“ RED LOVE „ [ c a p 1 ] TaeTen

h a l l o !

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bienvenidos sean todos

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                               │ │ 𖥸   

                               │ 𖥸        ;; 22 nov 19 (🌤)

                             𖥸

Este es el primer capítulo del fic,

espero les guste. Si no leyeron el

prólogo aquí les dejo el enlace.

¿ están l i s t o s para lo que v i e n e ?

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l a   p r i m e r a   v e z

He caído en cuenta que no les expliqué concretamente el cómo lo conocí, pero aquí estoy para volver un poco atrás y contarlo por si las dudas.

Vivo en un edificio de departamentos a la espalda de un centro comercial en la avenida principal. Cuando me mudé por cuestiones de trabajo me pareció un excelentísimo lugar para desarrollar mi nueva vida de citadino. Tenia vista al parque central, mi trabajo quedaba a menos de veinte minutos y tenía un centro comercial literalmente a unos pasos. Qué más se podía pedir que tener tanta suerte, mas mi suerte acabó a penas lo ví.

Habían pasado ya siete meses desde el momento en que me mudé a la ciudad, todo era aburrido, tal y como lo tenía previsto. Debo decir que antes de migrar al centro tenía ya previamente imaginado lo que iba a encontrar. Nada más eran salones de belleza, tiendas —muchísimas tiendas—, restaurantes, cafeterías, oficinas, edificios, estaciones de tren y autobuses; no era nada fuera de lo común. Lo que jamás habría imaginado era que un día, al salir de trabajo, me encontraría con un nuevo local en la avenida.

Camiones iban y venían, bajaban cajas, marcos para fotos, pintura, muebles y demás. En ese momento tuve el sentimiento que más odio, la curiosidad, de eso hablaré en otro momento, pues ahora vamos a llegar a la parte en la que lo ví y quise casi instantáneamente. Me había llamado, de manera particular, la atención que algo nuevo esté sucediendo. No había notado ni un solo cambio desde mi mudanza, por lo que se me hacía extraño.

Para el día siguiente, cuando salí de la oficina, me encontré con muchos jóvenes repartiendo boletines por toda la calle y estos ponían en letras brillantes "GRAN EXPOSICIÓN DE FOTOGRAFÍAS AMATEUR". En ese momento recordé el local en decoración y fui corriendo sin ver siquiera la dirección que ponía en el boletín.

Después de un rato me encontré parado en la entrada, y al frente mío se alargaba una gran fila. Habían también muchos periodistas que buscaban captar la inauguración de la exposición de fotografías, pero todo eso es lo de menos. Cuando al fin me encontré dentro quedé fascinado con la belleza del lugar, pues era algo nuevo nunca antes visto por mis ojos.

—¡Bienvenido! —se dirigió a mí una señorita bien vestida— ¿Le gustaría un guía? —me sorprendía lo mucho que forzaba la sonrisa, era como si fuera su primer día de trabajo—.

—No, muchas gracias —respondí casi ignorándola, ya que aún estaba anonadado por la excelencia del lugar. Lucía hasta mucho mejor que la oficina de mi jefe—.

La verdad es que me sentía ridículo parado en ese lugar. Llevaba un traje descuidado, con la camisa desarreglada y el cabello hecho un lío. Aún así, era de los más formales en el lugar, pues muchos usaban vestimentas casuales o hasta deportivas, puede que hayan visto el lugar mientras daban una corrida tardía.

Caminé por el lugar, a penas mirando las fotografías. Todas mostraban acontecimientos propios al día a día, nada interesante en realidad que mereciera la pena ser irada o juzgada. Ahí entraban los comunes, quienes mucho hablaban pero poco sabían, como si fuesen experimentados en la fotografía para estar criticando ángulos o calidad.

—Si hubieran movido la cámara más a un lado hubiese quedado perfecto —comentó una señora al que parecía ser su esposo. Pero qué iba a saber ella de estas cuestiones, si no siquiera demostraba algo de sabiduría al hablar con términos correctos—.

Muchos piensan que las fotos solo se tratan de recuerdos, pero son más que eso; son historias. Cada una cuenta una historia diferente y por esa razón me encontraba en la sección de "héroes actuales", y también fue ahí donde lo ví. Dudo que haya sido una casualidad que estuviera parado justo en donde mi mirada se posó, claro que no lo fue, había algo más detrás y lo presiento. Sentí en mi pecho un brinco, hasta antes de fijarme en él. Al instante en que puse un pie en la sala me pasó por la mente que algo sucedería ahí mismo, y vaya que tenía la absoluta razón.

Solo lo vi, parado ahí casi inmóvil, con una mano en el bolsillo de sus jeans negros. Tenía sentido del estilo, pues parecía de esas personas que ves en los anuncios de ropa. Me acerqué sin estar consciente de ello y me puse justo al lado suyo. Noté que desprendía un aroma agradable, de esas colonias amaderadas con algo de tomillo, no podía saberlo en ese momento. Lo miré de reojo, examinando su postura elegante pero a la vez desgarbada, típica en un joven como él. Era obvio que teníamos cierta diferencia en edad, capaz entre veintiuno a veintitrés años, no parecía ser mayor a eso. Por mi lado, en unos dos meses ya estaría en mis veintisiete, aún soltero, sin haber tratado jamás con un hombre o mujer y aún así sabía que ambos me atraían.

Sentía que debía hablarle, por algo mi corazón dió un salto al verlo, no por nada pasaría algo como eso. No me atreví a dirigirle la palabra, pues sólo éramos dos extraños parados uno junto al otro. Él dió una última mirada a la fotografía, cual no recuerdo pues mi atención solo estaba en él, aunque no podía mirarlo como si nada, sería muy extraño para ambos. Solo le echaba miradas de rato en rato y luego volvía la vista a lo que sea que en ese momento estaba frente a mí. En eso, él sacó el teléfono del bolsillo, miró la hora y se alejó. Solté un suspiro y alguien me tomó el hombro, me asusté y deseé que fuera él.

—¿Taeyong? No sabía que te gustaran estás cosas —exclamó sorprendido Johnny, un amigo que vive en la misma planta que yo—.

—Ehh... en realidad no. Solo me atrajo la elegancia del lugar.

—¿Y también te atrajo ese chico?

—¿Qué? —me tomó por sorpresa lo que dijo, así que traté de evadirlo— Pff ¿cuál?

—El que estaba a tu lado hace unos momentos —fallé en mi intento—, estaba esperando a que se fuera para acercarme. Y dime ¿Te gusta? —odiaba que Johnny supiera mucho de mí—.

—Eso no te incumbe —le lancé una mirada acusatoria—. Vamos al edificio, estoy cansado.

—Está bien amigo, pero luego me deberás contar todo.

— Okay —obviamente no lo haría—.

• • •

En todo el camino al edificio hacía como si escuchara a John y en realidad estaba sumergido en mis pensamientos, en mi mente solo estaba el querer volver a verlo. No sabía cómo es que me había ocurrido algo así, no era de los que creían en el "amor a primera vista", pero ahora más que nunca confiaba en que esta podría ser una verdad y todas las historias de las cuales me burlaba no eran los disparates que imaginaba. Había caído en un acantilado del que salían un sin fin de mariposas revoloteando y me hacían cosquillas, pétalos llovían de quién sabe dónde y en el fondo se encontraba una telaraña que representaba al chico que no abandonaba mis pensamientos.

Llegamos al edificio, tomamos el ascensor y bajamos en la misma planta, iba hacia mi puerta, cuando me tomaron del brazo.

—Hey. No terminé de contarte —no tenía ni idea de lo que había estado parloteando todo el camino, yo solo quería ver a ese chico de suéter mostaza devuelta en mis sueños aunque sea—.

—Estoy muy cansado, mañana podemos hablar.

—Te apuesto a que mañana me dirás exactamente lo mismo y pondrás la excusa de ser domingo. Además, ¿cansado de qué?

—Tuve que ir al trabajo.

—¿Un sábado? No trates de mentirme Lee —me lanzó una mirada acusatoria y yo solo puse los ojos en blanco—.

—Te lo juro. Además, muchas veces voy a trabajar los sábados y tú lo sabes.

—Jurar es malo Lee.

—¿Por qué me llamas por mi apellido? —presentía que solo buscaba enojarme—.

—Por que estoy frustrado a causa tuya.

—Y ahora yo que culpa tengo...

—No creas que no me di cuenta que tenías ojitos soñadores y no escuchabas ni una sola de las palabras que decía.

—¿Entonces porqué seguías hablando? —tener a John al lado era para no esperar que cerrara la boca y no entendía porqué seguía haciéndole preguntas.

—Porque esperaba que en algún momento me prestaras atención —hizo un poco de aegyo y debo itir que era horrible verlo hacer eso—.

—Para John. Tenerte de amigo es peor que lidiar con una novia dramática.

—¿Y tú cómo sabes de esas cosas? Taeyong, eres el amigo más virgen que tengo. Ni siquiera has besado a una chica o... chico. A duras penas y has tomado de la mano a alguien.

—Ya lo sé, no debes refregarme todo eso en el rostro, como si tú fueras un atractor de mujeres.

—¿Acaso no me has visto? —comentó seguido de una expresión burlesca mientras giñaba un ojo como si fuera un "galán", pero de los baratos y sin gracia—. Si fuera gay y me acercara a ti ya estarías a mis pies.

—Mejor ya me voy —dije mientras buscaba mis llaves, ya no quería tratar con John por hoy—.

—¿No quieres que termine de contarte?

—No. Además, no escuché nada de lo que dijiste.

—Pero ya venía la mej-... —cerré la puerta frente a él y solté un suspiro. Posiblemente mañana estaría muy enfadado—.

Fui a darme una ducha antes que nada y al salir me puse un pijama y me senté en el borde de la cama. Una pequeña risa de escapó de mis labios al acordarme de lo que dijo Johnny, no podría itir que realmente era atractivo en frente suyo. Él era mi amigo, pero no podría mentir al asegurar que ni una vez pude haber sentido algo hacia él, a pesar de sus molestos comentarios, así como hacia otros de mis amigos en la oficina. Aún era más o menos un gay de clóset, solo me había sincerado con mis amigos más cercanos, o sea solo tres personas y una de ellas obviamente era John.

Hubo una vez en que pensé en declararme a John, pero siempre tuve el sentimiento de que algo más me deparaba el futuro. Viéndolo mejor, creo que tomé una buena decisión, ya que puede que haya perdido su amistad en esos tiempos, pues ahora ya no es mas mi amigo o tal vez lo tendría que estar soportando, aunque lo dudo mucho, teniendo en cuenta lo que hice. Parte de mi secreto. Él era un hetero hecho y derecho.

Decidí dejar de pensar en John y dedicarme a solo pensar en ese chico. Sonreí al recordarlo. Había sido un rayo de sol en un día horrible, como la mayoría de los que pasaba en la oficina. Fue como una señal de que todo estaría bien. Qué equivocado estaba en esos momentos. Sentía algo en mis entrañas que no me dejó dormir bien esa noche, era como un cosquilleo junto a un escalofrío. Caí en cuenta de que algo en el universo me estaba obligando a estar con él, a buscarlo sea donde sea, y eso fue exactamente lo que hice.

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¿Les agradó el primer capítulo?

Espero que apoyen el fic y le den

mucho amor~ Trataré de subir

un capítulo cada semana o cada

5 días para que no se pierda el

hilo de la historia.

— n o s   l e e m o s   l u e g o —