¿Él?, un extraño convertido en amante.

Él es como una canción, puedo escucharlo una y mil veces sin cansarme de su voz, su risa o sus bromas sin sentido qué para él siempre son graciosas.

¿Lo raro?, siempre me he reído por compromiso, pero, con él mi risa sale natural, es como si mi cuerpo reaccionará a su presencia sin importar la distancia o el tiempo que pasemos sin hablarnos.

Se siente extraño sentir algo por alguien que realmente es un extraño, no sé nada de él, no sé nada de su pasado y mucho menos he de saber sobre su presente y su futuro aunque lo más probable es que no esté en ninguno de los dos.

Él es él, va y viene a su antojo sin prisa ni temor, puede ir y venir y sabe que será recibido con los brazos abiertos, este es su hogar, yo soy su hogar ahora.