Canciones, recuerdos y perfume de limón - #LatinoTale

Hola! Undyne/Utu presente!

Y aquí traigo mi historia para el concurso de #LatinoTale ^^

Cómo amo estas clases de matemática que te inspiran para crear historias amalgamáticas (?

Y sin más que decir, disfruten de la historia ^^

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Canciones, recuerdos y perfume de limón.

El laboratorio era oscuro, siniestro. Frisk avanzaba por los pasillos mirando hacia todas partes, con temor de encontrarse a otra de esas bestias. Desde que había entrado al subsuelo no había encontrado monstruo semejante a ellos: eran pegajosos, hablaban de manera extraña (como si muchas voces estuviesen intentando pronunciar diferentes oraciones al mismo tiempo) y traían consigo un aire de pérdida y tristeza que era mucho más potente de lo que el niño podía soportar.

- T…Tengo que encontrar a A-Alphys… N-no p-puedo rendirme… N-no voy a volver atrás… - susurraba el pequeño, juntando fuerzas para avanzar un paso más en vez de retroceder y salir corriendo hacia el ascensor que lo había traído allí. Aunque no funcionase, ese sería el único lugar en dónde estaría “seguro” … ¿O no?

Siguió caminando, pasando salas con el sartén agarrado con firmeza, como si fuese a poder pegarle a uno de esos monstruos en cuanto le atacase… Obviamente, eso era mentira: no se atrevería a golpear ni a una mosca, solo estaba haciéndolo para “tranquilizarse”.

Se abrió paso por una sala llena de camas y, al cruzar por una puerta, se encontró con un pasillo dividido en dos. Miró a la derecha: a lo lejos se veía vapor y un botón rojo que quizás activaría algo. Estaba a punto de marchar hacia allí cuando miró hacia atrás. Allí, un brillo amarillo. Un brillo tan conocido que le brindó casi al instante una sensación de seguridad inexplicable: era un punto de guardado. Soltando el sartén por la emoción, corrió hacia él con una sonrisa.

“¡Al fin! ¡Al fin!”, exclamaba para sus adentros.

Se detuvo frente al punto para recuperar el aire. Miró a su alrededor: había una clase de máquina extraña muy oxidada que le inspiraba desconfianza. Con un sacudón de la cabeza, ignoró aquél aparato y se volvió a concentrar en su punto de guardado, su fuente de determinación. Estiró su mano para activarlo, pero apenas sus dedos rozaron su superficie se encontraron con que era una especie de pasta pegajosa… Igual que la de los monstruos.

De repente, el brillo del punto se apagó y este se volvió blanco. Una sonrisa y unos ojos saltones aparecieron allí para observarlo con curiosidad.

En menos de un segundo, toda la sala comenzó a oler a limón.

Y entonces, tomó forma.

Una criatura enorme… Deforme, como las demás. Musculosa, pero a la vez gelatinosa. Con ojos grandes y dientes amenazadores.

Frisk no pudo contener un grito de terror cuando aquel ser rugió y se abalanzó hacia él intentando morderlo, pero pudo esquivar por poco sus ataques. Palpó en sus bolsillos y miró desesperadamente a su alrededor: necesitaba su sartén. Pero, como era de esperar, la sartén se encontraba lejos, en la entrada del pasillo tirada en el suelo.

- Bienvenido a mi infierno especial – dijo aquél monstruo. Su voz retumbó en todo el laboratorio. Dentro de ella se podía definir una voz femenina, una masculina y varios gruñidos extraños.

El niño se largó a llorar, desconsolado. Gritó por ayuda: estaba desesperado.

- Pero nadie vino – pronunció la criatura, para luego abalanzarse nuevamente para atacar al joven, sin éxito – Quédate conmigo… – dijo, antes de terminar su turno.

Frisk dejó de llorar y simplemente se le quedó mirando. Esa última frase estuvo cargada de sentimiento: esa amalgama realmente se sentía sola… Y sufría… Sufría tanto o quizás más que cualquiera de los otros monstruos del subsuelo. Se contuvo para no lanzarse a ella y darle un fuerte abrazo… Por alguna razón, sintió que el no abrazarla iba a ser una buena idea. Los dientes de la criatura temblaron.

- ¿Crees que soy bonita? – volvió a pronunciar la amalgama. Esta vez, Frisk pudo distinguir claramente la voz femenina de todas las demás. Y esa voz le trajo un recuerdo… Su recuerdo.

Mientras esquivaba los ataques, el niño comenzó a tararear una canción… Una canción que había aprendido en Waterfall.

El cuerpo de la criatura comenzó a temblar y lanzó un nuevo rugido, pero esta vez cargado de tristeza y dolor.

- Yo te conozco… - susurró Frisk con timidez, mirando fijamente a la amalgama.

- Eso es lo que todos dicen – respondió ella. La voz femenina casi estaba oculta detrás de todos los gruñidos.

- ¡No! ¡Yo de verdad te conozco! – exclamó el muchacho, ahora con más confianza - ¡Tú eres su hermana! ¡La hermana de Shyren!

Al pronunciar el último nombre, la amalgama lanzó un nuevo rugido lastimero al cielo y volvió a atacar a nuestro humano, el cual la esquivó con destreza.

- Y estoy seguro que también… - Frisk flexionó su brazo con la vista clavada en los músculos de la amalgama. Estos también temblaron… Ella comenzó a recordar algo.

- He sentido esto antes… - dijo, con una voz en perfecta armonía – Soy Lemon Bread… Fue un gusto conocerte.

“¿Podría esto ser un adiós?”, pensó Frisk, pero un segundo después la amalgama se retiró, sin dejar que el niño contestase.

- Lemon Bread… Tu hermana te extraña… - susurró Frisk, todavía disfrutando del dulce perfume de limón que quedaba en la sala – Pero yo te prometo que la volverás a ver.

“El deseo de cumplir esa promesa te llena de DETERMINACIÓN. Archivo salvado.”

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Lemon Bread... Una de las menos valoradas almalgamas... Ella es particularmente mi favorita ^^

Especialmente porque su hermana es mi "enemigo random" favorito :P

Espero hayan disfrutado la historia... Yo, por mi parte, estoy conforme con el resultado.

No sé si se darán cuenta, pero muchos datos de esta batalla los saqué específicamente del juego (un ejemplo, es que las acciones que hace Frisk -excepto la de hablar- son las únicas que puedes hacer en el menú "ACTUAR" dentro de la pelea... Otro son las frases de la amalgama, que -excepto en la que se presenta con nombre y todo- son las que utiliza en su batalla).

Y... Ehm... Eso ^^

Gracias por leer ;)