K i l l i a n 「Fic JongKey」Cap. 6

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S h a l l

w e

s t a r t ?

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Y e s , i t ‘ s

S H I N e e

T I M E

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• Capítulo 6 •

Nada, olvídalo

JongHyun entendió porque se había comportado así justo cuando su amigo finalizó la llamada.

KiBum le gustaba.

Se rió amargamente de sus propios pensamientos. Parecía que el actor podía transformar a las personas en homosexuales simplemente con su encanto y belleza.

No sabía cuando había pasado, pero el entenderlo subconscientemente en el momento del interrogatorio había provocado esa ansiedad en él.

Volvió a reír. Era neurocirujano, pero aún ni se acercaba a entender lo que el cerebro humano le reservaba.

Miró el móvil, este mostraba el historial de llamadas, casi todas entre KiBum y él. Sin poderlo evitar, sus sollozos se intensificaron. ¿Qué clase de broma de mal gusto es esta?

Ni siquiera sabía si KiBum iba a conseguir pasar la recepción, pero tenía una ligera esperanza que no moría, esperanza de que él viniera a por él y lo sacara de ese estado de desolación que sufría. ¿Qué clase de estupidez es esta?

Lo negaba, intentaba negar que lo que creía que sentía por el actor era algo real, que solo estaba confundido. Pero era como si su cabeza hubiera activado un mecanismo, ya nada podía cambiarse, no había vuelta atrás, le gustaba KiBum, su amigo, le gustaba el actor más querido del mundo, le gustaba Key.

Le gustaba su amigo heterosexual.

Parecía una historia, una dramática del tipo que ponen en los libros para adolescentes, solo que esta no tendrá final feliz.

Solo de pensar en todos los rumores en los que acabaría KiBum... se sentía horrible. Sí él se enteraba, lo echaría de su vida para siempre. Y JongHyun no podía culparle por ello, para él KiBum nunca era el culpable de nada.

Oyó como la puerta doble pesada que daba a ese pasillo empezaba a abrirse. En su ingenua imaginación deseaba que KiBum fuera el que estaba abriendo esa puerta, pero las probabilidades estaban en su contra. Durante ese segundo que tardó en abrirse, tuvo tiempo para pensar en todas las opciones que pasarían según quién era la persona que la estaba abriendo: si era un limpiador, que era lo más probable, el chisme del doctor perfecto llorando en un pasillo como un niño se esparciría por todo el hospital. Si era KiBum... no sabía que iba a pasar.

El terror lo invadió, estaba sentado justo delante de la puerta, sería lo que esa persona miraría primero. En ese estado, se apretó contra sus rodillas y abrazó sus piernas ocultando la cara.

— ¿JongHyun?

Cada músculo de su cuerpo se puso en tensión, y levantando poco a poco la mirada pudo encontrarse con unos zapatos de colores llamativos, definitivamente horribles.

— ¿Ki-KiBum?

Los ojos del actor no podían apartarse de esa cara, ojos inyectados en sangre por llorar durante un prolongado tiempo, la boca entreabierta soltando algún que otro sollozo y la nariz soltando sustancias que mejor no describir demasiado.

Se había parado nada más entrar, no esperando encontrar a su amigo en ese estado tan deplorable, pero en cuanto pudo reaccionar cerró la puerta, bloqueándola, y caminado hacia él para después agacharse e intentar limpiarle las lágrimas con los dedos pulgares y la manga de la camisa. Como pudo, se quitó las gafas de sol poniéndolas en la camisa.

KiBum sintió como le entraban ganas de llorar a él también, a causa de los continuos sollozos de su amigo que parecían ir en aumento.

Por más que intentaba reconfortarlo con palabras típicas, ya que no sabía qué había sucedido allí, eso solo parecía hacer llorar más a JongHyun. Como último intento, lo abrazó. Movía las manos en pequeños círculos por su espalda, a la vez que JongHyun apoyó la cabeza en su hombro, manchándolo de lágrimas, y devolvió el abrazo.

Ninguno sabía cuánto tiempo llevaban así, en silencio. KiBum alejó a su amigo para secarle la cara y le sonrió pensando que esto podría reconfortarlo.

Volvió a acercar a su amigo, está vez abrazándolo con un solo brazo mientras con el restante cogía su móvil y ponía un mensaje a su hermano, pidiéndole que recogiera su coche del hospital y lo llevara a su casa.

Se levantó con JongHyun en los brazos. Tenía las piernas algo entumecidas así que ni siquiera imaginaba cómo estaría el doctor.

— Jjong... —el médico hizo un sonido para que continuara— ¿Dónde está tu coche? ¿Cómo llegamos para que no nos vean?

El actor rodeó con el brazo a su amigo, que empezó a caminar lento por el pasillo.

No sé equivocó al preguntar a JongHyun sobre una ruta de escape desierta, ya que llegaron al coche de este sin encontrar ni una sola alma. Tenía la sensación de que su amigo se sabía el hospital y todos sus recovecos como la palma de su mano.

JongHyun entendió rápidamente que KiBum quería ser el conductor, tal vez en su estado actual no era una buena idea estar detrás del volante.

Débil como se sentía, se puso el cinturón lentamente, esperando que esos movimientos pausados no molestaran al actor. No quería molestarlo. Pero al conseguirlo después de varios intentos por sus manos algo torpes por las lágrimas (no sentía ese temblor de manos desde que tuvo que asistir a su primera operación), pudo ver que los ojos de KiBum lo miraban atentamente a los ojos, no mostrando ningún signo de enfado, sino de propia angustia.

Ninguno vio necesario hablar, por lo que esos cinco minutos a la casa del doctor fueron en absoluto silencio. JongHyun no era capaz de recordar cuántas veces KiBum había ido a su casa desde que se conocieron, ¿8 veces? ¿9? ¿10 tal vez?, aún así, le sorprendió que el actor no dudara en ningún momento al conducir hacia su apartamento, se sabía el camino de memoria.

Aparcaron en el garaje del bloque de apartamentos, como una acción casi inconsciente, después de ponerse al lado de JongHyun y agarrarle por la espalda, KiBum se dirigió a las escaleras de emergencia, las cuales estaba prohibido cruzar a menos de que hubiera un incendio.

Llegar al piso cinco fue una tortura para JongHyun. Sentía que estaba deshidratado y apenas le quedaban energías. ¿Dónde había quedado esa persona alegre de esa misma mañana? Parecía tan lejana que JongHyun se sorprendió al recordar que solo habían pasado unas horas desde que despertó, apenas era mediodía.

La puerta de su apartamento la abrió KiBum, después de que JongHyun le diera las llaves que estaban en su bolsillo. Pasaron y el actor cerró la puerta no muy cuidadosamente, pero le daba igual.

KiBum lo llevó a su cuarto. Era la primera vez que entraba en este. Como el resto de la casa, parecía decorado sencillamente, pero con estilo.

El actor ayudó a su amigo a quitar las sabanas para meterse dentro de ellas, luego lo arropó y dejó que descansara. Le sorprendió lo rápido que se durmió a causa del cansancio, no duró despierto ni un solo minuto.

El actor se levantó y fue a la cocina. JongHyun odiaba las sopas de sobre, pero no quería dedicar mucho tiempo a la comida y además tampoco es que esa casa tuviera muy llena la nevera.

Con movimientos rápidos y expertos, se paseaba por la sala en busca de ingredientes o utensilios. Al final, la sopa fue un éxito a pesar de la dura escasez de alimentos.

Se acercó a la cama con una bandeja que dejó en el suelo, e intentó despertar al médico.

— Jjong... —susurró— Jjong... debes comer algo, has perdido mucho líquido.

JongHyun se despertó ligeramente, segundos más tarde se acordó de lo sucedido y el porqué su amigo estaba al lado de su cama. Se sentó y apoyó la espalda en la cabecera para poder comer mejor.

KiBum le puso un plato de lo que parecía una sopa (se maldijo a sí mismo por no haber comprado muchos alimentos últimamente) y cuando abrió la boca para agradecerle, el actor lo cortó.

— No hace falta que lo digas, sé que este tipo de cosas prefabricadas no te gustan mucho. ¡Aún así lo tenías en la cocina, así que no es culpa mía si no había nada mejor! Además, entiende que estamos en invierno ya, así que lo caliente es lo mejor, así que-

— KiBum.

— ¿Qué?

— Gracias.

El actor se quedó sorprendido hasta el grado que apartó la mirada de los ojos de JongHyun.

No volvieron a hablar en un rato, porque KiBum imaginaba que a JongHyun le debía doler la cabeza muchísimo, y no se equivocaba. Después de comer, el actor le trajo una pastilla para el dolor, esperando veinte minutos para que esta hiciera su efecto completo y así poder preguntar una duda que le carcomía por dentro.

— JongHyun, ¿qué ha sucedido para que estés así?

"Tú. Creo que me estoy enamorando de ti, KiBum".

Pero el doctor aún no era lo suficientemente valiente para decírselo, ¿ridículo verdad? Jamás le había gustado un hombre, no sabía cómo decir a un amigo que de repente era homosexual porque se sentía muy atraído física y sentimentalmente a él.

— Me he dado cuenta de una cosa shockeante, pero no te preocupes, es una cosa un poco... incómoda —le contestó con una sonrisa algo triste.

— ¿Y qué es esa cosa? —KiBum se acercó a su amigo, pero al contrario de lo que esperaba solo le dijo que no.

— No puedo decírtela.

KiBum tenía que itir que eso lo molestó un poco a pesar de saber que eran normales el tener secretos entre amigos. Incluso él tenía un secreto...Uno que no había dicho al médico... y en algún momento debería decírselo.

¿Cómo reaccionaría si le dijera que es bisexual? Solo lo sabía su hermano, ni sus queridos padres estaban al corriente de ese secreto que guardó por más de 5 años. ¿Por qué tengo la sensación de que debo decírselo a él?

¿Y si lo decía? ¿Y si se lo decía a JongHyun? Tal vez así el doctor se abriría a él... y le diría porque de repente había tenido un ataque de ansiedad y pánico como el que tenía hace unas horas.

KiBum apreciaba mucho a su amigo y quería evitar a toda costa que volviera a pasar... no siempre podía estar para salvarlo de esa situación.

A toda costa, debía descubrir cuál era ese secreto.

— JongHyun...

— Dime —el doctor estaba mirando por la ventana distrayéndose con las vistas de Seúl que podía ver desde allí. Parecía ido, seguramente pensando en la causa de su malestar, KiBum no se equivocaba con su hipótesis, JongHyun estaba pensando en él.

¿Y si no se lo toma tan bien? JongHyun acabada de recuperándose de un impacto emocional bastante fuerte... tal vez debería esperar a que esté mejor...

¿Podría ser... qué lo que ha pasado fuera por el tinte?

— Nada, olvídalo...

JongHyun lo miró, el actor parecía preocupado en extremo y eso le hacía sentirse peor, una basura.

— Jjong... —KiBum cruzó miradas con el rubio, hacía tiempo que no se miraban a los ojos— ¿El tinte... te ha causado algún problema?

— No, nada. —el actor sonrío al ver la ligera sonrisa de alivio que KiBum intentó ocultar— Cada vez me gusta más, enserio me queda el rubio...

KiBum se tranquilizó con las palabras de su amigo. Él se prometió a sí mismo que le diría su secreto al cirujano... en algún momento. Entonces JongHyun seguramente se abriría a él.

JongHyun le propuso que se quedara a dormir en su casa, ya que el actor no se dio cuenta de que no tenía coche y no podía llevarse el de su amigo. Ni siquiera había planeado eso.

Tenía que pasar la noche allí y muy temprano en la madrugada, el doctor lo llevaría en coche a su casa.

Para KiBum estaba claro que debía dormir en el sofá, tuvo que negar la oferta del propietario de la casa de dejarle la cama y él dormir en el salón.

Si dormía en la habitación de JongHyun no descansaría más de una hora. Solo de pensarlo se ponía nervioso. ¿Pero por qué le ponía nervioso dormir en la habitación de su mejor amigo?

Con la excusa de la salud de JongHyun, él consiguió dormir en el sofá.

— Buenas noches, KiBum —le medio-gritó desde su cuarto.

— Buenas noches, JongHyun.

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