❝Serendipia❞ || Fanfic SesshoLin.

❝Tú sonríes,

yo me enamoro❞

Capítulo 02

—¡Eres una desgraciada! —escupió el mayor, mirándole con odio, mientras le propinan otro golpe directamente en las costillas, Lin solo chilló y tosió, escupiendo sangre—. Debimos haberte abortado. ¡No vales nada!

Lágrimas salían de los ojos de Lin, pero no podía hacer nada, después de todo, su progenitor tenía más fuerza que ella, y si intentaba hacer algo solamente empeoraría las cosas. Esperaría a que su padre se calmara, pues no quería hacerlo enojar más y que terminara abusando de ella como había sucedido anteriormente.

El mayor le dio un último golpe, dejándola inconsciente, llena de hematomas y sangre. La miró con furia, para darle una última patata e irse de la cocina, dejándola tirada en el suelo con sangre y pedazos de vidrio a su alrededor.

Se sentó en el sofá mientras pensaba en lo que había hecho. Sabía que no la había matado pero, después de todo, era lo que se merecía, ¿no?

Escuchó un sollozo lastimero proveniente de la cocina y solo rodó los ojos. Se levantó del cómodo sofá y fue a ver. Al entrar, vio a Lin tratando de levantarse mientras lágrimas caían de sus ojos, por un momento se había sentido mal su hija, hasta que escuchó como la puerta era abierta bruscamente, y luego esa voz:

—¡Lin!

Sus ojos brillaron con furia y al mirar a la menor, pudo ver sorpresa y felicidad en sus bonitos ojos. Gruñó y la tomó del cabello con fuerza, obligándola a levantarse del suelo, soltando un grito ahogado mientras temblaba.

—Maldita puta, ¿otra vez trajiste a ese desgraciado a mi casa? —soltó su progenitor con asco, mirando la sangre que bajaba lentamente de su pequeña nariz, mezclándose con sus lágrimas—. ¿Qué es lo que te he dicho?

—Y-yo...

Escuchó un gruñido y, al alzar la mirada, vio a un joven y atractivo peliplata parado en el marco de la puerta, mirándole con rencor, mientras que él simplemente le miraba con burla.

—¿Qué le hiciste? —el peliplata apretó sus puños al ver el estado de su pequeña, y sintió unas inmensas ganas de matar a ese asqueroso hombre.

—Cosas que tu jamás le harás —contestó con superioridad, y el contrario no pudo sentirse más molesto.

Soltó el cabello de Lin, dejándola caer al suelo como si no valiera nada, provocando que soltara un chillido, y volvió a hablar.

—¿Por qué te preocupas tanto por esta maldita zorra? —musitó, sintiendo la vena de su cuello palpitar—. ¿Te gusta? ¿Eh?

El peliplata solamente soltó una risa sin ganas.

—¿Gustarme? —repitió con burla—. Yo la amo, y usted no tiene ningún derecho de tratarla así.

—¡Soy su padre! —gritó, sintiendo como su orgullo era quebrantado poco a poco por alguien inferior a él.

—Golpea y abusa de su hija, a personas tan asquerosas como usted no merecen llamarle padre.

Lin sollozó con más fuerza, escuchando todo con claridad, mientras que su progenitor sonreía cínicamente.

—Pues no creo te guste mucho —habló con burla—, después de que alguien tan asqueroso como yo la haya tocado, y creeme que lo disfruté más de lo que crees —soltó una carcajada—, sus lágrimas, sus gritos, sus sollozos, todo, y más cuando se arrodillaba frente a mí y me hacía cosas que jamás te hará a ti.

Y esa fue la gota que derramó el vaso.

—Lin.

—Lin.

—¡LIN! —gritó el peliplata, preocupado.

—¿Eh?

—¿Estás bien? —el contrario alzó una ceja.

—¿Qué... qué pasó? —preguntó Lin desorientada, la habitación estaba a oscuras y sentía su cuerpo y frente mojados, y sus mejillas empapadas. Llevó una de sus manos a sus ojos y sintió la humedad, y de inmediato más lágrimas comenzaron a descender de sus ojos, mientras que sus ojos perdían aquel brillo tan peculiar.

El mayor no sabía que hacer, por lo que simplemente la tomó en brazos, y Lin se aferró a él, sollozando con fuerza, mientras que se aferraba a su chaqueta y la empapaba con sus lágrimas, aunque esta tenía rastros de sangre seca poco le importó.

Lin no recordaba el rostro de la otra persona que había aparecido en ese recuerdo —aparte de su progenitor—, ni cu contextura, nada, no recordaba nada de esa persona.

El ojimiel sintió rabia en ese momento, sabía que esas lágrimas no eran por nada, sabía bien que había tenido uno de esos dolorosos recuerdos de su infancia, por lo que se sintió realmente enfadado de no haber matado a su progenitor.

Dejó suaves caricias en la espalda de su pequeña, intentado calmarla, mientras que Lin se aferraba cada vez más a él y temblaba.

Aunque aún le tenía miedo, estaba realmente devastada para huir de él; se sentía débil y destruida, por lo que simplemente no quiso alejarse de él, a pesar de que tenía sangre ajena en la ropa. Se sentía protegida al lado de aquel peliplata.

Y el contrario simplemente estaba dispuesto a hacer todo lo posible para que Lin estuviera bien, si eso implicaba matar, pues eso haría.

¿Otra vez ustedes? Eh, digo :hearts: ¡Hola hermosos InuFans! :hearts:

Cham@s, ¿ustedes saben lo difícil que se me está haciendo escribir los capítulo de esta cosa?

Pues no tanto como pensaba :v

Ahre no

Preguntas:

¿Les gusta esa portada bien ricolina de Rosé que tengo?

¿Algún día llegaré a tener amikos?

P.D: Me quedé corta de ideas en “WhastApp” :"(

:hearts: ¡Gracias por leer esta cosa! :hearts: