Un rato a desaparecer

Hago lo que puedo,

ya no sé si estoy

haciendo las cosas bien.

Lo único que sé

es que ya no tengo fuerzas para pelear.

Solo espero un respiro en los cielos,

un movimiento en la tierra,

y un mal salvaje

que pueda acompañarme

en momentos de soledad.

Mientras las ganas de gritar

y de llorar se asoman

entre las mismas olas,

el eco del mar me envuelve,

susurra historias de quienes han sufrido.

Quiero recostarme en la arena,

cerrar mis ojos al mundo,

dejar que el sol me abrace,

mientras el frío se cuela en mi alma,

y las estrellas observan con tristeza.

El cielo se caerá en dos,

y mi corazón por el momento

podrá descansar con todo.

En esta sombra profunda,

donde el silencio grita más fuerte,

mi ser se pierde entre las olas,

anhelando un consuelo que nunca llega.