No me gusta el cigarro, no me gusta el olor ni nada que tenga que ver con eso, pero, con gusto he de oler todos los días los cigarros qué te fumas sin prisa.
Y es me gusta tanto lo que representas en mi vida, no me importa si puedes ser dañino o bueno para mí eso ya no lo pienso desde hace un buen tiempo, amor siniestro.
Prefiero pensar en como haces a mi cuerpo vibrar de una manera sin igual, en como mi cabeza da vueltas y vueltas al compás de tu mirar, puedes hacerme más tuya qué a ninguna, puedes desecharme y regresaré a ti sin ninguna duda.

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