I have a nightmare │𖤐 ᩼⁺‧ One-shot

˗ˏˋ w e l c o м e   т o   n e w   в l o gˎˊ˗

- - - - - - - - - - - - - - - - - -

〔 🦴 〕;〔 🦴 〕;〔 🦴 〕

˗ˏˋ『 虽然我不完美，但我很漂亮 』ˎˊ˗

ᴍéxɪᴄᴏ, ᴄᴅᴍx ┋25/O6/2O19.

︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶

❐│❥Sαмαηтнα        ❐│ʙʟᴏɢ ɴᴏ. 03. ↻

❐│#TorneoDeEscritores     

❐│ Gracias por el destacado ♡.

︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶︶

↳ Hι hoᥒᥱყ, rᥱᥲdყ for thιs?

───────── · · · · · ─────────

                      | ◇ -. Introducción ...............OO1  

                       | ◇ -. Ficha técnica ..............OO2

                      | ◇ -. Sinopsis ......................OO3

                      | ◇ -. I have a nightmare ......OO4

                      | ◇ -. Despedida ...................OO5

╭──────────────────.°୭̥

╰─➤ ✎ I n t r o d u c c i ó n

╭────────────────────╮

╰╮·.˙·.˙·.˙·.˙·. ¦ Bienvenidos héroes y villanos, Sam

╭╯·.˙·.˙·.˙·.˙·. ¦ se hace presente con un One-Shot

╰╮·.˙·.˙·.˙·.˙·. ¦ para la segunda fase del torneo de

╭╯·.˙·.˙·.˙·.˙·. ¦ escritores; la dinámica es hacer un

╰╮·.˙·.˙·.˙·.˙·. ¦ relato de terror que debe incluir al-

╭╯·.˙·.˙·.˙·.˙·. ¦ gún elemento que es normalmente

╰╮·.˙·.˙·.˙·.˙·. ¦ asociado a este tipo de cuentos de

╭╯·.˙·.˙·.˙·.˙·. ¦ atmósfera oscura, (el elemento fue

╰╮·.˙·.˙·.˙·.˙·. ¦ otorgado gracias a un gif y a la su-

╭╯·.˙·.˙·.˙·.˙·. ¦ erte). No voy a mentir, no tengo ni

╰╮·.˙·.˙·.˙·.˙·. ¦ idea de como voy a lograr hacer la

╭╯·.˙·.˙·.˙·.˙·. ¦ historia terrorífica; en verdad es un

╰╮·.˙·.˙·.˙·.˙·. ¦ reto para mi, ojalá pueda gustarles

╭╯·.˙·.˙·.˙·.˙·. ¦ al menos un poco. No sé cómo va-

╰╮·.˙·.˙·.˙·.˙·. ¦ ya a resultar esto, deséenme suer-

╭╯·.˙·.˙·.˙·.˙·. ¦ té y recuerden... ¡Plus ultra!

╰────────────────────╯

︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿︿

.. .. .. F i c h a    t é c n i c a ೃ

﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀

•Anime/manga•

Boku No Hero Academia

•Título•

❝I have a nightmare❞

•Personajes•

Dabi, Himiko Toga, Twice,

y Tomura Shigaraki.

•Tipo•

One-shot

•Género•

Terror y drama

•Autor•

❥Sαмαηтнα

﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀﹀

El reloj avanza con normalidad, el tiempo no se detiene, los días siguen cambiando y las noches siguen repletas de estrellas; y yo espero aquí, lejos de aquella realidad. Sigo esperando a que cumpla su promesa, a que el ser maligno en mi cuerpo me permita escapar de todos mis pecados... Sigo deseando poder dormir una vez más.

Una réplica de mi misma que cada noche sale de la os- curidad de mi habitación para ser un parasitó del sueño y pesadillas. Con la mirada vacía y movimientos espas- módicos, se relame al verme dormida tranquilamente y sonríe sin sonreír. Se desliza sobre mi cuerpo olfatean- do cada centímetro de mi piel y restriega su cara con la mía de un modo imperceptible. Me abraza tan fuerte que me cuesta respirar, tratando de entrar en mi, hasta ahora nada lo ha detenido; hace que mi temperatura oscile los extremos y así se alimenta de mi descanso y de mi vida.

Quiero hablarle, detenerlo, pero no emito ningún sonido cuando abro la boca; intento decirle algo con mis pen- samientos, quizá pueda leer lo que intento decirle, pero es una mala idea. En cuanto lee mi mente tiene el total control sobre mi cuerpo, sobre mis acciones, sobre mis manos, sobre mis asesinatos. No quiero hacerlo, aún así; eso se deshecha en mi mente, todo aquello que se convertirá en pesadillas.

══════════════════════════

A D V E R T E N C I A

Si eres muy susceptible al terror ten cuidado.

Leer bajó su propio riesgo.

══════════════════════════

┊         ┊       ┊   ┊    ┊        ┊

┊         ┊       ┊   ┊   ˚✩ ⋆｡˚  ✩

┊         ┊       ┊   ✫

┊         ┊       ☪⋆

┊         ⊹

✯ ⋆      ┊ .  ˚

          ˚✩

25 de octubre del 2004.

Era costumbre de los chicos, reunirse en distintos pun- tos de la ciudad para prácticas de espiritismo, solo por llamarlo de alguna forma, pues del asunto sabían poco, eran simples aficionados de lo paranormal, sin ningún conocimiento sólido de lo que estaban haciendo. En re- petidas ocasiones, habían intentado arse con seres del más allá, a través de métodos mencionados en internet o en libros de dudosa procedencia; pero co- mo era de esperarse, no obtenían resultados, solo les servía para pasar el rato.

En cierta ocasión, se reunieron en una solitaria propie- dad en las afueras de la ciudad, de la cual se contaban horrores y se prohibía el paso. Al llegar, no vieron en el sitio nada imponente, se trataba de una diminuta y derruida cabaña, la cual no tenía siquiera espacio para ventanas, le faltaba la mitad del techo y mostraba ras- tros de daño. Tenían que ir en motocicleta hasta allí, a- travesando toda la ciudad donde vivían y, seguidamen- te algunas carreteras secundarias y caminos rurales.

Estas carreteras eran algo complicadas, no estaban as- faltadas debidamente y por la noche era difícil conducir por allí ya que no estaban bien iluminadas. Además, las montañas estaban muy cerca y el lugar solía verse lleno de pequeños animales que solían cruzarse por los caminos. Algo que le molestaba a Toga, porque nunca sabía cuándo podría tropezar con algún animal y atro- pellarlo sin querer.

—Este lugar me da escalofríos —dijo la única chica del grupo—. ¿Quién dijo que esto era buena idea?

—Tú, y no te quejes —respondió Tomura frio—. Hemos estado en lugares peores...

—¿No te ha pasado que ves a una persona y sientes un aura diferente? Es lo mismo en este caso. Me quiero ir.

Los chicos hicieron caso omiso a las quejas de Toga y continuaron el viaje, la chica pensaba que podía volver, pero al voltear hacia atrás, notó que la noche ya estaba absorbiendo todo y que sería riesgoso volver sola. Con un suspiro cansado y agotado, aceleró con la idea de alcanzar a sus amigos, rogando que nada sucediese.

Habían tenido complicaciones por culpa del mal estado del camino o la poca visibilidad, y, aunque habían sido sólo pequeños sustos, ahora ellos intentaban cuidarse de no ir a solas por allí, así si ocurría algo inesperado podrían echarse una mano los unos a los otros, pero a- quella noche iba a ser diferente para todos.

Su primera impresión los dejó tan decepciones que de- cidieron marcharse a un lugar tétrico, pero ya estaban ahí, no sería un viaje en vano. Sacaron artefactos, una ouija casera, un par de velas negras, sangre de anima- les, etc. Después de algunos minutos se dieron cuenta que no iba a suceder nada. La ouija no se había movido en ningún momento y ya se estaban aburriendo.

—Les dije que era una pérdida de tiempo, les he dicho miles de veces que los demonios y esas cosas no existen —dijo Jin levantándose y sacudiendose los pantalones—. Esto es basura...

Lluvia, viento, oscuridad. Todo vino de repente, las velas se apagaron, la sangre empezó a derramarse de sus contenedores y el viento y la lluvia entró apagando las velas, dejándolos sin visión. Los gritos de los chicos eran desgarradores, no venían preparados para tal cosa.

—¡Necesitamos calmarlos! —gritó Dabi con fuerza—. Nos ha agarrado una tormenta, nada más.

El silencio volvió en cuestión de segundos, pero no para Toga, ella escuchaba una respiración agitada y susurros enojados. Miró a un lado y luego al otro, pero la oscuridad no la dejaba ver más allá de unos cuantos metros. No podía ubicar el lugar del que provenía aquel fuerte ruido, pero entonces alzó la vista y lo vio, algo terrible que, inexplicablemente la aterró casi de manera instantanea, provocando que por un momento frenase su respiración en seco hasta el punto de casi desmayarse en medio de aquella oscura cabaña de la montaña.

Era una silueta grande y oscura, que Toga pudo relacionar rápidamente con la de una persona, (o al menos algo que tenía forma humanoide). Podía observarse claramente que tenía dos piernas y dos brazos, pero lo más aterrador e imponente eran aquella enorme boca con colmillos y los ojos rojos clavados en sangre, que se abrían con cada segundo que pasaba.

Susurró cosas hasta que los susurros se volvieron gritos <<Non debes spectare sursum>> repetía la criatura, Toga sintió como algo caía de sus ojos y nariz, era sangre. Sin previo aviso, la criatura saltó sobre la chica, rasgando cada pedazo de su piel, tratando de entrar en ella. Mordiendo, rasguñando, gritando, pateando, matándola.

—¡Toga detente! —Dabi sacudía sus hombros con brusquedad—. ¡Ya deja de gritar!

Apenas reaccionar, Toga se levantó y aún con el mal tiempo fue hacia su moto y arrancó a toda velocidad; sus amigos simplemente se miraron en busca de una respuesta. En menos de cinco segundos, Jin se subió en la suya y siguió a su amiga, era demasiado peligroso para que fuera sola.

No tardó en rebasarla, parecía que nunca había conducido su moto, pues manejaba con inseguridad; pero quizá solo era por el miedo. Se detuvo en seco y se interpuso en el camino, con la esperanza de que su amiga se detuviera.

—¡Himiko, detente! —gritó angustiado.

La chica paro la moto a unos metros de él, con las manos aún en el volante, Jin miraba a su amiga con ojos llorosos, en verdad le preocupaba que hubiese actuado así, no parecía ella. Jin avanzó hacia ella con pasos lentos y cansados.

—No seas tan rara Himiko...

—¿A quién llamas Himiko idiota? Ahora este solo es mi recipiente.

Arrancó la moto nuevamente, pasando por encima del joven, los huesos tronaron fuertemente y la sangre manchó las llantas del vehículo. Una sonrisa se formó en el rostro de la joven, sonrisa que desapareció al oír las quejas del chico. Volteando hacia atrás, fue de reversa, aplastándolo nuevamente. La dinámica fue la misma hasta que casi era irreconocible, una risa macabra salió de la boca de la joven. Hasta que alguien la llamó por detrás de su hombro...

—¿Himiko? ¿Qué has hecho?

La chica se sacudió de forma extraña, como un escalofrío, y cayó de la moto, en el charco de sangre de su amigo. Toga empezó a gritar, mirando el cuerpo deforme de Jin a su lado, su rostro mostraba dolor y tristeza. Los gritos se hicieron más agudos al ver que su cuerpo estaba cubierto de aquella sangre.

—¡Dabi, ayúdame, algo me ocurre! —gritó destrozada—. ¡Algo muy malo!

—¿Quieres que te ayude? Estas loca —susurró casi vomitando—. Tú deshazte de él sola, yo solo guardaré tu secreto, y apúrate, que Tomura no tarda en llegar.

—No es eso...

—¡Apúrate o Tomura irá a la policía!

Con desesperación, Toga jaló las piernas de Jin hacia el bosque, las lagrimas dejaban un rastro junto con la sangre escurriendo. No se esforzó mucho, pues tenía la idea de que los animales se lo comieran y se viera como un simple accidente.

<<Tu amigo dijo que yo no existía, tenía que darle una lección, no lo tomes personal>>, susurró una voz en su cabeza, con locura, Himiko volteó hacia todos lados, <<No seas tonta, me iré cuando yo quiera, cuando elimines a todos>>. En ese momento no entendió lo que él quería, pero no tardaría en hacerlo.

Toga se levantó a las tres de la mañana, llevaba tres días inconsciente gracias a sus pastillas. Camino por toda la casa, y todo era un desastre, su gato estaba muerto y había sangre por todos lados. Sintió el hormigueo en la manos y el pecho. Era señal de que sucedería de nuevo. Miró rápidamente a sus alrededores buscando sus pastillas para dormir, él no podía hacer nada si estaba en ese estado, debía evitar que tomara el control a toda costa.

Comenzaba a ver borroso y tropezó frente al espejo, pero ya era demasiado tarde. Ya no era ella quién miraba al espejo, era él quien sonreía, el demonio dentro de ella.

Su teléfono sonó, eran sus padres en busca de su ubicación, pero no pudo dárselas. Dabi, Tomura y ella se habían ido a un departamento fuera de la ciudad mientras todos se recuperaban por la muerte de Jin. El gato había aparecido días antes en la ventana, ahora estaba muerto por culpa de aquel ser en Toga.

La chica se golpeó así misma sin compasión, controlada por aquel ser dentro de ella; no veía nada más que oscuridad, pero si percibía el dolor; muñecas, estómago, cuello, rostro y un costado, cerca de las costillas. La cabeza le ardía. Respirar seguía siendo difícil, pero pudo distinguir el olor a sangre.

El demonio no tardó en otorgarle el control una vez más, haciendo que cayera al suelo sangrante, con traspiés se levantó y volvió a la cama. Tratando de dormir, al menos una vez más.

Todas las noches la misma pesadilla. Toga tenía la cara de Jin grabada en su mente. <<Ese atropelló no fue mi culpa>> pensaba tratando de convencerse <<no tenía más remedio que enterrarlo>>. Oía sus llantos cada minuto.

–No te gires, no grites. Ahora sufre —un figura idéntica a ella le hablaba desde una esquina—. Pude ser yo, pero lo hice con tus manos. Estás implicada.

Las manecillas del reloj la despertaron. Ansiedad, pupilas dilatadas, manos temblorosas y alma afligida. Tac, rompió el silencio la aguja del reloj de pared cuando marcó las 3:33 horas de la madrugada. Tac, fue el sonido de su corazón cuando frente a Toga aparecía otra ella. Se observan, repitiendo el nocturno y habitual ritual, ella a punto de morirse y el demonio tan lejos de la vida.

Con miedo, Himiko se levantó de la cama, sin darle la espalda a esa cosa, salió de la habitación en busca de sus amigos; quizá pudieran ayudarla y reconfortarla. Entró a la habitación y con manos temblorosas tocó a su amigo.

—Dabi, tuve una pesadilla —sacudió levemente a su compañero tratado de levantarlo.

—¿Y qué querías? Después de la atrocidad que hiciste, ninguno de los dos va a dormir bien, acepta la consecuencias.

—Pero...

—Ya cállate Himiko, tienes suerte de que no vayamos a la policía, no me hagas cambiar de opinión.

Con la cabeza cabizbaja volvió a su habitación, el ser seguí ahí parado, una sonrisa se asomó en su enorme boca llena de colmillos. Sus manos temblaban, la sangre en su cuerpo por las golpiza minutos antes, al fin se había secado y solo quedaban moretones y pequeñas heridas en su lugar. El demonio hacía movimientos extraños, en un segundo, salto sobre la pared y camino alrededor de la habitación.

Pegado al techo, bajo su cabeza quedando frente a frente con Himiko, quien no se movió. Su cara se deformaba cada vez más, una sonrisa distorsionada y cruel se acercó a su rostro, casi mordiéndola. Pero antes de que sucediera el ser habló:

—Pronto te acusarán y morirás en prisión, conmigo, atormentándote por siempre, tu decides...

—Primera vez que hablas civilizadamente conmigo, que suerte tengo —dijo cansada y acercándose a él—. Hazlo ya, solo déjame en paz y vete, haré todo para que no me atrapen y pueda dormir una vez más.

Los ojos rojos del ser brillaron como rubíes, se volvió una sombra y entró al cuerpo de la chica, quien entre gritos y quejas le daba permiso al demonio de entrar en su cuerpo. La sentencia de muerte de sus amigos había sido firmada.

Se escucharon sus zapatos retumbando en la obscuri- dad. Su risa juguetona y sádica acercándose cada vez más. Se podía escuchar su respiración acelerarse por la emoción y adrenalina. Luego habló con un tono que asustaba. Un tono de ultratumba.

—¿Quién quiere jugar al escondite?

Nuevamente entró a la habitación de los chicos, fue del lado de Tomura y lo despertó con cuidado. Este apenas abrió los ojos recibió una apuñalada en el estómago, escupió sangre y sus ojos se volvieron rojos. Toga siguió clavando el cuchillo hasta poder atravesar todo el cuerpo del chico.

—Himiko no gritaba por locura, solo trataba de advertirte, estúpido —susurró acercándose a la cara del chico muerto, su voz ya no era femenina ahora era una gruesa y cruda.

Dabi volteó adormilado para ver que sucedía, la sonrisa macabra de Himiko lo hizo saltar de la cama y correr por el apartamento. En busca de una forma de escapar; pero el demonio había eliminado cada una de esas salidas.

—Vamos a jugar Dabi, quien muera primero pierde ¿te parece? —anunció la chica—. ¿Cómo quieres tu ataúd?

El chico fue a la cocina y se escondió detrás de la barra, su respiración agitada y ganas de vomitar le estaban dando una mala jugada. Debía encontrar una forma de escapar, aún si debía matarla, giró sobre su propio eje y vio el resplandor de los cuchillos no muy lejos de él.

En cuclillas, Dabi se acercó y tomó uno. Volvió a su lugar y miró por un borde, parecía no haber nada, hasta que, sintió una respiración en su nuca. Al voltear estaba Himiko tomando su cuchillo en mano.

Sin pensarlo, Dabi clavó el suyo en el estómago de su amiga, lágrimas cayeron y la bilis subió por su garganta.

—Ya vete a dormir Toga, ya es tarde...

—No quiero irme a dormir —aclaró sacando el cuchillo lentamente de su cuerpo—. Y no puedes obligarme.

Clavó el arma en su cara, con aquella mirada sin ojos se veía guapo. Tres tajos precisos, ni uno más, para arrancar la carne blanda de raíz y romper con firmeza un tacto duro de cartílago. Quitar la nariz para un triángulo vacío. Abrir en canal la comisura de los labios, agrandar la hermosura en su sonrisa. De oreja a oreja. El halloween se acercaba y no vendían muchas calabazas, era hora de aprovechar.

Después de todo, los chicos encontraron lo que busca- ban, finalmente aron con lo sobrenatural, lo sin- tieron, formaron parte de el, y terminaron en sus domi- nios. Solo que olvidaron lo principal en ar a un demonio, y es que él no está hecho para servir a nadie, mucho menos para ser incluido en un juego, buscaban solamente pasar un rato divertido, y terminaron siendo uno más de los lamentos, que se escuchan desde el in- fierno.

Despertó sobresaltada y sudorosa, como muchas otras veces debido a las continuas voces que invadían su ca- sa y su mente, pero esta vez no había ruido que pertur- base su descanso. Fue a refrescarse al baño y mientras contemplaba el reflejo que devolvía el espejo, una son- risa siniestra se dibujó en su rostro dejando asomar la dentadura perfecta.

—Todos muertos... —susurró pegándose levemente en sus mejillas y tallándose los ojos.

Volvió a la cama y siguió durmiendo. <<Silencio y paz, al fin lo logré>> pensó cayendo en un sueño profundo, mientras recordaba los acontecimientos que la habían salvado con una leve sonrisa en su rostro.

—Ne sursum respicere —dijo una voz, esa cosa había vuelto, Toga miró hacia arriba una vez más, quizá así acabaría esto—. Non debes spectare sursum.

La sombra del techo se abalanzó sobre ella, un corte limpio en el cuello y la chica pudo descansar en paz y sin pecados. Los policías encontraron el cuerpo tiempo después, pero era demasiado extraño, su cuerpo estaba rodeado de sangre, sin cabeza y con un hueco en su estómago, como si alguien hubiese escarbado en ella... pero no tratando de entrar sino de salir, al fin el demonio logró su cometido.

En la pared estaba pintada con la sangre de Toga una frase que a los policías les parecía verdaderamente extraña: Ne sursum respicere.

—¿Qué significa? —preguntó un oficial acercándose a la pared—. Parece solo letras al azar.

—Es latín —entró otra persona en la escena—. ¿Quiere que lo traduzca para usted?

Después de unos segundos, el oficial asintió con la cabeza, cualquier cosa podía servir para saber quien era el asesino de la chica y de sus compañeros.

—No mires hacia arriba...

══════════════════════════

┊         ┊       ┊   ┊    ┊        ┊

┊         ┊       ┊   ┊   ˚✩ ⋆｡˚  ✩

┊         ┊       ┊   ✫

┊         ┊       ☪⋆                 

┊         ⊹

✯ ⋆      ┊ .  ˚

          ˚✩

╭─────╯•╰─────╮

¿Qué tal héroes y villanos? ¿Les gustó el One-Shot? La verdad siento que fue un verdadero fracaso, no voy a pasar de esta ronda; pero aún así, díganme ¿qué les pareció? Como siempre, estoy abierta a cualquier sugerencia, comentario y/o alago que quieran darme. ¡Hasta luego heroes y villanos! ¡Plus ultra!

╰─────╮•╭─────╯