:dizzy: Everything For You [H.S y L.H] :dizzy:

:cherry_blossom: Capítulo 29. :cherry_blossom:

{12 septiembre de 2016.}

"Bienvenidos, pasad por favor." Sonrió la doctora Danielle, tras abrir la puerta para sus inesperados pacientes.

La primera en pasar, una joven morena, respondió:"Muchas gracias por atendernos, doctora."

"Es un placer." Respondió sonriendo a la educada joven.

Tras que todos pasaran, cerró la puerta y tomó asiento en su sillón blanco, delante del gran sofá en el que habían tomado asiento.

De la mesita entre ellos tomó su bloc de notas, de portada roja carmesí como la sangre, y se acomodó.

"¿Queréis tomar algo? ¿Café, agua, té...?" Preguntó, mirándoles.

"Oh no, gracias." Respondió el alto rubio, torpemente.

La doctora asintió y abrió el bloc por una nueva hoja, en blanco totalmente.

Cogiendo un boli, preguntó:"Bueno, ¿por qué no empezamos con algunas presentaciones y el motivo por el que os encontráis aquí?"

Los tres a sintieron, de acuerdo a la idea, y el primero que comenzó fue el chico de cabello rizado.

"Mi nombre es Harry Styles, y he venido ya que el tema que vamos a tratar es sobre la "madre" de mi hijo, y necesito estar al tanto." Se presentó, mirando seriamente a la doctora.

Ésta asintió y miró al siguiente, el torpe rubio.

"Yo soy Luke Hemmings, y soy el primo de, digamos, la paciente." Sonrió levemente mientras se presentaba.

La doctora asintió, volviendo su mirada hacia la morena, preguntando:"Debes ser tú la paciente, ¿no?"

"¡N-No! Yo soy la hermana de Harry, Vecky Styles, y novia de Luke. La paciente, técnicamente, es Luna Ryan." Contestó, con las mejillas levemente sonrojadas.

Danielle asintió, tomando nota en su bloc. Dirigió su vista hacia ellos, con una mirada crítica y a la vez curiosa en sus ojos.

Dejó el boli descansando sobre la hoja y preguntó:"¿Por qué estáis aquí?"

"Un amigo suyo, el doctor Josh Dun, nos recomendó que vinieramos a visitarla para una consulta para tener más información sobre el problema que tenemos en casa." Respondió la chica.

"¿Y de qué problema se trata para qué hayáis tenido que venir al psicólogo y sin la paciente correspondiente?" Exigió saber Danielle, con una ceja arqueada.

Esta vez, el rubio respondió:"Mi prima, Luna, parece ser que tiene un embarazo psicológico y el doctor nos recomendó informarnos primero con un profesional en el campo de la mente antes de decírselo a ella."

Comprendiendo, ella asintió, apuntando en la hoja la nueva información recibida.

"Díganos, ¿qué es lo que está pasando a Luna?" Preguntó el chico de ojos verdes, cruzándose de brazos mientras miraba a la mujer.

"Es sencillo aunque cueste creerlo. Nada de lo qué la paciente experimenta es algo real, sino que son manifestaciones de su mente. De alguna manera, su cerebro ha conseguido que el deseo o temor de ser madre se vuelva ciertamente real, en lo que cabe, presentando síntomas pero sin un feto propiamente." Explicó.

La información chocó a los tres, teniendo al instante caras de asombro.

Atreviéndose a hablar, preguntó el rubio:"¿Y por qué le ha pasado esto? ¿Es grave?"

La psicóloga sonrió compasivamente a ellos y respondió:"Digamos que los embarazos psicológicos ocurren por varios factores. Uno de ellos, en mujeres mayores hablamos, es el tan fuerte deseo de ser madres que su mente les juega una mala pasada. En las mujeres jóvenes, adolescentes, el embarazo psicológico se manifiesta por un miedo irracional a éste. Pero también influye mucho la estabilidad mental de la paciente y las enfermedades mentales que pueda padecer."

"Ella es bipolar." Interrumpió Harry, en voz baja.

Asintiendo y apuntando el dato, prosiguió:"Entonces podemos confirmar que esto se da por su enfemedad. Respondiendo a la segunda pregunta hecha, puede volverse grave. Es un trastorno de la mente y puede llegar a afectarle tan profundamente que podría pensar durante el resto de su vida que está embarazada."

La chica jadeó, mientras los chicos tenían en sus rostros miradas de asombro.

"¿Cómo podemos ayudarla...?" Musitó la de ojos verdes.

Danielle suspiró, inclinándose hacia delante, y contestó:"En estos casos se suele recomendar que se dé la noticia poco a poco a la paciente. Pero teniendo cuenta que es bipolar, en esta situación no es recomendable que se lo digáis. Podría llegar a desestabilizarla aún más de lo que deberá estar."

"¿Volverse loca?" Secundó el chico rubio, agarrando con mucha fuerza la mano de su amante.

La doctora asintió lentamente, observando las reacciones de cada uno.

Se fijó como el rubio tenía una mirada de pánico en sus ojos, apretando con fuerza la mano de la morena como si fuera su salvavidas en una tragedia. La morena, a su vez, en su rostro se había asentado el pesar y la compasión, mientras acariciaba el brazo de su amante con la mano libre para calmarle.

El último chico, por otro lado, tenía una mirada en blanco, mirando a un punto fijo del suelo, con los dedos de sus manos entrelazados.

"Es difícil, lo sé. Pero vais a superarlo, podréis hacerlo, y conseguiréis que la paciente no llegue al estado de locura." Les tranquilizó la mujer adulta, con una sonrisa compasiva.

"Lo sabía..." Murmuró Harry, apretando los puños con fuerza.

Los otros tres ocupantes de la sala dirigieron su vista hacia él.

"¿Saber el qué, sr. Styles?" Preguntó la doctora, con una de sus cejas arqueadas.

Los fríos ojos verdes del chico se clavaron en sus propios ojos marrones, y musitó:"Antes incluso de ir al ginecólogo, sabía que eso del embarazo no eran más que cuentos chinos de ella."

"¡¿Y cómo coño lo sabías?!" Exigió alterado el rubio.

Las dos mujeres en la sala le intentaron calmar, temiendo lo peor.

Toda la atención de Harry se volvió hacia Luke y le respondió:"Porque soy ésteril, imbécil."

"¿Qué?" Jadearon colectivamente los tres, tanto doctora como sus dos pacientes.

El chico rió, siguiendo a decir:"Parece que es hora de una historia. Bueno, hace meses que tenía esa sospecha, y aprovechando que nos encontrábamos en el hospital cuando ocurrió lo de Luna, fui a hacerme la prueba de esterilidad. Los resultados llegaron, y en las vacaciones, cuando me llamaron, me enteré de que había dado positivo. Oficial, soy estéril. Por lo que sabía que era imposible lo que estaba diciendo de Luna de yo ser el padre de su bebé, pensé que era una farse o que podría ser de Niall incluso. Pero cuando llegamos al ginecólogo, ya todo quedó claro como el agua."

"Pero, ¿cómo es qué eres estéril...?" Susurró en forma de pregunta la chica.

"Porque uno de nuestros queridos padres adoptivos me pateó en la entrepierna muchas veces, cuando me ofrecía yo para que no te pegara a ti." Gruñó, apartando la vista de ella.

Ella calló, mirando al piso sintiéndose culpable de la condición de su hermano.

"Bueno, esto es ahora toda una sorpresa... Pero no debéis de desanimaros, ni enfadaros los unos con los otros. Es ahora un momento delicado que debéis de permanecer unidos para afrontar los problemas a los que os enfrentais. No es fácil lidiar con un embarazo psicológico, otro de verdad, además de problemas que podáis tener." Habló Danielle, con un tono de voz suave y tranquilo, para poder calmarles.

Vecky, levantando la vista del piso de mármol, la miró y preguntó:"¿Qué nos recomienda entonces hacer, doctora?"

Ella sonrió a la joven, de manera compasiva, y contestó:"Es una pregunta compleja y amplia, pero la responderé de la mejor manera. En cuánto a la paciente, os recomiendo que no digáis aún nada a ella, puesto que no sabemos que reacción podría tener a la noticia. Pero si que os recomiendo que se lo nombreis a los padres o a los tutores para que estén al tanto de la situación si no lo están ya. Sobre lo demás..., bueno, os diré que debéis seguir viniendo a consulta, para saber sobre la evolución de la paciente, pero también para tratar vuestros problemas personales. La salud mental es tan importante como la física, y eso debéis tenerlo muy presente. Todos."

Los tres asintieron al unísono y dieron las gracias a la doctora por su tiempo invertido en ellos.

"Fuera mi secretario, Mark, os dará la siguiente cita, dentro de un mes. Así que, nos veremos el mes que viene para ver como ha evolucionado todo." Sonrió la doctora, estrechando a cada uno la mano cuando se levantaron.

"Gracias por todo, doctora. Hasta la próxima sesión." Se despidió en nombre de todos la joven morena, saliendo de la consulta con los dos hombres mucho más grandes que ella.

Tras cerrar la puerta, Danielle suspiró, apoyándose pesadamente en ésta. Nunca antes se había encontrado con un caso tan complejo como aquel, era un reto para ella, pero lo iba a tomar en sus manos e iba a ayudarles para conseguir sanarles.

Recordó la mirada del chico de ojos verdes, fría y calculador, pero a la vez en sus ojos nadaba cierta tristeza y un cierto temor. Aquello le había llamado la atención, puesto que además, el lenguaje corporal del chico gritaba por auxilio.

Por otro lado, su mente se desvió hacia el chico rubio. Sus ojos azules estaban llenos de melancolía y dolor, aunque también brillaba cariño por la chica morena. Aquella mirada en el chico apretó su corazón.

Por último, la morena de baja estatura. Había visto como sus ojos se habían llenado del sentimiento de culpa y dolor, pero también había notado que su mirada se llenaba de adoración al chico rubio, y de tristeza si su mirada se dirigía al otro chico.

Los tres eran diferentes, pero al fin y al cabo compartían un mismo dolor, compartían sentimientos de tristeza y rechazo dentro de ellos.

El corazón de Danielle pareció apretarse en el pensamiento de unos chicos tan jóvenes ya así de destrozados mentalmente. Ya no era sólo que estuvieran rotos físicamente, sino también sus mentes habían sido hechas pedazos a lo largo de los años. Lo había notado al mismo instante que entraron.

Se pasó una mano por la cara. Sabía que iba a ser difícil ayudarles, pero no iba a desistir en conseguir arreglar a estos jóvenes rotos.

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:cherry_blossom: Capítulo 29 finalizado. :cherry_blossom:

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