En una mañana del 2056 en Agosto, un Shinx con gran encanto subía una escaleras con cierta impaciencia y una emoción acumulada en una radiante sonrisa. Subía a la par que miraba de reojo por una valla de cristal reforzado con fibras de trozos estrellas, desarrolladas por grande cargas de rayos uva y de la radiación platónica.
Desde aquellas escaleras se veía una increíble ciudad de impresionantes edificios de grandes dimensiones. A pesar de la gran cantidad de edificios, se podía diferenciar muchas zonas que parecía como contener unas cúpulas de terrenos de distintos biomas como si de parque naturales se tratara; a estas estructuras se le llamaban: Parques bióticos. Todo era un esplendor desde aquellas vistas, que al estar subiendo cada vez se podía llegar a ver el paisaje que se montaba entre los edificios, los Parques bióticos e inclusive los Pokémon voladores que se transportaban por el aire, o transportaban a Pokémon en una especie de cabina de gran ligereza.
Después de unos segundos mirando por aquel escenario mientras aún se permanecía subiendo aquellas escaleras, llegó a la cima del todo. Paró su marcha al final de las escaleras y miró al frente a aquella imponente estructura que se alzaba, no muy lejos, por delante él.
—(Por fin estoy aquí. Ahora que he cumplido mis 14 años, llegué aquí.)— Pensaba con ilusión y a la vez movía su cola que combinaba con su encanto.
Volvió a dirigir su marcha en camino de aquel lugar, por los alrededores de aquella zona habían otros edificios, la mayoría eran de comercios de todo tipos y algunos que se trataban de factorías. Una vez enfrente de la entrada se podía ver un letrero con las palabras: Ciencias de exploración: Mundo, aunque todos se referían a él por sus siglas, CEM.
Shinx se puso enfrente de la puerta, justo debajo tenía una placa moraba casi opaca. Aquella placa empezó a hacer un escaner desde debajo de él.
—Escaner completado. Nombre del Pokémon: Shinx. Dime, ¿vienes de visita o para unirte en la organización? — decía una voz casi robótica desde lo alto del Pokémon.
—A unirme a la organización — respondió con sorpresa y irando aquella maquinaría y añadió—. Dile al jefe que soy aquél que le prometió darme una guía turística.
—Muy bien. Pase a la sala de espera que está en una puerta a la derecha cerca de la recepción.
Tras terminar de dar los detalles, la maquinaría se apagó y tras eso se abrió la puerta que se alzaba a su frente. Shinx disfrutaba un montón de las funciones que tenían para hacer alusión del antiguo mecanismo de seguridad del pasado. Antes de entrar a aquella entrada también vio una zona igual que aquella, pero más grande. Al principio pensó que era para sacar cosas en algún camión, pero se dió cuenta con eso que había otras entradas para Pokémon de todos los tamaños.
Shinx siguió las indicaciones y prosiguió por el pasillo, si miraba a la derecha o a la izquierda podía ver especies de exposiciones donde pasaban muchos Pokémon. Parecía que guardaban un museo que los turistas visitaban.
Él se metió en la sala de espera, pero casi de inmediato al entrar, un Ampharos pasó corriendo y se puso delante de él y por tal velocidad se cayó al suelo antes de dirigir si quiera palabra.
—¡Buenas nuevo recluta! ¡Tienes muchas suerte! ¡Serás el primero que podrá disfrutar de mi guía! — gritaba animado nada más levantarse frenéticamente y mientras hacía poses raras para llamar toda su atención.
—Genial, mi propio guía que le gusta saludar con una caída — se dirigió con una sonrisa y voz sarcástica.
—No sé de que me hablas señor, solo sígame — concluyó con una pequeña mirada nerviosa y se puso en marcha hacia un ascensor cerca de las afueras de la sala de espera.
Sin decir nada más el Shinx le siguió de cerca con una sonrisa victoriosa y con un pasear de superioridad. Se puso al lado de Ampharos, cuyo cual pulsó el botón para la espera del ascensor. Al abrirse ambos entraron, uno seguidamente del otro. Shinx dirigió una sonrisa a su guía, el cual él miró a otro lado como si nada.
—Bueno, te voy a hacer una pregunta, ¿cómo habéis echo la entrada al establecimiento? — preguntó de cara a la puerta del ascensor.
—Era impresionante, ¿verdad? Pues era un escaner de huellas que mandaba señales de rayos uva para escanearlas — respondió con total orgullo—. Si te has visto el boleto de "Introducción a la CEM" sabrás que en esta década estamos experimentando todo lo que podemos con los efectos de los rayos uva.
—Sí, lo leí, te explicaba incluso algunos experimentos exitosos que la verdad me gustaría poder ver—.
—Veo que de verdad estás muy interesado en todo lo respectivo a los experimentos, y aún así, no entiendo porque teniendo mejor cualidades para formar parte del equipo de investigación quieres formar parte del de exploración.
Shinx miró al espejo que había a su lado viendo su reflejo, seguidamente, mira con discreción a Ampharos, esperando a que se abriera el ascensor; sin tener intensión de responder hasta el final.
—Bueno, si te soy sincero a mi también me gusta más la idea de estar junto al equipo de investigación y formar parte de un gran descubrimiento tecnológico — respondió una vez que se pusieron en marcha por el pasillo de la planta a la que fueron.
—Bueno, siempre tienes oportunidad de cambiar. ¿Sabes qué? Hasta he pensado en la idea de que de vez en cuando podrías pasar a trabajar en la parte de investigación o de ciencias tecnológicas — dijo mientras seguía a Shinx un poco por detrás mirándolo por encima .
—La próxima vez se un poco más original y no saque las ideas de los mensajes de chat de tu propio "turista" — respondió con un tono rudo y burloso mientras se paró al lado de una sala.
—Bueno, por lo menos he sido el que ha conseguido convencer a los demás para dar el permiso para que pudieras emplear los dos trabajos — le respondió de vuelta, pero ahora él con un tono victorioso y deteniéndose a su lado—. Bueno, dejemos los rollos para otro momento que aquí empieza todo.
Desde un cristal que había se podía ver en la sala en la que se habían parado que estaba a su derecha. Todo lo que había eran una placas solares y un Pokémon dentro que estaba cerca de una pantalla de interacción.
—Genial, empezamos con el mayor invento de todos, los es solares...— decía con cierto desinterés mientras se disponía a andar nuevamente.
—¡Venga! — Gritaba eso tras agarrarle la cola de él—. Por lo menos dale una oportunidad.
Shinx se detuvo y mandó una mirada intensa y un gruñido hacia su guía, odiaba que le agarraran la cola. Ampharos nervioso la soltó inmediatamente y dirigió su mirada de vuelta a aquella sala para dar su respectiva guía.
—Muy bien... — dijo entre un suspiro apagado. Esto de aquí es verdad que no deja de ser un Solar, pero gracias a nuestra reciente investigación descubrimos que un material reaccionaba a los rayos uva y a la misma vez al calor...
—Entonces lo que hicisteis es juntar las partes de un solar y por debajo de la capa del silicio pusisteis ese material para generar aún más energía — terminó en una suposición Shinx sin dejar de terminar a Ampharos.
—¡Exacto! De esa manera la producción de energía renovable a partir de la energía solar es 5 veces más productiva — enfatizó de forma exagerada por lo emocionado que estaba por aquel invento.
—Muy bien, pues entonces no me queda nada más que decir enhorabuena — concluyó con una sonrisa y se giró para seguir hacia delante.
Ampharos corrió para ponerse delante de él, le había ilusionado que haya conseguido interesar a Shinx a pesar que él no lo mostrada. Ambos seguían hacia delante sin parar en las demás salas, en algunas Shinx se quedaba mirando por las ventanas sin parar de caminar para ver con perspicacia lo que se dedicaban a producir. En ningún momento el guía se paró en algunas de esa, seguramente fuera por el echo de que eran experimentos desarrollándose sin mucha importancia o porque dentro una maquinaría se dedicaba a fabricar objetos ya muy frecuentes de la época.
—Muy bien, aquí nos paramos ahora, quiero enseñarte una cosa que descubrimos hace tiempo, pero era algo inestable y teníamos que tener cuidado — argumentó tras pararse al lado de otra sala, pero a diferencia de las otras salas el cristal era de protección de radiación.
— Te creo totalmente, sino porqué emplear un cristal de mayor seguridad — golpeó suavemente con su cuerpo al de Ampharos tras vacilar un poco.
—A es favor de callarte un poco — restituyó el golpe de la misma manera siguiendo el vacile y ponerse seguidamente a explicar—. Muy bien, el empleo de este experimento trata de con una estrella deseo influir un rayo uva a él.
Tras eso, Ampharos empezó a teclear una pantalla que estaba pegada al cristal programando así los datos para que empleara el experimento de forma precisa y sin fallos. Después de tocar el último botón, una máquina se dirigió hacia el trozo estrella y empezó a transmitir los rayos uva hacia él. Entonces todo de repente se iluminó de un morado intenso por unos segundos tras eso y después la máquina acercó el objeto más cerca de una ventanilla que se abrió y dejó ahí el objeto.
—Increíble, pensaba que las estrellas deseos ya no tenían ningún tipo de valor desde el día en el que la capacidad del Dinamax se disolvió — alucinado miraba el objeto de un color morado y rojo reluciente—. ¿Es peligroso?
— No, una vez que termina ya no tiene ningún tipo de peligro, desde que encontramos el punto justo en el que la reacción fuera inofensiva — respondió mientras cogía la estrella deseo y se guardaba—. Y te enseñaré que cosas de momento hemos echo con este nuevo experimento.
Volvieron a tomar el curso del recorrido ahora a una sala de laboratorio que parecía hecha únicamente para Ampharos por ciertas decoraciones que contenía.
—De momento las cosas que hemos descubrimos con la que podemos hacer con esta combinación de Rayos Uva con la estrella deseo no es mucho, pero es lo mejor — decía al mismo tiempo que cogía un frasco con un tipo de aceite y unas bombillas y algunos productos más y lo dejaba sobre la mesa.
—Bueno, con lo que hay aquí en la mesa veo que habéis preferido ir probando con cosas no tan peligrosas — argumentaba mientras se acercaba a la mesa para visualizar.
—Sí, no nos hemos atrevido a probar con muchas cosas de momento y la verdad más hayá de esto no hay nada innovador, a parte de los rayos solares — aseguraba con cierta resignación—. Pero creo que todos preferimos tomar precauciones antes de que haya algún imprevisto.
—Venga, el echo de que hayáis descubierto una finalidad que utilizar con los elementos que solo servían para vender y con un objeto que era inútil es simplemente maravilloso — animaba a la misma vez que gesticulaba mucho.
—Bueno, pues entonces lo primero que se nos ocurrió fue meter la estrella deseo en distintos líquidos haber cómo reaccionaba y en un cierto momento cuando probamos a adentrarla con una mezcla de aceite de ciertas bayas.
Tras decir eso apagó las luces con un interruptor siendo momentáneamente una pequeña fuente de luz la estrella deseo, hasta el momento en que Ampharos adentró el objeto en el interior. Mientras bajaba la estrella deseo por aquel liquido, empezó a emitir todo una iluminación de colores diferente muy lentamente y constante siendo algo muy bonito de mirar.
—Guau, es como si fuera una lámpara de lava, pero con otro elemento que mejora mucho el como se ve — decía mientras iraba aquel objeto.
—Practicamente lo es, es muy parecido, pero a la misma vez no tiene nada que ver. Parece ser que la reacción con la que ocurre, que se basa en la pequeña radiación que está acumulada dentro de la estrella deseo de los Rayos Uva, y aparte de la cualidad que consigue la misma.
Cuando terminó de explicar cogió la estrella desea con una pinza y la limpió con un trapo especial para quitarle todo el aceite. Una vez terminado cogió la bombilla y abrió una especie de cápsula pequeña y metió ahí la estrella deseo y entonces la bombilla se encendió.
—Bueno, y ahora cambiamos la electricidad por estrellas deseos influidas en Rayos Uvas, ya no sé para que os servirá las nuevas placas solares — bromeó con gestos exagerados.
—Venga ya, no sería suficiente la energía que transmitiría a mucha maquinaría — aclaró mientras se reía levemente siguiendo la broma—. En fin, bueno, solo déjame explicar porque ocurre esto...
—Déjame adivinar, gracias a unos cables especiales dentro de la cápsula en donde metiste la estrella deseo, la poca radiación que tiene dentro genera la suficiente energía para generar luz — concluyó él la explicación sin dejar de terminar a su guía.
—¡Exacto! Además, gracias al echo de que la radiación que genera se puede mantener durante cientos de años se podría reutilizar muchas veces — argumentó junto a la conclusión de su compañero.
—¿Qué más puede hacer la estrella deseo? — preguntó a la vez que se ponía al lado de Ampharos para ver más de cerca.
—Pues algo que servirá para optimizar el trabajo y materiales, vaya, no muy diferente a estos dos objetos, pero un poco más útil.
Ampharos cogió un pequeño vaso y juntó ahí unos líquidos que empezaron a hacer una pequeña reacción. Mientras, él dejó que eso siguiera y cogió la estrella deseo y la puso en otra cápsula con un tipo de mecanismos. Vertió un líquido rojizo a esa cápsula y entonces activo un botón y tras eso la estrella deseo desapareció dejando un líquido rojo brillante. Ahora vertió ese líquido junto a los líquidos de antes, no sin antes ponerlo en una pipeta de 500 ml y con una cantidad exacta de cada uno y lo removió un poco.
—Aunque no lo parezca, este líquido de aquí sirve de mucho, o por lo menos va a servir mucho más que el actual método para retener las enfermedades terminales — explicó muy orgulloso y con cierta alegría por ese dato.
—¿Y entonces el numerito de antes? — preguntó con un tono alto y confuzo.
—O vamos, esque estoy muy acostumbrado a que en nuestro lugar se hagan muchos más avances — replicó con gestos indiferentes.
—¡Venga! ¡¿No me jodas que me he preocupado por nada?! — gritaba ciertamente molesto y con movimientos bruscos.
—Bueno, a sido un placer haberte guiado por aquí, por mala suerte tengo cosas con la que ocuparme ahora y tendrás que seguir tú. Byeeeee — tras decir eso no dejó que Shinx reaccionara a tiempo y lo echó de aquel cuarto y cerró la puerta.
—¡O vamos! ¡Abre la puerta! — gritaba mientras golpeaba la puerta y trataba de abrirla.
Shinx se pasó unos segundos así tratando de que aquel Pokémon le abriera de nuevo la puerta o que por lo menos le dijera a donde dirigirse ahora, necesitaba orientarse. Se rindió no mucho después y miró por todos lados mirando a ver si un Pokémon podría ayudarle, pero la vergüenza y los nervios en ese momento le pudo.
—(En fin... Supongo que ahora me la tendré que apañar yo... ¡Muy bien! Pues así será, llegaré a donde tenga que llegar sin ayuda de ese) — pensó eso entre la determinación para tratar de dirigirse a una nueva aventura...

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Mucho texto