Speedrun 65 [Fanfic]

¡Otro más! Deje de publicar justo en una parte muy tranquila pero necesaria de la historia. Todos necesitaban un respiro y, basicamente,se los día. En fin, sigamos.

:sunflower: Ｉｎｉｃｉｏ: Prólogo

:rewind: Ａｎｔｅｒｉｏｒ: Capítulo 64

:fast_forward: Ｓｉｇｕｉｅｎｔｅ: Capítulo 66

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Undyne exhaló una gran bocanada de aire que, más que un suspiro, se escuchó como el resoplido de un animal grande.

Hubiera deseado no contestar, como capitana de la guardia supuestamente debía encargarse de más cosas que solo hacer correr a los reclutas y gritarles ordenes, también era una representante de la voluntad de los Dreemurr, por ende, una figura pública a la que se le podía informar de cualquier problema y ella lo solucionaba en nombre del rey o hablaba con él.

Pero que una mujer le dijera por teléfono que se trataba de la integrante desaparecida del trono y que “solicitaba hablar con ella” por su cargo era como esos sueños donde se estaba sobre a un escenario en ropa interior. ¿Qué se supone que tenía que decirle? No se sentía segura de su postura en esos momentos y no tenía ganas de jugar a ser la vocera del rey cuando ni siquiera recordaba en que momento se vertió en la cabeza un liquido viscoso por error.

<<Calma, Undyne. No te frías los sesos, seguro alguien esta jugándole una broma a Papyrus.>> Pensó, pero si eso era una broma Mettaton debía de andar con cuidado por que aquello se había escuchado muy real. Así que, sus opciones eran; o acababa de escuchar a la reina Toriel Dreemurr en persona o una excelente actriz.

-Soy yo. – Escuchó la voz de Frisk, ronca a sus espaldas y al girarse la vio con la máscara desajustada en una mano y su molido teléfono en la otra, del otro lado de la línea alguien le respondió con tono de sorpresa. -Estoy bien. – Respondió a una pregunta sin esforzarse por ocultar un notorio tono de desinterés. – No. Si… -Subió la vista un momento y escrutó a Undyne con los ojos entrecerrados, se dio el tiempo de inhalar algo de gas y respondió. -Hotland.

- ¡Hey! -Reaccionó Undyne. - ¡Ese es MI teléfono!

Como respuesta, Frisk levantó los dedos índice y medio de la mano con que sostenía la máscara en un poco ortodoxo signo de paz. Luego le hizo una seña a la flor con la cabeza, este tardó un momento en capar el mensaje, pero al entenderlo se deslizó como una serpiente a su lado para acercarse al aparato por el lado contrario para escuchar la charla. Pasó por alto a Undyne al igual que el mago, pero se aseguró de dedicarle una sonrisa burlona a la guerrera antes de concentrarse.

El ojo de Undyne pareció echar chispas.

- ¿Sabes? Siento que mis ganas de golpearte están creciendo de nuevo. -Comentó con los dientes apretados.

-Un momento. -Pidió con su voz negligentemente neutra. Apartó el teléfono con calma y la miró como los adultos miran a los niños cuando interrumpen las llamadas importantes para preguntar si podían comer algo de helado. -Te será más fácil tratar con ella si cree que estas de mi lado.

- ¿De tu lado? ¡Ni en un millón de años! Solo… es… una tregua. Si. ¡No voy a golpear a alguien enfermo! Cuando estés mejor arreglamos cuentas…

Frisk, que había aprovechado la pausa para respirar un par de veces dentro de la mascarilla sonrió y volvió a acomodar el teléfono entre ella y la flor.

- ¿Escuchó? Es un monstruo noble a su modo. -Undyne estuvo a punto de lanzarse contra ambos para recuperar el aparato pero la supuesta reina volvió a hablar y Frisk contestó.-Si, estoy a salvo. -Y luego agregó. -Hay una maquina que me esta manteniendo con vida. La científica real también me esta ayudando.

- ¿Eh? Oh, n-no espera no me menciones, l-la maquina no es invención mía, digo, si, algunos ajustes son míos pero el merito no y…

-Es algo insegura y joven, sea amable, por favor. -Dijo y le tendió el teléfono a Alphys cuya cara se crispó en lo que seguramente fue un grito interno.

Alphys paseó la vista por los presentes varias veces antes de detenerse en la de Undyne casi suplicante. -No muerde. -Le aseguró el mago entonces y algo en su voz fue antinaturalmente amable, tan suave que tardó en convencerse que había salido de la niña.

-Yo… -Miró a Undyne una vez más con una pregunta muda que no fue capaz de responder. -  N-no me gusta hablar por teléfono.

Frisk con la mascara sobre la boca le insistió balanceando un poco el aparato.

Alphys se sintió atrapada como un ratoncito por su propia ansiedad, no quería parecer cobarde frente a Undyne y salir corriendo, ni encontró el modo de negarse en el momento. Aunque mas tarde pensaría que, efectivamente, pudo negarse de varias formas. Pero en ese momento no se el vino nada a la mente y se sintió obligada al responder por el simple hecho de que le estaban tendiendo algo, es decir, no podía dejarle con el brazo estirado para siempre ¿Verdad? Por lo que con ese pensamiento dio un par de pasos hacia la cama para recibir el teléfono que exhibía tantas grietas en su pantalla que apenas si podía distinguir el nombre de Papyrus en el fondo.

Inspiró profundo y se llevó el teléfono al oído con las garras temblando.

- ¿H-hola? ¿Con quien hablo? Digo, sé con quien supongo que estoy hablando, p-pero todo esto es muy repentino y no estoy segura y el teléfono ni siquiera es mío, digo, ¡Ni me gustan los teléfonos! Así q-que si es una broma… o algo… p-por favor dígame.

-¡Oh, cielos! Tranquila, querida, no es mi intención incomodarte. -Dijo la voz tras la línea, la voz de una mujer grande, sin embargo, ahora estaba teñida por amable preocupación. Que el manojo de nervios de Alphys contestara había tomado por sorpresa a Toriel desde el otro lado. – Descuida, sé que es una gran sorpresa, pero es la verdad. Aunque si te hace sentir mejor… podríamos decir que yo tampoco tengo “manos para los teléfonos”, son muy grandes para eso.

- ¿Oh? ¿E-en serio? B-bueno siempre podría usar uno con teclas… o un adaptador, n-no es la única que tiene esos problemas de tamañ… espere ¿Acaso eso fue una broma?

Una risita del otro lado se lo confirmó.

-No hay como bromear para calmar los ánimos. -Aseguró.- De cualquier forma, es un placer conocer a la científica real. Sonará extraño pero te agradezco que ayudes al mago; son bastante… complejos, en especial cuando están vulnerables. Dime, querida, ¿El humano parece cansado o está muy pálido?

- ¿Eh? … bueno… pues si, lo está.

-Me lo temía… mencionó algo de una maquina ¿Es verdad?

-Si, p-pero no es realmente mía. Yo solo sé usarla.

-Es muy honesto de tu parte itirlo pero, cual sea el caso, es bastante impresionante, antes de la guerra cuando los magos sufrían ese estado debíamos estar junto a ellos por horas o lamentablemente fallecían. Pero ahora, gracias a tus cuidados creo que tengo suficiente tiempo para llegar hasta allá… por cierto ¿Qué es lo que hace esa maquina?

-Oh, bueno en realidad es bastante simple, tengo entendido que comenzó c-como un experimento para hacer comida en aerosol pero luego…

Alphys se apartó del resto mientras hablaba, habría que estar sordo y ciego para creer que estaba tranquila pero Toriel podía manejar aquello y Alphys de a poco fue tomando un poco de confianza mientras explicaba algo de lo que sabía y caminar también le ayudaba a controlar sus nervios por lo que reanudó los paseos.

- ¿Para que le diste el teléfono? -Preguntó la flor al humano.

Ella se encogió de hombros y apartó nuevamente la mascara de su cara para hablar.

-Deja que se sienta como la científica real.

- ¿Por qué?

-Le hace bien. -Se limitó a contestar e ignorando la cara de confusión de la flor se acomodó nuevamente el elástico de la máscara y se dejó caer sobre la cama sin importarle que ya no tuviera almohada.

- ¿Eres amable con Alphys solo para fastidiarme, acaso? Oye, no cierres los ojos. Te estoy hablando, mocosa. -No obtuvo respuesta. – No sé ni por qué me molesto…

La humana no parecía querer emplear más fuerzas en él y tan rápido como llegó la flor perdió todo resquicio de simpatía e interés por la criatura pese a que momentos atrás se regodeaba por el hecho de ser al único a quien parecía prestarle atención.

Se apartó de Frisk y pasó sobre ella como si fuera un bulto para volver a estirarse hacia la mesita donde le esperaba su vaso de agua a la mitad. Una vez lo terminara pensaba desaparecer un tiempo. Si Frisk no estaba despierta él no tenía nada que hacer allí, no era un perro que montara guardia a los pies de la cama de su amo y ver la situación desde otra perspectiva mientras el mago se recuperaba era más atrayente. Volvería cuando hubiera que cambiar de tanque o quizás solo se quedaría mirando como Alphys se desesperaba al ahora hacerlo contra reloj. Si, eso se escuchaba más divertido.

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Undyne por su parte solo miraba al par con extrañeza, no sabía como calificar aquello, pero, de alguna forma, lo sintió genuino. Como cuando dejaba que Papyrus le acompañara en sus patrullas para que se sintiera importante. Tampoco iba a aplaudirle por prácticamente obligar a Alphys a contestar, pero era de aquellas personas que aceptaban la ideología de que para aprender a nadar hay que lanzar a los niños al agua así que le dio el visto bueno.

-No tengo idea de si en verdad lees la mente, mago, pero si tal es el caso. -Se cruzó de brazos como el genio de una lámpara y se concentró en una idea algo abstracta y en momentos específicos, como las peleas donde su objetivo jamás fue lastimarles, la carrera para salvarle el cuello a Kid, más tarde la propia seguridad del niño al llamarle su amiga, cuando se lanzó al frente pese a que el puente se venía abajo y ahora esa voz amable que había escuchado.

Su mensaje era, en palabras, “Eres un bicho raro, pero no eres tan mala.”  Una vez estuvo segura que sus capacidades telequinesias habían expresado lo que quería relajó el gesto y caminó hacia Alphys que, estaba terminando de dar una catedra sobre ese gas dulzón, ignorando la expresión de incredulidad de la flor.

-Idiota.

- ¡Te escuché! -Rugió girándose.

- ¿Y que vas a hacer al respecto? ¿Pensar en golpearme acaso?

-No tienes ni que sugerirlo, no creas que he olvidado lo que hiciste en Snowdin y el puente… ¡Y el cuello de ese niño!

La flor le guiñó un ojo.

- ¡Y solo es el comienzo! Quien sabe, quizás hagamos explotar el núcleo ahora. Solo es una idea, claro. -Se burló, pese a que Frisk no pudiera usar magia se sentía relativamente seguro. Como Undyne había dicho antes aquello era solo una tregua y cuando la intoxicación con magia desapareciera el juego se reanudaría, estaba seguro de ello.

Undyne apretó los dientes, mientras el mago pese al caos igualmente le parecía encontrar algo de gentil en su forma de actuar aquella flor le generaba lo opuesto, era como si fuera totalmente indiferente a las consecuencias de sus actos y a la culpa.

Prefirió ignorarle, de cualquier forma, pese al cansancio aún se sentía poderosa. Que dijera lo que quisiera, si intentaba algo estúpido lo echaría a patadas de allí luego de dejar en ridículo sus pequeños ataques con bolitas brillantes.

Estaba tan segura que no dudó en darle la espalda y acercarse a Alphys que continuaba respondiendo preguntas a la supuesta reina.

-Alphys. – La llamó y extendió la mano pidiendo el teléfono.

- ¿Oh? -Subió la mirada buscando a Undyne pero no la encontró en su posición habitual, el estirón era demasiado notorio por lo que extendió el cuello para lograr ver a su amiga a la cara. Dudó. - ¿S-segura?

Undyne se rió, era irónico que luego de recibir el teléfono temblorosa ahora Alphys le preguntara si se sentía preparada para ello.

- ¡Claro! Venga, dame eso. -Alphys se despidió con un tartamudeo y pareció librarse de un peso cuando pudo deshacerse del teléfono. – Gracias, Alphys. -Le sonrió y no perdió más tiempo.- ¡Undyne al habla! Eh, lamento lo anterior, me pilló con la guardia baja. ¿Puedes darme con Papyrus? Me gustaría que él me explicara que pasó.

Aún no se fiaba del todo de esta “Toriel” pero Papyrus era literalmente una criatura blanca que le quitaría sus dudas y de paso le pondría al tanto de como estaban las cosas por allí.

Mientras tanto vigilaba al par de reojo. Pero con la niña aparentemente durmiendo las cosas parecían haberse calmado… al menos por el momento. En cuanto a la flor algo aún no le gustaba, no quería que estuviera tan a sus anchas, haciendo y diciendo lo que quisiera. Amenazando incluso.

Pero ya vería que hacer al respecto.

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Traumas con el telefono... muchos problemas con el telefono.