𝗘𝘂𝘁𝗮𝗻𝗮𝘀𝗶𝗮 𝗽𝘂𝗹𝗰𝗿𝗮 • Escrito 🖋

-ᴀʀᴇ ʏᴏᴜ ʀᴇᴀᴅʏ?

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:white_small_square: • • • ᴡᴇʟᴄᴏᴍᴇ ᴛᴏ ᴍʏ ʙʟᴏɢ • • • :white_small_square:

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˗ˏˋ¿ᴄᴏᴍᴏ ᴇsᴛᴀ́ɴ? ¿ʙɪᴇɴ? ¿ᴍᴀʟ?ˎˊ˗

Well, well, well...

Hoy ha llegado Cat a darles un escrito bien depresivo sobre Gaster para navidad. Sí. Así es. En realidad lo considero como una reflexión sobre las acciones que tomamos y de las que luego nos arrepentimos. Me refiero a esas acciones que hicimos tan mal que queremos construir una máquina del tiempo para volver a hacer todo bien.

Así que... como no me gusta dar tanta cháchara aburrida... empecemos con esta wea osi

Advertencia: Este escrito toca temas como la eutanasia y la muerte. Por tanto, se pide discreción al lector así como respeto a la obra. Gracias por su atención.

#CatShot

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Sentarse en su escritorio y ver sus antiguos proyectos que había llevado a cabo así como crear nuevos era una actividad que, ciertamente, era muy amena para él. Eso era lo que estaba haciendo el veintitrés de diciembre en la mañana. Estaba tratando de hacer unos planos para terminar la M.E.D., es decir, la Máquina Extractora de Determinación. Su máxima creación, la última que haría, se decía eso todos los días, aunque en el fondo de su ser sabía que esa afirmación era una completa mentira que se decía para sí mismo. Su extenso conocimiento y amor por la ciencia siempre estaban sedientos por nuevos proyectos, proyectos que jamás dejarían de llegar a menos que muriera.

—¿Qué tal te va con tus planos de la M.E.D., Gaster?—Dijo uno de sus ayudantes que entró sin tocar la puerta del estudio en el que se encontraba Gaster—¿Celebrarás con nosotros la navidad de este año? Ya estamos empezando a poner los regalos que vamos a regalar en el árbol para abrirlos el 24... nos gustaría verte ahí, ya sabes—El ayudante puso una cara entre la tristeza y la ternura, como tienden a hacer los gatos para que los humanos los miren y les den cariños—, con nosotros.

Los monstruos no celebraban la navidad de la misma forma que los humanos, ellos ponían regalos en el árbol para quienes ellos apreciaban, en vez de decir que había un gordo que entraba por sus chimeneas, como dicen los humanos y los libros de la biblioteca de Snowdin sobre las costumbres de los seres que los exiliaron al subsuelo. Los monstruos decidieron ser más realistas con respecto a la navidad.

Gaster se levantó de su silla para que su ayudante viera su gran altura, más que todo, para intimidarlo. Hizo un sonido gutural al tiempo que se rascaba la sien izquierda.

—Pongamos el caso hipotético de que voy y me dan un regalo. ¿Qué le das al mejor científico del subsuelo?, ¿una gorra?, ¿una bufanda? Prefiero terminar mis planos y así aprovechar al máximo el día en vez de ir a festejar una tradición —Abrió sus ojos al máximo, dejando ver así al completo sus pupilas blancas como las nubes y atrayentes como los diamantes, mientras abría sus ojos, dijo en voz alta— humana.

Gaster jamás había considerado la idea de celebrar la navidad, ni el mejor manipulador lograría convencerlo o, al menos, cambiarle la mentalidad tan vaga y cortante con respecto a la navidad que desde que se volvió científico obtuvo. La mente de aquel científico era tan fuerte como una roca y tan extraña como una atacamita.

—¿No hay ninguna forma de que este año la celebre con nosotros? La verdad es que noso- Gaster lo interrumpió con estrepito.

—No la hay. Nunca la habrá, a menos que verdaderamente valga la pena. Ahora sal de mi estudio, ya casi termino los planos para los cables extractores de nuestro—Dijo esa palabra con claridad y fuerza—proyecto. Hazme el favor de salir.

El ayudante se volvió hacia la puerta y, con un tono cortante y muy grosero, dijo:

"Algún día morirás y extrañarás nuestra compañía. Estoy seguro."

A lo que terminó de decir aquellas nueve palabras, salió del estudio y cerró la puerta con una fuerza que, sorprendentemente, movió todos los papeles de Gaster e hizo que se le cayeran los del proyecto que él estaba diseñando en esos momentos.

Gaster se recostó sobre su silla. Su mirada se entrecerró, empezó a sentirse mal. No tenía porque tratar así a sus compañeros de trabajo, o a sus sirvientes, como le gustaba llamarlos. Miró sus planos caídos en el suelo. Se levantó, cogió los papeles y los volvió a poner en la mesa. Luego fue a su silla y se sentó mientras miraba sus planos casi terminados. Pasaron tres horas con treinta y tres minutos y Gaster ya había terminado sus planos al completo. Solo le faltaba llevarlos a algún experto para construir las piezas, las ensamblaría a su máquina y listo. Tendría todo terminado. Su plan sería completado.

Pasaron 8 días y Gaster ya tenía todo listo. Perfecto para ser ensamblado. Todo estaba planeado, todo era como en su mente. Perfecto. Cogió pieza tras pieza y las ensambló con una precisión solo propia de él. Una vez armada la máquina, la encendió para ver si funcionaba bien. Una vez encendida, de ella emanó una luz roja, incandescente y bella. Era hermosa aquella máquina, era su creación, era la encarnación de la preciosidad. Su trabajo culminado en aquella construcción.

—¿Qué es eso?—Advirtió la presencia de un clavo caído cerca de la maquina—No te me vas a escapar...

Gaster se acercó a la máquina, un cable estaba entre él y el clavo. Ese maldito cable que le cambió la vida. Ese cable que no había visto mientras caminaba lo trajo a la desdicha. Lo trajo a la mediocridad. Lo trajo a la tristeza. Lo trajo a algo peor que la muerte, el sufrimiento continuo e imparable.

¡TRAAAAAAM!

El cable lo hizo caer dentro de su creación. Lo hizo entrar en la máquina, la cual ni siquiera estaba calibrada. Las puertas de ésta se cerraron mediante un mecanismo que él mismo diseñó, dejándolo encerrado. Ésta empezó a disparar rayos tanto dentro como afuera de ella, parecía un show de luces en la mitad de la intemperie nocturna. Aquellos rayos traspasaban a Gaster, quien estaba gritando dentro de la máquina con una intensidad capaz de dejar sordo a cualquiera.

Su ayudante, el que había irrumpido en su estudio, alcanzó a escuchar aquellos alaridos. Supuso que había alguien dentro de la maquina e inmediatamente se acercó al interruptor de ésta para apagarla.

Trick

Así sonó el interruptor al ser apagado. Ese simple "Trick" fue lo que sonó. Y, luego, nada más se oyó más que las puertas de la maquina siendo abiertas. Paró de emanar aquel brillo rojizo. En vez de salir rayos de ella, como estaba ocurriendo, salió el cuerpo casi inerte de Gaster. Cuerpo que tenía la piel deformada, la cara cortada y el cráneo roto.

-¡¿Que rayos te ocurrió?!

Gaster sólo lo miró a sus ojos. No podía hablar. No podía abrir su boca. No podía mover ninguna parte de su cuerpo menos sus ojos y pestañas.

El ayudante se lo encaramó en la espalda mientras lo traía a una camilla cercana. Gaster estaba tieso. Estaba sudando mucho, su sudor era como el agua en la Antártida. Frío.

Pasaron los días. La noticia de que el científico Real había caído en su propia creación se esparció como si fuera viento. Varias personas lo visitaban, sobretodo los ayudantes que infravalorada tanto. Inclusive en sus últimos momentos de vida ellos le fueron fieles, por muy mal que los tratara, Gaster era una persona importante para sus vidas.

El ayudante que le había propuesto la idea de celebrar la navidad se acercó a la camilla de Gaster. Cruzaron miradas y el ayudante empezó con su monólogo.

-Gaster... Todos nosotros te queremos aún con tus errores. Todos aquí nos dedicamos a ayudarte. Pero llega un momento en que es demasiado difícil hacerte feliz-Se le escapó una lágrima de su ojo izquierdo-. Hemos estado tratando de buscar formas de revertir el estado vegetal en el que actualmente te encuentras. Todos concluimos que no hay forma de ayudarte-De los ojos de Gaster salían cataratas de agua que se precipitaban por su mejilla para acabar en su almohada-Sabemos que estás sufriendo. Pero no podemos hacer nada para mejorar tu estado actual. Así que debo preguntarte algo que sólo tú puedes decidir y que es importante para tu futuro.¿Quieres qué te apliquemos la eutanasia? Pestañea tres veces para sí y una para no.

El corazón de Gaster comenzó a moverse un poco más lento. Miró fijamente a su ayudante. Le quería dar un abrazo a todo su equipo. Pedirles perdón por como los había tratado en el pasado. Claramente no era posible hacer nada de eso. Su tiempo en el mundo físico estaba contado y todo por su afán de terminar su proyecto. Si hubiera sabido que iba a caer en su creación, hubiese aceptado la invitación de su ayudante. Hubiese tardado más tiempo en hacer todos sus proyectos. Hubiese hecho muchas cosas de forma diferente.

Pestañeó una vez. El ayudante estaba sollozando. Pestañeó otra vez. El ayudante bajó la mirada un poco, estaba llorando. Pestañeó por tercera vez.

—Entonces... está decidido.

Se acercó a Gaster y le dio un fuerte abrazo, era lo máximo que podía hacer. Gaster cerró sus ojos mientras recibía el abrazo. El ayudante salió y entró un doctor.

El doctor le estaba suministrando un líquido extraño que Gaster no distinguió.

Pensó en quién fue y en quien pudo haber llegado a ser. En el imperio que construyó y que por un tonto cable terminó por ser destruido. Pensó en todo lo que alguna vez fue y que ahora dejaría de ser.

Muchos monstruos estaban afuera de la sala en la que estaba Gaster. Asgore estaba allí, viendo a su científico y amigo perecer. Gaster lo vio de reojo con un desánimo gigante.

—Lo más probable es que sientas que te estás durmiendo. Sea lo que sea que te encuentres en el más allá, recuerda que todos te trataron de la mejor forma que pudieron. Fuiste una muy buena persona, Gaster. Pero trataste mal a quienes te ayudaron a ser quien hoy eres. En cualquier caso, es tu vida, no la mía. Te deseo suerte. No sé si la necesites, quiero decir, eres el mejor científico que hemos tenido, sé que te las arreglarás.-Dijo el doctor con firmeza.

Gaster vio una luz que estaba encima suyo. La luz se estaba apoderando de todo lo que veía. Era como una llama de color blanco que estaba quemando todo a su alrededor. Todo era blanco. Veía todo. Su vida entera la vio por sus ojos por aquellos miserables tres segundos en los que la llama se apoderaba del cuarto. Y, de repente y sin aviso, todo se volvió oscuro. No vio nada más que vacío. No siento nada más que frío. No escuchó nada más que silencio. Gaster había muerto.

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Bueno, espero que les haya gustado. Me encantaría saber su opinión con respecto al escrito en los comentarios.

Les deseo un buen día, tarde o noche.

¡Adeúz!

#TeamTeaTime

#TeamComiditas

#TeamKetchupsBottles

#TeamFluffyShibe

Edit:

¡AAAAAAHAAHAHAHA!

Avr. Les cuento que estaba súper estresado y ansioso por culpa de este escrito ya que pensaba que no iba a llegar a destacados y, sin embargo, ¡ESTÁ AQUÍ! -se toma un poco de coca cola para calmarse- Muchísimas gracias por el destacados, de verdad que lo aprecio muchísimo.

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Si consideras que mi blog fue bueno, déjame unas moneditas :two_hearts: