╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴
❥ | J u n e | 2 8
• . • . ·
✦ . •
. · •
✦
➵p.. ן!sʞ
╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ↷
ᴡ ᴇ ʟ ᴄ ᴏ ᴍ ᴇ . . .✿'
↷
✿ ◦❀──────────
[B l o g d e e s c r i t u r a ]
<<Aquí Lisk >>
一 Í n d i c e ❜❜
│ :fallen_leaf: 1. Introducción
│ :fallen_leaf: 2. "Manos rojas" -parte 3
│ :fallen_leaf: 3. Despedida
╰─────────────⋆
Hola comunidad.
Les traigo esta historia
un tanto diferente
No es un fanfic, pero
igual espero que les guste.
La dividí en partes puesto
que era muy larga.
Pueden encontrar aquí
----------------------------------
Manos rojas
~parte 3~
----------------------------------
—¿A qué te refieres?—preguntó Marem.
—Sabes de qué hablo. Lo pensé por horas, no había rastro alguno de ella o de que la hubiesen matado. Se la llevaron. Quiero saber dónde.
—No sé de qué hablas Max Enegar.
El hombre que hasta entonces había permanecido en silencio se levantó de golpe y de acercó a ellos. Esta vez sí tuvo miedo.
—Con que la hija del apostador. Enegar, ¿sabes cuánto vale? Lo que su padre estaría dispuesto a dar por ella.
Su mano sucia tomó uno de sus mechones. Pero Max golpeó su mano. Y se interpuso entre ellos.
—No estamos aquí para eso —le dijo el joven.
—Tú estás aquí por tu amada Eli—se burló el hombre—. Yo estoy por negocios. Quiero el dinero que me prometiste que tendría.
—Y lo tendrás, una vez que recupere a Eli. Así que dejame esto a mí, puedes irte ahora.
El hombre enfurecido salio por la puerta a la calle, dejando a los jóvenes solos.
—Perdón por eso.
—Esta bien.
—Pero enserio necesito tu ayuda, luego prometo dejarte en paz.
Pero Marem no quería que la dejase en paz, quería estar ese cuarto para siempre. Junto al chico oscuro de sus sueños.
—¿Tanto la amas?—se atrevió a preguntar—. Tanto que podrías llorar por ella, reír por ella, matar por ella, vivir por ella.
—¿Qué preguntas son esas? Solo sé que la amo.
Marem trato de no ilusionarse, pero eso precisamente lo que hizo. Él no había respondido.
—No sé si mi padre aun la tiene con vida, pero si lo hiciese hay un único lugar donde podría estar.

Aun era de día así que caminaron por los lugares menos transitados.
Su padre no le hablaba mucho del trabajo a su hija, pero cuando lo hacía Marem trataba de escuchar atentamente. También oía las conversaciones de sus compañeros. Existía un lugar donde se reunían para almacenar armas, artículos de valor y otras cosas. Se reunían ahí en las mañanas y tardes.
Marem había estado en el lugar solo una vez, pero recordó el camino. Así que guió a Max Enegar.
La emoción no podía mantener callado a Enegar, y Marem estaba feliz de poder oírlo. Le contó sobre su padre, de que a pesar de odiar el lado que había elegido le tenía aprecio. Le contó sobre las pequeñas fiestas que organizaba su madre y cómo se escapaba con sus amigos de ellas.
También le contó como había conocido a Eli.
Había ocurrido hace casi dos meses en una fiesta. Ella era una roja, pero había ido de incógnito, y juro que había sido amor a primera vista.
Marem se preguntó cómo se decía cuando alguien se enamoraba de un sueño.
Así que ella también le contó sobre su vida. Su madre, su protegido y las pesadillas que tenía. No mencionó haber soñado con él. Él se veía alegre de escucharla y que no se hubiese enfadado con ella, le dijo. Solo una persona de gran corazón ayudaría a alguien que la amenazó con cuchillo. Eso solo elevó más el corazón de Marem.
Toda la conversación facilitó el largo camino que debían recorrer, pero ya habían llegado. Y sus sonrisas lentamente se desvanecieron.
—Aquí es, Enegar. Si Eli aun vive, ha de estar aquí. Pero te pido que tu corazón no guarde tantas esperanzas pues la caída será más dura.
—No te preocupes por mi corazón, puede resistir lo que sea.
—Entonces, vamos.

Parecía una casa normal, pero no lo era. En su interior habían pasado cosas horrorosas. Era la boca del lobo.
Ambos se acercaron lo más que pudieron, detrás de unos tanques viejos que estaban en el lugar y Marem le explicó la situación.
—Tú no puedes entrar, apenas te vean y te reconozcan te mataran. Así que debo ir yo, trataré de averiguar si tienen a Eli. Luego regresaré contigo.
—No me puedo quedar quedar sin hacer nada—dijo Namjoon desesperado.
—¡Que no entiendes! Morirás, desde que te conozco todo lo que haces que correr hacia la muerte. De eso no es el amor.
—¿Y tú que sabes?—repondió furioso.
—Tú esperame aquí. Regresaré.
Marem se alejó rápidamente, ignorando su pregunta. Ignorando sus sentimientos. Ignorando la mano extendida de Max Enegar.
Al llegar al lugar, la puerta estaba entreabierta. Así que simplemente entró.

El apostador había enviado a dos hombres a que vigilarán a su hija. Si su comportamiento extraño se debía a alguien o a algo quería saberlo. Así que dos fieles seguidores se dieron la tarea de seguirla, pero al poco tiempo se habían aburrido.
Ella tenía una vida aburrida. Solo la vieron salir con la comida que siempre solía llevarle a un niño. El apostador era consciente de los actos de caridad de su hija. Un acto que no apoyaba pero aceptaba.
La siguieron sin prestarle mucha atención. Hablaban entre ellos, poco preocupados de Marem. Y luego ya no estaba. Había desaparecido.
¿Cómo le iban a explicar a su compañero y jefe que habían perdido a su hija?

Voces venían desde el fondo. Marem se alejó de ellas. Como estaba oscuro debía ir con cuidado de no hacer ruido pero también debía pensar rápido.
¿Donde tendrían a una persona? Marem sabía que probablemente ya estaba muerta. Eso le diría a Max, rompería su corazón. Pero sanaria.
Las voces tomaron forma y escuchó atentamente.
—...el otro grupo ya me informó que no hay señales. Debemos seguir buscando. Es una falta de respeto para nosotros que se nos vaya tan fácilmente de las manos.
—Pero ya he enviado a mis mejores hombres tras él. No ha salido de la ciudad. Si se esconde entre nosotros daremos con él. Tenemos también fijilado a su padre, si lo ayuda en algo será un traidor.
Marem sabía que hablaban de Max. Aún lo buscaban y pronto lo encontrarían pues lo había guiado justo a su perdición. Retrocedió dispuesta a regresar con él.
—...aparecerá tarde o temprano, tenemos a su hermosa roja. Debe venir por ella.
Esas palabras la helaron, cómo era posible, ella ya no estaba en este mundo. Su padre no tomaba rehenes, no perdonaba, no lloraba.
De todas formas no había mucho que pudiese hacer. Tenía dos opciones regresar a Eli a los brazos de Max Enegar o dejarla parecer sabiendo que solo la esperanza destruirá al chico de sus sueños...
¿Estaria dispuesta a dejar ir al amor de sus sueños y de su vida?

Ambos hombres trataron, en vano, de encontrarla. Habían perdido su rastro en un segundo.
—¡Oigan! —Una voz provino de la oscuridad, al salir de su escondite un hombre desarreglado con cuchillo en mano les sonrió.
—Necesitan ayuda. Puedo guiarlos, a cambio, claro, de algo que necesito.
✧DESPEDIDA ✧
Nos vemos en la siguiente blog.
<<Lisk se despide>>
[Editora blogger AW]
[Writing group]

Comments (1)
Ese hombre traidor >=c