Estaba en shock. Will no podía dejar de observar como aquella gigantesca criatura devoraba lentamente la carne y huesos de la chica. El sonido al masticar estremecía a Will. Su respiración estaba agitada e inspiraba profundamente a través de su nariz evitando hacer algún ruido. Finalmente halló valor para moverse. Con sigilo fue poniéndose en pié, entonces desenvainó su espada y corrió con rapidez hacia el monstruo asestándole un tajo en la espalda, sin embargo, la espada rebotó como si hubiera golpeado algo increíblemente duro. La bestia gruñó aunque no de dolor, el ataque de Will parecía no haber surtido ningún efecto sobre aquella abominación. Se dió medía vuelta y la imagen era espantosa. Donde deberían estar sus ojos tan solo había unas cuencas vacías no más oscuras que el resto de su cuerpo, y su boca estaba repleta de puntiagudos dientes blancos brillantes teñidos de sangre, de entre los que colgaban trozos de piel. Will retrocedió sin quitar la vista de encima de aquel monstruo, que dejó caer los restos de Marta al suelo. Will estuvo a punto de vomitar ante tan grotesca escena pero mantuvo la calma lo suficiente para no hacerlo, además, adoptó su posición de pelea y comenzó a estudiar al monstruo. La bestia se abalanzó a por Will quién saltó hacia atrás para esquivarlo. Pese a su gran tamaño la criatura era veloz. Mientras aquella figura oscura trataba de reincorporarse Will corrió hacia ella lanzando un tajo hacia el cuello de la criatura, pero una vez más, la espada rebotó y el monstruo respondió golpeando a Will en el estómago, haciéndolo volar hacia atrás, impactando contra una de las paredes. Will pudo notar el sabor a hierro en su boca. Escupió la sangre y con dificultad comenzó a levantarse mientras la criatura se le acercaba. Cuando apenas un par de metros los separaban, aquél monstruo volvió a lanzarse sobre Will y una vez más, el ágil guerrero esquivó el ataque moviéndose rápidamente hacia su derecha. El monstruo chocó contra la pared provocando un temblor en todo el edificio, Will aprovechó el aturdimiento de la bestia para colocarse detrás de ella y, desde esa posición, lanzar un tajo a cada pierna de su enemigo. Desde esa posición de seguridad pudo enfocarse completamente en la fuerza de sus golpes lo que le permitió, al fin, atravesar la carne invertebrada de aquella criatura, quien gruñó al sentir como sus extremidades inferiores eran amputadas. Will se subió a la espalda del monstruo, sometiéndolo, y atravesó su cuello con la espada, callando a la bestia. Respiró entrecortadamente mientras caminaba hacia la salida. Su cuerpo estaba completamente adolorido por los golpes, sin embargo, la misión no había acabado y no se iba a rendir. Reportó lo sucedido a través del aparato de comunicación que cada uno se había implantado en el oído y cuando estaba a punto de cruzar la puerta que conectaba al exterior, algo lo agarró y estampó contra una pared. Will perdió la respiración por unos segundos mientras se retorcía en el suelo. Entonces escuchó unos pasos y una malévola carcajada. "Vaya, vaya, vaya... ¿Que tenemos aquí? Un pequeño guerrero celestial se perdió. Hoy no es tu día de suerte amigo". Will levantó su vista en dirección a donde provenía la voz. Por su poder y apariencia Will supo de inmediato que se encontraba frente a un demonio superior. La forma del demonio era identica a la de un hombre adulto de complexión delgada, con rasgos fáciles claros y piel negra como la noche. El demonio mantenía a Will permanentemente sometido mientras se burlaba de él. Cuando el joven lograba incorporarse, el demonio simplemente usaba su poder para hundirlo nuevamente contra el suelo. "¿Por qué no me matas?". Espetó Will con enojo. "¿Matarte? ¿Estás loco? ¿Sabes cuánto hace que no aparece alguien vivo por aquí? Bueno, tú técnicamente no estás vivo pero...me entiendes. Es muy divertido jugar con ustedes mientras veo como se llenan de desesperación y sus rostros se retuercen de dolor". El demonio hablaba confiado y tranquilo. Sus palabras preocuparon a Will, haciendolo pensar que los adolescentes ya no estaban con vida. Si la bestia anterior no había sido suficiente, ahora tenía a un demonio superior, mucho más poderoso e inteligente. El demonio manipulaba a Will a voluntad con su poder, podía manipular su cuerpo y dañar sus órganos. El demonio obligaba a Will a mover sus articulaciones de manera antinatural mientras este último gritaba de dolor y, justo cuando estaba por dislocar o partir el hueso, lo dejaba tranquilo pero con gran dolor. Will no paraba de gruñir y gritar mientras aguantaba los juegos del demonio superior. Sus ojos estaban húmedos y llenos de lágrimas y su rostro completamente rojo y cubierto de sudor. "¡Ya mátame!". Suplicaba Will, sabiendo que estaba impotente ante el poder de su enemigo. El demonio lo miró con desagrado y caminó hacia Will, agachándose y sujetando al guerrero por el mentón para que ambos se mirasen fijamente. "Eres realmente patético... pensé que serías divertido pero me provocas náuseas. Acabaré contigo y devorare tu alma...". El demonio se puso de pie y se disponía a ejecutar a Will cuando una voz conocida lo interrumpió. "Eso no pasará". Y entonces una espada cortó el cuello del demonio y este cayó al suelo en dos partes, decapitado. La figura de Milo se hacía presente en el lugar. Pese al repudio y rencor que Will le guardaba, su rostro no podía ocultar la felicidad que sentía al tenerlo con él. Will se levantó con ayuda de Milo y ambos caminaron lentamente hacia la salida mientras Will se apoyaba contra el fuerte guerrero. "Marta está muerta y los adolescentes es posible que también, tampoco encontré a los compañeros del grupo de Marta". Dijo Will mientras caminaba con dificultad. "Ya no importa Will, la misión se acabó. Hallamos los cuerpos de los adolescentes sin vida, fue un fracaso". "Maldición...". Will se veía claramente afligido por el resultado de su primera misión. Era sumamente importante desempeñarse con habilidad para pasar la prueba, pero lo era aún más salvar las vidas de aquellos mortales. Ambos caminaron lentamente a través del patio hasta la valla y atravesaron esta para adentrarse entre los árboles donde el general abriría el portal de regreso. Por el camino, otros compañeros se fueron uniendo, claramente afectados emocional y físicamente por la misión. Cuando llegaron al lugar pactado, apenas veinte de los cuarenta que iniciaron la prueba habían sobrevivido y el general no estaba. Todos comenzaron a usar el dispositivo de comunicación tratando de avisar a los posibles supervivientes y al general, pero una extraña energía causaba interferencias e inhabilitaba la conexión.
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