Tell Me What To Do || 2Min || OneShot

SHINEE IS BACK

──────•❥❥❥•──────

Hola estrellitas :star2:

╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴

╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴

Creo que era hora de hacer un blog.

He aquí mi primer blog en esta comunidad. Estoy algo nerviosa, pero espero que mi pequeña experiencia haciendo blogs en otra comunidad me sirva.

Les traigo un oneshot que creé hace poco en relación a SHINee. Está publicado en mi cuenta de Wattpad. @pinkchim_loves_kook.

• Está prohibida su copia o adaptación, parcial o totalmente.

• Tiene algo de contenido adulto que herirá la sensibilidad posiblemente.

Advertencias:

-No lemon

-Basado en el MV del mismo nombre

-Extensión 2900 palabras

:information_source: BLOG MUY EXTENSO

DISFRUTENLO :rabbit2:

╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴

╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴

TaeMin lloraba como nunca lo había hecho en su vida.

Había desaparecido. Su gran amor se había ido para siempre. Y él era el culpable.

Las lágrimas recorrían su rostro cansado mientras sus manos sangraban debido a los golpes.

¿Cómo pudo ser tan idiota? ¿Cómo pudo cegarse tanto por los celos?

Tres años antes...

-¿Lee?

Alguien había pronunciado su apellido por lo que giró su rostro hacia la voz.

Un chico de su estatura le miraba con aquellos grandes ojos. Era castaño y tenía el cabello algo rizado.

-¿Sí? -preguntó de vuelta

-Soy Choi MinHo. Tu nuevo compañero.

Aquellas palabras descolocaron al rubio. ¿Compañero? ¿De qué? No lo sabía, pero no dijo nada. Aquello era tan raro...

No era normal que alguien se le acercara. La mayoría de la veces permanecía alejado del resto de personas. No era muy sociable.

Apartó la mirada del castaño y volvió a fijarla al frente, pudiendo observar las flores moverse con el viento.

Choi se sentó a su lado. -Son bonitas.

No hablaron nada más en las siguientes dos horas. Aquellas durante las cuales deberían haber asistido a clases.

El tiempo pasaba y aunque estaban sumidos en el silencio, no era para nada incómodo.

MinHo pensaba en el chico de su lado. Parecía ser solitario, poco hablador y con pasado interesante. Su padre le había mandado conocer a aquel chico rubio y por ahora no se estaba arrepintiendo.

Ni parecidos eran los pensamientos de TaeMin.

¿Choi Minho? Menudo nombre. ¿No piensa irse? Lleva sentado a mi lado dos horas. Es aburrido... no habla. Idiota.

Tomó aire antes de hablar.

-Lee TaeMin. ¿No tienes nada mejor que hacer? -se levantó quitándose la posible suciedad de los pantalones.

-La verdad no.

-Clases quizás

-Eso mismo podría decirte a ti -sus ojos se clavaron en los del rubio, examinándolo- Pero he oído que eres bueno aunque no asistas. ¿Cómo lo haces?

-Suerte -se encogió de hombros

-Inteligencia diría yo.

Se miraron unos segundos en un pequeño enfretamiento hasta que Lee apartó la mirada.

-Lo que tú digas. -caminó alejándose unos pasos del castaño repasando lo poco que conocía de él. Era la primera persona que soportaba estar horas a su lado sin intentar joderle -¿Vienes?

Choi sonrió de lado. El chico le había invitado a seguirle. Su padre tenía razón Lee TaeMin era un chico interesante. ¿Quizás debería agradecerle luego por hablarle del rubio? Puede que sí.

El señor Choi era un gran hombre. Amable, empático y humilde. Sabía ver lo mejor en las personas y por ello habló con su hijo sobre alguien en especial.

-¿Lee TaeMin?

-Sí. Es universitario y aunque apenas acude a las clases consigue aprobar todo con muy buena nota. Acaba de terminar su primer año en la universidad.

-¿Por qué me cuentas esto, padre?

-Ya que vas a transferirte a su universidad, pensé en buscarte a alguien.

El menor sonrió -¿Me estás buscando pareja?

-Algo así. -se aproximó hasta el castaño y posó un brazo en su hombro -No es por los negocios ni por el bien de la familia. Cuando tu madre y yo no estemos quiero que tengas a alguien. No digo que tenga que ser tu pareja, puede ser un amigo al que trates como un hermano. Lee TaeMin es hijo de una familia que ha sufrido demasiado. Ese chico necesita salir de su oscuridad, hijo.

-Y quieres que le ayude en ello.

-Sí. Recuerda lo que siempre te hemos enseñado.

-Lo recuerdo. Ayudar a los demás también es ayudarnos a nosotros mismos.

-El chico está muy sumido en la oscuridad. No te pido que le fuerces. Solo háblale y sabrás si alejarte o no.

-Entiendo, padre.

No tenía muy claro hacia donde se dirigían, pero tampoco preguntó. TaeMin andaba al frente mientras MinHo le seguía a paso lento.

-No hablas mucho, pero eso no es algo malo. No creo que seas tímido sino más bien no gastas tu tiempo en hablar más de lo necesario.

-Me estás evaluando.

-Lo hago. También veo que eres un chico seguro de ti mismo, pero no eres así con los demás. Eres inteligente y por eso te mantienes alejados de personas que no te comprenden o te van a juzgar o utilizar en su beneficio. También eres guapo y seguro muchas chicas están detrás tuya. Te alejas de ellas porque el físico no lo es todo. Tienes una idea clara del tipo de persona que vas a dejar que se te acerque y conozca.

-¿Todo eso en unas horas?

-No. Todo eso en unos minutos. Eres fácil de leer. Tus palabras lo demuestran así como el tono que utilizas. Cuando te he saludado has utilizado un tono frío y distante. Cuando me has invitado a seguirte, su voz era más suave.

TaeMin no dijo nada más, pero sí miró con el ceño fruncido a su acompañante. El castaño era muy observador y eso le gustaba, lo cual era malo.

-¿A dónde vamos?

Ahora no estaba tan seguro. Se habían alejado bastante y estaban prácticamente atravesando la ciudad.

Lee no respondió.

Siguió caminando sin importarle las preguntas del castaño.

-En serio Lee, dime a dónde vamos.

-Tú has decidido venir por tu propia voluntad. Calla y sígueme. También puedes volver.

El contrario frunció el ceño.

-Pero... agh. -chistó antes de callarse y seguir caminando.

Las horas pasaban y seguían caminando. ¿A dónde le llevana Lee? Estaban en la otra punta de la ciudad y sus piernas empezaban a dolerle.

-Lee...

-¿Sí?

-¿No estás cansado?

-Para nada. Además, ya hemos llegado.

Choi miró al frente. Una explanada se extendía hacia el horizonte. Habían llegado al límite de la ciudad. Ni un solo edificio ante ellos, solo el sol ocultándose y la brisa fresca.

Los ojos de Choi se abrieron aún más ante la hermosa vista.

-¿Me has hecho atravesar toda la ciudad para esto?

-Idiota. -gruñó el rubio -Esto no se ve desde cualquier parte de la ciudad. Y yo no te he obligado a nada. -se sentó sobre una piedra. -Me gusta observar el atardecer y aquí es donde mejor se ve.

-Oh.

La verdad era que jamás había visto ocultarse el sol de una manera como aquella. Los últimos rayos del sol alumbraban la esplanada haciendo que se viera dorada, en sintonía con el anaranjado cielo.

-Es hermoso -dijo sentándose junto a TaeMin, tanto que sus brazos se rozaban.

Aquella fue la primera vez de ambos. La primera experiencia juntos. El primer atardecer que compartieron.

La amistad no tardó en surgir apesar de las diferencias entre sus carácteres. Una amistad profunda, enorme. Una hermandad.

O eso creía Choi.

Dos meses antes...

-TaeMin

-¿Uh?

El pelinegro se giró en su asiento pudiendo ver al castaño. Sonrió levemente y esperó a que volviera a hablar.

-Hey! -le revolvió los cabellos el mayor - ¿Cómo vas con esa obra de arte?

Los ojos de ambos se posaron sobre el coche de color azul. Lo habían comprado tiempo atrás, pero el menor en signo de rebeldía quiso cambiar su estética.

Los años junto a Choi MinHo habían sido mejor de lo que ambos hubieran esperado. Se habían vuelto muy unidos. Recientemente el menor había acabado sus estudios universitarios y estaban aprovechando su verano de la mejor manera posible.

¿Qué hay mejor que pasar el tiempo con tu nueva familia? Porque TaeMin había encontrado una. Formada por cuatro chicos: JongHyun, Key, Onew y MinHo. Nunca se había sentido tan bien junto con más gente. Había pasado de ser el chico antisociable a uno con una sonrisa casi permanente es los labios y cuatro buenos amigos.

-Creo que acabé. -respondió con una sonrisa.

Sus ojos se posaron en el rostro del mayor. ¡Cómo amaba observarlo! Y es que llevaba ya unos años enamorado de él.

-Creo que deberíamos dar una vuelta, entonces.

-Hyung -rió- Eres como un niño con un nuevo juguete.

-Y qué si lo soy. Sube.

Acatando la orden, ambos subieron al coche. El trayecto no tenía un destino concreto. MinHo conducía tranquilamente bajo la dulce mirada del menor. Y no fue hasta que estacionó que sus miradas se cruzaron.

El castaño sonrió -Llegamos -señaló al exterior.

TaeMin estaba feliz. Le había llevado a ver la puesta de sol. Llevaban meses sin ir al lugar. Era especial para ambos. Se sentaron irando como el sol se ocultaba.

-JongHyun se enfadará porque no les trajimos.

-Ah. No importa. Quería estar contigo.

Eso hizo que el corazón del moreno se acelerara -¿Por qué?

-¿Cómo que porqué? -preguntó con el ceño fruncido -¿No puedo pasar tiempo con mi mejor amigo?

-Ah, cl-claro.

El silencio inundó el espacio entre ambos, que no era precisamente mucho. MinHo suspiró antes de volver a hablar.

-¿Recuerdas que te hablé de una chica?

-Sí.

-Quiero que la conozcáis.

El pelinegro no dijo nada al momento, sabía que su amor no era correspondido y que se ilusionaba pensando que había una pequeña posibilidad. La chica era guapa e inteligente. TaeMin la había conocido un poco cuando vio a la pareja en una cafetería charlando. Charla a la que se unió dejando que los celos le impulsaran. No podía enfadarse con ella. Era una buena chica para su hyung. Le molestaba, pero tenía que aceptarlo.

-Ya me imagino la reacción de los demás -bromeó evitando que se notara la tristeza en su voz.

MinHo rió imaginando aquello.

-¿Sabes? Me alegra tenerte conmigo.

-¿Mmm?

-Eres como un hermano y me alegra que me apoyes en esto. Por eso quería que fueras el primero en saberlo. Pienso ir en serio con ella. Empezar una relación.

Lee no supo que palabras le dolieron más, si "hermano" o "relación". Pero era muy consciente del dolor en su pecho, aunque lo disimuló con su típica sonrisa.

-Ten cuidado MinHo no vaya a ser que se enamore de mí

-Eres guapo, pero tampoco te lo tengas tan creído

-No me lo tengo creído.

-Ya, claro.

-Que no. Solo digo lo obvio

-Ajá. Mocoso presumido -comenzó a hacerle cosquillas y al poco acabaron en una guerra, ensuciándose con la tierra de la esplanada, sin importarles quiénes les vieran o si se portaban como niños pequeños.

Las semanas habían transcurrido rápidamente y TaeMin no comprendía como aquella chica se había ganado el corazón de todos, de su familia. Poco a poco se había metido en sus vidas e incluso formaba ahora parte de su grupo. No soportaba verla por mucho tiempo, pero entonces miraba a MinHo, con aquella sonrisa iluminándole el rostro,  aguantaba. Aguantaba todo por él. ¿Pero hasta cuándo podría fingir que no sentía nada por el castaño? ¿Que estaba celoso de la chica que sí hacía feliz a su hyung? ¿Cuándo acabaría explotando?

Por desgracia ese día no tardó en llegar.

Presente...

El dolor permanecía en su pecho. Era como fuego, extendiéndose por todo su cuerpo. Se odiaba a sí mismo.

La pistola yacía a un lado de la habitación. ¿Debía tomarla? Quizás si se disparaba, si acaba con su vida, el dolor desaparecería.

Era un juego. El pelinegro apuntaba a sus amigos con la pistola mientras reían.

¿Había sido una estupidez comprarla? No. TaeMin solo buscaba aliviar su dolor y la locura era una salida. Su autocontrol estaba fuera de sí, pero a nadie le importaba.

Las risas se juntaron con los choques de botellas. Onew había llevado bebida, una que saborearían juntos, en familia.

Un brindis por la pareja.

TaeMin sonreía aunque por dentro sufría, por eso aquello salió mal.

Tras aquella noche de descontrol, la mañana fue tranquila en su pequeño hogar, pero la tarde no lo fue.

Un conjunto de edificios abandonados a medio construir era su lugar de reunión, donde el resto del mundo desaparecía y solo eran ellos.

TaeMin disfrutaba pintando algunas paredes con palabras ilegibles, arte abstracto. Y deseó no haber subido a la planta segunda.

Los labios de MinHo estaban posados sobre los de ella, sus manos acunando el rostro de la castaña. La sangre hirvió en el cuerpo de Lee. No soportaba aquella visión. Sus sentimientos por MinHo era reales, fuertes y nada correspondidos.

Salió de allí rápidamente, chocando con JongHyun en la planta baja.

Su cabeza daba vueltas y su mente le jugaba una mala pasada recordándole el beso una y otra vez. Sus manos jugaban con el pequeño mechero. Había subido a la primera planta de otro de los edificios. Su mirada estaba perdida entre la llama del mechero y el pequeño abismo frente a él. Una caída no muy larga pero posiblemente peligrosa.

No se movió de allí por horas. El corazón le latía tan fuerte que podía escuchar sus propios latidos.

-TaeMin

Alguien le había llamado desde abajo.

-TaeMin

Sus ojos se fijaron en la silueta sonriente que le llamaba. Choi MinHo sonreía como un tonto enamorado.

-Baja, anda. Vamos a cenar.

Ciertamente se había hecho de noche y eso molestó al pelinegro. Dejó caer el mechero a alguna parte y decidió bajar sin muchos ánimos. Se encontró con el castaño quien le esperaba.

-¿Has estado ahí toda la tarde?

Lee no contestó simplemente pasó a su lado siguiendo su camino hacia los demás.

Choi frunció el ceño sin comprender qué le pasaba al menor. Usualamente no se comportaba así.

Ambos llegaron junto a los demás en completo silencio.

-¡Hey TaeMin! ¿Dónde te habías metido? -preguntó Onew

-Por ahí- respondió algo cortante al ver por el rabillo del ojo como MinHo besaba a su novia.

El ambiente se puso tenso tras aquellas palabras.

MinHo se giró, encarando al menor.

-¿Qué te pasa? Estás extraño, TaeMin.

El nombrado le miró con mala cara -No me pasa nada.

-Oh vamos -intentó poner un brazo sobre el hombro del contrario, pero éste se apartó. -¿Tae?

-No me llames así. Solo lo haces cuando quieres convencerme de algo.

-¿Pero qué demonios te pasa?

Aquello fue la gota que colmó el vaso. La castaña había pronunciado aquellas palabras con algo de molestia y Lee no pudo resistirse. Sus celos, su rabia, todo contenido por meses estalló.

-Que gracioso -rió sarcásticamente -Si quiero puedo enfadarme. No eres nadie para preguntarme nada. No eres de la familia.

-Hey, Tae. -le reprendió MinHo

-Tae. Tae. Tae. ¡Yo nunca lo he aceptado! ¿Vale? No soporto verles juntos. Ni sonreír como estúpido fingiendo que todo va bien. Me da asco verles besarse. ¿Por qué? ¡Porque estoy enamorado de quien solo me considera un hermano! -empujó a MinHo- Intenté aguantarlo por ti, pero ni siquiera te has dado cuenta de qué me pasa. Ya veo que no me conoces tanto Choi. Estúpido de mí por enamorarme.

La furia había dominado al pelinegro quien empujaba a Choi mientras hablaba soltando una gran confesión. Los demás intentaron contenerlos para que no se pelearan, aunque estaban atónitos con lo dicho por el menor.

-Te llevo a casa. -anunció MinHo refiriéndose a su novia -Cuando vuelva, hablaremos TaeMin.

La castaña subió al coche junto a MinHo.

Cruel destino.

TaeMin aún estaba arreglando un pequeño escape de gasolina que tenía el coche. Tan insignificante era dicho escape que no pensó en ello por días, hundido en su dolor.

Por eso cuando el coche arrancó y explotó, su mundo se vino aún más abajo.

Maldito el momento en el que lanzó el mechero aún prendido. Maldita suerte que no hubiera arreglado aquel escape. Maldita su existencia, por conocer y enamorarse de Choi MinHo.

Los gritos de Lee no se hicieron esperar y es que si no fuera por sus amigos se hubiera lanzado al fuego. A por el amor de su vida que había quedado preso en llamas.

Ahora estaba totalmente destrozado.

Sus amigos llamaron a una ambulancia y a los bomberos. Habían sufrido algunos rasguños por la explosión. Y ninguno se dio cuenta cuando al llegar la ayuda, TaeMin había desaparecido.

La habitación estaba llena de cristales rotos y algún mueble destrozado. TaeMin había desatado su furia golpeando todo lo que tenía a mano.

Sus manos ensangrentadas no estaban manchadas solo de su sangre, sino también de quienes estaban ardiendo mientras los bomberos intentaban apagar el fuego.

Al huir de allí había visto el pequeño reguero de gasolina y el mechero y supo que fue culpa suya los sucedido.

Tomó el arma en sus manos. Se aproximó al que habría sido un balcón si las construcciones hubieran continuado. Se colocó en el borde, de espaldas. Y se apuntó a la cabeza.

Sus lágrimas seguían cayendo, sus manos temblaban y su roto corazón se lamentaba.

-Lo siento MinHo. Siento haberme enamorado de ti. Te amo.

El sonido de un disparo asustó a los presentes. El fuego había sido apagado y los tres chicos atendidos. Éstos, seguidos por el personal de la ambulancia corrieron hacia el lugar de origen de tan horrible sonido.

Allí, sobre el asfalto, el cuerpo del pelinegro con un tiro en la cabeza, el arma próxima al cuerpo y múltiples golpes por la caída.

Tres personas murieron en cuerpo y alma esa noche.

Una pareja con futuro.

Y una alma muerta en vida, consumida por el dolor y ahogada en su amor no correspondido.

-Dime MinHo, ¿qué tengo que hacer?

-Ser feliz, TaeMin. Ahora me tienes a mí.

El rubio sonrió a su nuevo y único amigo -Sí...

╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴

╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴ ╴

Espero les haya gustado.

Fue difícil para mí escribir esto, no solo por el hecho de que jamás había escrito sobre SHINee, sino porque tenía que encajar la trama con el MV.

Os pido que me dejéis comentarios

sobre lo que os pareció ♡

Siento el final trágico.

Me pueden encontrar en Wattpad como @pinkchim_loves_kook

Gracias por leer

──•✦•──

TaeMin lover

█║▌│█│║▌║││█║▌║▌║

Créditos portada: PinkChim

Créditos separadores: Sus respectivos autores

┈┈┈••✦ :star2: ✦••┈┈┈