Estoy aquí tan sola, vacía y triste, aspirando todo este humo de tabaco como si fuesen tus labios, esperando a que el cáncer me mate.
Debatiéndose entre una copa de whisky y otra de ron como si fuese la última comida de un condenado a muerte esperando a que mi salvación en forma de hombre me redime de todos mis pecados. Y es que eres tú quien me hace respirar como una colegiala, todo me consume siento que voy a morir esperando otro mensaje suyo. Y cuando lo recibo el alma se me cae a los pies palabras tan parcas como lo contrario de lo que yo siento por ti. Me arrepiento de las pocas veces en las que te dije te amo. Debí decirlo antes de tomar tantas pastillas para la soledad tanto tabaco y tanto alcohol.
Me encuentro en mi propia prisión y sin saber como llegar hasta ti. Ojalá llegue la respuesta antes de que me mate en esta noche vacía y triste donde las estrellas me Dan su cobijo y un ala me sostiene entre todos mis males para que no me pesen tanto. Es tu voz, dictada desde el cielo, diciéndome que resista un día más.
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