Mini relato: "Sociopata bien integrado"

[explicacion del relato después ]

“Sociópata bien integrado”

Mi nombre es Sherlock, tengo 28 años, soy alto, pelo negro, tez pálida…bueno eso no es relevante, lo único que deben saber de mi es que no soy un psicópata, yo soy un sociópata bien integrado a una ciudad llena de personas, aunque me siento mejor trabajando con aquellas que no hablan o muertas como quieran llamarlas. Lo siguiente en decir es que trabajo como detective asesor del cuerpo policial de mi ciudad, técnicamente ese puesto no existe, pero me gane el derecho a usarlo utilizando mis habilidades de deducción para resolver los casos más complicados, con frecuencia son homicidios bien planeados, pero no tanto para mí.

Frecuentemente soy víctima de burlas por mi insensibilidad y me excentricidad pero eso no me importa en lo absoluto, aunque era eso mismo lo que no me permitía tolerar la compañía de cualquier otra persona sensible, y a según yo eso nunca cambiaria, hasta que en el Supermercado que está a un lado de mi departamento, conocí a la responsable de cuestionar mi propio diagnostico; era una joven muy dulce y lo más destacable que vi en ella era su rostro, en él podía reconocer cada sentimiento existente y que aprendí a reconocerlos.

Ese día que la conocí salía de mi departamento para buscar mis suministros de drogas que, aunque, siempre pretendía dejarlas mi mente la pedía a gritos cuando estaba alterado. Fue allí cuando la vi y al entablar una conversación con ella fue tan sincera y amable como nadie antes; por primera vez alguien me distrajo y no permitió que me drogara, claro que para eso acertadamente invento que me necesitaba para resolver una serie de homicidios extraños que había ocurrido en su trabajo, era un desafío que no podía descartar, aunque nunca pensé que ese caso sería tan especial mientras más conocía a mi clienta, ilógicamente me enamore de ella quien me respondía con lo que sentía era un amor puro.

Sin embargo me irritaba no poder resolver su caso inicial porque ella protegía a uno de los sospechosos, sin razón aparentemente hasta que conocí su identidad y su relación de marido y mujer; no pude evitar sentirme traicionado y humillado, enseguida la aleje por completo de mi vida, sin saber la razón del porque ella se ocultaba con migo; lo supe días después cuando salí a hacer compras al supermercado y allí volví a verla, estaba tan distinta que apenas la conocí, su rostro tan expresivo ahora lucía apagado, sus movimientos carecían de la gracia de antes, impedidos por el dolor evidenciado en su rostro con cada paso, mientras la veía más dolor encontraba en ella hasta que vi sus brazos moreteados y ya no pude seguí viéndola.

Sali de allí para ir a mi departamento y planear el primer homicidio en que sería yo el culpable, había resuelto tantos crímenes que felizmente diría que lo hice a la perfección, incluso un día antes ya había cavado su fosa en el lugar más escondido. Y todo fue justo como quería que sucediese esa noche en que mate a su marido. Al día siguiente la cite a ella en mi departamento, cita a la cual nunca llego, suspiro armándome de paciencia y fui a buscarla, estaba en su casa como si no tuviera nada pendiente, en calma ahora que nadie la golpeaba, pero ni siquiera se molestó en buscar quien era su salvador.

En cuanto ella me dejo entrar le informe lo que había hecho por ella, sin embargo no reacciono como esperaba, ella no me abrazo dándome las gracias, lo único que alcance a ver era su gesto horrorizada como viendo a un psicópata, lo que yo no era, su próxima acción fue retroceder para alejarse de mí, voltear y huir, entonces mis sentimientos se desencadenaron en ira por su indecencia de no darme un gracias, la alcanzo fácilmente gritándole “No es justo” mientras enredaba una cuerda en su cuello, luego con tristeza sollozaba abrazado a su cuerpo inerte, al cuerpo de mi querido único amor. Así que ahora estoy haciéndole un bien al mundo enterrando a la desgraciada que se ganó mi corazón y que ahora ya nunca volveré a ver. Pasaron tan solo unos días cuando completamente drogado fui a declararme a mi propio trabajo, obviamente no me creyeron por mi estado, pero luego pude convencerlos al revelar la ubicación de los cuerpos. Lo último que oí de todos ellos antes de meterme a una celda fue “eres un psicópata”, y mi respuesta fue mi mismo diagnóstico, “Yo soy un Sociópata bien integrado”.

Explicación

Tenia que escribir un mini relato para aprobar la materia de lengua y literatura en mi colegio, asi que me inspire en un rol que llevo a cabo aquí en la comunidad y obviamente también en Sherlock para crear este relato.

Felizmente diré que pude aprobar y que me gusto tanto mi obra que quise compartilo con ustedes.