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El sentir de las almas: Muerte #18

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Steve Williams December 23
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El ambiente se había corrompido en solo un instante. Una gota de sudor recorría el rostro de Will hacia su quijada mientras apretaba sus puños. "¿Que quieres Ravel?". Espetó Will con gran enojo, controlándose para no elevar demasiado el tono de su voz. "Mírate...controlas mejor tu voz que tu fuerza. Oí por ahí que le hiciste graves daños a Milo a sangre fría". El tono de la chica era burlesco y tintineante. Todo lo que salía por su boca iba completamente enfocado a provocar una reacción en Will. "¡Eres una hija de...!". Will buscó por instinto su espada en el lado izquierdo de su cintura, desgraciadamente solo palpó el aire ya que había olvidado que sus armas habían sido retiradas al ser trasladado a la enfermería. Ante el desconcierto del chico, Ravel sacó su espada rápidamente y colocó la punta de esta justo en el cuello de Will, pinchandolo levemente a la altura de su nuez. "Quizás debería cerrar para siempre esa sucia boca tuya". Dijo Ravel claramente indignada aunque manteniendo los aires de grandeza que el estár armada le concedía. "¡Ya es suficiente Ravel!". La voz de Alexa se hizo escuchar en toda la habitación desde el umbral de la puerta. La furia en su voz dejó a todos perplejos, dejando la armería en absoluto silencio. Ravel retiró la espada del cuello de Will para acto seguido encogerse de hombros. "Tampoco hace falta ponerse así. Solo le gastaba una pequeña broma". El sarcasmo en su voz no hacía sino enojar más a Will quién, dispuesto a abalanzarse sobre ella, fue detenido por Alexa con tan solo una fulminante mirada. Tras el incidente, Ravel se retiró caminando del lugar, saliendo de la habitación con una molesta sonrisa victoriosa dibujada en su rostro. "Will, ¿Debo recordarte que está prohibido pelear entre nosotros si no es con motivos de práctica?" "No...lo sé bien, pero me pone de los nervios esa mujer" "Escúchame, tienes que controlar tu temperamento o lograrás que te consideren no apto o, en un futuro, te degraden, y creo que sabes lo que significa en ambos casos" "Si, está bien. Bueno, ya que estás aquí, ¿por qué no entrenamos un poco? No quiero perder condición antes de la gran prueba final" "Lamentablemente eso no va a poder ser. Soy una de las organizadoras de la prueba así que tengo que regresar temporalmente a labores más istrativas". Y sin tan siquiera despedirse Alexa se dió media vuelta y comenzó a caminar a paso acelerado a través del pasillo, perdiéndose en las sombras de este. Justo en ese momento alguien poso su mano en el hombro de Will. El joven al darse media vuelta reconoció otro rostro conocido. "Hola Lazarus...". Su actitud ante el apuesto guerrero no era muy diferente a la que tuvo con Ravel, aunque se sentía levemente más relajado. "Hola Will. Escuché lo que pasó. Parece que vuestra batalla fue dura..." "Mira Lazarus, no es personal, ¿Vale? Pero después de un mes entrenando con Milo ambos nos llevábamos bien. No lo veo en otros dos meses y al reencontrarnos no solo es cruel con sus palabras, sino que trata de matarme en la prueba, y sinceramente, dudo que él solo haya adoptado esa actitud" "¿Insinúas que yo le metí esas ideas en la cabeza? Es una acusación muy grave la que está soltando tu boca para estár tan poco bien argumentada, novato". Lazarus frunció el ceño por unos instantes. Tras eso simplemente emitió una leve y ahogada risa y se alejó dándole la espalda a Will. El chico procedía a hacer lo mismo cuando, al girarse, se encontró con la punta de una espada de madera frente a su rostro, deteniéndose en seco. Acto seguido el individuo que se encontraba apuntándole bajó el arma y la cara de aquella persona se le hizo algo familiar.

Una chica de 1,60 metros de altura aproximadamente, sus ojos eran negros y profundos, su nariz bastante pequeña y sus labios rojos y finos. La mujer parecía estar en sus treinta años, sin embargo, se veía bastante joven. Su hombros y espalda no eran muy anchos pero estaban muy bien definidos al igual que su abdomen y piernas. Su busto no era demasiado exagerado pero su cuerpo compartía similitud con la forma de un violín, lo que la hacía sumamente atractiva."Oí que quieres entrenar, podemos hacerlo juntos si quieres...". El tono de la chica era nervioso y esta, desviada su mirada hacia el suelo, incapaz de hacer o visual con Will. "Yo te conozco...¡¿No eres Liz?!" "¡Vaya! Así que si me recuerdas". El rostro de la mujer cada vez se tornaba más rojo y su nerviosismo se reflejaba en su voz. "Pensé que habías desaparecido luego de nuestro combate" "Yo también pensaba lo mismo, sin embargo, la luz no era sino un teletransporte a la enfermería" "Ahora entiendo muchas cosas. Bueno Liz, si estás aquí significa que clasificaste para la siguiente prueba, ¿No?" "Pues eso parece aunque no entiendo porque. Caí frente a ti en las primeras instancias del torneo" "Aún así tu habilidad fue asombrosa, leías e imitabas mis movimientos como un espejo. ¡Fue genial!". El rostro de la joven no hacía sino ruborizarse aún más. "Jovencito, te voy a pedir que dejes de coquetear con mi pupila". Dijo una voz desconocida desde la espalda de Will. Su tono era suave y amigable y dejaba una pequeña risa residual al hablar. Cuando Will se dió la vuelta para mirar a quién le habló no vio a nadie, mas cuando volvió a mirar hacia Liz, se encontró a una mujer de aspecto similar al lado de ella, con el cabello pelirrojo y sus ojos carmesíes. Sus labios dibujaban una sonrisa en su rostro. "Mi nombre es Micaela y tú debes de ser Will. Hay algunos rumores sobre tí en la división. Al parecer has pasado de ser un total inepto a una interesante promesa para la división, pero no te relajes aún. Todavía tenéis que pasar la última prueba y créeme que no será nada fácil" "Le agradezco el aviso, Micaela" "No es nada, y si no es molestia, me encantaría hacer de referí en vuestra pelea de entrenamiento de la que estabais hablando". Y sin más dilación, los tres caminaron hacía uno de los hexágonos a ras de suelo.Will y Liz ingresaron dentro de los límites mientras Micaela observa desde una distancia prudente. "Bueno Liz, es un placer pelear nuevamente contra tí" "Esta vez no perderé, Will".

El sentir de las almas: Muerte #18-El ambiente se había corrompido en solo un instante. Una gota de sudor recorría el rostro
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