Capitan

Cinco meses después de esa increíble cruzada en alta mar,enfrentando no uno sino dos crakens, tormentas, numerosos acertijos y el terminar en una isla desiertaen la cual nuestras tripulaciones se unieron en equipo para poder terminar el propósito de esta aventura. Y encontramos el barco dorado de la leyenda que tanto adora Mayer, con los huesos de la aparente capitana de la dichosa leyenda sentada en su camarote llena de planos tanto de armas como de barcos, rutas internacionales, numerosos libros y riquezas o lo más importante en el lugar. La linterna dorada.

Al encontrar todo esto, decidimos dividirno el tesoro y hallazgos, ella quedándose con la linterna y yo con el mascarón de proa para mi barco.

Así nos encontramos ahora con tan solo la luz d Ela gran fogata y de la estrellas de la noche, yo me mantenía al margen observando como ambas tripulaciones festejaban alrededor del fuego con entusiasmo, euforia y borrachos.

Me siento en la arena de esa playa bajo una de las palmeras con una botella de Ron en manos. Miro como bailan, bromean y jueguen entre ellos tomando leves sorbos de la bebida un tanto dulce a mi paladar acostumbrado al whisky.

Mis ojos se concentran en tan solo una cosa, más bien alguien. Lo ito, caí fuertemente de cara a la mujer en frente mio ¿quien no caería por Mayer? Aparte de su carácter fuerte hay que itir que tiene una gran figura.

Sus curvas se acentúan mientras baila animadamente cerca de la luz de la fogata dándole un efecto a su piel y cabello que es hipnótico.

Desvío la mirada burlandome de mi propio descaro al siquiera disimular un poco el hecho de que Larissa paso de ser considerada para mi irritante y frustrante a... ¿Como decirlo? ¿Retadora? ¿Sexi? ¿Hipnotica? No se, pero ahora tan sólo se que no es sólo una "atracción "

Caí redondo.

Como ahora.

Como podría aguantarme las ganas de besarla?

Simplemente no podria luego de ver ese leve puchero que dio al ver cómo me tragaba las últimas gotas de mi botella de Ron, el como sus ojos cafes como el chocolate conectaban con los míos verde como la mancha que te deja el pasto en la ropa. No podría resistirme de agarrar sus mejillas y acercarla a mi para besar sus besos con ansias luego de sentir su gran osadía de lamer lentamente mi mandíbula donde se escurrio un poco de la bebida alcohólica.

Basta de juegos de coqueteo y seducción, harto estoy de este tira y afloja en el cual ella le fascina verme con la piel de gallina y las ganas guardadas de devorar le la boca junto con besar lentamente su pequeño lunar debajo de su labio inferior.

Harto estoy de esa tencion entre nosotros y se que se acabó cuando me correspondio el beso con una sonrisa de por medio. Al separarnos nuestras miradas tan intensas y retadoras como la primera vez que nos quedamos viendo en ese primer combate de espadas, en ese baile, en ese dia y hoy sobre todo.

- conoces la constelación del Canis mayor ¿no capitán ?- escucho su pregunta sacándome una sonrisa por el como arrastró un par de palabras por su ebriedad. Me ánimo a cerrar los ojos sin borrar mi sonrisa risueña sintiendo sus manos acariciar distraída mente mis mejillas mientras se acomodaba encima mio con sus piernas a los costados de mi cadera y mis manos se posan firmemente en su cintura.

- perfectamente, capitana - respondo divertido.

- no te burles... - me dice con tono tan suave y bajo notando su duda por seguir. Mis ojos se abren apenas para poder conectar miradas con ella teniendo en cuenta aún el factor de ela poca distancia que nos separaba, tan escasa que podía escuchar y sentir su respiración sobre mis labios.

- no lo haré pecesito... - susurro sobre sus labios animando la seguir.

- eres mi estrella Sirio -

me susurra en el oído como si se tratara de un gran secreto para luego robar mi sombrero y colocar selo en la cabeza con una brillante sonrisa sentandose de lado sobre mi regazo, apoyo su cabeza en mi hombro para mirar el cielo nocturno actuando completamente normal luego de a ver dicho algo que aunque por fuera no lo parezca me desarmó de tal manera que sentía el cuello y posiblemente las mejillas también las tenía sonrojadas.