Diario de una chica común (al menos, eso pensaba)
Entrada 2 – 18 de mayo de 2025
Ayer les prometí escribir algo nuevo cada día… creo que no será posible. La situación se está complicando tanto que casi no tengo tiempo para descansar, y mucho menos para escribir. Aun así, aquí estoy, intentando cumplir mi palabra.
La última vez les conté un poco de mi historia pasada, pero hoy quiero hablarles de cómo empezó todo esto.
Todo comenzó el 11 de mayo de 2025, un domingo como cualquiera. Mis amigas y yo decidimos ir al cine, ya saben… planes comunes entre amigas. El día transcurrió con total normalidad. De hecho, había tanta calma que me parecía hasta sospechosa, considerando mi habilidad para atraer problemas.
De regreso a casa en el autobús, todo seguía tranquilo, hasta que se subió una persona con un aspecto bastante extraño. No raro por su ropa, sino porque se veía... enfermo. Pensé que tal vez acababa de salir del hospital (la parada estaba justo frente a uno), así que no le di mayor importancia.
Por unos minutos todo fue normal. Luego... empezó el caos.
Una señora con una niña empezó a gritar. El tipo estaba comiéndose al pasajero de al lado. Todos nos levantamos y corrimos hacia la puerta (gran error). El hombre empezó a acercarse con pasos torpes y, en ese momento, mi cerebro gritó ¡zombie!.
Saqué un objeto con punta de mi bolsa y el gas pimienta que siempre cargo. Tenía la esperanza de que solo estuviera loco. Le lancé el gas... nada. Lo amenacé con el objeto... nada. Fue entonces cuando entendí que lo imposible se había vuelto realidad.
Me adelanté para detenerlo y que los demás pudieran escapar (sí, me sacrifiqué… o eso creía). Le di instrucciones a mis amigas: corran a mi casa, es grande y segura, cuiden de mi familia. Me quedé luchando con el infectado y logré eliminarlo, pero en el proceso recibí varias mordidas.
Como buena fan de películas de zombies, sabía lo que eso significaba. Me quedé en el autobús esperando síntomas, pero no pasó nada. Nada. Así que decidí ir a buscar a mi familia.
Cuando llegué a casa, todos estaban bien. Les conté todo y les pedí que me encerraran, atada, en una habitación. Después de varios días sin síntomas, empezamos a sospechar que podía ser inmune. Tal vez nos apresuramos al asumirlo, pero no teníamos provisiones, y alguien tenía que salir. Así que fui yo.
Salí a buscar suministros: armas, comida (para nosotros y nuestras mascotas), y materiales para reforzar la casa. Mientras yo salía, mi familia trabajaba reforzando puertas y ventanas. Incluso cerramos una parte del patio para cultivar frutas, verduras y, con suerte, tener algunas gallinas.
En estos días también he intentado ar a mi novio. Por ahora, aún tenemos electricidad e internet, y he recibido algunos mensajes de él. Está vivo. Eso me da esperanza.
He empezado a descargar documentos de teóricos de conspiraciones con planes para sobrevivir a este tipo de escenarios. Sé que suena loco, pero cualquier idea es útil en este momento.
Hoy probaré una de esas ideas. En cuanto pueda, volveré para contarles cómo resultó todo y darles nuevas actualizaciones.
Fin de la entrada.
Nos vemos mañana… si es que hay un mañana.
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