༄Tᴜ Aᴍᴏʀ Mᴇ Dᴇᴠᴏʟᴠɪᴏ Lᴀ ᴠɪᴅᴀ •Song-Fic•

(\ (\

( • ᴗ•).                            

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『   ʙɪᴇɴᴠᴇɴɪᴅᴏs ᴀ ᴜɴ ɴᴜᴇᴠᴏ ʙʟᴏɢ   』

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☆.                        #JikruEscritos.

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•            #TeamForget.                      ✦                       ·

.                                          

      #TeamOffColor.

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¡Hola! ¿Qué tal gemitas? ¿Todo

bien? ¿Todo correcto? Espero

que si. El día de hoy vengo con

un escrito sobre Steven y Connie.

Para ponerlos en contexto les

daré una pequeña descripción:

Steven y Connie han sido amigos

desde muy pequeños. Un día ambos

hicieron una promesa de no

separarse nunca, pasara lo que

pasara juraron que estarían juntos.

Aún así, el destino no les pondría

tan fácil cumplir este juramento.

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Inspirado en:

Loved me back to life/ Céline Dion

(100% recomendado escuchar una parte

de la canción para entender mejor el escrito)

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༄Tᴜ Aᴍᴏʀ Mᴇ Dᴇᴠᴏʟᴠɪᴏ Lᴀ ᴠɪᴅᴀ

Dos pequeños se encontraban jugando en la playa. Hacían castillos de arena y jugueteaban con las olas del mar; se estaban divirtiendo mucho.

        —Uff, que calor— dijo el pequeño Steven sentándose debajo de una sombrilla.

      —Ten— dijo su amiga Connie ofreciéndole una botella de agua. Él la tomó y empezó a beber el líquido.

      —Gracias, Connie— agradeció el chico. La morena se sentó a la par del de cabello rizado para poder observar junto a éste el bello atardecer que pronto se haría presente.

      —Oye, Connie, me divertí mucho contigo—comentó Steven con una gran sonrisa en el rostro.

      —Yo también, es una pena que ya sea hora de marcharnos— lamentó la morena haciendo un pequeño puchero.

      —Sí... Pero es porque nuestros padres así lo deciden— dijo Steven bastante molesto. —Oye, se me ocurrió una gran idea— habló el chico llamando la atención de su amiga.

      —Hagamos una promesa, cuando crezcamos y nuestros padres no nos digan qué hacer, pasaremos todo el día jugando, no nos separaremos — explicó Steven. Luego de esto extendió su meñique —¿Estas de acuerdo?— preguntó

La morena asintió con una sonrisa en su rostro tomando el meñique de su compañero...

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Connie~

Desde la ventana del auto veía como las flores se iban tiñendo de hermosos colores, como los árboles volvían a llenarse de hojas verdes; como la poca nieve que aún estaba en el ambiente se derretía poco a poco. Así es, el invierno ya había terminado y la primavera se estaba haciendo presente. Eso me alegraba mucho, no solo porque la primavera era mi estación favorita, también porque gracias a este cambio finalmente pude conseguir flores frescas para llevárselas a él.

Iba en camino al hospital junto a mí madre, en mis manos llevaba un ramo de rosas recién cortadas, los capullos aún no habían reventado pero igual se veían hermosas; igual de hermosas que...

       —Hija ¿De nuevo estarás todo el día con Steven?— preguntó mamá desde el asiento del conductor. El tono de voz que usó fue bajo y se le escuchaba triste, a ella también le afectaba hablar sobre él; la ponía triste no poder hacer más por mi querido amigo.

      —Si, mamá— respondí—Estaré con él—

      —¿Llevas el pase especial?—preguntó. Yo lo saqué de mi bolsillo y se lo mostré por el retrovisor. Verán, las visitas no pueden durar más de una hora, pero gracias a mamá conseguí un permiso que me permite estar en el hospital por un largo periodo de tiempo.

      —Muy bien, oh, y agarra tus cosas que ya casi llegamos— me informó. En poco tiempo llegamos al parqueo del hospital, ambas bajamos del auto y entramos al edificio.

Al cruzar las puertas de cristal el inconfundible olor a medicinas inundó mi nariz, lo bueno es que ya estoy acostumbrada a él. Mamá y yo nos despedimos, ella siguió su camino en dirección a su consultorio que está en el primer nivel y yo me dirigí al elevador. Presioné el número tres y sentí como empezaba a ascender “Bueno, Connie, vamos ¡Tú puedes! Solo... No vuelvas a llorar por favor” me dije a mi misma tratando de darme ánimos.

       “Habitación 205”

Antes de entrar inhalé y exhalé tres veces “Vale, tu puedes, recuerda ¡Lo prometiste!”

      —¡Buenos días!— saludé alegremente al entrar a la habitación, y como siempre, no obtuve respuesta...

Tendido en la camilla se encontraba Steven. Estaba conectado a un tubo que le daba oxígeno y a otro que permitía que le llegaran los sueros al torrente sanguíneo. Se encontraba dormido o al menos eso quería creer. Hace un año sufrió un accidente que lo dejó en coma, aún no se sabe si despertará, pero... yo tengo fé en que sí lo hará.

      —Ay, Steven. Te encuentras todo despeinado— dije entre risas al ver la cabellera de mi amigo hecha un desastre. Dejé las rosas en la camilla, tomé un cepillo del estante que se encontraba ahí y empecé a acomodar sus hermosos risos.

Mientras hacía eso empecé a contarle sobre lo que había pasado en el programa de anoche. Sabía que no me respondería, pero al menos hacer eso me reconfortaba, me hacía pensar que él estaba escuchando. Cuando terminé con su cabello tomé entre mis manos el ramo de rosas que había llevado. Saqué del florero que estaba ahí las flores marchitas y coloque las frescas.

      —Cuando revienten los capullos se verán más lindas— comenté. Volteé mi vista hacia Steven y él seguía en la misma posición. —Lástima que no las podrás ver— lamenté. Suspiré pesadamente, me senté a en el suelo a la par de la camilla y me quedé pensando un momento.

Deseaba poder irme de ahí, verlo en ese estado y fingir que todo estaba bien me partía el corazón. Pero aunque una parte de mi dice que quiere escapar, otra dice que me quedé, después de todo, ahora más que nunca debía cumplir la promesa que hice hace años. Luego de estar un rato sentada me levanté de ahí y me dirigí a la ventana. Corrí las cortinas y dejé que los rayos solares entraran a la habitación de blancas paredes. Revisé la hora en mi celular “9:30 am” “Aún falta mucho para que empiecen a servir almuerzos en la cafetería” pensé “Pondré un poco de música en mi celular para no sentir el tiempo...”

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Steven~

Hace mucho que estoy aquí, no sé si han sido días o semanas, incluso meses. Aún estoy confundido, no recuerdo cómo llegué a éste extraño lugar. Verán, me encontraba en una mansión muy extraña. La mayoría de puertas eran una especie de ventanas al pasado, mi pasado. Otras en cambio, abrían paso a habitaciones normales con cosas normales. Aún así, a pesar de haber estado abriendo y cerrando puertas sin cesar no he encontrado la salida. A veces la casa me daba pistas para encontrarla, a veces escuchaba una voz que me guiaba, pero a pesar de la ayuda nunca lograba salir. Cuando creía que lo iba a conseguir me topaba con otra puerta de recuerdos, algunos no los conocía y otros sí; pero bueno, igual gracias a ellos sé que me llamo “Steven”, tengo un papá que se llama “Greg” y había alguien más... Una chica, la verdad aún no sé quién es exactamente pero espero saberlo pronto...

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¡Y así llegamos al final del blog!

Espero les haya gustado mucho,

la verdad, este es uno de los

pocos blogs que me han gustado

hasta el resultado final (xd). Sí

este blog tiene apoyo, prometo

que habrá segunda parte, y si

no lo tiene, igual (xD).

Recuerden, si les gusto dejen

su :heart: , comenten o reposteen.

¡Nos vemos!

Atte: Hikaru.