Athena es una joven cantante que ha fascinado a innumerables personas con su voz, llegando al estrellato en muy poco tiempo.

No se sabe mucho acerca de su niñez, lo poco se tiene es que ella ha sido entrenada por su padres para poder dominar sus poderes psíquicos y fortalecer su mente como espíritu para poder portar un arma que desconoce.

A la edad de 20 años, debutó como cantante en un concierto utilizando el apodo de “Atina”. Donde cautivó con su voz a cientos de personas y fue ganando más fama con el paso de los días hasta volverse muy reconocida en aquella ciudad, donde inició su viaje como cantante alrededor del continente.

Lastimosamente al ir viajando se dio cuenta de una triste realidad y es que la mayoría de personas estaban siendo oprimidas por una gran organización maligna. Así que durante su travesía, realizaba algunas paradas para luchar contra esas personas bajo el seudónimo de “Guerrera Psíquica” y de esta forma liberando a aquellas pobres almas afligidas del tormento y obteniendo su gratitud en lo más profundo de su corazón.

Así fue su vida durante 1 año, cantando y peleando. Hasta que Samlet Domman descubrió que Atina y la Guerrera Psíquica eran la misma persona, donde intentaron reclutarla pero negándose a ser partícipe de aquellos actos denigrantes. De esta manera dando fin a su carrera como artista para ahora ser una criminal por oponerse a esa organización.

Un tiempo después de ese hecho, recibió la invitación por parte de Nova Spes de unirse a ellos, dandole la oportunidad de derrocar a los opresores. Estando a apunto de ir a reunirse con los demás al punto designado, fue encontrada por varios enemigos que había enviado Samlet Domman a darle caza y tuvo que huir a otro sitio para no poner en peligro el secreto de aquel lugar donde se iban a reunir.

Sin más a donde correr, Athena se refugió en el lugar más apartado que encontró. Un pueblo poco conocido, en una torre separada de las personas. Donde fue recibida por Eris, dejando que se quedara con ella sólo si cumplía con algunos mandados ocasionales. Iniciando así una extraña amistad con “La mujer de la Torre”.

Athena es una persona extrovertida, amigable y responsable. Tiene sus valores morales bien definidos. Es un poco tímida al momento de luchar ya que no le gusta lastimar a otras personas por eso hace todo lo posible de resolver cualquier problema de manera pacífica, no obstante, sabe que no siempre las palabras pueden llegar a las personas.

Canto (Básica)

Otorga un movimiento extra a un aliado que haya usado su turno o le da +5 en daño extra al enemigo para quien no ha utilizado su turno todavía.

Telekinesis (Nivel 5)

Usando sus habilidades psíquicas eleva a un enemigo y lo hace girar para luego mandarlo a estrellar contra el suelo, pared o techo. Aumenta el daño infligido al doble.

Fuerte Voluntad (Avanzada/Promoción)

Soportando la fuerte carga de llevar su espada y no ser consumido por esta. La unidad tiene +4 en todas sus estadísticas durante el resto del turno y otorga +10 de daño fijo sobre el enemigo. (Es necesario tener la Espada Yuseiku)

La llamada del Fénix (Definitiva)

Usando su aura psíquica, Athena logra formar un gran Fenix que provoca un gran rugido en el campo de batalla. Donde hay dos posibles opciones a realizar según lo vea conveniente:

1-Le quita a todos los enemigos 15 PV

2-Le quita a un enemigo 40 PV

”Yuseiku”

Se le tiene registrada como una de las mejores espadachines en Nova Spes. Su fuerte sentido de responsabilidad y su arduo deseo de mejorar constantemente hizo posible tal hazaña. En su tiempo su nombre influía temor en los enemigos y no era para menos, su sed de sangre se hacia presente en el campo de batalla y una vez iniciaba un combate sólo terminaba de dos formas; sus adversarios bajo un charco de sangre o intentando escapar de ella.

Su carácter serio, tranquilo y frío provocaba que tuviera ciertos roces con algunos de sus compañeros. A pesar de eso, ella nunca blandió su espada contra sus aliados, ni siquiera en entrenamiento. Antes de morir escondió su espada, esperando algún día que algún descendiente suyo la reclamara y esperando que no sucumbiera ante el deseo de derramar sangre solo por placer. Deseando que tuviera la misma fuerza de voluntad que ella misma tuvo al blandirla.