Fire Emblem Heroes Fanfic - La Leyenda del Invocador y los Héroes - LIBRO 1 (parte 3)

Capítulo 10 - El pasado de Pherae

Éste mundo no me deja de sorprender. Si bien, todavía me parece difícil de creer que estamos viajando a diferentes reinos y líneas temporales para liberarlos del Imperio Embliano, me impresiona cada vez que visitamos una época distinta. Es como si no hubiese cambiado casi nada, porque las infraestructuras, culturas, costumbres, tradiciones y atuendos son casi idénticos, sin importar si vamos al pasado o al futuro.

Han pasado poco más de 6 meses desde que llegué a este mundo, y a pesar de que, como tal, no exista un calendario o algo similar que me indique la fecha y hora exacta en la que estoy, y ni siquiera sé en qué año estoy, he estado contando los días desde que llegué aquí, y es por eso que sé que han pasado 6 meses desde que me trajeron en el Mayo de 1975. Y por lo visto, y como era de esperar, aquí no tienen celebraciones como las de mi mundo. Tampoco he querido hablar sobre mi cumpleaños porque estamos en guerra, y seguramente no había tiempo para eso. En fin, no me queda de otra mas que resignarme a este destino al que me dieron, y comenzar desde cero aquí en Askr.

Han pasado 2 semanas desde que salvamos a Hoshido, y gracias al entrenamiento de Orochi y sus pócimas para aumentar mi poder mágico, que en ese mundo se llama mana, siento que soy un poco más poderoso que antes, pero aún así me quedan muchas cosas por aprender. Además, en este tiempo, Robin me ha estado enseñando sobre tácticas militares y estrategia, usando un juego de mesa que simula un campo de batalla. Debo itir que ella es una estratega muy hábil e inteligente. No podía mantener el ritmo. Al principio perdía en mis partidas contra ella, pero me servía porque me daba consejos para corregir y mejorar mis estrategias.

Todo iba bien hasta ahora, pero la tranquilidad no duraría por siempre como esperaba. Un día, Anna nos dijo que encontraron una anomalía en Pherae, el reino de donde venía Roy, pero en este caso, no es en esa misma época, sino que era muchos años atrás. Concretamente, en la época del padre de Roy, Lord Eliwood.

Tras prepararse, mis aliados y yo cruzamos la puerta dimensional al pasado de Pherae, y llegamos a una zona montañosa con un extenso bosque en sus faldas. Al avanzar unos cuantos metros, una chica de cabello rosa nos interceptó junto con sus aliados, diciendo.

- Ah, los estábamos esperando. Ustedes son los de otro reino sobre los que Lord Eliwood nos advirtió. No sé a qué se debe todo este alboroto. No se ven muy impresionantes. No en comparación con una dama de renombre como yo, o mis vasallos. ¡Ahora, te mostraremos tu lugar! -

La chica, que se presentó como Serra, ordenó a sus tropas atacarnos, así que tuve que hacer lo mismo. No fue una batalla tan complicada ya que teníamos experiencia en lidiar contra ninjas, los asesinos que se ocultaban entre los árboles para emboscarnos, así que rápidamente acabamos con ellos, y con un ladrón de nombre Matthew. Dicho ladrón era muy hábil lanzando sus cuchillos desde una distancia considerablemente larga, pero gracias a las flechas de Takumi logramos vencerlo. Serra estaba rodeada, y no habían aliados para protegerla.

- Rindete. - dije mientras me acercaba a Serra. - No queremos hacerte daño. Debemos liberarlos de los verdaderos invasores que llegaron a este lugar, así que debemos seguir adelante. -

Sin más opciones, Serra baja su bastón y menciona.

- ¡Uf! ¿Cuál es la gran idea, obligar a una dama como yo a rendirse? ¡Brutos asquerosos! Voy a ser amable y me retiraré. Pero no olvidaré esta humillación. ¡Te advierto que Lord Eliwood no será tan amable! -

Debido a que Serra se retiró al oeste, nosotros la seguimos ya que ahí era nuestro siguiente objetivo. No obstante, no esperábamos encontrarnos con Eliwood tan pronto, además de que también estaba Lord Hector, el padre de Lilina.

- Hasta aquí llegaron. - dice Hector. - Espero que no te contengas, Eliwood. Hay que sacar a estos invasores a patadas. -

Eliwood no dijo nada, así que se preparó rápidamente para atacarnos. La batalla era reñida. Ambos caballeros eran muy fuertes, y se notaba que tenían mucha experiencia. No obstante, y tras una dura batalla, Ike venció a Hector y Alfonse a Eliwood, al mismo tiempo que los demás acabamos con los demás soldados enemigos.

Después de eso, llegamos a una enorme fortaleza que por dentro parecía un laberinto. No había tiempo para resolver dicho laberinto, así que tuvimos que atravesar la fortaleza rompiendo paredes. Así, logramos vencer a una joven maga de cabello verde y a un mercenario pelirrojo que la protegía.

Varios kilómetros más adelante, llegamos a un desierto, y ahí habían más tropas del Imperio, junto con la versión de Lyn de ésta época, y cerca de ella había una joven jinete pegaso, la cual Lyn llamaba Florina. Cerca de ellas había otro mercenario que las escoltaba. La batalla empezó, y Lyn era muy hábil como era de esperar, aunque afortunadamente, y gracias a las pociones de mana que Orochi me preparaba, logré crear una tormenta de arena para desorientar y aturdir a los enemigos, mientras que el resto de mis aliados los iban venciendo uno por uno.

- Vaya... - dice Lyn mientras se levantaba. - Esa estrategia fue muy bien elaborada. Nunca pensé que usarían el campo de batalla en nuestra contra. Y ese estratega suyo de la capucha blanca... me recuerda al mío. Jejeje~ cuando Mark se entere de esto, va a ponerse serio y a elaborar una mejor estrategia para vencerlos. Yo confío en él. Después de todo, yo... -

Al decir eso, pude notar que Lyn bajó su cabeza un poco y se puso un poco sonrojada. Seguramente, ella siente algo por ese tal Mark. Pero espera... si eso es así, ¿Quiere decir que las otras Lyn que he invocado y son de diferentes líneas de tiempo, sentirán lo mismo por el Mark de sus respectivas épocas? Quizás luego vaya a averiguar eso, aunque pensándolo bien, se me ocurrió una mejor idea. Rápidamente, alcancé a Lyn y le dije que, de donde yo venía, habían diferentes variantes de ella de diferentes líneas temporales. Le sugerí que podría convencer a Mark de que se una a nosotros y ella también, a lo que accedió con gusto, pero sería que primero él vaya a nuestro mundo y después lo seguiría ella, ya que Lyn sentía algo por Mark, pero él no entendía sus indirectas, por lo que, en ésta oportunidad, ella podría hacer que esté con ella, quiera o no.

En fin, seguimos avanzando hacia el norte para salir del desierto, y llegamos a una zona montañosa donde nos estaban esperando los nobles de Sacae, que es la región en la cual estábamos. Eliwood da unos cuantos pasos al frente y menciona.

- Es hora de que me presente, en compensación por no hacerlo antes. Soy Eliwood de Pherae. Estamos obligados a batallar contigo, dado el contrato que nos une. -

- Sabemos quién eres. Contesté. Eliwood, monarca de Pherae, y futuro padre de Roy. -

- ¿Cómo? ¿Te has cruzado con mi hijo, Roy? Que curioso. Bueno, estoy seguro de que Roy se convertirá en un luchador mucho mejor que yo a su debido tiempo. Pero prometo darte una batalla que nunca olvidarás. Ven ahora, comencemos. -

Tras eso, comenzamos la batalla. Ahora podía ver con claridad, que las lanzas son más rápidas y precisas que las espadas, las hachas pueden romper fácilmente las lanzas y las espadas son más fuertes y resistentes que las hachas. Eso me lo enseñó Robin en nuestras partidas en las batallas simuladas, y tenía mucha razón. Además, los dragones y pegasos con sus respectivos jinetes podrían caer ante las flechas de un buen arquero, y los hechizos de viento, hielo y electricidad podrían desorientar, aturdir y paralizar respectivamente las alas de dichas bestias aladas.

Gracias a los consejos de Robin y a la experiencia que he adquirido con el paso del tiempo, logramos vencer en esta batalla, aunque la fuerza de Lyn, Hector y Eliwood era formidable. Un vez vencido, el noble de Sacae se reincorpora diciendo.

- Eres verdaderamente poderoso, y más que nosotros. ¡Afortunadamente, eso nos libera del contrato! Gracias. Espero que nos volvamos a encontrar en circunstancias más amistosas. Y quizás entonces Roy pueda luchar junto a su anciano padre. ¡Qué vista sería esa! -

- A mí también me dará curiosidad saber sobre qué pasaría si padre e hijo luchan juntos algún día. - contesté.

Mientras íbamos en camino de regreso al portal, Anna menciona.

- ¡Qué logro, hemos liberado al pasado de Pherae para que así, su futuro esté seguro! Bien hecho, todos. -

En eso, Sharena se me acerca y pregunta.

- ¿Soy solo yo, o pareces un poco callado, Ouryuu? -

- Tal vez, también estés pensando en lo que me preocupa a mí. Nuestro compañero desaparecido, Zacharias. - menciona Anna. - Cuanto más nos alejamos, más me molesta que Zacharias no se encuentre por ninguna parte. Odio perder a alguien, pero afecta más a Alfonse y Sharena. Los tres eran amigos desde la infancia. -

Ahora entiendo todo. Quizás, ellos estén más centrados en buscar a ese tipo, y seguramente... Sharena...

- Zacharias era más que un lancero habilidoso. - dice Alfonse interrumpiendo mis pensamientos. - Era un amigo amable y tan leal como puedas imaginar. Cuando desapareció, nos separamos para buscarlo, tomando diferentes puertas de entrada a diferentes reinos y épocas. Buscamos por todas partes. Pero nunca lo encontramos, y nunca regresó. Incluso teníamos la loca idea de que Veronica había cerrado la puerta a la época en el que habíamos estado luchando. -

- ¿Y alguna vez pensaron... en que ese tipo, aún los recuerde? - pregunté. - Si es así, desde hace tiempo hubiera vuelto, porque se supone que él también tiene esa habilidad para abrir o cerrar portales, ¿no? -

- ¿Cómo, entonces, podría volver alguna vez por sí mismo? Solo nosotros, la realeza de Askr, podíamos abrir el camino de nuevo. Fuimos a ese mundo sobre todo, buscando y rastreando, pero... nada. Ese era el reino de Ylisse. Tal vez deberíamos mirar allí una vez más... -

- ¿Y si voy con ustedes? -

- ¿Que vayamos contigo? Nos has ayudado a lograr muchos avances desde que llegaste. Sugiero que le demos una última oportunidad. -

- No se hable más. Cuando tengamos todo preparado, iremos nuevamente a Ylisse. -

En eso, antes de cruzar el portal, un chico de cabello castaño y de traje y capucha verde se acerca a nosotros y menciona.

- Hola. Me llamo Mark y soy estratega. La batalla previa que tuvimos fue muy impresionante. Nunca pensé que otro estratega podría vencer mis tácticas avanzadas. Por eso, me gustaría saber si puedo irme con ustedes, ya que se nota que me quedan muchas cosas por aprender. -

Al acercarme a Mark, tomé su hombro derecho y contesté sonriendo.

- Claro. También me gustaría aprender cosas de tí, camarada. Bueno, vámonos. -

Mientras todos cruzaban el portal, yo me quedé al último y dije susurrado.

- Ya puedes salir. El objetivo cayó en el agujero. -

Rápidamente, Lyn salió de los arbustos y responde.

- Bueno, ahora sí, no se me va a escapar. ¿Y estás seguro de que mis otras yo también me ayudarán? -

- Seguramente van a querer un pedazo del pastel también, así que deberás compartirlo. -

- Haaaa... de acuerdo... -

Una vez que Lyn y yo cruzamos el portal, la chica rápidamente se escondió, y yo me acerqué a Mark para llevarlo a su habitación, pero me dijo que quería explorar un poco el castillo. No obstante, y para mi buena suerte, las otras dos Lyn, que eran las arqueras, lograron divisar a Mark, así que le hice una señal a la Lyn de Pherae para que sutilmente se acerque por detrás. En eso, Mark me pregunta.

- Un momento... ¿Por qué hay dos Lyn con atuendos distintos? -

- Ellas son de otras líneas temporales. Es algo difícil de explicar, pero después te cuento. -

Rápidamente, las dos arqueras se acercaron a Mark y éste estaba nervioso. De pronto, la Lyn que venía de la misma época que el estratega se acercó por detrás de él, tomó sus hombros y menciona.

- ¡Te tengo, Mark! ¡Ahora sí no te me vas a escapar! -

- Pero... ¡¿Lyn?! ¡¿Qué haces aquí?! - dice Mark asustado, para luego dirigirse a mí, diciendo. - ¡Hey tú! ¡Ayúdame! -

- Las señoritas aquí presentes quieren hablar contigo, así que los dejo solos. -

Rápidamente, las tres Lyn toman a Mark de los brazos y se dirigen a la torre para que los Héroes descansen, y antes de entrar, Mark me pedía ayuda, a lo que contesté.

- No te quejes, solo gózalo~ -

- ¡¡¡AYUDAAAAAAAAAAAHHHH!!! - gritaba Mark, antes de entrar con las tres Lyn.

No sé lo que pasó después con Mark, pero escuché un rumor al día siguiente, de que se escuchaban risas, gemidos, fluidos volando y constantes golpeteos de carne o algo así. Tal parece que ese Mark se divirtió mucho anoche~

Capítulo 11 - De vuelta a Ylisse

Parece que tenemos que retroceder nuevamente a Ylisse, sobre todo para buscar información sobre ese tal Zacharias, y averiguar si sigue con vida. No sé por qué, pero cada vez que Sharena habla de él, siento como si eso me hiciera enojar bastante. ¿A qué se deberá esa sensación?...

En fin, por lo pronto, dejaré esa duda de lado, y mientras tanto, viajamos a Ylisse. No sé si sea la misma época a la que fuimos antes, pero al entrar, me dí cuenta de que era otra línea temporal, ya que en ésta ocasión, Robin era un chico, muy diferente a su contraparte que se unió a nosotros.

Una vez que avanzamos hasta llegar a una zona con ruinas antiguas y un extenso río, Robin venía con soldados del imperio para interponerse en nuestro camino. Pensábamos que sólo íbamos a buscar información sobre Zacharias, pero primero debemos liberar a este reino de esa zorra de Veronica. Robin menciona.

- Saludos, extraños. Díganme, ¿Quiénes son? -

- Somos de la Orden de Héroes. Venimos de otro mundo. - responde Alfonse.

- ¿Orden de los Héroes? ¿De otro mundo, dices? Eso me suena bastante sospechoso. Me temo que no puedo dejarlos ir más lejos. Desearía tener a Chrom aquí para ayudar a luchar contra ti, pero... - en eso, una mujer extraña apareció de la nada entre las paredes como si fuera un fantasma, y Robin dice impactado. - Oh, eh, ¿Tharja? ¿Me estás siguiendo de nuevo? -

- Yo siempre estaré ahí a donde quiera que vayas~ - responde la extraña mujer llamada Tharja.

- No importa eso ahora. ¡Puedes ayudarme a detener a estos extraños aquí! -

- Como ordenes, mi querido Robin. -

Parece que esa extraña mujer sigue a Robin como si fuera una sombra. Es la típica acosadora que solo se fija en su objetivo y nada más. En fin, no nos quedó de otra que luchar contra ellos para seguir avanzando. Además de buscar información sobre Zacharias, también debíamos liberar a esta época del imperio.

La batalla fue algo complicada. Ésta versión de Robin es muy hábil usando su magia. Además, Tharja luchaba a su lado usando magia oscura, y la combinación de ambos poderes era algo difícil de esquivar ya que sus ataques eran coordinados e impredecibles. Tenía que hacer algo al respecto, y a pesar de que podría dañar también a mis aliados, tuve que improvisar un hechizo creando un fuerte terremoto para que Tharja y Robin pierdan el equilibrio, y así lo hice.

Al cubrir mis manos con rocas usando magia, las enterré rápido en el suelo, para así poder provocar un terremoto. Dicho terremoto era lo suficientemente fuerte como para hacer que Robin y Tharja se desconcentren y pierdan el balance. En eso, se vieron unas flechas disparadas hacia los dos hechiceros, causándoles un gran daño, y al caer al suelo, saqué mis manos de la tierra, y el terremoto se detuvo. Una vez vencidos, Robin menciona.

- ¿Evitaron mi estrategia combinada? Increíble. Supongo que su estratega no puede ser tan malo, y es la primera vez que veo a alguien que usa magia de tipo tierra. Pero tengo más tácticas que te harán tropezar: ¡muchos más aliados para evitar que vayas más lejos! -

- ¡Les haré pagar por esta humillación! - grita Tharja.

Una vez que se retiraron, rápidamente nos organizamos para curarnos por el terremoto que provoqué. Me disculpé con mis aliados por eso, pero ellos entendían que tuve que hacer eso para vencer a los enemigos. En fin, una vez que teníamos todo listo, avanzamos hacia el oeste, y llegamos a una zona en la que había un cañon enorme y el paso era algo estrecho. Al final había un mago de cabello blanco y a su lado estaba la versión de Nowi de ésta época. Además, habían muchos soldados del imperio, y éstos se pusieron a la carga contra nosotros rápidamente. En eso, se me ocurrió una idea.

- ¡Amigos! - dije, dirigiéndome a mis tropas. - Dejen que los soldados vengan, y usaré un hechizo para aplastarlos. -

- Espera... - dice Alfonse. - ¿Vas a provocar un derrumbe? -

- ¡Me leíste la mente! -

- Pero... ¡Vas a matar al hechicero y a la chica dragón! -

- No te preocupes por ellos. Para eso tenemos a Silque. -

Tras eso, esperamos a que los soldados del imperio se acerquen a través del cañon, y aunque venían también jinetes de pegaso, ejecuté el plan. Rápidamente, cubrí mi antebrazo izquierdo con rocas usando un hechizo, y al emplear otro, golpeé con fuerza uno de los barrancos, haciendo que tiemble, provocando así una avalancha, dando de lleno a los enemigos, y quedaron aplastados con las enormes piedras que les cayeron encima. Minutos después de que se desvaneció el polvo, nos dimos cuenta de que quedaron muy pocos soldados con vida, y otros venían por los lados del barranco, así que rápidamente acabamos con ellos. Sin embargo, cuando estábamos cerca de Nowi y del hechicero de cabello blanco, éste dice.

- ¡Me rindo~! ¡Ustedes son muy fuertes! ¡Jajajajaja! -

- ¡Es la primera vez que veo a un mago usar magia de tierra! - dice Nowi. - ¡Por favor, no me hagas daño! -

- No se preocupen. - contesté. - No vinimos a hacerles daño. De hecho, vinimos a liberarlos del control del imperio embliano. Ellos son los verdaderos malos. Pueden irse tranquilos. Nosotros nos encargaremos de ésto. -

Rápidamente, Nowi y Henry, el chico de cabello blanco, se fueron del lugar, y nosotros seguimos avanzando rumbo al noreste, hasta llegar a una zona rocosa y escalada. Parecía ser una zona muy alta, por lo que debíamos tener cuidado de no caer al vacío. En la zona habían más soldados del imperio, junto con el Virion de ésta época, y a su lado estaba una jinete montada en un poderoso dragón, así que debíamos actuar rápido.

En la batalla, todos trabajamos en equipo para vencer a los enemigos, cuando en eso, logré ver que Sharena fue alcanzada por una de las flechas de Virion, y rápidamente fui a rescatarla porque estaba cerca de caer por el precipicio. No obstante, jalé el brazo de Sharena con tanta fuerza, que ambos caímos hacia atrás, quedando ella encima de mí, haciendo que me golpeé fuerte la espalda y la nuca. Al abrir los ojos nuevamente, lo primero que ví fue a Sharena muy cerca de mi cara, con su nariz rozando levemente la mía. Eso hizo que mi corazón latiera rápidamente, y sentí que me estaba poniendo colorado al ver semejante belleza tan cerca.

- ¿Ouryuu?... - dice Sharena, haciendo que su aliento me diera algo de cosquillas en la boca, por estar muy cerca. - ¿Estás... bien?... -

En eso, nuestras miradas se cruzaron, y pude ver con claridad sus hermosos ojos verdes como la esmeralda, al igual que pude sentir su suave y sedoso cabello rubio. Poco a poco, pude notar que Sharena se estaba sonrojando poco a poco. En eso, sentí como si el tiempo fluyera lentamente, ya que Sharena se acercaba muy lento hacia mí, y nuestros labios estaban a punto de entrar en o, cuando de pronto, escuchamos un fuerte estruendo que nos hizo que nos levantemos de golpe. Sharena menciona nerviosa.

- Espera... ¿Qué estaba a punto de hacer?... - al darse cuenta de que estábamos a punto de besarnos, inmediatamente se puso más colorada que una manzana madura, y se cubrió la cara con las manos de la vergüenza. - ¡¡AAAAAAH!! -

Yo también estaba algo avergonzado por lo que había pasado, y afortunadamente, nadie nos vió, o eso pensaba. Rápidamente, Anna se acercó algo molesta y menciona.

- ¡A ver, ustedes dos! ¡¿Qué estaban haciendo?! ¡Se supone que estamos en una misión importante! -

Ninguno de los dos respondió. Estábamos tan avergonzados que ni siquiera teníamos el valor para levantar la mirada. En fin, teníamos que seguir adelante, ya que afortunadamente mis aliados vencieron a los enemigos que se interpusieron en nuestro camino. Al avanzar al sureste ya que recibimos informes de soldados emblianos cerca de un antiguo templo, llegamos a dicha zona, en donde estaba ese templo cerca de un gran acantilado. No obstante, entre los soldados enemigos, estaba la versión de Tiki de esta época, junto con una chica de atuendo y traje azul marino. La chica de azul se veía muy fuerte y peligrosa, así que no debemos subestimarla.

La batalla empezó, y mis aliados y yo tratamos de avanzar y vencer a los enemigos, pero la chica de azul, que Tiki llamaba Lucina, era la más difícil de vencer, pero afortunadamente, y gracias a la fuerza combinada de Ike y Alfonse, finalmente lograron vencerla. Aún así, Lucina se levanta y menciona.

- Puedo ver que son muy fuertes, pero éste no es el fin. No nos rendiremos ante invasores como ustedes. Y para demostrarlo, los desafío. Nos veremos mañana en el coliseo que está al norte de Ylisse. Ahí decidiremos todo. -

Una vez que se retiraron, finalmente logramos descansar. Decidimos pasar la noche en este lugar, improvisando un campamento con los pocos recursos que habían aquí.

La noche había caído, y las estrellas en esta época se veían hermosas. No podía conciliar el sueño, ya que aún pensaba en lo que pasó con Sharena. Era una sensación rara, ya que no me había pasado antes. Si bien, habían chicas en mi mundo las cuales sentía una atracción hacia ellas, lamentablemente me rechazaban. Era la primera vez en que me sentía así, y curiosamente, sólo aplica con Sharena. He interactuado con otras chicas como Nowi, Celica, Tiki, Robin, Lyn... y aún así, no tengo esa sensación que tengo cuando estoy cerca de Sharena. Sin embargo, también siento una especie de "puñaladas" en el corazón cada vez que ella habla de ese tipo llamado Zacharias y lo mucho que lo extraña. Debe de haber una explicación para ambos casos, pero aún no sé a qué se deba... en fin, por ahora solo voy a dormir para la batalla contra Lucina y los demás en el coliseo. Ya habrá tiempo para averiguar lo otro.

Al día siguiente, y tras prepararnos para partir al coliseo para nuestro último desafío, nos reunimos para planear una última estrategia. Seguramente, estaremos en un espacio reducido, entraremos solo 6, y los demás quedarán para la reserva. Los primeros 6 seríamos Alfonse, Anna, Sharena, Silque, Takumi y yo. Los demás quedarían en la reserva.

Al llegar al punto de encuentro, Lucina nos estaba esperando, y tras presentarse, menciona, dirigiéndose a Alfonse.

- Robin me ha informado que ustedes, la gente de la Orden de los Héroes, son difíciles de enfrentar. Tu estratega también es inteligente, lo cual es un gran elogio de parte de Robin. -

- Así es, princesa Lucina. - responde Alfonse. - Estamos orgullosos de nuestro estratega, porque además de eso, es un talentoso hechicero. -

- Ah, Ouryuu, ¿verdad? - luego, Lucina se dirige a mí y menciona. - No tienes ninguna posibilidad contra mí, con o sin la ayuda de mi padre. ¡Te mostraré cómo hacemos las cosas aquí! - rápidamente, Lucina se dirige a Robin y menciona. - ¡Robin! ¡Cubre mi espalda como siempre! -

- ¡Entendido! - responde Robin.

- ¡Muy bien, Ouryuu! - dice Alfonse. - ¡Vamos a demostrarles que nosotros podemos vencer en esta batalla! ¡Tú también cúbrenos! -

- ¡Yo me encargo! - contesté.

La batalla dió comienzo. Debido a que estábamos en una zona cerrada y reducida, no contaba con los elementos de la naturaleza para usar mis hechizos, pero podía emplear el suelo para crear barreras de roca para mis aliados, o generar picos de roca para atacar a los enemigos, sobre todo a los soldados del imperio. Si bien, los soldados enemigos eran más fáciles de vencer, Robin y Lucina se movían de una forma más sincronizada y coordenada, esquivando con agilidad mis ataques y las flechas de Takumi. Eventualmente, ambos fueron venciendo a mis aliados, quedando solamente Sharena y yo. En eso, Lucina menciona.

- Tal parece que solo quedamos nosotros, las parejas representativas de cada reino. -

- ¿Parejas? - pregunta Sharena sonrojada.

- Claro. Después de todo, Robin es mi esposo, y me imagino que ustedes dos también son pareja, ¿verdad? -

- Eeeeh... yo... - decía Sharena, mientras que bajaba su cabeza y su rostro se tornaba más rojo cada vez.

- Aquí hay un gran malentendido. - dije, al ver que Sharena no decía nada. - Sharena y yo no somos pareja. Apenas somos amigos, y luchamos juntos para liberar a los reinos de diferentes épocas y líneas temporales del control del imperio embliano. -

- Espera, ¿has estado luchando para liberarnos? Está todo tan claro ahora. ¿Cómo pudimos estar tan equivocados? -

- Descuida. Ustedes estaban bajo la influencia de una niña engreída y caprichosa que solo invade reinos para someterlos bajo su voluntad y los trata como juguetes desechables. Nuestro objetivo es detenerla para que deje de provocar daños en las líneas temporales, pero antes de eso, tomamos un pequeño desvío para buscar a un aliado extraviado. -

Al contarle la situación de Zacharias y la razón por la que estábamos en Ylisse, Lucina menciona.

- ¿Eh? ¿Están en busca de un amigo desaparecido, un lancero llamado Zacharias? Lamento decir que nunca he oído hablar de una persona así. Sé, más que nadie, lo doloroso que es perder a alguien precioso para ustedes. Espero que ustedes y Zacharias se reúnan pronto. -

- Gracias, Lucina. Y disculpa por los daños en el coliseo. -

- No pasa nada. Éste reino tiene recursos de sobra. Quedará arreglado para el día siguiente. Bueno, les deseo suerte con su búsqueda. -

Una vez que salimos del coliseo, íbamos en camino al portal para regresar a casa, cuando en eso, tuvimos una conversación.

- Después de todo eso... todavía, ¿nada? - dice Alfonse, al no encontrar información sobre Zacharias.

- ¿Dónde estás, Zacharias? ¡¿Dónde?! - pregunta Sharena sollozando. - Me enseñó todo lo que sé sobre lanzas, ¡y esperaba que pudiera ver cuánto he mejorado! Pero no importa cuántas batallas luche... y cuánto tiempo tardemos por él... nunca lo volveré a ver, ¿verdad? - en eso, Sharena se pone a llorar.

- ¡Deja de llorar, Sharena! - dice Anna molesta. - Estamos en una misión, ¡y no permitiré que actúes como una niña! -

- Lo siento, comandante. - responde Sharena mientras bajaba su cabeza.

- ¡Tú también, Alfonse! - dice Anna señalando al príncipe. - Borra esa mirada arrepentida de tu cara. ¿Qué diría Zacharias si viera esto? -

- Mis disculpas, Comandante. - responde Alfonse apenado, a lo que Anna menciona.

- Además, si alguien aquí debería estar desconsolada... soy yo. Soy la oficial al mando. Zacharias era mi responsabilidad. Si está muerto, seré yo quien soporte el dolor. Necesito que todos se mantengan enfocados en nuestra lucha. No dejaremos atrás a Zacharias, ¡pero debemos estar atentos a la amenaza que se interpone en nuestro camino! ¡Princesa Verónica! Seguramente está intrigando mientras hablamos. Ahora, volvamos a casa. -

Anna tiene razón. No podemos lamentarnos por la pérdida de un aliado, y debemos salir adelante. Quizás lo encontremos algún día, ya sea vivo o muerto, pero lo que aún no entiendo, es esa extraña sensación, de que cada vez que Sharena habla o piensa en Zacharias, mi corazón siente como si fuese atacado por una puñalada o algo así. ¿A qué se deberá esa sensación? ¿Será acaso que... tenga que ver con Sharena?...

Capítulo 12 - Invasión de héroes

Parece ser que el imperio se las arregló para conseguir aliados de reinos y épocas que hemos liberado antes. Seguramente, esa perra hizo una artimaña para que se unan a ella, probablemente a la fuerza.

Ha pasado una semana desde que volvimos de Ylisse tras no encontrar información sobre Zacharias. Además, liberamos al reino de la influencia de esa zorra, y al menos podemos estar en parte tranquilos por eso. En esa semana, podía ver a Sharena aún más activa de lo normal. Ella practicaba aún más con la lanza, incluso si pasaba el tiempo límite. En uno de esos días, tras verla muy cansada porque practicó por muchas horas desde la mañana hasta el atardecer, me acerqué a ella para preguntarle sobre por qué hacía eso, a lo que respondió.

- Yo... quiero volverme más fuerte. Quiero hacer sentir orgulloso a Zacharias cuando finalmente nos volvamos a ver. -

- ...Y dime, ¿Qué es él para tí? ¿Tan importante es como para que descuides tu propia integridad física y tu salud? ¿Es tan importante... como para que siempre estés pensando en él y en nadie más? -

- No es eso... yo... Zacharias es una persona muy importante, ya que él, mi hermano y yo crecimos juntos desde que éramos niños. Sin embargo, él sólo se enfocaba en entrenar y ser mejor sin descansar. Y si te preguntas si siento algo por él, la verdad, es que yo lo veo como un hermano mayor, al igual que Alfonse. Además, la última vez que estuvimos con él, nos dijo que alguien más estaba en su corazón. -

- Ya veo. - dije tras pensarlo un poco. - Si estás entrenando para demostrarle a Zacharias lo mucho que has progresado, no servirá de nada si te sobresfuerzas al punto del colapso. Eso puede perjudicarte física y mentalmente porque puedes tener un accidente causado por el cansancio o puedes enfermarte si no te alimentas o no duermes adecuadamente. Y si te preguntas por qué te digo todo esto, es porque me preocupo por tí. -

- Ouryuu... -

- Si quieres, puedo ayudarte con tu entrenamiento, pero vamos a poner un límite, para que no te lastimes por un desgarre o una fractura. Además, yo también necesito entrenar, ya que mis hechizos dependen mucho de los recursos naturales que tengo a mi alrededor, y no puedo generarlos por cuenta propia. Por eso, en aquella batalla contra Ryoma en su castillo, no podía atacar porque no tenía ningún elemento o recurso a mi alcance. Y aunque había un poco de viento, no era suficiente. Y aparte, cuando intenté generar electricidad desde mi cuerpo, al terminar quedé muy agotado. En sí, me falta tanto mejorar mi capacidad para emplear hechizos, como aumentar mis poderes, ya que únicamente dependo de los elementos que hay en ese momento. Si quieres podemos practicar juntos desde mañana para mejorar mutuamente. -

- ¿Estás seguro? No me gustaría que tengas alguna molestia por pasar el tiempo entrenando conmigo. -

- Te digo, yo también tengo que entrenar y mejorar, y qué mejor idea que entrenar juntos, ¿no crees? -

- De acuerdo. -

- Bien. Por ahora, descansa. Te veo mañana temprano aquí mismo. -

- Está bien. -

Después de que Sharena se fue a descansar, yo volví a la sala principal del castillo, pero en el camino me encontré con Lilina, la cuál le pregunté, si por casualidad, había una forma de aumentar mis capacidades como mago, y me dijo que afortunadamente había una, la cual es consumir mana en estado líquido.

- Así es, invocador. - menciona Lilina. - Afortunadamente, están preparando botellas de mana para todos los magos, hechiceros, magos oscuros y curanderos, para restaurar nuestro mana. -

- Vaya... No sabía eso. - dije.

- Lo que pasa es que hicieron ese taller recientemente, ya que desde que ustedes fueron reclutando más aliados, escuché la noticia de que iban a construir un taller o algo parecido para crear mana líquido para nosotros y así poder recuperar nuestros poderes. -

- ¿Y quién está a cargo del taller? -

- Depende del día, hay diferentes Héroes que se ocupan del taller. Yo soy una de ellos. Si necesitas algo, puedes ir sin ningún problema. -

- Gracias, Lilina. De hecho, iré para allá ahora mismo. -

- Bien. Creo que Orochi está ahí ahora, así que puedes ir sin problema. -

- Entendido. -

Antes de despedirnos, Lilina me dijo dónde estaba el taller, y fui para allá una vez que nos separamos. Y al llegar, en efecto, Orochi estaba atendiendo el negocio. Al preguntarle sobre lo que preparaban aquí, ella me explicó que este lugar era un taller de alquimia, y las sustancias, fórmulas y pociones solo sirven para ayudar a los magos, hechiceros, magos oscuros y curanderos a recuperar su energía. Y debido a que era la primera vez en que llegaba a este lugar, me prepararía algo gratis, pero para la próxima vez me cobraría.

- ¿Qué elementos dominas hasta ahora? - pregunta Orochi.

- Bueno, depende del campo de batalla, puedo controlar la tierra, el agua, el aire, el fuego, el hielo y la arena. Lo único que todavía no puedo controlar es la electricidad. -

- ¿Y te gustaría poder controlar dicho elemento? -

- Sí. Hay cosas que solo puedo hacer si manejo la electricidad, pero no puedo generarla todavía de mi propio cuerpo, y aún no tengo un catalizador para usar el poder de los elementos de la naturaleza. -

- He visto lo que haces. Usas tu propio cuerpo como catalizador, haciendo que tus manos, hombros y el contorno de tus ojos se envuelvan en el elemento que estás usando, y solo puedes usar los elementos que tienes al alcance. Incluso tus ojos cambian de color en base al elemento que usas. Si bien, tienes ventaja porque puedes usar el campo de batalla a tu favor, también estás en desventaja por no poder usar otros elementos que no están presentes en el ambiente, como agua en los desiertos, fuego en zonas nevadas, y así sucesivamente. Bueno, entonces te prepararé algo para que puedas mejorar y potenciar el poder eléctrico que te hace falta. -

- Gracias, Orochi. -

- No es nada, querido. -

Mientras Orochi preparaba la fórmula, yo estaba viendo todo el proceso. Decidí no preguntar nada ni decir otra cosa para no interrumpirla, pero habían muchas cosas que me llamaban la atención mientras preparaba la "bebida", que se me hace difícil de describir.

En fin, al tomarme dicha bebida, el sabor era indescriptible. Era ácida y amarga, un poco picante, pero a la vez muy dulce. No sé qué tantas cosas le puso, pero no podía identificar el sabor exacto. Como sea, me tomé toda la poción, que era de un tono amarillo oscuro, y no sentí ningún cambio aparente. Orochi me explicó que hay fórmulas y pociones que pueden tardar en hacer efecto, depende del metabolismo de cada uno, así que no pasa nada si no ocurre algún cambio a la primera, ya que es normal. Antes de irme, Orochi me dijo que cada vez que salga de una misión o de entrenar, que venga al taller para poder tomar estas bebidas para que mi cuerpo pueda acumular y obtener más poder, a lo que acepté con gusto.

Al día siguiente, muy temprano, Sharena y yo empezamos a entrenar. Ella practicaba con su lanza y yo a proyectar hechizos con los elementos que tenga a la mano. Al ver que se cansaba, decidimos detenernos y practicar otro día. Con el paso de los días, podía ver que poco a poco iba mejorando, y yo también. Sin embargo, casi una semana después, antes de empezar a entrenar, Anna nos alcanzó y nos dijo que teníamos una reunión de emergencia, así que fuimos rápido a la sala principal del castillo. Al llegar, Anna menciona.

- Reúnanse todos. Me temo que tengo noticias terribles. El Imperio Embliano está organizando otro ataque contra nuestro reino. Tienen más héroes en sus filas. Algunos son de Altea, y otros Héroes son de Pherae, tanto del pasado como del futuro. -

- ¿Qué? ¿Altea y Pherae? - pregunta Alfonse. - ¡Pero nuestra orden liberó a ambos reinos de ellos! -

- ¡Esos malditos emblianos debieron colarse en esos mundos y tomarlos de nuevo! - dice Sharena molesta.

- Tienes razón, Sharena. - dije. - esa perra tramposa aprovechó su poder para abrir puertas a otras épocas y seguramente los volvió a someter en contra de su voluntad para hacer que se unan a ella nuevamente. -

- Sus Héroes se dirigen a nuestra capital. ¡Tenemos que detenerlos antes de que conquisten Askr! - ordena Anna.

Debido a que no necesitábamos organizar un escuadrón de Héroes para la misión, podíamos usar todos los que hemos reclutado hasta ahora, así que rápidamente organizamos la estrategia para defender el reino. Una vez establecido todo, nos preparamos para interceptar a los intrusos.

A escasos metros de la entrada principal al reino de Askr, ya se encontraban las tropas del Imperio Embliano, y un hombre pelirrojo de vestimenta negra y una capa negra da unos pasos al frente y menciona.

- Ah, ¿por fin llegaron las molestas moscas? Verónica dijo que intentarían interponerse en mi camino. Hmpf. Pensé que me enfrentaría a oponentes que eran al menos un poco dignos de mi tiempo. Bueno, sepan que están ante Michalis, rey de Macedonia. Intenten entretenerme. -

Parece ser que ese tal Michalis es otro engreído con aires de grandeza, así que debíamos bajarle los humos para que vea que aquí no toleramos eso. Afortunadamente, Lyn nos acompañaba ya que otros arqueros como Takumi, Faye, Virion, entre otros, nos estaban apoyando a defender los demás s al reino junto con otros héroes. En este caso, para defender la puerta sur, estábamos Sharena, Alfonse, Anna, Lissa, Lyn, Tiki y yo, junto con los soldados de Askr que defendían el reino.

La batalla fue dura. Sobre todo, porque los enemigos se movían más rápido con sus caballos, sobre todo un jinete de Altea llamado Camus, el cual era muy hábil con su lanza. Además, me dí cuenta de que estábamos en una especie de terreno volador ya que pude ver una estructura metalica en el suelo, y abajo no había nada. Es como si estuviéramos en el cielo pero sostenidos en plataformas flotantes. Ya habrá tiempo para preguntar eso. Y aunque seguramente no pueda usar hechizos para generar terremotos o geysers de fuego, afortunadamente había mucho viento, así que podía usar eso a mi favor.

A pesar de que logramos vencer en la batalla, nos costó algo de trabajo. Michalis se reincorpora diciendo.

- ¿Me derrotaste? ¡Imposible! Sin embargo, debo itir que los Héroes de su grupo han demostrado ser dignos hoy. Entonces, nos retiramos por hoy. Aún así, si nuestros caminos se cruzan de nuevo, no esperen que olvide esta desgracia. -

Al retirarse, la presión en el ambiente desapareció, y podíamos respirar tranquilos por ahora. Lissa nos estaba curando a todos mientras descansabamos, y una vez que terminó, seguimos patrullando para prevenir la intrusión del imperio. En eso, nos dijeron que necesitaban apoyo en el lado este del reino, así que nos apresuramos a ayudar a nuestros aliados a vencer a los enemigos. No obstante, al llegar a la zona indicada, habían muchas nubes cerca del suelo y parecía que estábamos en una zona flotante, porque podía ver que debajo del suelo en donde estábamos, no había nada. Me dió algo de vértigo, y no sabía qué estaba pasando, pero luego les preguntaré a Anna y los demás en dónde estamos exactamente.

La batalla comenzó, y atacamos rápido a los enemigos para darle cobertura a nuestros aliados. Los enemigos más destacados eran un jinete con su dragón llamado Narcian, y un caballero de armadura imponente llamado Zephiel. Rápidamente, Lyn acabó con el jinete dragón, haciendo que cayera al vacío. Lo difícil fue acabar con el otro guerrero, que era muy fuerte. Aún así, gracias al esfuerzo conjunto, logramos vencerlo.

Luego de eso, nos dirigimos al lado noreste del reino para acabar con los enemigos que se estaban por infiltrar al reino dirigidos por una hechicera conocida como Ursula, la cuál se estaba ocultando en la zona boscosa del reino. Mi grupo y yo llegamos a tiempo para atacarlos, y a pesar de que Ursula era muy hábil, logré derribarla al golpear el suelo y hacer que un pico de roca diera de lleno a su caballo para derribarla, haciendo que se golpeé fuerte la cabeza en el suelo.

Tras acabar con la emboscada de Ursula, nos enteramos de que un hechicero misterioso montado en su caballo estaba dirigiendo a sus tropas para atacar el este del reino, así que rápidamente fuimos a interceptarlos. Al llegar, el misterioso hombre enmascarado menciona, dirigiéndose a Alfonse.

- Tú otra vez. Da la vuelta, ahora. -

- ¡Así que estás con el imperio! - dice Alfonse. - ¿Por qué te escondes detrás de esa maldita máscara? -

El misterioso hechicero no respondió a su pregunta, y en su lugar menciona.

- No estoy con Embla. Y tampoco estoy contigo. Aún así, lo diré por última vez. Da la vuelta, AHORA. -

- Nunca. ¡Hazte a un lado, o nos abriremos paso, de una forma u otra! -

El hombre enmascarado da la orden a sus aliados para atacar, así que yo también di la orden para defender la entrada. Lissa, Serra y Silque nos daban cobertura para curarnos, mientras que los demás nos enfocamos en vencer a los enemigos. El misterioso hechicero era muy fuerte, y la batalla que tuve contra él era muy reñida. Su curandera trataba de darle cobertura, y Lissa hacía lo mismo conmigo. En el último momento, mientras que el hechicero y yo nos seguimos atacando, una flecha salió volando por un lado mío, y le dió en el hombro a la curandera enemiga. Rápidamente, aproveché el momento y ataqué con todo al hechicero, generando 3 picos de roca del suelo, una para aturdir, otra para dañar y la otra para derribar al hechicero de su caballo. Derribado y derrotado, el misterioso hechicero enmascarado menciona, dirigiéndose a Alfonse.

- Yo... no puedo seguir luchando. Ustedes, gente de la Orden de los Héroes... ¿No se dan cuenta de que están en el camino equivocado? Las fuerzas imperiales de Veronica no están invadiendo tu capital. Van a tus ruinas de invocación para destruirlas. -

- ¿Qué? ¿Por qué? - pregunta Alfonse.

- Ella desea acabar con el poder de tu invocador. ¿Entiendes lo que eso significaría para todos? Si es así, deberías llegar rápido a las ruinas. -

- ¿Por qué nos revelas sus planes? -

- Ese es mi secreto a guardar. - tras decir eso, el misterioso hechicero se da media vuelta y se retira.

- ¡Espera! ¡Regresa aquí! - grita Anna para tratar de conseguir más información, pero el hechicero se había ido. - Él se fue. - luego se dirige a Alfonse y menciona. - Bueno, Alfonse, ¿Qué harás con todo eso?

- No lo sé con seguridad. Pero debemos dirigirnos a las ruinas. - responde el príncipe.

- ¿Y si es una trampa? -

- Tengo la extraña sensación de que no estaba mintiendo, al menos sobre que Veronica quería destruir esas ruinas. ¡Tenemos que poner fin a eso, Ouryuu! -

- Exactamente, camarada. - contesté. - No permitiremos que esa maldita engreída se salga con la suya. -

Rápidamente, nos dirigimos a las ruinas que el hombre enmascarado mencionó, y en efecto, esa zorra ya estaba llegando a dichas ruinas, así que afortunadamente la alcanzamos antes de que sea tarde. Frustrada, Veronica pregunta.

- Ahora díganme, ¿CÓMO supieron que estaríamos aquí? -

- ¡Qué te importa! - contesté. - ¡Lo importante es que venimos a detenerte de una buena vez! -

- Que irritante. - dice Veronica, dirigiéndose a mí. - Pero si has venido a jugar, entonces te proporcionaré el juego. Así que, ¡cambio de planes! ¿Por qué arrasar estas ruinas de invocación cuando simplemente puedo destruirte, Invocador? ¡Ahora, comencemos!

- No sabes cuánto tiempo he esperado esto, Veronica... - dije. - Te haré pagar por todo lo que has hecho. -

- Eres un insolente. Te haré vivir un infierno antes de matarte personalmente. -

- Y yo tengo preparado un castigo que hará que te arrepientas de por vida por hacernos todo esto... -

Como era de esperar, Xander venía con ella, así que sabía cómo lidiar con ambos. Para mi suerte, estábamos rodeados de estructuras de roca sólida, así que podía usar eso como ventaja. La batalla era muy reñida. Xander trataba de defender a esa niña malcriada con todas sus fuerzas, por lo que tenía que deshacerme de él primero.

- Quítate, Xander. - dije de forma amenazante. - Ésto es un asunto personal entre esa maldita engreída y yo. -

- ¡Sobre mi cadáver! - responde Xander.

- Como quieras. - luego me dirigí a mis aliados diciendo. - ¡Takumi, Ike y Marth, cúbranme! -

- Será un placer. - responde Takumi sonriendo de forma maliciosa.

Mediante un esfuerzo combinado, las rápidas flechas de Takumi, la fuerza sobrehumana de Ike y la agilidad de Marth lograban dañar de forma considerable a Xander, y mientras tanto, me encargaba de esa zorra. Ella disparaba potentes esferas de energía,  y yo las interceptaba con fragmentos de las ruinas que desprendía usando mis poderes. Al mismo tiempo, usaba esos mismos fragmentos como proyectiles para atacarla, y aunque lograba esquivar algunos, otros sí les daba de lleno. Eventualmente, Veronica se estaba cansando, así que rápidamente usé mi técnica de geysers de fuego, para así poder derribarla finalmente. Una vez en el suelo, Veronica menciona.

- ¿Por qué sigo perdiendo? ¡Realmente no es justo! Tu reino lo tiene todo. ¡Tantos héroes... un invocador... un hermoso reino que es feliz, saludable y rico! ¿Por qué sigues atormentándome? ¡No tengo nada, nada que importe! -

- Eso no me importa en lo más mínimo, hija de perra. - contesté mientras me acercaba a ella. - ¡No te me vas a escapar esta vez y te daré el castigo que mereces! -

Rápidamente, empecé a correr para poder alcanzar a Veronica, pero la muy bastarda se subió en uno de los caballos de los jinetes que quedaban, pero eso no me importó. Usé un hechizo de aerokinesis para crear un remolino en mi cuerpo y poder volar para alcanzarla rápido, pero uno de los hechiceros me lanzó una esfera de luz, y al estar a unos metros cerca de mi cara, estalló. No me hizo daño, pero la fuerte luz me aturdió, haciendo que no pueda ver por unos breves segundos e hizo que chocara con un árbol. Una vez que lograron escapar, Anna de acerca y menciona.

- Tch... lograron escapar. Pero dudo que esto sea lo último que veamos de Embla. -

- Esa maldita me las pagará por hacerme ésto. - dije furioso. - Antes iban a ser solamente nalgadas, pero después iba a ser directamente maltrato físico, pero ahora... su castigo será mucho peor. Se arrepentirá de haberme provocado. -

- ¿Qué tienes planeado hacer?... - pregunta Anna un poco nerviosa.

- Es un secreto. Pero... digamos que la dejaré marcada de por vida. Va a experimentar el mayor terror que ha tenido en su vida, y su cuerpo, alma y moralidad quedarán tan dañados que ni siquiera podrá dormir sin recordar lo que le voy a hacer... -

- No entiendo eso de Verónica. - dice Sharena molesta. - Su padre, el Emperador de Embla, fue quien acumuló Héroes y luchó contra Askr. Cuando murió, Embla declaró que su guerra había terminado. Tuvimos paz, ¡hasta que ella empezó todo de nuevo! -

- Su padre era muy popular entre su gente. - continúa Alfonse. - Tenía la ambición de hacer que Embla fuera poderoso y próspero. Su sueño era el sueño de ellos, tanto que cuando murió... algunos de sus ciudadanos se quitaron la vida. Tal era la oscuridad detrás de la gloria imperial de Embla. -

- Pero la esperanza volvió a reinar cuando la corona pasó a manos de su esposa, la emperatriz, que no tenía sueños de conquista. - prosigue Anna. - Sin embargo, Verónica no es su hija, sino la de su primera esposa, la anterior emperatriz. Y Verónica, un día, comenzó a adentrarse en otros mundos por su propia voluntad, al igual que su padre. Ella también quería invadir Askr de nuevo. -

- La gente de Embla, incluso sus principales asesores, la aman por eso. Le han dado todo su apoyo. Ven a Verónica como la verdadera heredera de Embla, llevando la sangre de su padre y siguiendo su sueño. -

No cabían dudas. Esa maldita engreída está haciendo todo esto por capricho y por creerse superior a los demás. Sin embargo, lo que le voy a hacer la dejará con traumas de por vida y así aprenderá la lección de una vez y para siempre. No obstante, lo que dijo Sharena a continuación me llamó la atención.

- Pero, aunque Veronica tiene su apoyo, parece tan... sola. -

- ¿Crees que está acumulando Héroes e invadiendo Askr porque se siente sola? - pregunta Alfonse. - Qué días oscuros nos esperan si esa es la verdad. - luego se dirige a mí y menciona. - Por favor, quédate con nosotros, Invocador. Me temo que nuestra guerra con Embla pronto nos desafiará como nunca antes. La Orden de los Héroes te necesita. -

- Por supuesto. - contesté. - Esa niña engreída y caprichosa necesita una buena disciplina y un castigo ejemplar, y tengo en mente algo que hará que cambie para siempre. No te preocupes, todo estará bien. -

Ya sea por una lucha de ideologías o por acaparamiento de recursos o por locos gobernantes que se creen superiores a los demás, la guerra nunca cambia, sin importar la época.

Una vez que nos organizamos para curarnos y descansar, Anna organizó a los escuadrones diciendo.

- Regresemos al castillo, todos. - en eso, Anna observa algo a la distancia y menciona. - Esperen. Alguien se acerca.

En eso, el misterioso hombre enmascarado se acerca poco a poco.

- Saludos. - saluda el misterioso hechicero.

- ¡Tú otra vez! - dice Alfonse. - Supongo que te debemos las gracias. Sin su advertencia, las ruinas habrían sido... -

- No digas más. No es por eso que he venido aquí. Escuché de los Héroes de Ylisse que estás buscando a alguien. -

- Sí, mi buen amigo Zacharias. -

- Puedes dejar de buscar. Nunca lo volverás a ver. -

- ¿Qué? ¿Conoces a Zacarías? ¿Dónde lo viste? -

- Eso es todo lo que tengo que decir sobre este asunto. -

- ¡Espera! ¡No te vayas! -

Alfonse trata de seguir al misterioso hechicero, pero Anna lo toma del brazo, diciendo.

- ¡No, Alfonse! No debes seguirlo. No sabemos sus intenciones. ¡Podría ser una trampa esta vez! -

- ¡Pero, comandante...! -

- Tienes tus órdenes. No sabemos si es amigo o enemigo. Estoy segura de que lo volveremos a ver a su debido tiempo. -

- Si sabe algo de Zacharias... - Alfonse estaba desesperado, pero luego hace una pausa y menciona. - Pero bueno. Seguiré tu orden. Solo espero que mi amigo esté a salvo... donde quiera que esté. -

La verdad, sí que les importa ese tal Zacharias. Quizás en mi mundo no haya tenido amigos así, y siendo sincero, estoy empezando a sentir algo de celos por ese tal Zacharias. ¿Será esa sensación lo que estaba sintiendo tiempo atras?...