Bajo el cielo estrellado, en la noche serena,
mi corazón susurra palabras de amor,
como un río eterno que fluye sin pena,
por tus ojos profundos, mi único fulgor.
Tus labios, dos pétalos, rojos y ardientes,
acercándose lentos, cual mariposas al sol,
en un beso robado, somos dos amantes,
unidos en el tiempo, en un solo ardor.
Tus manos en las mías, un lazo perfecto,
dos almas que entrelazan sus sueños secretos,
caminando juntos por este camino estrecho,
sin temer al destino, sin miedos ni pretextos.
En cada mirada, en cada sonrisa sincera,
en cada abrazo que nos llena de calma,
en este poema de amor que nunca se muera,
te entrego mi ser, mi alma, mi palma.
Así, en este rincón del universo infinito,
nuestro amor perdura, es eterno, es bendito,
un poema que escribimos con cada suspiro,
en cada latido, en cada susurro.
Eres mi musa, mi razón, mi desvelo,
el fuego que aviva este amor sincero,
y en este poema, mi amor te revelo,
porque eres el motivo de mi anhelo verdadero.
Comment