátil dejaba las notificaciones ya que ella las suele mirar.
"¿Crees de verdad que estás vivo?"
Era el título que ponía en la notificación. Me recorrió un escalofrío por el cuerpo, me empecé a sentir atosigado como esta mañana. Con cierto temor abrí esa notificación, que me llevó directamente a la "noticia"...
¿Porqué? ¿Tanto cuesta? ¿De verdad crees que vale tanto la pena? Sinceramente si ni siquiera sé porque existes. Crees que estás vivo porque respiras y sientes dolor, pero... ¿realmente es así? Si todo se basara en el que el significado de "vivir" es tan sencillo como que puedes respirar y sentir dolor, ¿eso significa que yo no estoy vivo? Hay algunos que se cuestionan sobre el significado de vivir, para alguno se basa en "naces, creces, procreas y mueres", para otros vivir significa poder disfrutar de lo que quieres o por saber ser feliz, pero para mí pensar en la vida es aburrido. Aún así, siempre me cuestiono sobre que se supone que es vivir, si para cada uno puede tener un significado, ¿entonces la vida es algo es algo subjetivo? Si es así, venga dime...
¿QUÉ SIGNIFICA PARA TI VIVIR?
Volví a despertarme sobresaltado, me sentía totalmente fatigado y miré con temor a la pantalla de nuevo. Ahora, la noticia era diferente. Contaba sobre la desaparición de una mujer, parecía que ni la policía podía encontrar ningún tipo de pistas sobre su desaparición. Según relataba el marido, "ella estuvo en casa todo el día, aunque hubo un momento en el que por 20 minutos me fui a comprar y al volver no estaba..."
Cerré la pestaña rápidamente, no es que me asustaba, solo que al haber tenido de nuevo un extraño sueño en medio día sin tener ningún sueño me parecía extraño. Bueno, eso pensaba al ver que la noticia cambió, supongo que el hecho de leerla era una manera para calmarme y pensar que todo era solo una broma pesada que me gastaba mi mente.
Miré la hora en el reloj del portátil, al ver que ya faltaban solo dos horas para irme a mis clases, decidí prepararme la comida. Aunque la sensación abrumadora de lo sucedido no se iba, de esa manera me pasé toda la comida tratando de ignorar esa sensación. No funcionó muy bien, pero por lo menos tratar de ignorarla no hizo que me comiera la cabeza sobre eso y posiblemente solo empeorarlo.
Pasé el tiempo que me quedaba hasta la hora de marcharme a las clases viendo videos, sabía que algunos videos graciosos o cómicos me iban a sacar de toda esa sensación extraña. Cogí la mochila y tras salir de mi casa, empecé a caminar hacia el instituto, escuchando música con unos cascos inalámbricos.
Llegando a la entrada, me encontré con unos amigos de la clase con lo que suelo relacionarme, así que me quité los cascos y los guardé con cuidado en la mochila; en un bolsillo apartado para asegurarme que no se rompían.
— ¡Pero bueno! ¿Qué te ha pasado cómo para venir escuchando música? ¿Otra vez has perdido los estribos y no has podido aguantar a tu hermana? — preguntó impulsivamente uno de ellos, que conociéndome, trató de averiguar lo que ocurrió.
—No, esta vez no fue mi hermana, pero creo que no es nada importante, solo se trató de un sueño — negué.
—Bueno, ya sabes que pienso yo sobre eso, ya sabes, existen pokémon que pueden realizar el movimiento pesadilla, mayormente fantasmas — comentó el otro de forma pausada.
—Aunque quizás a sido el ataque de un Hypno, ya sabes lo que dicen, ellos buscan a una víctima joven con la que influir sus peores miedos y al final secuestrarlo — bromeó el otro con una voz más profunda mientras movía sus dedos de forma irregular.
— Oh vamos, eso es solo una leyenda urbana y bien lo sabes — recalcó mientras lo golpeaba ligeramente — ¿Qué era lo que salía en tus sueños?
—Bueno, fueron dos, el primero solo fue una voz que pronunciaba "Que existas no significa que estes vivo" — respondí sutilmente
— Esa era una oración que viene en la Biblia, la cuenta el apóstol Sirfetch'd en el artículo 8 después de Arceus, cuando el emperador Aegislash se negaba a creer lo que los creyentes contaban, aunque la frase era más bien "Que exista no significa que esté vivo" — anunció exponiendo unos hechos que relataban la biblia.
— Viva tu sabiduría religiosa — expuso sarcásticamente el compañero.
— ¡Oye! ¡Ya sabes que mi padre es sacerdote! — exclamó molesto — El caso, no necesito saber que era el otro como para saber que es cosa de un pokémon que utilizó Pesadilla contigo. Si te ayuda, podrías venir a mi casa y te dejaría un amuleto.
— ¡Oh, vamos! ¡Eso no sirve para nada! — replicó malhumorado.
— ¡Oye! ¡Se ha demostrado que las personas que llevan amuleto suelen encontrarse con menos pokémon que aquellas que no lo llevan!
— ¿Y de qué vale si no puede repeler al pokémon que le ha hecho eso?
— Con que lo haga una vez bastará en cualquier caso
— Venga, ya chicos, no hace falta que discutaís por eso — traté de calmar la situación — En cualquier caso gracias por el ofrecimiento, pero si vuelve a molestarme lo comentaré a la comisaría, no creo que haga falta un amuleto para eso.
— Bueno, pues si cambias de opinión ya sabes donde encontrarme.
El timbre sonó, dando inicio a las horas de clases. Las horas pasaban un poco dependiendo, había alguna hora que se te hacía más rápida, alguna más lenta, dependía un poco para cada uno. Llegó la hora de volver a casa, ya era de noche, lo que tiene tener clases por las tardes.
Me despedí de mis amigos, y empecé a andar de vuelta a mi hogar. Cuándo ya iba un poco avanzado, decidí ponerme a escuchar música de nuevo, así que agarré los cascos y me los puse.
Pasó ya unos minutos hasta que ya estaba cerca de mi casa, así que decidí apagar los cascos, pero por alguna razón no podía. De repente empezó a sonar una voz...
"Ni si quiera te has molestado en pensar en tu significado de vida, ni si quiera te los planteastes. Me decepcionas. Me decepcionas. ¡Me decepcionas! ¡Me decepcionas! ¡Me decepcionas! ¡Me decepcionas! ¡ME DECEPCIONAS!
¡ME DECEPCIONAS!"
Por impulso tiré los cascos al suelo a la misma vez que despertaba de nuevo, esta vez la he pasado peor que las anteriores. Sentía como si me dolieran los tímpanos a pesar de que saber que los gritos fueron dentro de la pesadilla, creo.
Recogí los cascos y al hacerlo me recorrió un escalofrío, era como si aún pudiera escuchar un susurro que repetía lo mismo que antes. Guardé mis cascos, y me mentalisé para tratar de entrar tranquilo a casa, no quería preocupar a mi madre, suficiente ya tiene con sus problemas para tratar con los míos.
Entré a casa, y como es costumbre mi madre me recibía con un alegre saludo y una cuantiosas preguntas para saber sobre mi día. Se esforzaba por fingir que siempre estaba bien, muy rara vez mostraba su tristeza o estrés por tener que cubrir las necesidades de ella y de sus dos hijos, por eso yo también me esfuerzo por estar bien para que por lo menos se lleve una alegría y no tenga que preocuparse. En cambio mi hermana le molestaba mucho que mi madre siempre tratara de fingir y por eso es tan borde y incluso a veces muy arrogante. En parte no la culpaba, ni tampoco justificaba sus acciones.
Pasamos una cena tranquila, mi hermana fue la que terminó la primera, quería volver a su habitación lo más antes posible. Después terminó mi madre, que tras un bostezo me dió las buenas noches y se fue a la cama temprano. Yo, en cambio, tenía un poco de miedo a la hora de dormir, ya que sabía que podía venir el pokémon a hacer de las suyas de nuevo. Aunque tras lo que pasó hoy ya tenía más que claro que podía hacerlo cuando quiera.
Tenía que esperar hasta mañana para poder ir a la comisaria y contar la situación, así que decidí investigar que pokémon aprendía Pesadilla. En eso descubrí que un requisito para que Pesadilla funcione el a de estar dormido, osea que también debía de poder aprender Hipnosis. Los únicos que encontré que podían realizar ambos movimientos era Hypno y Gengar, pero descarté a Hypno enseguida ya que necesita que el esté en frente, y el pokémon que lo me ataca no lo llego a ves así que no quedaba de otra.
Pensaba que ver que pokémon me estaba atormentado me iba a tranquilizar, pero realmente solo me puso un poco más inquieto. Ojalá hubiera un objeto que me ayudara a evitar la Pesadilla de Gengar. Con un suspiro cargante me levanté de la cocina y me fui a mi habitación para dormirme, no podía hacer otra cosa que esperar hasta mañana y estar despierto no esque vaya a ayudar a evitar que ocurra.
Abrí los ojos porque sentía que no podía dormir, aunque me encontraba en medio de un bosque, en ese momento ya pensaba que estaba sufriendo los efectos de las travesuras del Gengar. Ya no había vuelta atrás y quieto o no, no voy a poder evitar que ocurra. Empecé a andar por el espesor de aquel oscuro, siniestro y silencioso bosque, no podía evitar pensar que ya quería que pasara la noche.
En eso, empezó una niebla muy densa a cubrir cada centímetro que tenía a la vista, en eso pensé que si seguía andando me iba a caer por una alcantilado o algo así. Aunque fue muy rápido en el que se fue, en unos pocos segundo ya me encontraba en un pequeño llano bastante tétrico. En eso empezaban a salir figuras de familiares míos, y a la vez que cada uno aparecía, cada uno cantaba un crecendo de distintivos mensajes de desprecio.
No vales para nada. No entiendo porque sigues aquí. Nos harías un favor perdiéndote. Tú vida no tiene sentido. Tus esfuerzos son en vano. Tus intentos no valen nada sin resultados. Me das asco.
Púdrete
Me desperté de un sobresalto después de que entre todos gritaran eso último, me dolía la cabeza y notaba que estaba llorando, esto ya había llegado demasiado lejos. Me puse en pié, me vestí rápido y me sequé las lágrimas, noté que aún era bastante temprano, pero por suerte a estás horas ya hay abiertas comisarías y tendré suerte de que no habrá mucha gente en cola.
Decidido salí de casa, dejando una nota a mi madre de que había salido a la casa de un amigo, aunque no sé como explicaré cuando venga el comisario a tratar el problema. Dejé mis dudas a un lado y empecé a caminar velozmente a la comisaria más cercana que conocía. Ya no tenía ninguna duda en lo que quería hacer, ya se había pasado mucho con su trastada.
Aunque, algo andaba mal, sabía que seguía bien el camino, pero sentía como si mi cuerpo actuaba más por si solo, ¿será la adrenalina? En cualquier caso lo único que quiero es llegar lo antes posible, que no sé , me traigan un pokémon siniestro que le de una lección al Gengar o lo que sea, pero lo quiero fuera ya...
¿Qué? ¿Donde estoy? Hace un momento estaba casi para girar la próxima calle en donde estaba la comisaría, y ahora de repente me encuentro dentro de, ¿una especie de cárcel? Escuchaba las penurias de gente de todo tipo, mujeres, hombres, niños, ¿otro sueño? Tras eso, al fijar mi vista a la puerta de aquella celda, puedo observar a un pokémon. No... no es un Gengar, es... ¿un Malamar?
Ahora lo entendí todo, entendí mi ignorancia, entendí mi incapacidad para ver las cosas de forma objetiva. Vi como ese Malamar me miraba con una sonrisa victoriosa a la misma vez que malévola, estaba tan furioso. Pero antes de si quiera poder decir nada ya me estaba elevando en el aire con su ataque psíquico mientras presionaba lo suficientemente como para que no pudiera soltar lo que quería. Estaba totalmente indefenso.
Aquél Malamar me lanzó una mirada furtiva como si esperaba transmitirme algo con ella, y lo consiguió, sentía pánico, angustia... Quería salir de ahí.
Ya era tarde. No podía luchar contra su poder, entendí que no estaba en ningún efecto de Pesadilla, todo el rato estaba siendo manipulado únicamente con la Hipnosis de este pokémon, y esta es la consecuencia por mi ignorancia, por precipitarme he acabado aquí junto a otros. Supongo... que ahora sí que toca vivir una pesadilla...
◇◆◇
"Tras una sonrisa, una carcajada, un grito de ánimo, hay miles de millones de heridas y momentos de sufrimientos"

Comments (13)
Te creía muerto jsjs
Yo también, pero de repente solo porque me dio el venaso de creatividad mientras andaba por amino me hizo revivir
Responder a: :feet: ⃢⃬⃭⃯⃖⃟⋆⃰ʀʏʊɢǟ
Nice jsjsj
Ryuga vivo :0
Responder a: add
Bueno, ambos no encontramos en el limbo así que podemos hablar entre nosotros a la misma vez que podemos relacionarnos con este mundo(?
Responder a: :feet: ⃢⃬⃭⃯⃖⃟⋆⃰ʀʏʊɢǟ
Zombies en resumen
Responder a: :feet: ⃢⃬⃭⃯⃖⃟⋆⃰ʀʏʊɢǟ
Ahora si :smiling_imp: