Gracias por ser primavera :blossom:

Fuiste flor en medio del invierno,

un suspiro cálido cuando todo dolía.

Llegaste sin promesas,

pero con el alma abierta

como un campo lleno de margaritas.

Te recuerdo en los colores del amanecer,

cuando el sol aún duda si salir

y el cielo se viste de suaves anhelos.

Eras eso: una pausa hermosa,

una luz tibia que no pedí…

pero que agradecí con cada parte de mí.

El viento hablaba de ti

cuando rozaba mi piel con ternura,

y yo cerraba los ojos

como si al hacerlo pudiera conservar

el instante en que todo era posible,

en que tu risa me parecía el centro del mundo.

No te quedaste para siempre,

pero no todos los milagros duran.

Y eso está bien.

Algunas flores solo florecen una vez,

pero su perfume se queda en el alma

mucho después de haberse marchado.

Nunca te lo dije,

pero gracias.

Gracias por enseñarme que el corazón

puede volver a latir sin miedo,

que hay abrazos que curan,

aunque no duren.

Me hiciste feliz.

Con gestos pequeños, con miradas suaves,

con silencios compartidos

que hablaban más que cualquier poema.

Y aunque no fuiste mi destino,

fuiste mi estación favorita,

mi sol en un día nublado,

mi viento en un suspiro largo.

Ahora, cuando amanece,

y la luz se cuela por mi ventana,

te pienso con ternura,

sin rencor, sin tristeza,

solo con ese dulce vacío

que dejan los momentos hermosos

cuando ya no están…

pero siguen viviendo dentro de uno.

Fuiste flor, viento, sol y abrigo.

Y aunque ya no estés,

yo me quedo con lo vivido.

Con lo que fuiste.

Con lo que fui contigo.

(For you) :yellow_heart: :blossom:

Y sobre todo… gracias.

Gracias por esos minutos

en los que el mundo fue más suave,

mi sonrisa más sincera,

y el dolor un poco más lejano.

Gracias por hacerme sentir bien,

por regalarme instantes felices

en medio de tanto gris.

Aunque solo fueran unos minutos,

te juro… valieron toda una eternidad.

Gracias a ti,

sonreí un poco más,

reí un poco más,

y por un rato… la tristeza se fue.

No lo olvido.

No lo borro.

Porque hay personas que no se quedan,

pero tocan el alma

como si hubieran estado ahí toda la vida.