c h a p t e r 1 5 [Fic JongKey]

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S h a l l

w e

s t a r t ?

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Y e s , i t ‘ s

S H I N e e

T I M E

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C h a p t e r   1 5 ;

Abrió los ojos lentamente, los tenía llorosos y su garganta estaba reseca. Con algo de dificultad en los movimientos, se incorporó hasta que su espalda tocaba el respaldo de la cama.

— ¿Estás mejor?

JongHyun observó a Key, este se acercaba con pasos lentos desde el despacho. El rubio se alegró internamente de que su visión haya vuelto a la normalidad, el pinchazo continuo y la fiebre también se habían esfumado aunque seguía algo cansado, nada comparado con ayer... ¿porque había pasado un día no? Por la posición del sol que salía por la terraza, sería alrededor de las siete. El día era nublado y parecía que iba a haber tormenta, pero el precioso amanecer rosado conseguía devolverle parte de su belleza original.

Volviendo a centrar su vista en el otro hombre, su ceño se frunció algo molesto. Los ojos de Key tenían pequeñas motas de culpabilidad y sus labios fruncidos solo hacían que reafirmar el hecho. Considerando su estado físico, JongHyun no tardó en deducir que las misteriosas pastillas que con tanto ahínco había luchado por evitar, se le habían dado mientras dormía.

— Me has dado las pastillas.

No era una pregunta, lo estaba afirmando pero a pesar de ello, Key asintió mirándole culpable.

— Las necesitabas —sus ojos se desviaron a la terraza, donde estaba TaeMin. Parecía mirarlo para conseguir el coraje de decir lo que tanto tiempo había ocultado.

JongHyun le concedió el beneficio de la duda, sin embargo, el pelinegro parecía reacio a hablar.

— ¿No vas a contarme nada? —interrumpió el forastero.

Sabía lo gélida que había sonado su voz, estaba siendo duro con el pelinegro. Sus ojos estaban enfurecidos y pese a estar postrado en la cama, su aura no era precisamente una pacífica. Key lo miraba entristecido, culpable y rogando paciencia. Tal vez no lo expresaba verbalmente, pero sus orbes oscuros pedían una clemencia que JongHyun no tenía.

— JongHyun, entiéndeme, por favor. No es algo fácil de explicar, no quiero asustarte.

Key estaba pasando por un momento difícil, pero aquella mañana el rubio se había levantado cabreado e incluso insensible. Se sentía culpable por tratar tan rudamente a Key, pero justificaba sus actos bajo la excusa de que el pelinegro lo había traicionado. Después de que él mostrara toda su personalidad y recuerdos, Key solo hacía que ocultarle cosas ¿no era aquello suficiente razón para su enfado? ¿No estarían todos como él en su situación?

— Si no vas a decir nada, solo lárgate. Ver tu cara culpable me enferma.

Key abrió los ojos, sorprendido y herido. El rubio sabía que había cambiado, que ya no era el JongHyun inocente de antes. Cuanta más debilidad le mostraba el pelinegro, más agresivo se volvía. Las palabras y fuerte tono de voz le afectaron más de lo que JongHyun creyó posible, Key estaba con los ojos acuosos, al borde de las lágrimas que el mismo forastero había provocado. Parecía reacio a llorar en su presencia.

Y aún así, le dolía verlo en aquel estado. Era una basura, lo sabía, le hacía llorar y luego tenía la cara de dolerle verlo así.

— Como quieras —añadió apartando la mirada de él—. Taemin, si necesita algo tráeselo por mí.

El joven TaeMin entró de la terraza en el momento en el que Key bajó las escaleras para marcharse del cuarto. Había sido espectador pasivo del encuentro anterior y sus ojos fieros revelaban que estaba enfadado con el forastero. Tampoco él estaba orgulloso de sí mismo, así que le daba un poco igual lo que pensara de él el menor.

— Eres un idiota. Le cuesta decírtelo porque te aprecia y no quiere herirte —JongHyun observó duramente a TaeMin.

— ¿Sabes qué es? —el menor se apoyó en el ventanal, parecía poco interesado.

— Lo sé. Me lo imaginaba desde hace tiempo —suspiró—. JinKi no es tan difícil de leer cuando le coges el punto —aquel comentario le recordó a las muchas veces que había pensado así de Key—. Aunque oficialmente, Key y Onew lo dijeron ayer.

JongHyun analizó al joven. TaeMin parecía mucho más serio en aquel momento, como si su personalidad hubiera cambiado. El siempre sonriente y adorable vampiro, posiblemente el único que no le parecía mortalmente aterrador desde un principio, estaba más serio y frío.

— ¿Ayer? ¿Mientras estaba encerrado? —la risa de TaeMin le puso los pelos de punta. ¿Era este el mismo joven que se había tomado la molestia de enseñarle cosas sobre Gyeoul?

— Estamos a diecinueve, JongHyun. Has dormido durante día y medio.

Los ojos de JongHyun se perdieron entre los escasos muebles de la sala. Se imaginaba a Key sentado en la cama, controlando su fiebre y cuidándolo para que se recuperara. Se le secaron los labios en una ansia repentina de querer besarlo. Dios, echaba de menos los besos fogosos que últimamente estaban teniendo.

— Sinceramente —empezó TaeMin llamando su atención—, no creo que el secreto ese sea algo malo. Estaba harto de tener que sonreír y hacerme el inocente cuando estabas cerca. Me preocupaba que Key se hubiera vuelto loco, eligiendo a un humano tan simple como Protegido... y no solo eso, enamorándose de él.

JongHyun miró la sonrisa cínica del joven. Lo miraba orgulloso, como si después de saber el secreto respetara más al forastero. El rubio tragó sonoramente, estaba nervioso y la mirada brillante pero malvada de TaeMin le incomodaba. ¿Así que ese adorable joven que le había explicado sobre los vampiros no existía? ¿TaeMin era aquel chico de mirada peligrosa y lo anterior solo fue un personaje?

La carita angelical del niño no era desde luego real, después de ver aquella faceta.

Sus memorias retrocedieron al momento donde conoció al joven. No recordaba las palabras exactas pero Key había gritado "TaeMin ¿cómo has podido matar a tantos?". Después de conocer al joven creyó que aquello solo había sido sacado de contexto, que en realidad el chaval no era un mal chico. Pero, definitivamente se equivocaba. Era la faceta que conoció más tarde la falsa.

Debía estar acostumbrándose al engaño, porque ya ni le dolía.

— ¿Por qué esa cara, JongHyun? —el mencionado despertó de los pensamientos que lo atacaban. El menor estaba definitivamente disfrutando su confusión— ¿No creerías en serio que todo lo que has visto ha sido la vida en Gyeoul, no? —frunció en ceño.

— ¿A qué te refieres?

— ¡Oh, venga ya! ¿Crees que los vampiros son hermosas personas que te llevan de paseos a caballo y beben sangre en una copa? —aquellas palabras le dolieron especialmente, porque TaeMin había dado en el clavo— Key ha sido muy bueno contigo desde el principio, aunque tú no lo supieras. Jamás le has visto alimentarse, ni siquiera lo ha mencionado; no ha matado en tu presencia y mucho menos ha hablado de ello; te dejó dormir en un cuarto propio para que te acostumbraras; aguantó tus gritos incluso en público y ha pasado un maldito día pegado a tu cama para cuidarte —TaeMin se detuvo y lo miró con sus orbes negros cargados de ira—, para que luego tú vayas y lo eches de mala manera como si se tratara de un perro.

— ¿Y mis sentimientos no importan? ¿Todas las veces en las que se me han ocultado cosas que yo merecía saber? ¿¡Y qué si me ocultaba cosas para no herirme!? —respiró profundamente, no quería gritar a TaeMin—. Merezco saber la verdad, por muy dura que sea.

— ¿La verdad? ¿¡Quieres saberla aunque duela!? ¡Ja! No tienes ni idea —sus ojos lo miraron como si pudiera enterrar a JongHyun quince metros bajo tierra— ¿Quieres saberla? ¡te arrepentirás! ¡Por qué tú eres así de idiota!

— Me da igual, quiero saberla —le contestó manteniendo (o intentando) el tono bajo.

— Mira que eres terco... ¡Pues-

— TaeMin.

Las personas se giraron hacia las escaleras, donde se podía ver a JinKi subir con un semblante serio y de advertencia hacia su hermano menor. La sonrisa cínica del menor se borró al verlo entrar y como un niño pillado haciendo una travesura, mantuvo la cabeza gacha en señal de sumisión al mayor.

— Hermano, yo...

— Sal. Yo me encargo de JongHyun.

El tono de voz que utilizó no itía ninguna réplica y TaeMin salió con el rabo entre las piernas sin siquiera atreverse a levantar la mirada. JongHyun se molestó con Onew, estaba segurísimo de que sus ojos brillaban de la furia, y es que había estado a segundos de descubrir que es lo que con tanto cuidado le ocultaba todo el mundo.

— ¿No podías esperarte unos segundos? —le reprochó al pelinegro— Estaba a punto de contarme todo.

Onew lo observó durante unos segundos, lo analizaba con tanta facilidad que JongHyun se sentía psicológicamente desnudo delante suya. Era francamente aterrador y se ponía nervioso al ver que el otro hombre no hablaba. Seguramente los criados habían avisado al Señor Lee al ver la pelea entre el pequeño de los Lee y el protegido Kim, pelea en la cual no podían meterse. Pero Onew sí.

— Eres realmente un caso —le dijo de repente, su voz impregnada de un ligerísimo desprecio—. Hemos estado callados para que Key fuera quien diera el paso. Lo normal sería esperar a que fuera él quien te lo contara, ¿pero andas discutiendo con un adolescente y ruegas para que a ver si con suerte consigues que se le escape algo? Wow ¿y tú dices que lo amas?

Las orejas de JongHyun empezaron a coger un color carmesí, pese a todos sus intentos de ocultar su vergüenza.

— Lo amo pero eso no garantiza que confíe en él ni en sus palabras —intentó justificarse.

— La perfecta descripción de una relación sana, claro que sí.

JongHyun dedicó a JinKi una mirada enfadada, pero sabía que a aquel pelinegro poco le importaba lo mal que lo mirase.

— Sé que no confías en nadie de aquí. Pero tendrás que creerme: no queremos hacerte daño —explicó—. Y también sé que no te caigo bien. Pero desgraciadamente, dada tu condición, solo yo puedo ayudarte en muchos quilómetros a la redonda. No te odio, solo te cuido porque eres el Protegido de Key pero para mí es razón suficiente.

— ¿Cuál es mi condición? —demandó.

— ¿Aún quieres saber el secreto en boca de alguien que no es Key? —pidió saber. La mirada determinada de JongHyun hizo suspirar al pelinegro, parecía decepcionado enormemente— Eres un vampiro.

El silencio se apoderó de la sala, la tensión palpable en el ambiente mientras JongHyun ampliaba sus ojos sorprendido y Onew esperaba pacientemente una reacción del joven.

— ¿Qué? —soltó en un suspiro que no sabía que estaba reteniendo.

— Eres un vampiro, JongHyun —repitió.

— Eso no es posible —añadió por fin—. No es posible.

JinKi suspiró. No parecía sorprendido ante la negación de JongHyun.

— ¿Y por qué no es posible si se puede saber?

— Yo...

— No recuerdas nada de tu vida antes de Gyeoul. Cuando llegaste aquí ninguno sabía quien eras pero... descubrimos qué eras. Había que mantenerte aquí costara lo que costara —JinKi hizo una pausa, como si intentara que el rubio absorbiera la información poco a poco— Así que Key te hizo su protegido.

Los ojos del forastero se detuvieron en los de JinKi, tan fríos y analíticos que resultaban inquietantes. Aquella teoría encajaba y explicaba la razón de por qué el Señor de la familia Kim había mostrado tanto interés en tomarlo como protegido. Explicaba por qué JinKi había sido su médico. Explicaba por qué Key, un humanofóbico de primera categoría, no sentía a JongHyun como a un ser inferior. ¿Él no era... humano?

— No puede ser —atacó de nuevo, esta vez con sus sentidos más despiertos y su cerebro buscando lagunas en la idea de Onew—. No soy un... —se trabó, incapaz de decir la palabra— yo... no he tomado sangre, no puedo serlo.

JinKi rió ligeramente. Aunque no parecía contento con la idea de ser él quien explicara a JongHyun la verdad, definitivamente estaba entretenido observándole. Aquello hirió el orgullo del forastero.

— ¿Para qué crees que eran esas tan necesarias pastillas si no?

Las palabras del pelinegro fueron como si de repente una jarra llena de agua fría, vaciara su contenido encima de él.

— Voy a avisar a Kibum. No soy yo quien debería estar dándote esta charla.

Aprovechando el estado de sorpresa de JongHyun, el pelinegro salió de la habitación con tranquilidad.

El forastero cerró los ojos ignorando las miradas que le dedicaban cada uno de los criados en la sala. Aquello definitivamente debía ser una pesadilla.

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Por fiiiiiiiin. No sabéis lo estresante que era para mí no poder decir este secreto lmao. Aunque aún quedan un par de sorpresas pero esta era (obviamente) la más gorda. He dejado miguitas de pan a lo largo de los 15 caps para que alguien avispado pudiera deducirlo o planteárselo. Pero era extremadamente difícil. No quería que la gente lo supiera al 100% o que la mayoría fuera capaz de deducirlo. Así que sí, si lo has acertado enhorabuena, si no, no te preocupes.

Tal vez ahora alguno vaya a ojearse los capítulos anteriores para comprobar que sí he dejado pistas. Bien, hacerlo pero por favor, si comentáis no escribáis la palabra JongHyun junto vampiro. ¡No hagáis spoilers! Podéis ponerme como "oh madre mía, no me había dado cuenta de esto" o alguna cosa similar. Obviamente, en este cap y los próximos si podéis comentar sobre eso.

En este capítulo ocurren muchas cosas importantes. Como la pelea de TaeMin y JongHyun. En esta TaeMin le explica que JongHyun ve el mundo de Gyeoul según su punto de vista. Bien, Key ha resultado terrible cuando JongHyun lo veía malvado, amoroso cuando estaba enamorado y débil cuando lo veía sumiso. Todo DUNM está narrado desde la perspectiva de JongHyun así que ver el lado más vampiresco de las familias hará que JongHyun miré Gyeoul con otros ojos.