El consejo de odin

Todos nosotros hemos recibido algún consejo de personas importantes en nuestras vidas. Desde nuestros padres,tíos, amigos, conocidos, profesores, entré muchos más. Hoy veremos cómo Remy recibirá al padre de todo Odín para enseñarle cosas nuevas

Gravity falls 1 semana después

El sol de Gravity Falls brillaba con fuerza sobre el pueblo, iluminando las calles con una calidez que hacía mucho tiempo no se sentía. Una semana después de la gran batalla contra Bill Cipher, la vida en el pueblo había comenzado a retomar su curso habitual. Las tiendas volvían a abrir, los habitantes caminaban con tranquilidad y la sensación de peligro que había envuelto al pueblo durante tanto tiempo parecía haber desaparecido.

En la Cabaña del Misterio, la familia Pines celebraba su victoria de manera discreta, pero con una gran sensación de alivio. Dipper y Mabel revisaban su diario de aventuras, anotando todo lo que había ocurrido en los últimos días. Ford estaba en su laboratorio, analizando los últimos restos de energía que habían quedado tras la desaparición de Bill. Stan aprovechaba el regreso de la calma para vender recuerdos de la batalla en su tienda, inflando los precios con historias exageradas.

Pero quien realmente se sentía diferente era Remy Lebeau.

Desde que derrotaron a Bill, algo dentro de él había cambiado. Ya no cargaba con el mismo peso en sus hombros. Se sentía más ligero, como si finalmente hubiera encontrado un propósito. Miraba el pueblo desde la ventana de la cabaña con una sonrisa, sintiendo por primera vez en mucho tiempo que su poder había servido para algo realmente importante.

Justo cuando pensaba en ello, la campana de la entrada de la cabaña sonó.

Mabel, siempre la más entusiasta, corrió a abrir la puerta. Al hacerlo, se encontró con una figura imponente: un anciano de barba blanca, túnica azul y un sombrero de mago. Sus ojos sabios observaban todo con calma.

—Vaya, vaya... así que este es el famoso Odín del que todos hablan. —dijo Ford, cruzándose de brazos.

Odín, el gran maestro de Scala ad Caelum, asintió levemente y luego miró directamente a Remy.

—He venido a hablar contigo, Remy Lebeau.

El mutante levantó una ceja, sorprendido. No conocía a este hombre, pero algo en su presencia lo hacía sentir que era alguien importante.

—¿Yo? —preguntó, señalándose a sí mismo.

Odín asintió.

—Sí. Hay cosas que debes escuchar... sobre ti, sobre tu destino.

La cabaña quedó en silencio por un momento. Dipper y Mabel miraron a Remy con curiosidad, mientras Ford parecía entender la seriedad de la situación.

—Supongo que no puedo negarme, ¿verdad? —dijo Remy, soltando una leve risa.

Odín sonrió levemente.

—No es una obligación, pero te aseguro que esta charla podría cambiar la manera en la que ves tu vida.

Remy miró a los Pines. Stan parecía a punto de decir algo sarcástico, pero Ford lo detuvo con la mirada. Dipper y Mabel simplemente le dieron un gesto de apoyo.

—Bien. Vamos a hablar. —dijo Remy finalmente.

Sin decir más, los dos se alejaron de la Cabaña del Misterio y caminaron hacia el bosque.

El viento soplaba suavemente entre los árboles. La tranquilidad del bosque de Gravity Falls siempre había tenido un aire misterioso, pero ahora se sentía diferente. Mientras caminaban, Odín mantuvo el silencio, permitiendo que Remy fuera quien hablara primero si así lo deseaba.

Pero Remy simplemente observó el entorno, sin decir nada. Había muchas preguntas en su mente, pero ninguna que pudiera formular con facilidad.

Al final, Odín fue el primero en romper el silencio.

—Remy, dime... ¿qué sientes ahora que Bill Cipher ha sido derrotado?

Remy se detuvo un momento, pensativo.

—Me siento... bien. Más tranquilo que antes.

Odín lo miró con atención.

—Pero también te preguntas si realmente todo terminó, ¿verdad?

El mutante soltó una risa seca.

—Sí, supongo que sí. Hemos peleado tanto... y todo pasó tan rápido. Es difícil creer que ya no haya más amenazas.

Odín asintió, como si esperara esa respuesta.

—La paz después de una gran batalla siempre deja una sensación extraña. Es el momento en el que los guerreros empiezan a preguntarse cuál es su propósito ahora que la lucha ha terminado.

Remy guardó silencio. Las palabras de Odín le llegaron más profundo de lo que quería itir.

Después de caminar un poco más, llegaron a un claro en el bosque. La luz del sol se filtraba entre los árboles, iluminando un pequeño lago de aguas cristalinas. Odín se detuvo y miró el agua, como si viera algo en su reflejo.

—Dime, Remy... ¿qué crees que es lo que realmente te hace fuerte?

Remy se cruzó de brazos y pensó en la pregunta.

—Supongo que mis habilidades. Mi capacidad de cargar energía en los objetos. Mi fuerza en combate.

Odín negó con la cabeza.

—Eso es solo una parte. Pero tu verdadera fuerza, la que te permitió vencer a Bill Cipher, no vino solo de tus poderes.

Remy lo miró, confundido.

—¿Y de dónde vino entonces?

Odín sonrió levemente.

—De las personas que te rodean. De las decisiones que tomaste. De los sacrificios que estuviste dispuesto a hacer.

Remy bajó la mirada. Pensó en todo lo que había pasado en Gravity Falls. En cómo al principio había dudado de sus propias decisiones, en cómo había cuestionado sus actos. Pero al final, siempre tuvo a los Pines a su lado, apoyándolo.

—No solo fuiste fuerte porque tenías poderes, Remy. Fuiste fuerte porque nunca estuviste solo.

El mutante suspiró, dejando que las palabras de Odín se asentaran en su mente.

Por primera vez en mucho tiempo, sentía que alguien realmente entendía lo que pasaba por su cabeza.

Miró el lago, viendo su propio reflejo. ¿Quién era realmente Remy Lebeau? ¿Era solo un mutante con habilidades especiales? ¿O era algo más?

Odín le puso una mano en el hombro.

—Tienes muchas preguntas, lo sé. Y por eso estoy aquí. Para ayudarte a encontrar algunas respuestas.

Remy lo miró a los ojos y, por primera vez en esa conversación, asintió con verdadera determinación.

Sabía que aún tenía mucho por aprender. Y quizás, solo quizás, esta charla le ayudaría a entender qué debía hacer a partir de ahora.

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El viento soplaba suavemente entre los árboles mientras Remy y Odín continuaban caminando por el bosque. El mutante no estaba seguro de hacia dónde se dirigían exactamente, pero había algo en la presencia del anciano que lo mantenía en calma. Sabía que esta conversación no era casual, que Odín tenía algo importante que decirle.

Después de un rato en silencio, fue el propio Remy quien habló primero.

—Si querías hablar conmigo, supongo que quieres saber cómo fue la batalla contra Bill Cipher, ¿verdad?

Odín asintió con una leve sonrisa.

—Me gustaría escucharlo desde tu perspectiva. ¿Cómo fue para ti?

Remy suspiró, cruzando los brazos mientras recordaba cada momento de la batalla.

—Fue… caótico. Bill no era un enemigo normal. No peleábamos solo contra su poder, sino contra su locura, su habilidad para distorsionar la realidad.

Odín asintió, como si entendiera perfectamente.

—Pero lo lograron. Lo derrotaron.

Remy sonrió levemente.

—Sí. Todos dimos lo mejor de nosotros. La familia Pines, Wendy, Soos… incluso Stan, que no es exactamente un tipo de combate, hizo su parte.

Odín observó a Remy con atención.

—Y tú, Remy… ¿cómo te sentiste en ese momento?

El mutante guardó silencio un instante antes de responder.

—Extrañamente… bien.

Odín arqueó una ceja.

—¿Bien?

Remy asintió, pero se notaba que aún no entendía completamente su propio sentimiento.

—Sí. No sé cómo explicarlo… Pero cuando todo terminó, cuando vi que el pueblo estaba a salvo, sentí algo diferente. Como si algo dentro de mí hubiera cambiado.

Odín se detuvo por un momento y miró a Remy con una expresión de comprensión.

—Eso es porque cumpliste una etapa.

El mutante frunció el ceño.

—¿Una etapa?

El anciano mago asintió lentamente y comenzó a caminar de nuevo, invitando a Remy a seguirlo.

—Las personas, Remy, tienen ciclos en su vida. Cada uno de nosotros atraviesa diferentes etapas, diferentes momentos que nos moldean. A veces, esas etapas duran años… otras, solo días. Pero siempre llega el momento en el que un ciclo termina y otro comienza.

Remy lo escuchó con atención, pero no estaba completamente convencido.

—¿Y qué se supone que significa eso en mi caso?

Odín sonrió, como si esperara esa pregunta.

—Toda tu vida, Remy, te has sentido como alguien que carga con un peso. Tus poderes, tu pasado, tus decisiones… Todo eso te ha acompañado como una sombra. Pero en la batalla contra Bill, algo cambió.

Remy lo miró con curiosidad.

—¿Y qué fue lo que cambió?

Odín miró hacia el cielo antes de responder.

—Aceptaste quién eres.

El mutante sintió un escalofrío al escuchar esas palabras.

—¿Qué quieres decir con eso?

Odín se giró completamente para mirarlo a los ojos.

—Durante mucho tiempo, has dudado de tu lugar en el mundo. Te has preguntado si tu poder era una carga, si tu existencia tenía un propósito. Pero cuando luchaste contra Bill, no pensaste en eso. No dudaste. Actuaste porque sabías que era lo correcto. Y al hacerlo, dejaste atrás el peso que llevabas.

Remy parpadeó, sorprendido. Nunca lo había visto de esa manera.

—Entonces… ¿quieres decir que ahora empiezo un nuevo ciclo?

Odín asintió.

—Exactamente. Has cerrado un capítulo de tu vida, Remy. Y ahora, sin darte cuenta, estás comenzando otro.

El mutante bajó la mirada, procesando esas palabras. Nunca había pensado en su vida en términos de ciclos o etapas, pero lo que Odín decía tenía sentido. Desde que Bill fue derrotado, se había sentido diferente, más ligero, más libre.

—Nunca lo había pensado así… —itió Remy.

Odín sonrió.

—Es normal. Muchas personas pasan por sus ciclos sin darse cuenta. Pero cuando lo entiendes, puedes aprovecharlo para crecer. Para decidir quién quieres ser en esta nueva etapa.

Remy lo miró fijamente.

—¿Y cómo se supone que hago eso?

Odín se llevó una mano a la barba, pensativo.

—La respuesta no está en mí, Remy. Está en ti.

El mutante suspiró. Sabía que Odín diría algo así.

—Eso suena como una respuesta de abuelo sabio de película.

Odín soltó una pequeña risa.

—Tal vez lo sea. Pero también es la verdad.

Remy rió también, pero luego miró el bosque a su alrededor. ¿Quién quería ser ahora?

Durante mucho tiempo, había pensado en sí mismo como un mutante con habilidades peligrosas. Pero en Gravity Falls, con la familia Pines, había sentido algo diferente. Se había sentido parte de algo más grande.

Después de caminar un poco más, los dos llegaron a un lago cristalino en medio del bosque. El agua reflejaba el cielo azul con una claridad casi perfecta.

Odín se detuvo y miró el agua.

—Mírate, Remy.

El mutante frunció el ceño, pero se inclinó sobre el lago y miró su reflejo.

Vio su rostro. Su cabello despeinado. Sus ojos rojos.

Pero por primera vez en mucho tiempo, no vio a alguien perdido o confundido.

Vio a alguien que había encontrado su camino.

Odín habló con voz tranquila.

—Este es el Remy Lebeau que eres ahora. No el de ayer, no el del año pasado. Cada día que pasa, cambias, evolucionas. Pero la pregunta es… ¿hacia dónde quieres ir ahora?

Remy observó su reflejo con intensidad.

Por primera vez en su vida, no tenía una respuesta inmediata.

Y quizás… eso estaba bien.

El lago estaba en calma.

Las hojas de los árboles se mecían suavemente con la brisa y el reflejo del sol en el agua creaba destellos dorados. Remy y Odín seguían allí, en medio de un momento de introspección. El mutante observaba su reflejo en el agua, todavía procesando todo lo que el anciano le había dicho sobre los ciclos de la vida.

Odín rompió el silencio.

—Remy Lebeau, ahora que entiendes lo que significa este nuevo ciclo en tu vida… dime, ¿estás realmente listo para lo que viene?

El mutante dejó de mirar el lago y dirigió su mirada al anciano. No dudó ni un segundo antes de responder.

—Sí. Estoy listo.

Odín asintió con satisfacción.

—Eso es lo que quería escuchar. Porque lo que viene… no es solo otro capítulo en tu historia. Es algo mucho más grande.

Remy arqueó una ceja.

—¿Más grande? ¿Qué quieres decir?

Odín respiró hondo y miró hacia el horizonte, como si sus ojos pudieran ver más allá de la realidad misma.

—En los rincones más lejanos del multiverso, las fuerzas del orden y el caos han estado chocando por eones. Pero ahora, el conflicto ha llegado a un punto crítico. Se está gestando una guerra, Remy.

El mutante cruzó los brazos, sintiendo que la conversación estaba a punto de volverse mucho más seria.

—¿Una guerra? ¿Entre quiénes?

Odín lo miró fijamente.

—Entre aquellos que desean preservar el equilibrio y aquellos que quieren desmoronarlo todo. Y el campo de batalla final será la Tierra 19.999.

Remy frunció el ceño.

—Nunca he oído hablar de esa Tierra.

Odín asintió.

—Es el universo del UCM, una versión de la Tierra que ha sido el escenario de incontables batallas entre héroes y villanos, dioses y monstruos. Y ahora, se ha convertido en el epicentro de la lucha definitiva por la supervivencia del multiverso.

Remy sintió un escalofrío recorrer su espalda.

—¿Y qué tiene que ver conmigo?

Odín sonrió levemente.

—No solo contigo. Muchos guerreros de diferentes realidades están siendo llamados para unirse a la batalla. Los Nova Corps y los Guardianes de la Luz han comenzado a reunir a los más poderosos.

Remy abrió los ojos con sorpresa.

—¿Los Nova Corps? He oído de ellos… Son como la policía del espacio, ¿no?

—Correcto. Y los Guardianes de la Luz son una orden aún más antigua, encargada de proteger la esencia misma de la existencia. Ambos están uniendo fuerzas para enfrentar lo que viene.

Remy respiró hondo.

—Entonces… me estás diciendo que me quieren reclutar.

Odín asintió.

—No te obligaré a nada, Remy. La decisión es completamente tuya. Pero si decides ir… debes saber que esta será una batalla como ninguna otra.

El mutante guardó silencio por un momento, sintiendo el peso de la situación. Pero en el fondo, sabía la respuesta.

—Si esta es mi nueva etapa… entonces quiero estar ahí.

Odín sonrió con aprobación.

—Bien.

El anciano mago levantó su mano y de repente, una imagen apareció en el aire. Era un planeta con un brillo azul y dorado, con grandes estructuras flotando a su alrededor.

—Este es Vekta. Aquí es donde se reunirán los elegidos para la guerra. Será el punto de encuentro antes de la gran batalla.

Remy observó la imagen con atención.

—Nunca he estado ahí.

—Pocos lo han hecho. Es un lugar fuera del tiempo y el espacio, protegido por los Nova Corps y los Guardianes de la Luz. Es el refugio de los que se preparan para la última batalla.

El mutante miró a Odín con determinación.

—Entonces dime… ¿quién lidera esta guerra?

Odín sonrió.

—Peter Parker.

Remy parpadeó.

—¿El chico araña?

—No un Peter Parker cualquiera. Este es un guerrero que ha enfrentado lo imposible. Junto con Luz Noceda, derrotaron al Emperador Belos en las Islas Hirvientes antes de esta guerra.

Remy soltó una risa baja.

—Nunca pensé que un adolescente con poderes de araña terminaría liderando una guerra multiversal.

Odín rió también.

—Las cosas nunca son como uno las espera. Pero créeme, Remy. Peter Parker es alguien que ha cargado con el peso del mundo sobre sus hombros… y aún así, sigue adelante.

El mutante asintió.

—Bien. Si voy a pelear, quiero escucharlo. Quiero saber cuál es su plan.

Odín extendió la mano.

—Entonces es momento de volver a la cabaña del misterio y prepararte.

Remy le dio una última mirada al lago antes de girarse y seguir a Odín de regreso.

Cerrando así el último acto con Remy dirigiéndose a la cabaña, listo para la siguiente etapa de su vida… y la guerra que definiría el destino del multiverso.