K i l l i a n 「Fic JongKey」Cap. 10

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S h a l l

w e

s t a r t ?

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Y e s , i t ‘ s

S H I N e e

T I M E

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• Capítulo 10 •

Insonoro

«— También me gustan los hombres.»

¿Lo había dicho en serio?

JongHyun miraba al actor a los ojos, él se mordía el labio, atento a su reacción.

El doctor se preguntaba cuando KiBum empezaría a reírse y a decir «¿Te lo has creído? ¡Tendrías que haber visto tu cara! No, ese no es mi secreto», pero la cara del actor se mantenía seria. ¿Por qué era incapaz de entender qué diablos sucedía?

Notaba el calor que desprendía la mano de KiBum en su mejilla, realmente le encantaba que la hubiera puesto ahí. La otra mano en su hombro no era menos, sentía que encajaba perfectamente en ese lugar, no quería que la quitara.

¿Por qué KiBum estaba llorando? Tenía los ojos rojos, y el mismo sentía la zona mojada de su pierna donde habían caído las lágrimas del actor. Él le mantenía la mirada fija, no parpadeaba y analizaba cada movimiento suyo, pero aún así, lágrimas caían constantemente por sus mejillas. No le gustaba que KiBum llorara, no, no le gustaba, prefería su sonrisa, ah, eso sí le gustaba, era realmente hermosa. Muy hermosa. Quería secarle esas lágrimas, fuera como fuese, con la manga, con el pulgar o incluso se atrevería a besárselas, eso seguro que lo haría sonreír ¿no? Pero por alguna razón no lo hacía. ¿Por qué?

No escuchaba casi nada.

O tal vez era que no había ruido. No, no era eso, era él.

No escuchaba casi nada.

Solo había un sonido.

Solo uno: las últimas palabras de KiBum se repetían constantemente en su cabeza, como si fuera un eco en bucle.

Parecía que el actor estaba intentando leer sus sentimientos. ¿Qué sentía? Estaba perdido, habían demasiados sentimientos mezclados, ni él mismo los entendía.

También me gustan los hombres.

También me gustan los hombres.

También me gustan los hombres.

No lo entendía. ¿Por qué no lo entendía?

KiBum desvió la mirada un segundo. No le gustaba eso. Bajó las manos. Eso tampoco le gustaba, no quería que le quitara las manos, especialmente la de la mejilla. Pero no lo detuvo.

De repente, todos sus pensamientos estallaron. «También me gustan los hombres». Todo lo que creía que era obvio en ese momento, se derrumbó. Él era un hombre, a KiBum le gustan los hombres. El hombre al que amaba también amaba a los hombres.

Se levantó de ese sofá.

Necesitaba pensar con claridad, necesitaba concentrarse en comprender las palabras que había dicho el actor, necesitaba entender que estaba sucediendo exactamente en aquel momento. Quería concentrarse, lo intentaba, pero las lágrimas de KiBum se lo impedían.

No sabía por qué KiBum lo miraba mientras era un mar de lágrimas. Tenía unas inmensas ganas de abrazarlo, reconfortarlo y besar cada una de ellas que resbalaban a una velocidad vertiginosa por sus rojizas mejillas cayendo al final sobre el sofá y las piernas del menor. Había dejado de sentir las puntas de sus dedos y no sabía cómo reaccionar en aquella situación.

Primero tenía que aclarar sus sentimientos, tranquilizarse.

KiBum seguía mirándole y JongHyun se encaminó al baño de la casa del actor. Nada más entrar cerró con seguro la puerta y se apoyó en esta sentado en el suelo.

Acercó las rodillas a la cara y la apoyó mientras las abrazaba. Cerró los ojos y se obligó a controlar su respiración para que esta fuera a un ritmo normal.

"Debo tranquilizarme. Inhala. Exhala. Inhala. Exhala."

Dejó de escuchar aquel bucle continuo y pasó a ser una especie de zumbido extraño que no llegaba a comprender. Poco a poco empezó a calmarse y consiguió comprender que lo que se escuchaban eran palabras, aún así, no sabía si por la insonorización del baño o que aún estaba demasiado shockeado, seguía sin poder comprenderlas.

Más calmado empezó a entender la situación y sin poderlo evitar, se tapó la boca con ambas manos a causa de la sorpresa. Tenía una pequeña tímida sonrisa y notaba su cuerpo mucho más ligero, su corazón iba increíblemente rápido cada vez que recordaba la escena.

Y aunque no llegaba a verse en el espejo del lavabo porque estaba en el suelo, si podía en el cristal de la mampara de la ducha, en el que se reflejaba poco pero lo suficiente para notar sus alegres y brillantes ojos.

Cerró los ojos de nuevo y se abrazó las rodillas ahogando un pequeño grito de alegría. Era un milagro, no creía en ellos pero era eso o una coincidencia demasiado perfecta. ¿Destino? Ya no lo sabía, pero esa situación era tan irreal que solo de pensarlo se emocionaba. Era literalmente un libro de Wattpad, el rico, famoso, sexy actor se había fijado en él, y por si fuera poco, le gustaban los hombres, ¿cuántas posibilidades había de que eso pasara en la vida real y no en un libro? ¿En su vida real?

Levantó la cabeza y la apoyó en la puerta siendo consciente de que poco a poco se resbalaba, acabando al final tirado boca arriba en el suelo del baño del actor más querido del mundo.

— Wow... —susurró tan bajo que podría considerarse un pensamiento, no podía hablar, simplemente las palabras se quedaban atascadas en su garganta intentando formar una frase coherente, pero su cerebro era una maraña de gritos de fangirl y palabras cursis.

No, no podía hablar en ese estado.

Le importaba más bien poco eso de estar tirado en el suelo, pero los continuos sonidos de palabras incomprensibles empezaban a preocuparlo. No hacía falta ser un genio para saber que KiBum debía estar insultándolo, odiándolo y gritándole en ese momento, y él no podía excusarse.

Cuando KiBum había confiado lo suficiente en él para contarle el secreto que únicamente sabía su hermano menor, él en vez de apoyarlo y consolar sus lágrimas simplemente había huido al baño. Intentaba inventar algunas excusas mentales, no para decírselas al actor, sino para odiarse menos a sí mismo.

No existían suficientes insultos y palabras mal sonantes para él en ese momento y aún así mentalmente se dijo cada una de ellas al recordar las lágrimas de ese hombre. Y es que JongHyun había sido el causante de que el quejica y alegre actor llorara y no solo eso, sino que seguramente había sentido su confianza traicionada.

Tal vez a otra persona el "estaba muy shockeado, es entendible mi reacción" serviría, pero para el doctor solo era una estúpida excusa que no cambiaría su sentimiento de culpa y el sufrimiento del hombre detrás de aquella puerta. Sabía que debía arreglar este lío antes de que fuera demasiado grave, si no lo era ya.

Se levantó del suelo y se acercó a la puerta hasta apoyar la mano en el picaporte, pero no podía girarlo. Su mente se llenó de imágenes de KiBum insultándolo, él echándolo de su vida, él con una mirada de odio. Solo de pensarlo sintió como todo su cuerpo temblaba, estaba seguro que sí salía, el menor no le dejaría hablar y eso era justamente lo que necesitaban hacer.

Tenía que encontrar otra manera de hablar con él... Su corazón volvía a latir deprisa pero esta vez no era por la emoción de un enamorado feliz, sino lo contrario, tenía que salvar esa situación. Otra forma de hablar con él... la oral no funcionaba, ¿tal vez la escrita?

Con impaciencia se tocó todos los bolsillos suspirando de alivio al notar que sí que llevaba su móvil encima. Lo sacó del bolsillo con cuidado, y al desbloquearlo fue incluso más consciente del fuerte temblor que sufrían sus manos. Habían pasado años desde que sufrió tal nerviosismo como para que sus manos tuvieran dicho suceso, y aún así, en apenas unos meses KiBum le había provocado aquello varias veces.

Se quedó mirando el chat con Killian Bummer, ¿qué diablos podía decir? Decidió arriesgarse, conocía a KiBum mejor me la mayoría y sabía que tenía sus pequeñas partes tímidas y románticas.

Solo quedaba intentarlo.

Con su ya típico temblor de manos escribió lo que tenía que ser una cursi forma de declararse. Para su sorpresa no fue demasiado complejo, las palabras le vinieron a la cabeza en un par de segundos, se sentía como un romántico cantante que escribía una canción para su amado, quién sabe, tal vez en otra vida fuera un escritor o un compositor o incluso un idol de una boyband.

«— Perdona, pero soy nuevo en esto, ¿cuándo la persona que amas está llorando delante tuya y tienes ganas de besarlo, debes hacerlo o es mejor avanzar en la relación poco a poco?»

Estaba más que nervioso cuando le dio a enviar, tampoco tenía garantías de que KiBum leyera el mensaje, podía tener el móvil en silencio o incluso estar tan cabreado que simplemente no quisiera leerlo. Fue en ese inoportuno momento en el que recordó una frase que leyó en algún lugar, "lo contrario del amor no es el odio, sino la indiferencia". Eso lo puso incluso más nervioso si era humanamente posible.

Espero alrededor de un minuto para abrir la puerta del baño, esta daba directamente al salón y pudo ver cómo KiBum estaba junto al sofá con el móvil en las manos. Al segundo de salir, el actor se giró para verlo y sus ojos rojos y aún soltando alguna que otra lágrima se conectaron con los de JongHyun. Antes de que el doctor pudiera hacer algún movimiento, el castaño dejó caer el móvil en el sofá y a paso rápido se acercó a JongHyun.

Incluso cuando la separación entre ellos era de menos de un metro, KiBum no aminoró el paso y prácticamente se lanzó a los brazos del otro que retrocedió un poco para no perder el equilibrio. El castaño lo abrazó lo más fuerte que pudo, para suerte de las costillas de JongHyun, como él había pasado un buen rato llorando apenas tenía energía. No dudó en devolverle el abrazo.

El rubio notó como KiBum aún tenía espasmos a cada momento, pero sabía que no estaba enfadado con él, sabía que no lo odiaba y sus manos agarrando fuertemente la ropa del mayor significan mucho más de lo que la gente pensaría. Tal vez era porque ambos eran adultos y no unos adolescentes inexpertos, pero en ningún momento sintieron que necesitaban palabras o explicar sus sentimientos.

Ambos lo sabían.

Incluso sin una declaración directa de KiBum, JongHyun estaba seguro de que sus sentimientos eran plenamente correspondidos.

Mentirían si dijeran que no sabían cuanto tiempo se abrazaron, ya que no duró mucho. Toda aquella novedosa relación los hacía sentir algo incomodos aún, algo a lo que ambos esperaban acostumbrarse. Así que con algo de torpeza se separaron, aunque ambos se miraban a los ojos para demostrarle al otro que sus sentimientos no titubeaban.

— Emmm... KiBum, —fue el mayor el que decidió comenzar a hablar— no te quiero obligar, eres una figura pública y entendería que... bueno, quisieras que nuestra relación se mantuviera como antes... —que KiBum correspondiera sus sentimientos no significaba que ambos empezaran a salir, eso JongHyun lo tenía claro. KiBum era Key, y las cosas eran delicadas.

— Si tú estás dispuesto a recorrer el camino no me importa, solo no te eches atrás a la primera de cambio... si no puedes soportarlo, entonces... no pasa nada.

Tal vez era cosa de la edad, unos adolescentes enamorados hubieran empezado a decirse las mil maravillas, pero ellos eran adultos conscientes de la situación actual. El famoso Key iba a salir con un hombre, ambos de Corea del Sur, una sociedad más bien tradicionalista donde la homosexualidad no se veía demasiado bien. Si se sabía, que a la larga lo haría, no sólo KiBum sería afectado, JongHyun, sus amigos, su familia. La situación era un riesgo.

— Me arriesgaré, KiBummie —el mayor le dedicó una sonrisa, el actor sabía que estaba intentando quitar tensión a la situación.

Vio como JongHyun miraba su reloj de pulsera, era obviamente muy tarde, en otra situación se hubiera quedado a dormir pero después de todo lo ocurrido ambos estaban de acuerdo en que era mejor cada cual en su casa.

— Me tengo que ir —le dijo con una sonrisa de disculpa.

— Claro, no pasa nada —KiBum lo acompañó a la entrada y cuando JongHyun ya estaba a punto de salir, el menor lo interrumpió—. ¿Nadie te explicó que al despedirse de tu pareja, debes darle un beso? ¿Acaso me ibas a soltar un "buenas noches" y ya? —le dijo con falso reproche.

Sin comentar nada, JongHyun lo miró y se acercó lentamente disfrutando las pequeñas muestras de nerviosismo que había aprendido a distinguir en el actor. Al quedarse uno en frente del otro, el doctor odió esos centímetros que hacían más alto al castaño y situando una mano en la nuca de este, lo acercó para rozar ligeramente los labios de ambos.

Al separarse ambos, JongHyun supo al mirar los ojos del otro que eso no era precisamente lo que él quería. No pudo evitar una sonrisa, amaba molestar al menor.

— ¿Qué tienes 12 años? ¿A eso tú lo llamas beso? —dijo KiBum algo indignado.

Aprovechando que aún mantenía su mano en la nuca, JongHyun cortó las palabras molestas del actor con otro beso, está vez mucho más animado, moviendo sus labios suavemente haciendo reaccionar al instante a KiBum. Pero de nuevo fue corto, apenas un par de segundos, que hicieron que al separarse de nuevo, KiBum mirara a JongHyun recriminándoselo.

— ¿Con este he aprobado? —le dijo con una sonrisa y un brillo en los ojos característicos de él. KiBum no pudo evitar una ligera risa ante el comportamiento infantil del hombre.

— Aprobado justo. Necesitas estudiar más.

— Tendrás que darme clases particulares —el menor ya no pudo más con aquellas indirectas.

— Eres un desvergonzado, JongHyun —le contestó con una divertida risa.

Él no lo negó y se volvió hacia la salida de la casa donde abrió la puerta y le dijo un suave y feliz "buenas noches".

— Buenas noches, Jjong.

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