El recuerdo de un hombre que alguna vez fue niño, empieza con una madre leyendo un libro. Un cuento de hadas donde los buenos siempre ganan, una ilusión que, incluso con temor, esperaba que llegara para salvar el tormento de sus vidas. O al menos, la de su madre.
Sentada al borde de la cama, susurraba las palabras de la historia: «Debes matarlo. Es un monstruo» y a él le encantaba esa parte porque al fin el villano era castigado por sus actos.
La madre cerró el libro y le sonrió débilmente, con una mezcla de melancolía e impotencia. Acarició su cabeza con suavidad y beso su frente «Es hora de dormir»
—¿Crees que alguien nos salvará? —Fueron sus ingenuas e inocentes palabras que en el fondo reclamaban justicia.
Pero su madre, al borde de las lágrimas, no pudo contestar nada.
Y aunque él no insisto, con un nudo en el estómago, también entendió que no.
La pequeña habitación iluminada solo por la tenue luz de la luna que se filtraba a través de las cortinas había quedado a oscuras. Al igual que sus ojos que se habían rendido ante el cansancio.
Y si llegaba a concentrarse en esos recuerdos, podía oír la voz de madre disculpándose, algo que hasta la fecha lo hacía sentir miserable.
Una marca indeleble grabada en su alma. Solo el principio de todo lo que se avecinaba.
La escuela no hace olvidar lo que pasa en casa, donde los gritos traspasan las paredes de su habitación y sus manos tapando sus oidos.
Desde los golpes, el llanto tragado y las amenazas. Él siempre escucha a la distancia, más otras veces presencia la escena si es que su madre no le cierra la puerta, le pida que no salga y que se enconda bajo las sábanas.
El alivio era momentáneo cuando su madre lo abrazaba, porque a su vez, también suplicaba que no mirase su cara, intentando ocultar las marcas.
Otra noche llega y en susurros, la misma historia continua: «No lo hagas, es peligro. Solo debemos esperar» Imploraba su amada «Si lo hago, el mal se expandirá. Ya no hay tiempo para esperar» Fueron las palabras del caballero antes de despedirse. Sin embargo, el caballero miró atrás por última vez y dijo «Te salvaré y seremos felices. Lo prometo»
—Mamá, ¿Por qué no huimos juntos? —Fue sincero y directo. Era una pregunta que había estado pensando demasiado, aunque eso significará que tenían que dejar todo y lo poco que tenían, estaba dispuesto a soportarlo.
—Veras, cariño —Intentaba deshacer para sí misma el hecho de que se había hecho esa pregunta una y mil veces —No todo es tan fácil como parece... —
Una realidad que casi a diario los esperaba, y lamentablemente un niño que sueña la muerte de alguien, no es algo deseable, sobretodo para una madre. Temía que su hijo saliera herido las veces que, en su tonta valentía se interponía entre ellos en medio de la pelea.
La situación no mejoraba, aunque bien sabía que nada cambiaría de la noche a la mañana.
Ese día no era especial ni debía serlo. No obstante, por otra parte, su infancia y la vida que conocía, al igual que el cuento, estaba llegando a su final: Entonces el caballero cumplió su promesa.
—Quisiera ser así de fuerte —Dijo irando los dibujos del héroe.
—Somos fuertes —Casi al instante, afirmo con ternura, siendo algo de lo que estaba muy segura, pese a que quizás demostraba todo lo contrario. Para ella, su hijo era lo que la mantenía fuerte, lo que la hacía seguir adelante.
Él nego con la cabeza y cerró el libro, desanimado— No, no lo somos—
Su madre se inclinó y susurró palabras de amor y protección— Pero lo seremos—
Recostado en el sillón y con sus ojos cerrados, buscaba una salida desesperado, ya no quería seguir.
«Cálmate, respira. Aún no termina la sesión. Vamos, dime. Cuéntame qué pasó luego»
«¿Cómo pasó todo esto? No recuerdo, no quiero hacerlo, las imágenes inconexas convierten mi mente en una gran laguna mental, me hacen sentir culpable»
«Debes dejar que los recuerdos fluyan. ¿Qué es lo que ves? ¿Qué es lo que escuchas? ¿Qué puedes percibir?»
«Mi habitación, mi antigua habitación, fría y oscura. El cuento y...» Permaneció en silencio, esperando encontrar las palabras para expresar lo que estaba recordando.
«Continua, tu puedes» La voz era calmada, pero insistente.
«Un fuerte ruido»
¿Cuántas horas habían pasado después del cuento? Solo sabía que aún tenía sueño.
Un gritó, un golpe, y sus pies descalzos corriendo todo lo que su pequeño cuerpo era capaz.
—Mamá, ¿donde estas? —El aire escapa de sus labios, desesperado.
Una respuesta era todo lo que quería, pero el silencio era desgarrador y el temor de él se apoderó.
Encontró a su madre, tendida en el frío suelo de la cocina. No importaba cuánto sacudía o tiraba de su cuerpo para ayudarla, sus esfuerzos no servían de nada. Estaba teniendo dificultad para mantenerse concentrado, ni siquiera era capaz de escuchar sus débiles balbuceos que Imploraban algo. El olor a cerveza y gas cubría cada rincón, impregnando un nauseabundo y opresivo aire que quemaba sus pulmones. Demasiado denso para respirar, y su respiración era lo único que rompía el silencio.
Impulsado por una fuerza que no podía explicar. Más tampoco soportar y ocultar. Lo que alguna vez había llamado hogar, solo quedaron cenizas.
«Tu madre ya había muerto y tu padre murió en el incendio. A ti te encontraron lejos del suceso, inconsciente. No fue tu culpa, lo sabes»
«Lo fue. La dejé atrás» Dijo, con la voz quebrada.
«Eras un niño»
«No, ya no lo era. Tuve que hacerlo antes»
«¿Hacer qué?»
«Matar al monstruo»
Se cubrió el rostro con las manos y rompió en llanto. Tanto que parecía que iba a desmoronarse.
¿Qué es la vida de un niño sin su madre? Es la de un niño que tuvo que crecer demasiado rápido, pasar de hogar en hogar, perdido, deprimido, siempre asustadizo y tímido para hablar. Es la vida de un hombre solitario, que tiene problemas para dormir y que carga la culpa sobre su espalda.
«Es importante recordar que no estás solo. Estás aquí por tu propia voluntad, pero tienes personas que te apoyan, que te quieren. Formaste una familia. Haz sabido avanzar. Haz sabido sobrevivir»
El recuerdo de un hombre que alguna vez fue niño, termina aquí, con el niño que se hizo hombre.

Comments (7)
Hermoso :heart:
Gracias :sparkles:
No hay palabras, me toco el corazón
Gracias por leerme 🥰
Responder a: Giselle
Gracias a vos por tan bello escrito ^^
Uyy, me encantó totalmente!!!!
Gracias! 🫶🏻