En los albores de nuestra civilización miramos al resto de la galaxia con ojos ingenuos, dispuestos a compartir nuestros descubrimientos y civilización con el resto de la humanidad, pues habíamos estados solos por milenios. Y entonces la Gran Cruzada del Imperium nos masacraron y empujaron al exilio fuera de la galaxia. Aún nos deben diez mil años de esclavitud por lo que nos hicieron
Jon Pierce. Cronista imperial
Orígenes
El origen de nuestra civilización se remonta a la dispersión de la humanidad por las estrellas, cuando la humanidad comenzó a colonizar mundos fuera del sistema solar.
Alrededor del milenio 15, el planeta conocido como el viejo Kaas fue colonizado por la humanidad y pronto se convirtió en cuna de la ciencia, desarrollo tecnológico y cultura. Un centro de población desde donde se fueron colonizando sistemas cercanos y formándose una civilización propia en sintonía com Terra durante milenios, siendo uno de los mundos humanos más prósperos de esta era.
El esplendor de los Kaas continuó por toda la Edad Oscura de la Tecnología, como un pueblo pacifista y muy rico, que se crecía en la adversidad. Incluso cuando llegó la Era de los Conflictos y nuestra civilización quedó aislada del resto de la humanidad en el milenio 23, nuestro pueblo, a diferencia de el resto de la patética humanidad, no involucionó, sino que mantuvo su tecnología y no dejó de avanzar hasta poblar cientos de mundos de forma autosuficiente y pacífica, separada de toda la humanidad.
La gran masacre
Sin embargo, en nuestro pacifismo e ingenuidad, nuestros antepasados eran débiles, y la debilidad es peor que cualquier pecado. En el milenio 30, nuestro reencuentro con nuestros parientes perdidos no fue lo que esperamos. Nuestro pacifismo fue correspondido con sangre y nuestra ingenuidad con genocidio.
La llegada de la Gran Cruzada del Falso Emperador y su diez mil veces maldito Imperium nos juzgó herejes por adorar de forma pacífica a los dioses, y sus marines espaciales masacraron nuestros indefensos mundos con el objetivo de erradicarnos por toda la eternidad, destruyendo el Viejo Kaas y cientos de nuestros mundos en la Vía Láctea.
El largo exilio
Fue entonces cuando surgió Él. La figura sin nombre ahora conocido como el Emperador Negro. Se dice que fue un miembro de nuestra casta sacerdotal en esta era. Se dice que reunió a los demás psíquicos y sacerdotes para liderarlos y, las lenguas más oscuras dicen que realizó un ritual para consumir a todos los psíquicos supervivientes de nuestra civilización hasta ser inmortal, pero claro, esto no son más que rumores del peor tipo de disidentes en contra de nuestro Emperador, que reine por siempre.
Sea como fuere, este poderosísimo hechicero, tras adquirir poderes más allá de lo humano de manera poco clara, reunió a todos los supervivientes de nuestra civilización y se embarcó en un viaje de proporciones épicas fuera de la Vía Láctea. Un viaje lleno de penurias donde millones murieron pero finalmente nos establecimos en una Galaxia Enana, fuera del genocida alcance del Imperium.
Fundación del Imperio del Caos. La Era del Oscuro Rencor (M. 30 - M. 33)
Tras nombrar a esta galaxia enana como Kaas, nos establecimos en el planeta nombrado como Nuevo Kaas o Kaas Prime. Un planeta cubierto en tormentas eternas y donde el poder del Caos es intenso.
Fue aquí donde nuestro Emperador Negro decidió establecer la capital del recién creado Imperio del Caos, un estado con un único propósito, el de la venganza alimentada por el más negro odio contra el Imperium, inculcado en las enseñanzas de todo ciudadano desde su nacimiento. Nunca más seríamos víctimas, pues seríamos los amos de un trillón esclavos, los señores de nuestro destino. Un Imperio donde los más fuertes gobernaran sobre los débiles a su antojo y en el que no se suplicara o se vendiera el alma a los Dioses, sino en el que los mejores entre nosotros dominaran su propio destino y a los mismos poderes del Caos siguiendo el Camino Óctuple.
Esta ideología fue sobre la que se fundó la Orden de los Señores del Caos. La élite gobernante del Imperio y nuestros oscuros amos. Psíquicos, hechiceros, guerreros del Caos que han conseguido dominar los poderes oscuros sin perderse a sí mismos y sin vender su alma a Dioses o demonios. Y de entre esta Orden los cien más formarían el Consejo Negro, el órgano más poderoso, solo por debajo de nuestro amado Emperador.
Era de la expansión gloriosa (M. 33 - M. 40)
En esta larga era nos lanzamos a la conquista de toda la Galaxia Enana en ma que vivíamos, ampliando nuestro Imperio, nuestras floras, nuestras enseñanzas y reactivando toda la tecnología rescatada de nuestra pasada civilización. Tecnología muy superior a la del Imperium en decadencia.
Nuestras negras legiones esclavizaron millones de mundos y cientos de especies. Algunas se unieron como tributarias y otras, las más beligerantes, fueron condenadas a la esclavitud o extinción. Pues solo los más fuertes merecen la gobernar, y nosotros acabamos gobernando toda la Galaxia Enana.
Simultáneamente nuestros espías en la Vía Láctea nos mostraron como el odiado Imperium era una sombra de lo que fue tras devorarse a sí mismo, algo que dio extremo placer a los Señores Oscuros de Kaas Prime.
Era de la Desaparición (M. 40)
Sin embargo, a mediados del pasado milenio, nuestro Emperador Negro se retiró a sus cámaras de meditación, dónde ha permanecido hasta el día de hoy, alrededor de medio milenio. Por primera vez el fundador y arquitecto de nuestro Imperio no estaca a cargo y el poder pasó a los Cien del Consejo Negro. Nada se sabe de porqué el Emperador se retiró a meditar y abandonó el gobierno del Imperio, y, los más escépticos temen el día en el que regrese, pues quizás sus ambiciones sean mucho más oscuras de las que imaginamos y su inmortalidad lo hayan vuelto algo mucho más que un humano.
Como es común entre los Señores del Caos, la ambición y lucha por el poder es constante, y, en los últimos años, de entre los cien del Consejo Negro, uno de ellos se alzó como su principal miembro y regente en todo menos el nombre del Imperio. Este fue el Señor del Caos lord Vash, una figura pragmática y despiadada.
Era de la Sagrada Venganza (M. 41)
Y, si bien habíamos planeado una vuelta a la Galaxia por diez milenios, no sería nuestro Emperador, sino Lord Vash, aquel que, en el milenio 41, con el surgimiento de la Gran Cicatriz en la Vía Láctea, aquel que dirigiría la Gran Guerra Galáctica contra el Imperium. Aquel que se lanzaría a la conquista de la Vía Láctea
Cuando lidiamos con monstruos, nos arriesgamos a convertirnos en monstruos nosotros mismos.
- Disidente anónimo, milenio 31
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