DESENAMORARTE DE LA QUE NO TE DA BOLA

Hola lesbiana confundida. Sí, te hablo a ti, la que lleva tres meses esperando que esa chica emocionalmente no disponible (ni física, ni espiritualmente, ni en esta galaxia) te dé una señal clara, y ajá la única señal que está dando es “NO ESTOY PA’ TI, MI CIELA”; pero tú insistes. Sabías que cuando algo no está disponible, tu cerebro empieza a echarle brillo, luces flúor y todo; porque sí, nada nos obsesiona más que lo que no podemos tener, ¿o no?

Vamos por partes, entendamos primero ¿por qué nos gusta la inalcanzable?. Verás el cerebro no distingue entre amor y ansiedad; amiga, tu infancia probablemente fue una mezcla entre Juego de Tronos y Esperando a mamá que nunca llegó. Entonces ahora, de adulta funcional, con trabajo, diploma, y traumas bien enmascarados, repites la misma historia: me atrae quien no me elige, me engancho con quien no sabe querer, confundo adrenalina con amor.

Si tu corazón late por esa chica escapista que responde una vez al mes con un emoji, probablemente estás atrapada en un estilo de apego ansioso, con un toque de evitativo, y un trago de herida de abandono. Lo que persigues no es una mujer, es un reflejo, un eco de tu historia no resuelta. Tu sistema nervioso no quiere amor, quiere cerrar un ciclo que quedó abierto con mamá, con papá, o con quien nunca te eligió cuando más lo necesitabas. Seguramente crees que si esta vez logras que esa persona ausente te elija, habrás ganado, pero inconscientemente no buscas el amor de ella, sino el amor que no recibiste de niña cuando más lo necesitabas.

¿Es amor o solo tu mecanismo de defensa?

Duele entender que no es amor, es familiaridad; no es deseo, es ansiedad vestida de encaje; no es química, es trauma con ojos bonitos y cero capacidad de comprometerse. Te relacionas desde la carencia, no desde la elección, desde el miedo a la soledad, no desde el deseo auténtico. Desde el “MÍRAME”, no desde el “quiero conocerte”; pero tranquila no estás sola, muchas hemos estado ahí, confundiendo una red flag con mariposas.

Querida lesbiana, no te enamoraste de ella, te enamoraste de una fantasía construida con los restos emocionales de tu infancia. No es el amor de tu vida, es el guion que ya conoces demasiado bien, y a veces, lo que duele no es soltarla, sino soltar la ilusión que esta vez sí iba a ser distinto. La próxima vez que una inalcanzable te seduzca o llame tu atención, pregúntate, ¿estoy buscando una relación o reviviendo una herida con coqueteo incluido?

Si te incomodo, bien; si te reíste, mejor; pero si la bloqueas después de leer esto, lograste tu primer milagro emocional del año. ¡Bien por ti! Este es el primer paso para amar desde un lugar distinto, desde uno más sano.

Con amor y sarcasmo,

mk 🫰🏼

#BlogsMaka