Papercloud, dios de mentira.

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Por suerte pude decidirme, esta vez vengo a contar una “historia”

¿Porque “historia”?

Bueno, la verdad es que no hay una narrativa muy explícita en el texto, pero me sirve para presentar un poco el mundo y así poder seguir escribiendo sobre él en el futuro.

Este texto intenta presentar a los personajes y al lugar en que están situados.

Ya, sin más preámbulo;

Papercloud.

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Eran cuatro los niños esperando en ese orfanato.

Gia estaba junto a la ventana escuchando la radio, ese terrorífico mundo en el que nació no iba a hacer nada por ella.

Cantaba las canciones que sonaban con su “amigo” Jess, porque todos los otros eran intolerantes y ni querían formar parte de su historia.

La habitación era muy reducida para los pequeños huérfanos, ellos querían vivir. Clean era el hijo de los dueños del lugar, pero como ellos estaban tan ocupados y orgullosos, lo dejaron con los otros niños.

Clean odiaba la voz de Gia, odiaba su constante sonrisa y su manera de moverse. Lo único que Clean no odiaba de ella, era su hermana infante. La hermana no sonreía, no cantaba y no se movía. Hansh miraba con mala cara a todos, sin importar su nombre.

Según Clean, sus padres eran los dueños del mundo. Ellos manejaban la mayor parte del Domo en el que vivían, el orfanato era solo una movida política para verse más humildes. Pero les daba esperanza a estos chicos. Lamentablemente ya tenían demasiado con su único hijo, así que nunca se mostraron en el edificio.

Los domos eran las grandes ciudades del mundo, las ciudades de humanos intentando escapar de los dioses. Así que eran lugares completamente cubiertos para que ellos no puedan verlos.

Clean, hijo de los dueños del mundo.

La música de la radio hacía que pierda la paciencia y se tape los oídos con sus auriculares. La intolerancia de Clean lo hacía el ser más aburrido de aquella sala.

Gia, en cambio, era una chispa de asombro. Ella agradecía hasta el último de los segundos que pasaba festejando con sus compañeros el hecho de estar vivos. Amaba a su hermana, la cual nunca mostró interés en ella; amaba a Jess, el cual siempre la acompañó durante su niñez; incluso amaba a Clean, el cual la aborrecía con toda su alma.

Gia, soñadora innata.

Jess era un agregado, él solo se encargaba de mantener el orden y ayudar a las mentes de los otros niños para que no se pudran. Jess era una persona olvidable que intentaba hacer de ese horrible lugar, uno un poco más fácil de transitar.

Él acompañaba a Gia en sus travesías emocionales, escuchaba atentamente todas las quejas de Clean e intentaba armar algún tipo de relación con Hansh.

Jess, acompañante de sueños.

La última niña era un misterio, ella no quería expresarse. Pero secretamente sentía iración por cada uno de los otros pequeños. Hansh tenía solo cinco años mientras que su hermana, nueve. Ella era la única que sufría por saber el paradero de sus padres biológicos, la única que se sentía abandonada.

Hansh, amable oscuridad.