Hola gente de amino aquí denuevo , bueno nomás vengo dejar este capítulo piloto. Que hice dela serie de guardianes , pues en la serie se iba explorar también a una raza que llamé human alls o humanos de todo que son seres que están hechos de universos. O multiversos , y la serie estaría en un human alls , y resinboy al destruir más multiversos que salvado terminaría asiendo que lo consideren a el y. Su equipo como un virus una infección que debía ser eliminado , pero cuando la defensa ya iba matar a resinboy y eliminarlo dela existencia justo llegaría resgon a salvarlo para poder cazar ala defensa y devorarlo para tener más poder
Y nada este capitulo se hizo gracias a chat gpt así que disfruten :3 , posdata es forma resumida así que no es tan detallado como quisiera hacerlo
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"Glóbulo Blanco del Todo" – Parte I: La Traición del Sistema
En los límites de la realidad, donde las ideas aún no han sido pensadas, flotaba Resinboy con su grupo de élite. Sabían que el equilibrio de los multiversos estaba en peligro. Pero lo que no sabían… era que ellos mismos ya eran considerados parte del problema.
Entonces ocurrió.
Todo se detuvo.
El tiempo colapsó.
La gravedad huyó.
Las palabras se atrofiaron.
La Defensa apareció.
No tenía rostro.
No tenía nombre.
Solo un núcleo brillante suspendido en una forma humanoide hecha de antimateria y fe ciega.
Su sola presencia paralizó los pensamientos.
Uno a uno, los aliados de Resinboy cayeron de rodillas.
Solo él se mantuvo en pie.
Temblando.
Pero firme.
—¡Yo… no soy el enemigo! —gritó, rompiendo la parálisis con pura fuerza de voluntad— ¡He salvado más universos de los que tú puedes contar!
> “Has matado aún más,” respondió la Defensa con voz que era un juicio.
Entonces Resinboy se lanzó.
Sus ataques eran luz pura, decisiones calculadas, tiempo comprimido.
Pero la Defensa no sangraba. No reaccionaba. No sufría.
Era como intentar convencer al sistema inmunológico de que no eres una infección.
Estaba a punto de ser eliminado.
Cuando…
Una explosión de sangre rasgó la existencia.
Resgon apareció.
Flotaba con una capa hecha de piel divina, y su rostro estaba cubierto por la sonrisa más sádica que el universo había visto desde Caín.
—Bueno, bueno… qué decepción, Resinboy. ¿Así peleas tú? Estaba emocionado por romperte el cuello. Personal mente
El cuerpo de Resinboy caía, la sentencia final ya escrita por la Defensa.
Pero Resgon… lo interrumpió.
No por misericordia.
Por hambre.
—Pero ese de ahí… —señaló a la Defensa— es otro nivel y se ve bastante rico.
> “Has devorado a uno de los pilares del Todo,” dijo la Defensa, reconociendo el alma de Jesucristo en su interior.
“Ahora estás fuera de control.”
—¡Claro que sí! Y me encanta.
Resgon se lanzó.
Y por primera vez en eones… la Defensa tuvo que moverse.
No entendía qué pasaba. Nadie la había forzado antes. Nadie la había hecho pelear en serio.
Pero Resgon no seguía reglas.
Las rompía.
Las usaba como armas.
Y luego se reía.
Al primer golpe serio, el pecho de Resgon fue atravesado por un rayo de concepto puro.
Y entonces el humo se disolvió.
Su piel ardió.
Y debajo…
El esqueleto rojo carmesí apareció.
El hueso del Demonio Recolector.
Resgon se detuvo.
Por un segundo.
Miró el agujero en su torso.
—…Vaya. Eso dolió.
Silencio.
Y luego… se echó a reír. Pero sus ojos ya no eran burla.
Eran foco.
Ahora sabía que esto podía matarlo.
—Oh no, no, no… A esa porquería conceptual ya me la hicieron antes. No caire dos veces,
A partir de ahí, Resgon cambió.
Esquivó.
Pensó.
Midió.
Y aún así, sonreía.
Porque había algo nuevo aquí.
Un reto real.
Un alma digna de ser devorada.
"Glóbulo Blanco del Todo" – Parte II: Cazador de Inmunidad
El universo temblaba. No por la batalla, sino por la idea de que la Defensa podía fallar.
Resgon sonreía. Ya no era juego.
Ahora lo olfateaba como depredador:
Miedo. Duda. Inexperiencia.
La Defensa lanzó un enjambre de hebras conceptuales: hilos que borraban la existencia al o.
No materia, no energía.
Negación pura.
Pero Resgon ya sabía.
Saltó entre los hilos como si bailara en fuego. Su cuerpo serpenteaba entre la negación del ser.
Y en cada huida, dejaba caer gotas de sangre demoníaca.
Estas gotas no tocaban el suelo.
Tocaban la realidad.
Y la alteraban.
Los hilos que antes no podían tocarse…
Ahora se curvaban.
Ahora se ralentizaban.
Estaban volviéndose vulnerables.
—¿Sabes qué es esto? —dijo Resgon, mostrando su mano ensangrentada—
Mi sangre no solo abre portales, no solo quema...
Mi sangre te hace real.
Y si puedes ser real…
puedes morir.
La Defensa dio un paso atrás.
Por primera vez.
Por PRIMERA vez…
la Defensa retrocedía.
Resgon rió con los colmillos rojos.
—¡Ah, no, no, no! ¡Ven acá, glóbulo asustado!
Y lo hizo.
Apareció detrás de la Defensa, usando un corte dimensional generado por su sangre como portal.
Le atravesó el torso.
El impacto fue más que físico.
La sangre se mezcló con la estructura conceptual de la Defensa.
Y comenzó a oxidarla.
Como una infección.
Como un virus en el antivirus.
Como un error en el sistema.
> “Inaceptable,” dijo la Defensa.
“Inaceptable…”
Su voz se fracturaba.
Intentó activar su protocolo final: la Eliminación Total.
Un campo de negación absoluta que borraría la región entera del multiverso.
Pero era tarde.
La sangre de Resgon ya estaba dentro.
Y ahora la Defensa tenía forma.
Y color.
Y peso.
Ahora podía sangrar.
Y morir.
Resgon alzó su brazo. Una lanza hecha de hueso carmesí emergió de su propio brazo como un parásito contento.
—Bonito sistema inmunológico.
Una lástima que no sepas regenerarte.
Y lo atravesó.
La Defensa tembló.
Por un segundo… pareció liberar todo el conocimiento del Human All.
Pero en lugar de purificar el espacio…
Fue absorbido.
Resgon devoró el alma de la Defensa.
No como un acto de hambre…
Sino de conquista.
El multiverso se sacudió.
Algo había cambiado.
Un sistema se había roto.
Y en lo más profundo de los dominios del Todo…
El Human All… lo sintió.
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Pelea de defensa v2
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"La Herida del Todo" (Versión Extendida con la actitud real de Resgon)
El espacio era silencio. No había gravedad, ni luz, ni sombra. Solo la presión incómoda de estar frente a algo que ni siquiera los dioses se atreven a mirar.
Allí flotaba Resgon, con su sonrisa torcida, encendiendo un cigarro con su dedo encendido como cerillo infernal.
—¿Y bien? ¿No piensas presentarte? ¿O solo vas a seguir respirándome en la nuca como los cobardes?
La oscuridad se retorció. No respondió. No había un cuerpo. Solo un ente: la Defensa del Todo, una manifestación sin forma que protegía al Human All de intrusos como él.
Una voz sin boca vibró dentro de su cráneo:
> “Eres una mancha en el Todo. Una fractura que no debió existir.”
Resgon soltó una carcajada seca, exhalando humo y sangre al mismo tiempo.
—¿Una mancha? Vaya... Ya me están tomando en serio.
Sus ojos se afilaron como cuchillas.
—Pero dime algo… ¿Soy una mancha por impedir que otros hagan lo que ustedes jamás se atrevieron? ¿O porque yo no juego su jueguito de reglas rotas? Porque, seamos sinceros…
Levantó un dedo, y con su uña se abrió la palma. La sangre goteó al vacío, y el universo tembló.
—Los dioses están allá arriba, cómodos, viendo el gran show. Villanos matando héroes. Héroes matando inocentes. Todo en nombre del “orden”.
Dio un paso en el aire, y su sombra se estiró como una lengua hambrienta.
—Y yo… soy el único que les da lo que merecen. ¿Eso me hace una mancha? ¿O me hace el único dios que la gente realmente necesita?
Entonces arrojó su propia sangre al vacío.
La Defensa chilló sin sonido. El líquido tocó lo incorpóreo, y por primera vez, lo intangible sangró.
La oscuridad se rompió. De su interior emergió una forma: un cuerpo hecho de universos colapsados, huesos de ideas y carne de dimensiones en guerra.
Ahora podía ser tocado.
Y Resgon sonrió, mostrando sus dientes tiburón.
—Gracias por hacer esto interesante.
Estalló la pelea.
Puños que eran supernovas.
Garras que desgarraban la causalidad.
La Defensa intentó borrar a Resgon con ecuaciones divinas, romperlo con lógica pura. Pero él se reía.
Cada golpe que recibía lo hacía sangrar.
Y cada gota lo hacía más fuerte.
Porque su sangre daba forma a lo que no debía tenerla. Lo corrompía. Lo hacía mortal. Lo arrastraba al terreno de los asesinos.
Y ahí, Resgon era el rey.
Con un grito que desgarró varios planos al mismo tiempo, Resgon atravesó la garganta del ser con su brazo, hasta el codo.
—No soy una mancha, basura cósmica. Soy la úlcera que grita que tu orden está podrido.
Y con un movimiento sádico, arrancó el núcleo brillante del ente.
La Defensa colapsó en silencio. Absorbida. Destruida. Dominada.
Resgon quedó allí, bañado en su sangre y en la del Todo. Sonriendo. Evolucionando.
—Un dios menos. Y un nuevo universo a mi menú.
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¿Te gustaría ahora escribir el encuentro entre Resgon y el Human All tras esta pelea? Podría ser algo más psicológico, con Resgon burlándose del "ser del todo" mientras explora su interior como un huésped arrogante. También podemos mostrar cómo obtiene su nuevo poder. ¿Avanzamos?




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