Aquella noche de invierno.

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Era una noche de invierno, la nieve cubría las calles de un pequeño pueblo cuyo nombre ya nadie conoce ya que este fue siendo olvidado al pasar de los años.

Aquel lugar parecía estar completamente vacío, olvidado menos por una cosa, una persona, en medio de ese abandonado lugar...un joven muchacho, caminaba a paso lento, con la mirada fija al frente.

Pasados unos 20 minutos el muchacho se quedó totalmente quieto, de sus ojos empezaron a brotar cristalinas lágrimas, este se dejó caer al suelo de rodillas y dirigió su mirada al cielo estrellado.

–¿Por qué? ¿Por qué me arrebatas lo único que me queda? ¡¡POR QUÉ DIOS, DIME POR QUÉ!!

Hubo un largo silencio hasta que el muchacho pudo oír algo a la distancia, un quejido, un llanto aparentemente de un animal, este se levantó y se dirigió hacia donde provenía aquel sonido.

Este término frente a un pequeño callejón, este estaba completamente oscuro, no podía verse nada más allá, el joven saco de un bolsillo de su chaqueta su teléfono y uso la linterna de este para iluminar su camino, se adentro en aquel callejón del cual provenía aquel llanto.

En el fondo de aquel callejón yacía una caja de cartón algo estropeada, el joven se acercó a esta observando su interior, encontrandose allí a un cachorro, un perrito.

Rápidamente se quito su chaqueta, para así tomar al pequeño animal y envolverlo en dicha prenda así otorgándole algo de calor, la pequeña criatura seguía llorando, el joven simplemente empezó a mecerlo en sus brazos intentando calmarlo.

–Ya.. Ya.. Estoy aquí contigo pequeño, yo te cuidare y protegere desde ahora...

El cachorro poco a poco fue cesando su llanto hasta el punto en el cual se quedó dormido en brazos del joven, este empezó a caminar hasta salir de aquel callejón en el que se encontraba.

–Vamos a casa amigo... Vamos a casa...

El joven empezó a caminar por las calles de aquel pueblo, mientras pensaba que esa pequeña criatura fue un regalo divino para reparar aquel daño que recientemente había sido causado al perder a su adorada mascota la cual llevaba años acompañandolo.

O tal vez.. Ese cachorro era su misma mascota que volvió para acompañarlo nuevamente pero en otra vida, al joven no lo sabía pero tampoco le importaba, el solo sabía que nuevamente tenía una razón para vivir.