Speedrun 29 [Fanfic]

Este cap me coincidio con un bajón extraño de creatividad, podía escribir dialogos pero no descripciones así que nunca le daba el visto bueno. Cosas que pasan xD ¡Vamos con la tortuga!

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Frisk guardó todo lo que tenía en los bolsillos y puesto en la caja fuera la de la tienda. No era mucho. Solo las gastadas zapatillas de ballet, la comida de astronauta, el cinturón con pistola y un par de tarjetas del heladero. Lo único del “equipamiento”, si es que se le podía llamar así, que se dejó puesto fue el tutú.

Una vez todo estuvo en su lugar entraron.

Gerson mostró su lado más serio cuando Frisk insistió en que mirara más detenidamente el cuello de Kid. Las marcas de estrangulamiento fueron suficientes para alarmar al anciano que les hizo pasar a la trastienda, un sitio algo angosto lleno de cajas y estantes. Al fondo había una cocina improvisada con su respectiva mesita rustica.

Hizo sentar a Kid en un pequeño taburete y encendió una luz en el techo jalando una pequeña cadena que terminó de iluminar la estancia. Cuando preguntó que ocurrió Kid guardó silencio y desvió la mirada sin saber ni siquiera como comenzar a contar esa historia. Flowey, por supuesto no confesó así que luego de una segundos de silencio Frisk se encogió de hombros y habló.

-Le estrangulé con las manos.

Mintió sin siquiera inmutarse, con el mismo tono que usaría alguien para leer la lista de las compras. Gerson, para sorpresa de los tres, rompió en una estridente carcajada.

-Sé que no fuiste tú.- Aseguró abanicando el aire una vez con la mano. Prefirió pasar el tema por alto y se encaminó serenamente a reunir algunas cosas.- Ningún mago que se respete usa los puños... aunque quien sabe quizás las cosas han cambiado después de tanto tiempo. -Rio el anciano buscando entre los estantes una cajita de metal con hierbas secas en su interior, luego, se dedicó a llenar una añosa tetera con agua.

-¿Como sabe que es un mago? -Preguntó Kid siguiendo al mayor con la mirada mientras este preparaba alguna infusión con las hierbas.

-¿Ya no les hablan de los magos en la escuela? -Preguntó el anciano mientras dejaba la tetera sobre una estufa caliente. Kid negó con la cabeza y se le escapa un pequeño quejido de dolor. -Jaja, ten cuidado con ese cuello, hijo. -Sonrió la tortuga y se giró a ver al humano y a la flor que no se habían movido de su lugar. Frisk parecía una estatua con la mirada fija en la del anciano.- Es simple; los humanos normales no tienen ese brilló en los ojos...aunque es gracioso, ni en mis años mozos puedo recordar haber visto a un mago tan joven. ¿Quien es tu maestro, niño?

Frisk no respondió y dejó que el silencio fuera engullido por el suave borbotón del agua calentándose dentro de la tetera.

-De pocas palabras ¿Eh? No es muy gentil dejar a un viejo como yo con la curiosidad. Pero supongo que esta bien, no puedo obligarte.- El anciano se mostró comprensivo y se acercó arrastrando los pies al curioso par, esta vez inclinándose a ver a la flor. - Mis ojos no son lo de antes pero apostaría mi caparazón a que tu no eres un monstruo ¿Me equivoco?

Flowey frunció la boca en una mueca de disgusto. - ¿Y qué si fuera así? ... ¡No, espera! ¡Ya lo tengo! ¿Crees que soy algo similar a un familiar, como las brujas, verdad? No, no lo soy, tenemos un "acuerdo" pero no soy su sirviente, así que ni se te ocurra sugerirlo, vejestorio.

Gerson entrecerró los ojos sin borrar su sonrisa. - Sabes que has vivido mucho cuando las flores te intentan intimidar. Eso no funcionará conmigo, hierbajo, a mi edad ya no le temes a nada... A todo esto ¿Ya hirvió el agua? Escucho algo.

-No es agua.- Asegura Frisk, también podía escuchar ese sonido aproximarse, no era el del agua hirviendo sino el de pasos de distintos monstruos de diferente peso acercándose. El rostro de Frisk palideció podría estar equivocada ya que no esperaba haberlas adelantado ni que hubieran conseguido más monstruos para la odisea, pero no había más opciones.- Es Undyne...

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Solo minutos más tarde Undyne entró a la tienda con media armadura puesta. Había corrido a su casa a cambiar la que había destrozado el mago y sin siquiera darse el tiempo de vestirse se calzó otras botas de acero mientras daba brinquitos hacia la salida donde le esperaba su patrulla de perros , el resto lo había atado a trompicones en lo que corría junto a su grupo que más que ayudarla le estorbaban en ese pequeño lío que se había vuelto su cambio de armadura.

Al verle en ese estado la tortuga no pudo menos que carcajear.

-¿Que clase de forma de vestir una armadura es esa, pececito? Ni siquiera un guerrero ebrio podría atar así esos nudos.

-Es mejor esto a un guerrero desarmado.-Se defendió la guerrera. - Como sea. Estoy buscando a un humano, un niño, creo. Viste una camisa azul con rayas rosa, le acompaña una flor y... quizás un monstruo pequeño.

El anciano negó con calma y abandonó su mostrador para acercarse a la guerrera. - Ven un momento. No dejaré que salgas de esta tienda con la armadura así. Anda los brazos estirados, como un pajarito, voy a ajustar esta cosa.

-Gerson no hay tiempo. No es...

-Shh, las manos, no vaya a ser que me decapites de un manotazo por accidente. No seas terca. - Undyne chirrió los dientes pero obedeció y dejo que su héroe le acomodara las piezas de armadura sueltas. - Esto me recuerda a cuando te nombraron capitán. Insististe en que yo hiciera esto para que fuera el primero en verte en un traje de batalla. -Hizo una pequeña pausa para acariciar su calva cabeza. - Estabas tan inquieta que me dejaste un buen par de chichones mientras intentaba hacer que te quedaras quieta.

-Lo siento, no podía contenerme. Me sentía tan emocionada...y quería hacerles sentir orgullosos a ti y a Asgore, digo... -Undyne clavó la mirada en el suelo, avergonzada de su estado, de haber destruido una de sus armaduras y de no haber logrado detener al humano. Suspiró y su voz se volvió apenas un murmullo. - No le digas a nadie pero...ese humano es muy fuerte. Tanto que no logré darle ni un golpe...volví a sentirme como cuando enfrenté a Asgore por primera vez; completamente fuera de su liga. -Undyne hizo una pausa, desde la trastienda podría oler una suave infusión de hierbas e incienso, seguramente el mayor había terminado su descanso hace poco, le recordó a cuando se quedaba a tomar el té con Gerson para escuchar de sus historias cuando era una niñita. El recuerdo y el olor le relajaron un poco. - Aún tengo mis dudas pero, debo detenerle y ya no estoy sola. Me duele en el orgullo no poder hacerle frente por mi propia cuenta pero no es momento para esas cosas. El futuro de los monstruos depende de lo que hagamos ahora.

Gerson terminó de ajustar el ultimo nudo y le dio un par de palmaditas en la espalda a la guerrera.

-Estarás bien, yo lo sé.

-Gracias...ah, antes de irme. Gerson, el humano es un mago ¿Puedes darme algún consejo?

-¡Si que te dejaste un pequeño detalle en el tintero! - Exclamó con una risita. - Ya estoy muy viejo para acompañarte. Pero si se trata de magos lo único que te puedo aconsejar es que no bajes la guardia. Cada mago tiene su punto débil y harán lo que sea para engañarte y que no lo descubras. No te distraigas, si te llegas a confiar el mago habrá ganado.

Undyne inspiró profundo y exhaló lentamente. Asintió.

-Lo entiendo. - Abrazó al anciano. - Gracias, ya veras, volveré...no, volveremos con el alma del mago. ¡Seguro es un alma muy fuerte, Asgore será un dios muy poderoso con esa cosa! -Le sonrió al anciano ampliamente y se despidió de este con un gesto de la mano que aún no estaba enguantada y desapareció corriendo de la tienda.

Gerson camino hacia la entrada para ver marchar a Undyne junto a toda la jauría de perros. Todos jóvenes y llenos de espíritu.

Solo esperaba no estar cometiendo un error.

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Que no se note mi flojera en el dibujo cof cof :grin:

Se cuidan :)