Santa ahogada en sangre

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:small_blue_diamond: Título: Santa ahogada en sangre

:small_blue_diamond: Autora: Tamagotchi

:small_blue_diamond: Protagonistas: Sothis

     Seiros y Nemesis

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Acercaros, acercaros a la hoguera. La noche es fría y en sitios como estos es mejor tener compañía... ¡Ya se! Hagamos esto mas ameno... ¿Os cuento una historia? Mi familia lleva narrando esta leyenda de generación en generación ya que según se cuenta uno de nuestros antepasados era confidente de Santa Seiros... Y esta le reveló al oarecer el origen de los misteriosos Emblemas...

Una joven con aspecto de niña miró al varón que suplicaba de rodillas en el suelo ante ella.

- Si tan solo... Tuviéramos el poder suficiente... Vos creasteis vida de la nada, casi como un suspiro brotasteis vida en la tierea y nosotros, oh vudas frágiles y etéreas como las flores no pudimos hacer nada...

Todos los que con ella estaban cuchicheaban "los humanos ni son de fiar", "¿Como osa pedirle a madre parte de su poder para algo tan inútil como salvar un pueblo?"... La diosa escichaba como su descendencia no apreciaba la existencia de lis humanos. Para ellos eran razad inferiores, insectos en comparación con slgo tan superior como ellos. Ella sabia de qué eran capaces, como de la tragedia sacaban la fuerza para sacar su mejor lado.

- Si te presto un ápice de mi poder... - dijo solemne, levantandose del trono de piedra donde, hasta ahora, había estado sentada- ¿Prometes queos humanos y los dragones vivirán pacíficamente?

El humano le miró con una noble sonrisa y confianza en sus ojos.

- Cuando esta absurda pelea haya terminado yo u mis hombres de confianza traeremos un simbolo de paz entre dragones y humanos, sellando asi una relacion de convivencia y amistad verdadera y duradera.

Con estas palabras como contrato, la estrella maldita cerró los ojos meditando la oferta. Si todo salia bien no solo aseguraría la supervivencia de los humanos si no que enseñaría a sus hijos una valiosa lección: lo importante que era una vida fuera de quien fuese.

- Que asi sea pues... Arrodillate, humano al que llaman Nemesis. Abre tu corazón y recibe en él la bendición de los dragones, la marca de nuestro poder.

La, al menos en aspecto, muchacha se aproximo a su frente y la besó. En ese momento una luz cegó y bañó todo lo que algun dia sería llamado el Cañón Rojo.

- En ti duerme ahora el Emblema de Fuego, símbolo y representación de todo mi poder. Usalo para proteger a tu gente como deseas y devuelvelo a mi persona cuando nos reunamos tras la batalla. Concederé en su medida un poder similar a doce hombres de tu confianza bajo el mismo contrato.

Todo este episodio se repitio en la cabeza de Sothis al ver al primero de sus descendientes caer tras una tajada de la espada del humano en quien en su día decidió confiar parte de su propia fuerza. Cuan equivocada y ciega había sido es lo unico en lo que pudo pensar mientras el cuerpo inerte de uno de sus pequeños caía al suelo levantando el árido polvo del cañón.

- Los dragones sois unos seres pretenciosos... Dandoos de dioses... Albergando tanto poder de forma egoista...¿Por qué deberíais tenerlo? Mientras vosotros teníais una vida fácil y sin preocupaciones nosotros moriamos uno a uno... ¡Y no hicisteis nada!

Otro movimiento firme y seco de su arma arrebato la vuda a otro de sus niños, quien había intentando vengar a su hermano caudo y proteger al resto enfrentando a Nemesis de frente.

- En el dia de hoy... Declaro la era de los dragones terminada... Usaremos vuestros huesos como trofeo... Y vos Sothis... Morireis bajo mi propia mano... Pero no sin antes ver como vuestros hijos son aniquilados uno a uno como yo tuve que ver a mi familia morir mientras vosotros viváis felices al margen del conflicto sin preocuparos por nosotros y nuestro destino...

Asi fue cono la tragedia del Cañón Rojo tuvo comienzo, la propia sangre que corria en las venas de la diosa y la que había colmado en sus vástagos bañaron las tierras del lugar... Sus restos fueron arrancados de sus visceras como trofeos... Armas hechas de huesos, cadáveres ahora letales, testigos de la caida de sus anteriores portadores. No hubo supervivientes ... O eso se pensaba. Entre carne y entrañas, temblando de miedo... Una niña aguarda con los ojos cerrados escondida en una cueva... Una superviviente de la tragedia que juró un día tener su venganza... Esta es la leyenda de la caida de una diosa y el nacimiento de una Santa guerrera... La verdadera historia de los emblemas y lo envenenada que está la sangre de quien los porta.