![『Two-shot』•❀•『Sparchess』•❀•『Pt. 2』-[C]
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『2O:05』 •❀• 『22-3-25』
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↬『Perfil』↫
『14’ ɑpɾơx. ɗҽ ℓҽcтuɾɑ』
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•❀•『¡Hơℓɑ cυҽɳтɑ-cυҽɳтơѕ!』•❀•
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uəᴉq əɹ ənb oɹədsə
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En este blog les traigo la segunda parte del two-shot de sparchess que tiene la misma trama que absolutamente todos mis escritos de sparchess porque no soy original. Sé que dije que lo iba a publicar al día siguiente peeero tuve una ida mejor, y quise publicarlo hoy que ya es primavera en el hemisferio norte (si no me fallan los cálculos (¿). Si leen hasta el final verán por qué ( :relieved: ).
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![『Two-shot』•❀•『Sparchess』•❀•『Pt. 2』-[C]
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•❀•『La noche más larga de un corto invierno』•❀•
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Embistió a través de la nieve, todavía pesada. Tal vez eran los efectos del alcohol, o era simplemente el carácter obstinado de Duchess, pero una vez que tenía algo fijo en su mente, nada podía detenerla. Y ahora sus pensamientos, como una sala de espejos, reflejaban todos el mismo lago.
Suspiró. La primavera había sido mucho más encantadora. Ahora, el lago estaba congelado, y bailar sobre él no requeriría ninguna habilidad especial. Ella se dispuso a hacer lo que hacía mejor: danzar en movimientos largos y gráciles, girar en sintonía con la canción del viento. Las ráfagas eran bruscas, y el efecto del frío se podía presenciar en el vuelo de sus mechones. En una vuelta, la ligera capa provista por el instituto se desprendió con violencia. Parecía que el invierno quisiera quitarle todo resguardo y ponerla a prueba.
A lo lejos, una voz cortó el murmullo envolvente del viento, como si una cortina invisible que envolvía el lago se abriera en dos.
– Ey, ¡ey! ¿Qué haces aquí, estás loca? ¡Te vas a congelar! ¿No te das cuenta del frío que hace aquí afuera? – Sparrow gritó desde la orilla, ahuecando sus manos para expandir el sonido.
Duchess lo miró de refilón. – Si a tí no te molestó para irte a tu casa, no tiene por qué preocuparme a mí –.
Sparrow resopló. – Ugh, ¿por qué estás tan empecinada? – la respuesta de ella nunca llegó y él se mordió el labio indeciso. Él no sabía pedir perdón. Tampoco era capaz de expresar gratitud o concederle la razón. Pero no podía decir que tuviera malas intenciones, y si bien no era devoto a proteger a los demás como alguien que honrara su cuento debería, no podía no sentirse culpable al ver que había provocado esa reacción en Duchess. No sabía exactamente cómo hacer, pero tenía que detenerla antes de que se enfermara de un resfriado. Le gustaba evitar responsabilidades externas, pero se sentía un fracasado siendo incapaz de remediar algo que salía de él. Ojalá el destino lo hubiera hecho más comprometido, y tal vez hubiese sido menos fracasado para el exterior también. Aunque a veces sentía que su cuento también era un llamado interno; el único al que no podía responder.
– Ey, vamos, sal de ahí y volvamos al refugio, probablemente Grimm nos mate si se entera que salimos – insistió.
– Hum – resopló como un pájaro. – ¿Y qué importa, si está claro que poco hará la diferencia para el concepto que él tiene de mí? Como dijiste, ya caí en desgracia –.
Sparrow rodó los ojos. Sí, ella estaba enojada por lo de antes. Ahh, excelente. ¿Y ahora cómo iba a sacarla de ahí?
La miró por un rato, y se volteó en dirección opuesta.
El gesto ofendido de Duchess perdió su tenor con cada paso que escuchó hundirse en la nieve. Sintió el crujido de algo quebrarse pero al ver alrededor, notó que el sonido sólo se había producido en su interior.
•❀•
Con el tiempo, permanecer en la intemperie se le volvió más difícil. Para cuando comenzó a asomar el sol, sus piruetas eran interceptadas por bruscos estremecimientos. Sabía que lo mejor sería volver al refugio, pero era muy cabezadura y no quería enfrentar a Sparrow y escuchar los chistes que tuviera para hacer al respecto del aspecto que tendría cuando volviera tiritando y despeinada. En su lugar, aceptó el desafío del invierno, sabiendo que aunque fallara al final, eso era algo que podía hacer bien. Como en su cuento.
En un punto, le pareció que el zarandeo de los árboles se había vuelto todavía más intenso, pero cuando miró en esa dirección, el tiempo no le alcanzó para reaccionar.
– No pensaste que me rendiría tan fááááácil – canturreo Sparrow mientras caía en su dirección montado en la patineta de nieve que le había dado Hunter.
– ¡No! –
Sparrow, a pesar del pánico de Duchess, llegó a la otra orilla del lago ileso. Pero una de las ramas del árbol que atravesó se rompió, y el diáfano hielo, a sólo metros de Duchess, empezó a resquebrajarse con velocidad. La mirada de espanto de la bailarina poco sirvió, e inevitablemente, el hielo se partió donde estaba el mayor peso: ella.
Cayó rápido al lago, pero a diferencia de todas las otras veces, salir sería mucho más complicado. La preocupación la inundó, y trató frenéticamente de huir de la prisión de hielo que la encerraba con velocidad.
Los colores que distinguía en la superficie le indicaron que Sparrow se había abalanzado sobre el hielo y eso no le podía parecer una peor idea. Hubiera querido gritárselo, pero era imposible. Aunque él consiguió agarrarla del brazo, pronto la presión fue demasiada y cayó al agua también.
El hoyo se hizo momentáneamente más grande, pero ella pudo notar en los ojos del músico su impresión al ver lo rápido que se congelaba la superficie. Agarró el hielo de un manotazo, pero fue un esfuerzo fútil: sólo logro quebrarlo, recibiendo el mismo resultado en cada intento. Desesperado, se volteó hacia Duchess. La escena lo aterrorizó más que ver el hielo quebrarse. Estaba violeta y abatida. Trató de mantener un brazo sobre la superficie y se apresuró a sujetarla, levantarla. Era notablemente liviana sobre tierra, pero aún más en el agua, y mientras la sostenía se preguntó cómo podía haber pasado tanto tiempo en la nieve alguien tan delgado. La alzó contra él y se impulsó hacia la superficie, golpeando el hielo con brusquedad. Consiguió unos segundos de aire, que inhalaron con dolor, pero pronto volvió a batallar contra el hielo. Duchess debía estar helándose, porque en un punto lo rodeó con los brazos. Tenía sentido, puesto que ella había estado más tiempo en el frío y el agua estaba congelada, literalmente.
Cuando se miraron, sintió pena. Qué desastre. No había perdido la fe en salir de ahí, pero ahora sabía que iba a ser una encrucijada dolorosa. Mientras Duchess caía contra su hombro al ir perdiendo el conocimiento, Sparrow siguió intentando abrirse espacio.
De repente, el hielo empezó a derretirse con rapidez, y luz atravesó el agua. Pronto, Sparrow consiguió sostenerlos a los dos a flote. Dio unas cuantas bocanadas de aire lacerantes, y miró a la chica sobre su hombro. La escuchó respirar despacio y se tranquilizó. Puso una mano sobre su pelo mojado y, ella levantó el rostro poco a poco.
Para Duchess, se sintió como despertarse en primavera de nuevo. No es que lo fuera a itir, claro. Pero de hecho, algo así acababa de suceder.
Lo miró enardecida, y Sparrow se alejó de prisa, sabiendo qué le esperaba. La bailarina, viendo que no podría lograr su cometido de propinarle una cachetada, lo siguió al grito de "¡casi nos ahogas!", pero en el fondo, sólo parecía estar divirtiéndose.
Después de todo, a las aves les gusta jugar en el agua.
•❀•
– Disculpe señor Hood, ¿cómo alegaría usted que terminó en esta... situación? –
Sparrow abrió los ojos y movió la toalla con la que estaba secándose para ver a la figura que le hablaba. Hizo una mueca de la que se arrepintió, y sintió las gotas rodarle por el rostro; su cabello empapado mojándole la espalda.
– Ella; ehm, Duchess, Duchess Swan, – aclaró – se... –y pensando con cuidado, siguió, – se había caído al lago. Señor –.
– ¡Eso ya lo sé señor Hood! El problema es cuán accidental fue eso –.
Dirigió la mirada a la joven, que aun envuelta en una toalla pesada se sentaba esbelta, apreciando la atención que el evento le había proporcionado. Una pobre y consternada Ginger Breadhouse le acercaba una taza de chocolate, mientras los primos Crumb saltaban y tiraban de su vestido tratando de alcanzar las galletas que la cocinera estaba por ofrecerle a lo que parecía ser una compungida y sufrida Duchess.
Si bien en el ángulo que se encontraba Sparrow no podía verle más que el húmedo cabello que le caía sobre la toalla, no necesitaba verla para imaginar la expresión de lástima que debía estar poniendo su compañera, que se aferraba al toallón con pena y agradecía la bebida con el tono de un débil pajarito mojado.
– ¡Yo no la tiré! ¡Sólo la estaba ayudando a salir! –
– ¡Claro! ¿Por qué usted normalmente obra ayudando a los pobres, tal como dice el Destino? ¡No me haga reír!
Hunter, que se había acercado a ofrecerle algo de comer, no pudo aguantar la risa. Sparrow se mordió el labio, ¡ese era el amigo al que pretendía compartirle su cerveza!
– ¡¿Por qué no me cree?! – se quejó, frunciendo el ceño y abriendo los brazos.
– Será porque usted raramente dice la verdad. ¿O cree que no lo vi usando esa patineta la otra semana en el programa de la señorita Lockes? – contestó el superior, con los brazos cruzados y repiqueteando su mocasín.
Hunter se tapó la boca y se alejó, temiendo que Grimm se volteara.
Sparrow insultó, cuidándose únicamente de hacerlo para sus adentros. Qué mala suerte, tendría que haber corrido la patineta del lago. Bueno, aunque seguro que la imagen de él alejándose con velocidad de la pálida Duchess no había jugado a su favor. ¡Pero no era su culpa, él se hubiera quedado quieto como un monolito vigilándola de no ser porque sabía muy bien que le aguardaba una tremenda golpiza si se quedaba cerca de ella!
– Bueno, tal vez ocurrió algo – confesó escasamente, sabiendo que con el arma homicida presente, no tenía caso ocultarlo. – ¡Pero sí la ayudé a salir!
– ¿A salir de dónde, si poco preocupado por su situación se lo veía mientras corría en dirección opuesta, su compañera todavía hasta las rodillas en el agua?–
– A salir de... –dudó que informar que casi se ahogaban por su culpa mejorara la situación, así que cambió de rumbo. – ¡Es que corría para buscar a alguien que nos ayudara!
– Ahh – suspiró el Director Grimm –. Sí, por supuesto – comentó rodando los ojos. Alejándose unos pasos, se dirigió a Duchess. – Señorita Swan, lamento profundamente lo ocurrido. ¿Está segura que no necesita ver un médico?
– Sí, segura, ha hecho que me cuiden muy bien Director, no hace falta – contestó, con un gesto abatido muy bien fingido.
– ¿Dijo que había salido a buscar a su mascota, verdad? ¿El animalito está bien?
Sparrow se apuró a acercarse para ver el rostro de la sinvergüenza, que más que al baile debería dedicarse a la actuación. Lo que parecía un bollo de plumas estiró el cuello, emergiendo del interior de la toalla. ¡Ese bicho desgraciado era su falsa coartada!
– Sí, me pareció escuchar graznidos de cisne, por eso salí a buscarla. Pirouette no tolera bien el frío y debió pensar que yo estaba en el lago; siempre estoy ahí– comentó afligida, acariciando al animal que la abrazaba con su cuello.
Sparrow abrió la boca incrédulo para denunciar las mentiras, pero antes de poder decir algo, ella lo miró escondiendo una sonrisa y cuestionó:
– Me pregunto cómo Sparrow podía estar soportando el frío tan bien ahí afuera sin ningún abrigo, y toda la noche, o al menos yo no recuerdo que estuviera aquí cuando nos dormimos todos... –
El Director pareció conectar puntos en su cabeza y se acercó a Sparrow, con intención de escanearlo en profundidad. Duchess, sin embargo, teniendo un poco de piedad por lo problemático que sería que encontraran que él olía a alcohol, se apresuró a aportar su gesto de misericordia:
– Pero, ¡ah! En fin, al menos agradezco que se molestara en sacarme del agua cuando el hielo se rompió – tomó un sorbo delicadamente. – Claro que eso tampoco hubiera pasado de no ser por su culpa, pero prefiero no adelantarme a mi destino; ya pasaré la eternidad en un lago, no quisiera que eso ocurriese antes de tiempo –.
Como esperaba, Grimm pareció convencerse de que el chico todavía era capaz de tener sentimientos de culpa -aun si fueran los más rudimentarios- y le pareció que eso bastaba para dejarlo en paz. Con una advertencia, se alejó, y cuando estuvo a suficiente distancia, el músico no se contuvo:
– ¡Mentirosa!
– ¿Mentirosa yo? ¿No es verdad que casi me ahogo por tus estupideces con la patineta?
– ¡No saliste a buscar a Pirouette!
– ¿Preferías que le dijera que salí para alejarme de un borracho grosero como tú? Deberías agradecerme que hablé a tu favor, si no ya estaría buscando tus botellas.
– No hubiera pensado eso si no... –.
– Ey, amigo –. Se volteó al oír la voz de Hunter. – Tranquilo, las encontré – Y sacando cuidadosamente unas botellas de su mochila, sonrió –.
Sparrow olvidó cualquier preocupación, y, al grito de "¡mi hermano!", estrechó la mano de colega y se dedicó a su preciado tesoro. Su amigo se sentó a su lado y compartió su ánimo. Ginger, con los ojos abiertos del tamaño de sus lentes ante la escena, perdió la batalla contra los niños, y con horror vio cómo escapaban con sus delicias. Duchess se volteó al otro lado con un bufido de indignación, pero con sus labios frente a la taza de chocolate, dejó escapar una sonrisa de satisfacción.
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Con el sol dejando a su ida paso un cielo de tenues lilas e intensos anaranjados, Duchess supo que ese fugaz invierno ya se había acabado, pero en vez de sustituirlo nuevamente el verano agobiante, habían comenzado una primavera inesperada.
El antes abrumador refugio ahora era tranquilizante. Extrañamente, casi vacío como había quedado, le resultaba mucho más cómodo que cuando todos dormían plácidamente en él. Sparrow y Hunter todavía estaban tomando por ahí, y la luz de la laptop de Dexter iluminaba una esquina mejor que una lámpara. No le hubiera molestado quedarse allí hasta la noche, pero alguien presionó una toalla contra su cabello. Antes de alcanzar a voltearse, Sparrow ya se había arrodillado detrás de ella.
– Sécate bien el cabello, no vaya a ser que te resfríes, pato –.
Le sostuvo la mirada, que pareció estancarse en el tiempo. Luego le dio un último apretón con la toalla y se levantó.
Ella escuchó cómo le gritaba a Tucker que ya iba a ir a la guarida y que se comprara su propia bebida, que ya no le quedaba más y bla, bla, bla.
"Buena manera de deshacerse de una toalla", pensó Duchess.
Pero se volteó a mirarlo. Y él le devolvió la sonrisa.
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![『Two-shot』•❀•『Sparchess』•❀•『Pt. 2』-[C]
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Y hasta aquí chicos/as. Espero que les haya gustado, y de todas formas, gracias por leer mi blog.
Espҽɾɑ, ¿тҽ ѵɑs ɑ iɾ ყɑ? Nơ ơℓѵiɗҽs:
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Aɦơɾɑ sí, мҽ ɗҽspiɗơ.
•❀•『¡Cнɑυ cυҽɳтɑ-cυҽɳтoѕ!』•❀•
#LucyLaGenial/Lucesita-Sempai/Madrucy4/Arucy4/Curilu4/Sherlock Lucy/Lucy-Sensei/Lucycornio/Luchita/Lutzi/Cupiducy/Cñoritah Luchita/La Omma Lucy/Lucybell/Repelucy de pereza/Tía Luchita/Luce/La Mamá Gashina/Lucy4U fuera
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