Héroe

Porque llega el momento en el que el héroe necesita ser salvado de sus problemas ajenos a los que la sociedad conoce, aquellos que le agobian en sus noches no tan tranquilas, aquellos días en donde no se necesita de su ayuda para salvar alguna vida o defender a su pueblo.

Y en aquel lugar utilizado como un castigo para los monstruos, poseía una heroína con un alma llena de amabilidad, preocupada por el bienestar de los demás, preocupada porque cada monstruo no tuviera mayores problemas en aquel lugar. La líder de la Guardia Real, la monstruo más fuerte del subsuelo, y cada vez que se pronuncia su nombre, los malos pueden sentir como sus pecados comienzan a pesar, temiendo por lo que les pueda pasar.

Sin embargo, en ese momento, aquella monstruo había faltado al entrenamiento real, se había aislado de todo y todos en busca de tranquilidad, lanzando rocas bruscamente a las aguas del vertedero intentando desahogarse de cosas que, a veces, ni siquiera era capaz de entender o comprender.

Su cabello rojo iba despeinado, ya no se encontraba tomado en una coleta alta como era costumbre, iba suelto y caía desordenado hasta la mitad de la espalda. Su piel azulada contrastaba con sus ojos de un hermoso color amarillo, su ojo izquierdo cubierto por un parche negro y parte de su cabello caía por aquel lado del rostro.

Arrodillada en las aguas, miró su reflejo, solo veía a alguien agotada, cansada de todo, deseando tener a aquella monstruo a su lado, entregándole sus abrazos llenos de cariño, pero no podía pedirle eso, era ella quien debía protegerle y ayudarle, no podía caer en aquel momento.

—Idiota…—murmuraba—Ya déjate de debilidad, todos cuentan contigo.

Intentó levantarse, pero sus ojos se llenaron de lágrimas, y cubriéndose el rostro con ambas manos se dejó caer al agua, sollozando y preguntándose porque todo debía ser así.

Su confusión por aquella monstruo le mataba por dentro, no lograba entender si se trataba de amor o simple amistad, no lograba saber si aquello que sentía al estar a su lado significaba algo, o solo eran inventos de su mente. Y aquello se mezclaba con los problemas de los otros monstruos que pasaban a ser suyos cuando les decía “Yo me encargo de eso”.

Giró sobre si misma quedando boca arriba, mirando a la nada, intentando calmar sus lágrimas que recorrían sus mejillas hasta confundirse con el agua que arrastraba su cabello, desordenándolo aún más.

Se sentó y limpió su rostro, sus manos goteaban, al igual que su cabello y ropas. El agua volvía de donde había venido gota por gota. Y aquellos problemas que le agobiaban, parecían desaparecer lentamente, gota por gota.

—Vamos Undyne…—intentó animarse—Todo irá bien.

Y afirmándose en algunos restos de basura, se puso de pie, para luego amarrar su cabello en la coleta de siempre. Con cautela, comenzó a buscar diferentes objetos en la basura, buscando armas del mundo humano, armaduras o cosas que le puedan servir. Pero cada cosa rota o inservible era lanzada lejos por una patada por parte de Undyne, y una lámina delgada de hojalata quedó incrustada en uno de los muros de tierra.

—Wow…

Un pequeño monstruo miraba con los ojos brillantes, irando la fuerza de aquella monstruo, quien le miró confundida, pero sonrió en seguida al ver aquella sonrisa en su rostro.

— ¿U-Undyne?—distinguió aquel pequeño a la heroína, un equeño sonrojo se formó en sus mejillas— ¡No puede ser! Nu-Nunca creí encontrarte por aquí… Oh, te iro demasiado…

— ¿A si? ¿Por qué?—aquello de tener un irador era nuevo para ella.

—Eh… B-Bueno… Eres la más fuerte de todo el lugar e inspiras una confianza y seguridad inmensa. ¡Eres la heroína de todos!—exclamó sonriente, luego suspiró intentando calmar sus nervios— No sabes cuánto deseaba conocerte en persona… ¡Y nunca pensé estar hablando así contigo!

—Y… ¿Qué haces por estos lados, pequeño? No es muy seguro que estés por aquí—le advirtió, y se acercó unos pasos al monstruo.

—Yo solo paseo por aquí. Aunque mis padres no lo saben—salpicó un poco de agua con sus pies y miró suplicante a Undyne—No les digas que estuve aquí, por favor.

—Vale, entonces, será mejor que te vayas.

— ¡Sí!—asintió enérgicamente—Que estés muy bien, Undyne

Y con media vuelta se fue a trote, intentando no tropezar con sus propios pies.

Hasta que cayó de cara.

Undyne corrió hacia él preocupada, lo levantó con cuidado y se arrodilló a su lado quedando a la misma altura que él. Limpió su rostro sacando algún rastro de tierra e intentando secar lo mejor posible sus ropas.

— ¿Te encuentras bien?—le preguntó preocupada.

—Sí, no te preocupes, estoy acostumbrado—sonrió con ternura y miró a Undyne detenidamente—. ¿Sabes? Te veo cansada… ¿Los héroes tienen vacaciones?

Aquella pregunta le hizo cierta gracia a Undyne, que pensará que era una autentica heroína le halagaba.

—Un héroe que prefiera descansar a ayudar, no podría llamarse héroe, ¿No lo crees?—le preguntó.

—Pero todo héroe tiene una vida normal, no todo es salvar vidas—sus ojos se mostraban preocupados por ella—. También debes tener una familia por quien preocuparte, o alguien que ames, ¿No? Alguien por quien darías tu vida…

Alguien que ames con todo tu corazón.

Los ojos de Undyne se cristalizaron, y una opresión en su pecho le dificultó respirar por un corto periodo de tiempo. Aquel monstruo le miró alzando una ceja, y distinguió una pequeña lágrima resbalando por la mejilla de Undyne.

— ¡N-No llores, por favor! Todo está bien—le aseguró con una sonrisa—. Además, aquella persona también te quiere, ¿Verdad?

Por su mente, pasaron todas las veces que aquella monstruo le decía “Te quiero”, o simplemente depositaba un beso en su mejilla. Sonrió ampliamente y miró al monstruo agradecida.

—Gracias…—habló y limpió todo rastro de lágrimas.

— ¿Por qué me lo agradeces?—el pequeño estaba confundido.

—Porque has sido mi héroe en éste momento—los ojitos del monstruo brillaron, sin poder creer las palabras que salían de la boca de su propia heroína.

Luego de aquel momento de no poder creer todo lo que pasaba, se marchó, ésta vez con más cuidado y a un ritmo más lento. Undyne miró como se alejaba con una sonrisa, sabía que alguien la salvaría de sus problemas

Pero nunca imagino que ese alguien sería aquel niño.

Ni mucho menos esperaba que fuera su fan.

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¡Buenas!

Aquí Keila y me presento con un nuevo blog. Un escrito para ser exactos.

Bueno… Esto ha sido una especie de agradecimiento, en realidad, pero he querido relacionar todo con Undertale, ¿Y qué mejor que con mi heroína favorita?

Okey, ahora, el blog es más para darles un pequeño mensaje.

Porque no importa cuán difícil sea alguna situación que estén pasando, recuerden que los héroes existen, no necesariamente aparecerán con una capa o una reluciente armadura, pero llegará a salvarte. Aunque hay veces que los héroes que necesitamos, seremos nosotros mismos.

Después de la tormenta, viene la calma.

Y ningún problema es para siempre.

Espero les haya gustado éste pequeño blog^^

Sayonara~

(¿Para quién el agradecimiento? Bueno, para todos los que me han dado ánimos ^^ )