![El libro de las sombras (Historia)-[IMG=N1O]
[CBI] blog no acto para wiccanos están advertidos.
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blog no acto para wiccanos están advertidos.
ahí wiccanos que si se les habla algo de su "religión" Son tan fanáticos como algunos católicos, cristianos etc,
Dentro de la wicca se cree que el término (libro de las sombras lo invento Gerard Garner fundador de la misma, basándose en otros textos, sin embargo ahí muchos más evidencia que demuestran lo contrario que ese término, ya existía, tal cual como se conoce y solo lo utilizó y se lo atribuyó a él mismo, lo cual no es de sorprender siendo que esté hombre tuvo unos lados oscuros que pocos conocen, de los cuales ahí evidencia pero que un fanático wiccano JAMÁS RECONOCERÁ COMO VERDAD, eso hace el fanatismo, ciega y embrutece.
Una prueba de lo anterior es el siguiente texto del libro colección de hechizos, o hechizos 2 del cual se desconoce el autor.
31_El Libro de las Sombras.
El Libro de las Sombras es uno de los manuscritos que más desafíos
plantea para el amante del ocultismo y las ciencias esotéricas; ya
que está plagado de enigmas y de extrañas referencias a libros que,
o bien están perdidos, o nunca fueron escritos. De sus doce
volúmenes originales sólo sobreviven seis, encuadernados en
diferentes tipos de cuero, y todos con la misma cantidad inquietante
de páginas: 666.
El Nombre Secreto.
El misterioso manuscrito tiene su origen en Praga, ciudad capital de
la magia y el ocultismo; y en dónde los más tenebrosos nigromantes de la edad media y el romanticismo encontraron un refugio ideal
para sus mórbidas reflexiones.
El nombre original de la obra es Iah Ashgùl Teth Nùbbhra, que en
sumerio significa "El Libro de los que se agitan en las Sombras",
aunque dentro de los círculos esotéricos de la época victoriana
simplemente se lo denominaba: El Libro de las Sombras.
Todas sus páginas están escritas en código, y durante muchos años
sus secretos permanecieron en el terreno de las conjeturas. El
estudio de otras obras esotéricas asociadas al Libro de las Sombras
hace evidente que muchos iniciados en la magia ceremonial
conocieron, y de hecho, llevaron adelante una gran cantidad de
experiencias basándose en sus consejos.
Pero no fue hasta 1763 en dónde los recónditos secretos del
manuscrito vieron la luz más allá de los laboratorios de los iniciados.
William Andrew Lang, quien realizaba un estudio sobre la vida del
rey Olaf Haraldsson, insólitamente se topó con un abandonado
pergamino en las catacumbas de la catedral de Nidaros, en Noruega;
en donde se daban extensos detalles sobre la decodificación de un
antiguo dialecto secreto, utilizado por los monjes escandinavos en
sus estudios sobre astronomía y diversas actividades prohibidas
para los hombres de fe.
Aquel pergamino sería la clave para la decodificación del Libro de las
Sombras. Nos encantaría extendernos sobre lo fascinante que es la
lectura de este código, pero nuestra idea es hablar sobre los
misterios que esconde el libro y no sobre cómo esos misterios
pueden leerse.
Para dar una noción general sobre el código, diremos que está
escrito en griego, más precisamente en un dialecto helénico hablado
en Acadia, y consiste en la interposición de dos sílabas griegas con
una árabe; haciendo al texto poco menos que impenetrable, ya que
carece de vocales físicas, y sus consonantes son numéricas, es decir,
no están implícitas en el texto, sino que surgen a través del análisis
comparativo de los valores numéricos de las sílabas griegas y
árabes.
Pasaron más de sesenta años hasta que otro especialista se abocara
a los estudios de Lang, el lingüista Eothar M. Istvanolov.
Cierta tarde, paseando por las lúgubres calles del barrio hebreo de Praga, Istvanolov ingresó en la casa de un anticuario, el cual había
fallecido recientemente, y cuyas pertenencias estaban siendo
rematadas por sus familiares. Allí, el lingüista reparó en una serie de
extraños libros. En una de sus cartas, Istvanolov comenta que la
anciana esposa del anticuario le vendió los seis libros a un precio
irrisorio, afirmando que nada valían unos libros que no podían leerse.
Basándose en los estudios de Lang, Istvanolov se sumergió
obsesivamente en el estudio del Libro de las Sombras, pasión que lo
llevaría, eventualmente, a la locura y al suicidio.
Cada uno de los seis volúmenes habla de los Círculos de la
Oscuridad, como si se tratase de un círculo descendente hacia el mal
absoluto, el cual, afortunadamente, estaría descrito en los seis libros
perdidos. De todos modos, lo que sobrevive es la imagen del horror
encarnado en un libro. De más está decir que nunca he tenido
aquellos volúmenes en mis manos. Mi acercamiento al texto está
conectado con las traducciones que el propio Istvanolov dejó en sus
notas, las cuales son ya un corpus considerable.
Los Doce Círculos de la Oscuridad.
Los Doce Círculos son iniciaciones, preparativos previos para la gran
transformación en la mente del oficiante. Cada libro es un escalón
que conecta con otro libro, ya que el saber de las ciencias esotéricas
nunca se oculta en un sólo texto. El conocimiento es ascendente:
primero aprendemos las letras y luego aprendemos a formar
oraciones. Con los hechizos, conjuros, y demás trabajos esotéricos
de Alta Magia sucede lo mismo. El Libro de las Sombras posee seis
claves de las doce originales, y cada una es en sí misma un
comienzo y un final; es decir, quien sólo pueda leer en sus páginas
un compendio del saber esotérico sólo podrá utilizar ese saber sin
poder acceder a las vertientes que el mismo libro propone. Todos los
hechizos del Libro de las Sombras pueden realizarse
individualmente, pero quien se atreva a conectar esos hechizos con
los restantes libros mágicos se expone, como en el caso de
Istvanolov, al tormento más espantoso.
Las Doce Llaves.
En su juventud, el mitólogo Max Müller intentó encontrar las
conexiones del Libro de las Sombras con el resto de los manuscritos
esotéricos, y descubrió que: aplicando una lectura aleatoria, cada página impar comienza con un valor numérico que simboliza la
palabra babilónica Vathar, que significa "bifurcación". Ahora bien,
era común en la edad media que muchos textos incluyeran distintos
tratados, todos en un mismo volumen, en cuyo final los copistas
redactaban la palabra "bifurcatio", lo que indicaba que ese
manuscrito concluía en otra parte. Müller, estimulado por su
descubrimiento, continuó su análisis y terminó encontrando un
extraño método en las páginas del Libro de las Sombras: Así como
las páginas impares comenzaban con la palabra Vathar, las páginas
pares comenzaban todas con otro vocablo babilónico: Inna, que
significa: "acumulación, saber, conocimiento"; y terminaban con la
abreviatura del título de seis obras, todas ellas esotéricas:
Libro Primero-Agnù Estelea Dùmmath.
Escrito por el astrónomo Bael Ben Shamuah, en Damasco, 544 D.c.
Libro segundo-Ut Maeg Agmash.
Autor anónimo, fechado en Ítaca, alrededor del sigo II D.c.
Libro Tercero-Pulvis et Umbra.
Por el nigromante romano Praetor Óptimo Celino, año 55 A.c.
Libro Cuarto-Geständnis eines gotischen Mönchs
Anónimo, 1238.
Libro Quinto-Prima lunaris Mortem perpetua.
Escrito por el abad benedictino Enrico Ulter Eothar, 1117.
Libro sexto-Lothrann muth al Icegh Tamnath.
Al Kuwarizimi, Bagdad, 833 D.c. En este autor se basó Lovecraft para
encarnar al árabe loco que escribió el Necronomicón.
Ahora bien, El Libro de las Sombras actúa como una introducción a
estos otros libros esotéricos, cuya funcionalidad sigue siendo
independiente, pero que adquieren una nueva dimensión con los
consejos e indicaciones que se dan con el método de Müller.
Sin el Libro de las Sombras todo aquel saber oculto permanecería en
el olvido más vulgar, conminado al destierro sólo por contener una
sabiduría que contradice el orden establecido por la ciencia
ortodoxa.
Los Seis Caminos de la Oscuridad.
Los seis volúmenes que sobreviven son el nexo para:
1-El conocimiento mágico de las revoluciones estelares.
2-El Poder de crear espectros y fantasmas con el pensamiento, y que estos, a pesar de que su existencia no supera las 72 hs, puedan
servir a su creador en diferentes tareas, las cuales se reducen casi
siempre a variantes de una misma: ingresar en el lecho de una
persona a la que se quiere enamorar, y susurrarle al oído mientras
duerme aquellos conjuros y palabras mágicas que culminarán con un
absoluto sometimiento de la voluntad.
3-El poder de la Ilusión: Este tipo de hechizo tiene como fin una
distorsión de la realidad percibida por un tercero, y cuya finalidad
radica en que el Iniciado pueda mostrarse bajo diferentes rostros y
formas, las cuales sólo adquieren realidad para el hechizado.
4-El Poder del Reconocimiento. Sirve para que quien se inicia en los
trabajos esotéricos de magia oscura pueda reconocer a otros
Iniciados de su mismo nivel.
5-Poder sexual: Provee al mago de un atractivo irresistible, el cual
puede ser canalizado hacia una persona en particular. Casi siempre
se lo utilizaba para atraer a una mujer u hombre en aquellos rituales
esotéricos en los que se requería la realización de diversos actos
sexuales, en general poco convencionales. Muchos brujos y brujas lo
utilizaban simplemente para satisfacer sus instintos sexuales cuando
llegaban a la senectud.
6-El poder de la Noche. En estos rituales están basados casi todas
las primeras leyendas sobre vampiros. El Ritual de la Noche permite
al mago observar la verdadera realidad de la oscuridad nocturna,
convirtiéndose él mismo en una criatura de la noche. Por lo general,
cuando los viejos magos llegaban a la ancianidad más decrépita,
llevaban a cabo este ritual, el cual dotaba de una increíble vitalidad
al brujo. Este complejo ritual esotérico tenía lugar después de haber
recorrido todos los círculos anteriores, y tenía un precio ciertamente
alto: Vivir sólo de noche, huyendo hacia las oscuras catacumbas o
lóbregos sótanos cuando el sol estallaba en el este, y algo peor,
mantener una existencia motivada por un sólo anhelo, sólo un deseo
que carcomía la voluntad del más temerario: Beber la sangre de los
humanos.
El Espejo Mágico.
Con el tiempo, seguramente daremos cuenta de algunos detalles
sobre los conjuros, trabajos y hechizos del Libro de las Sombras.
Lamentablemente, mis conocimientos del griego son inexistentes, por lo que me manejaré con las traducciones de Crowley e
Istvanolov. He intentado que Aelfwine aportara sus conocimientos
del griego, los cuales, dicho sea de paso, no son mucho mejores que
los míos, pero me aseguró que después de su última experiencia
traduciendo el De Aspectivus, de donde pretendía sacar algunas
reflexiones hechas por Alhazen sobre la magia
de los espejos, ha
saciado su apetito por el griego, al menos por lo que resta del año.
Quiero aprovechar para agradecer a todos los que me escribieron
dándome la bienvenida al Espejo Gótico. Confieso que pensaba que
estos temas no le interesaban a nadie más que a nosotros, pero veo
que hay muchos pequeños brujos y brujas dando vuelta entre
nosotros, lo cual es enormemente gratificante.
Casi siempre, por no decir siempre, las Web que se dedican a lo
esotérico o lo sobrenatural, están escritas (o financiadas) por muy
respetables ancianas, las cuales asocian la magia ritual a la
estupidez más abyecta. En este caso, nuestra intención es darle al
ocultismo la seriedad que se merece: publicando nuestras propias
traducciones de conjuros y hechizos que tengan algún valor
histórico.
Antes de publicar esta entrada, he peregrinado buscando si alguien
más había escrito algo medianamente histórico sobre El Libro de las
Sombras. Afortunadamente, sólo encontré más de lo mismo: gente
que ha inhalado demasiados sahumerios he inciensos.
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