Cortocircuito en el Corazón

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|!¤*~*¤!|INTRODUCCIÓN|!¤*~*¤!|

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El amor puede surgir en los momentos más inesperados, entre bromas, silencios y miradas que dicen más de lo que parecen. A veces, lo difícil no es sentirlo, sino reunir el valor para expresarlo en voz alta.

En un mundo donde los héroes enfrentan peligros a diario, hay batallas que ocurren en el corazón, donde la inseguridad y la esperanza chocan en un torbellino de emociones.

Bajo la luz de la luna y con la ciudad brillando a lo lejos, dos jóvenes se encuentran en un punto decisivo, donde las palabras pueden cambiarlo todo.

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|!¤*'~``~'*¤!| FICHA |!¤*'~``~'*¤!|

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《Título》

Cortocircuito en el Corazón

《Autor》

—(••÷ 𝔸𝕜𝖆𝕿𝖘𝖚𝖐𝖎𝖔𝖋𝖇𝖑𝖔𝖔𝖉 ÷••)—

《Estado》

Completo

《Partes》

One-Shot

《Palabras》

800

《Caracteres》

4382

《Personaje》

Kaminari Denki y Shinso Hitoshi

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Cortocircuito en el Corazón

Denki Kaminari nunca había estado tan nervioso en su vida. Y eso que había enfrentado villanos, exámenes difíciles y hasta el juicio de Aizawa-sensei cuando olvidaba su cuaderno en casa. Pero ninguna de esas situaciones se comparaba con lo que estaba por hacer: confesarse a Shinso Hitoshi.

Desde que se conocieron, Denki había sentido algo especial por él. Tal vez fue su voz, profunda y llena de matices, o el hecho de que nunca se reía de sus tonterías como los demás, pero tampoco lo ignoraba. Shinso lo veía. Y para Kaminari, eso era suficiente para que su corazón hiciera cortocircuito cada vez que estaban cerca.

Había practicado su discurso mil veces frente al espejo, pero cada vez que pensaba en el rostro inexpresivo de Shinso, su cerebro se desconectaba. ¿Y si lo rechazaba? ¿Y si se reía de él? No, Shinso no era así. Pero eso no evitaba que los nervios lo devoraran por dentro.

Era de noche en los dormitorios de la UA, y el cielo estaba despejado, iluminado por la luna y algunas estrellas parpadeantes. Había convencido a Shinso de subir a la azotea con la excusa de que el aire fresco ayudaba a despejar la mente después de un día agotador. Lo cual no era del todo mentira… pero la verdadera razón lo tenía con las manos sudorosas y las piernas temblorosas.

Shinso se apoyó en la barandilla, observando la ciudad iluminada. Su silueta contrastaba con la luz tenue del cielo nocturno, su cabello revuelto por el viento. Siempre tenía una apariencia tranquila, como si nada pudiera perturbarlo.

—¿Entonces? —preguntó, sin apartar la vista de la ciudad—. ¿Para qué tanto misterio?

Denki tragó saliva. Bien, era ahora o nunca.

—Quiero decirte algo… algo importante. —Se frotó la nuca, nervioso—. Mira, sé que soy un desastre. Que a veces hablo demasiado, hago chistes malos y que mi cerebro literalmente deja de funcionar cuando uso mi Quirk en exceso.

Shinso arqueó una ceja, con una media sonrisa.

—Tú lo dijiste, no yo.

Denki rió, aunque su corazón iba a mil por hora.

—Pero… me gustas. Mucho. Desde hace tiempo. Y cada vez que estoy contigo, es como si mi pecho se llenara de electricidad, pero de la buena. No de la que me deja tonto. —Respiró hondo y se obligó a mirarlo a los ojos—. Me gustas, Shinso.

El silencio que siguió le pareció eterno. Kaminari sintió cómo la ansiedad subía por su espalda, haciéndolo querer retroceder, reírse y decir que era una broma. Pero entonces, Shinso suspiró y se giró hacia él, cruzando los brazos.

—Sabes… eres realmente ruidoso.

Denki sintió que su mundo se caía.

—P-Pero…

—Y molesto.

—¡Agh! Ok, entendido, no hacía falta decirlo dos veces…

Antes de que pudiera darse la vuelta para huir y enterrarse en su habitación hasta el fin de los tiempos, Shinso agarró la parte delantera de su chaqueta y lo jaló hacia él, susurrando justo al lado de su oído:

—Pero también me gustas.

La mente de Kaminari se apagó. Literalmente. Un pequeño chispazo recorrió su cabello y la expresión en su rostro se volvió completamente en blanco. Shinso chasqueó la lengua, sujetándolo antes de que se desplomara.

—Típico.

Cuando Kaminari volvió en sí, estaba apoyado en el hombro de Shinso, con este riendo suavemente.

—Eres un desastre, pero supongo que me gusta eso de ti.

Denki sonrió, sintiendo que podía iluminar todo el cielo con la felicidad que le estallaba en el pecho.

—Entonces… ¿una cita?

Shinso rodó los ojos, pero no pudo evitar sonreír.

—Sí, pero trata de no electrocutarte en el proceso.

Kaminari soltó una carcajada.

—Haré lo mejor que pueda. Pero, bueno, no prometo nada.

Se quedaron en silencio por un momento, disfrutando de la brisa nocturna. Kaminari no podía dejar de mirar a Shinso, aún sin creer que lo había logrado.

—Oye, Shinso… —murmuró, con una sonrisa juguetona—. ¿Desde cuándo te gusto?

Shinso suspiró.

—¿De verdad tienes que preguntar eso?

—¡Sí! ¡Vamos, dime!

Shinso lo miró de reojo y luego volvió a ver la ciudad.

—Tal vez cuando te vi entrenando con Aizawa y, a pesar de estar exhausto, seguiste adelante como si no tuvieras otra opción. O cuando defendiste a los de la Clase B en el torneo sin esperar nada a cambio. O quizás cuando te quedaste dormido sobre mi hombro en la biblioteca y no tuve corazón para despertarte.

Denki sintió su cara arder.

—¡W-Wow, Shinso, eso es muy romántico!

—Cállate.

Kaminari se echó a reír, sintiendo que su pecho estaba a punto de explotar de felicidad.

Esa noche, el cielo estaba más estrellado que de costumbre, o tal vez solo era que su corazón brillaba más fuerte que nunca.

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> ᒮ× DESPEDIDA ×ᒳ <

El amor puede surgir en los momentos más inesperados, entre bromas, silencios y miradas que dicen más de lo que parecen. A veces, lo difícil no es sentirlo, sino reunir el valor para expresarlo en voz alta.

En un mundo donde los héroes enfrentan peligros a diario, hay batallas que ocurren en el corazón, donde la inseguridad y la esperanza chocan en un torbellino de emociones.

Bajo la luz de la luna y con la ciudad brillando a lo lejos, dos jóvenes se encuentran en un punto decisivo, donde las palabras pueden cambiarlo todo.

Nos vemos en el próximo blog, Carpe Diem, Quam Minimum Credula Postero, momento mori.

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-Hasta que llegue la eternidad nos encontrarás persiguiendo el sol.

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