Aún eres tú

Aún eres tú.

Eres tú en cada minuto, cada segundo y cada hora que pasa. Eres tú.

Aún eres tú, y sin saber cómo, siempre serás tú.

Haces que lo imposible sea posible, que lo que creía que no sería capaz de suceder, haya ocurrido.

Como si fuéramos dos almas en un mismo cuerpo, o tal vez un niño con su juguete favorito.

Eres tú, y así es siempre.

Eres tú cuando no puedo dormir.

Aún eres tú cuando pienso en alguien y sonrío de forma inconsciente.

Eres tú en cada momento del día, y también de la noche.

Eres tú cuando estoy triste o cuando estoy contento.

Aunque no lo quiera, o mejor dicho, aunque no lo supiera, siempre has sido tú.

Has estado a mi lado muchas veces, sin que yo te lo pida.

Porque de eso se trata: de estar al lado del otro cuando está mal.

Aún eres tú cuando río, como si el mundo también lo quisiera.

Aún seremos tú y yo,

en un cálido abrazo,

o incluso en un beso en la mejilla.

Aún eres tú.