Through the eyes of an idol - (Rewrite {Capítulo 1})

¡Hola!

Bueno, pues esta es mi primera publicación aquí y... No sé qué decir. Sólo que traigo un fanfic.

Soy muy fan de los rewrites, reescribir las historias para ver nuevas dinámicas, posibilidades y puntos de vista de otros personajes. El otro día estaba hablando con una amiga y se me ocurrió; ¿cómo sería DR1 si Sayaka fuese la protagonista? Y bueno, al principio lo estaba escribiendo solo para mí y para ella pero... Pensé que podría publicarlo aquí.

- No he cambiado talentos, ni la historia de los personajes, ni nada por el estilo. La idea es que siga la del juego tal y como es.

- Me hubiera gustado que el capítulo fuese más largo. Tal vez el siguiente.

- Intentaré parecerme a los personajes lo máximo posible al escribir, me disculpo por si alguno no me sale bien, prometo intentar ir tomando práctica a medida que avance la historia.

- He metido a Junko con todo el mundo desde el principio. Es algo que estuve pensando mucho, pero hay algunas situaciones e ideas que solo puedo desarrollar si ella está presente. Mi amiga me dijo que si era así también podría plantearme el cambiar a la mente maestra pero de momento, no tengo intención, no sé si en un futuro lo pensaré.

- He hecho que los personajes se llamen por los apellidos, como se suele hacer en Japón. Pero cuando haya confianza se empezarán a llamar por los nombres, o incluso algún mote (como Hina a Asahina). Menos Junko, ella hace lo que quiere.

- Está escrito en tercera persona pero desde el POV de Sayaka. Por eso solo se leerán sus pensamientos y no los de los demás, aunque de vez en cuando saltará a otro personaje si es una escena separada donde no está ella.

- He intentado no centrarme en ships y más o menos poner las relaciones canon, aún así, hay una pareja que me gusta mucho y he escrito flirteos muy sutiles entre ellos. No sé si os daréis cuenta de entre qué dos personajes son. (Pista: No tiene que ver con Maizono, son otros dos).

- Los edits de las fotos son todos míos.

- Comentarios, ideas y opiniones son muy bienvenidas :sparkling_heart: :sparkling_heart: :sparkling_heart: .

- ¡Auch!– Maizono chilló y corrió a llevarse las manos a la cabeza al notar el golpe que la hizo despertarse.– Que daño... ¿Qué...?

Al abrir los ojos se sobresaltó al darse cuenta de que todo estaba oscuro, tan oscuro que no podía ver nada. Extendió la mano hacia delante y tocó algo. Al seguir palpando notó que se trataba de un palo, que acababa en algo parecido a un estropajo.

- ¿U-una fregona...?– Se llevó la mano a la cabeza de nuevo. Así que eso le había golpeado.

Extendió las manos hacia los lados y tocó un cubo, lo que parecían unas esponjas y también algo de papel.

- Ah... Es un armario...– Suspiró aliviada colocando ambas manos en la pared para ayudarse a ponerse en pie. Palpó un poco más la pared hasta que encontró el pomo de la puerta y lo giró para abrirla y asomarse fuera.– ¿Dónde... estoy...?

Se fijó en el pasillo y en las luces que lo iluminaban. No reconocía el sitio. Miró a un lado y a otro del pasillo pero parecía que estaba sola. Al dar el primer paso fuera notó como pisaba algo y bajó la mirada para ver que se trataba de un papel. Extrañada, se agachó para recogerlo y leerlo.

- No lo entiendo...– Entrecerró un poco los ojos.– ¿Nueva convivencia...? ¿El resto de nuestras vidas...? ¿Qué?

Le dió varias vueltas al papel para ver si ponía algo más en alguna otra parte que explicase algo, pero nada. Volvió de nuevo al mensaje principal y leyó "La reunión es en el gimnasio a las ocho". Reunión... Gimnasio...

- ¡Ah, sí!– Abrió los ojos de nuevo.– Yo había venido a Hope's Peak... Pero...– Volvió a mirar a un lado y a otro del pasillo.– ¿A lo mejor voy tarde...?

Se fijó en un reloj que había por allí cerca en una de las paredes. Marcaba las 07:50. Aún quedaban diez minutos. Entonces, ¿dónde estaba todo el mundo? No ganaba nada quedándose ahí así que, tras asegurarse de qué camino tenía que tomar para llegar al gimnasio, comenzó a caminar para ir hacia allí.

- "Esto... ¿es normal en esta academia...?"– Pensó al ver las placas de acero que cubrían las ventanas. En el pasillo donde estaba el armario no había ninguna, por eso no se dió cuenta hasta ese momento. Volvió a sacar el papel para mirarlo de arriba a abajo en un intento de buscar más información pero... ¿Tan siquiera era eso un papel oficial? Parecía algo dibujado por un niño. No le dió tiempo a pensar mucho más cuando al girar una esquina, chocó con alguien.– ¡A-ah! ¡Lo siento! ¡Lo siento mucho!– Se disculpó apresurándose a tomar la mano de la persona para que ésta no cayese al suelo.– C-creía que no había nadie y... no me fijé de por donde iba.

- No pasa nada, yo también iba distraída.– La chica sonrió haciéndole un gesto con la mano para decirle que no tenía importancia. Sayaka la miró bien. Tenía el pelo corto y llevaba una falda marrón algo larga con un jersey verde. Era mucho más bajita y delgada que ella, normal que casi la tirase al suelo cuando chocaron.– Ah, ¿vas tú también al gimnasio? Si quieres podemos ir juntas.

Sayaka asintió con la cabeza, más tranquila de ver que no estaba sola en el edificio, y esperaba encontrar a más personas una vez estuvieran en el gimnasio. Una vez allí, se puso delante de la más baja para colocar sus manos en la puerta y abrirla.

- Parece que somos las primeras.– Habló la otra asomándose al interior.

- Eso veo... ¡Ah, por cierto...! No me has dicho tu nombre.

- ¡Oh!– La pequeña abrió los ojos en sorpresa.– Cierto. Que despiste, perdón. Soy Chihiro Fujisaki, encantada.– Le dijo cerrando los ojos y llevándose las manos a la espalda.

- Mucho gusto. Yo soy Sayaka Maizono, y s-...

- Parece ser que sí había alguien más aquí.– Una voz habló tras ellas y ambas se giraron. Se trataba de un chico con gafas. Tenía los brazos cruzados, y les miraba con el ceño algo fruncido. Echando un vistazo se veía que venía con más personas. Sayaka no pudo evitar sentir un enorme alivio ante eso.

- ¡Hola!– Se giró levantando la mano para saludar.– ¡Soy Say-...!

- Nos citaron en el gimnasio a las ocho, ¿no es así?

- ¿E-eh...? Ah, sí...

- Ya casi es el momento, ¿acaso tienes pensado quedarte bloqueando la puerta hasta que pase la hora?

- ¿Q-qué...?– Sayaka parpadeó varias veces sin entender, se giró y echó un vistazo al interior del gimnasio.– ¡A-ah! ¡Sí, claro! Lo siento...

Se apartó hacia un lado para despejar la puerta y dejarle pasar. Él suspiró y comenzó a caminar hacia dentro, dándole una última mirada cuando pasó por su lado.

- "Que maleducado..."– Pensó mirándole antes de que los demás también empezasen a entrar. Por suerte, el resto fueron presentaciones normales e incluso agradables, así que se alegró de ver que no eran como él.

Ya habían entrado todos, así que Sayaka cerró la puerta y se acercó a los demás para preguntarles sus nombres, qué había pasado y qué hacían allí. Todos daban las mismas historias o similares. Perder el conocimiento, despertar en el aula y luego venir al gimnasio porque se lo decía el papel.

- "¿S-soy la única que se ha despertado en un armario...?"– Pensó con algo de fastidio, escuchando poco después como la puerta se abría, por lo que venía alguien más.– "¿Ese es..?"– Abrió los ojos al reconocer de quién se trataba.

- ¡Tú!– Ishimaru pasó por el lado de Sayaka para dirigirse hasta Makoto y señalarle con el dedo.– ¡Se dijo que debíamos estar aquí a las 8 en punto! ¡Llegar tarde es inaceptable!– Terminó apretando los puños.

- ¡L-lo siento! ¡Perdón!– Makoto empezó a mover las manos para intentar calmarle.– Es que yo-...

La escena fue interrumpida por la llegada de dos personas más. Las miradas fueron hacia las dos chicas, y aunque una de ellas parecía algo apartada, estaba claro que la que estaba al frente quería todos notasen su presencia. Solo había que escuchar el golpe que dió con su bota al suelo cuando entró.

- ¡Oye! ¡También llegáis tar-...!– Ishimaru intentó regañarlas pero la chica de las coletas extendió su mano hacia el frente haciendo un "Shhhhh" para mandarle a callar.

- Lo mejor, siempre se guarda para el final, ¿no es así?– Dijo guiñando un ojo para así comenzar a acercarse al grupo.

- ¡Oh, dios mío!– Aoi se llevó las manos a las mejillas con un brillo en los ojos y una amplia sonrisa.– ¡Tú eres! ¡Tú eres Junko Enoshima! ¡Mis amigas me han enseñado algunas de tus revistas!

- Vaya, que atenta.– Junko sonrió ampliamente.– ¡Así es! Yo soy Junko...– Hizo una pausa para echarse el cabello hacia atrás y se colocó una mano en la mejilla para posar.– ... Enoshima.

Por la reacción de varios de los presentes, parecía que alguno más la reconocía.

- Por favor, por favor. Nada de autógrafos, no firmo fuera de los eventos, lo siento y gracias por entender.– Junko levantó la mano para hacer unos gestos con ella.– Ah, sí, se me olvidaba. Esto que me acompaña.– Dijo extendiendo los brazos para agarrar a la chica de pelo corto que la seguía y acercarla a ella.– Es mi hermana, Mukuro.

- Hola.– Mukuro levantó la mano para saludar.

- Sí, sí. Presentaciones, encantadas de conoceros y todo ese rollo.– Junko empujó de nuevo a Mukuro hacia un lado.– Bueno, ¿y qué estamos haciendo aquí? Lo único que sé es que alguien me ha quitado mi teléfono.

Al decir esto, los demás jadearon y comenzaron a buscarse en las ropas para comprobar que, tampoco los tenían.

- De todas formas, tampoco iba a daros ninguna foto.– Junko se encogió de hombros.

- Naegi.– Sayaka aprovechó la confusión para acercarse a Makoto.– Eres tú, ¿verdad?

- ¿Um...?– Makoto levantó la vista para verla, y aunque tardó en reaccionar, la reconoció.– ¿Maizono?

- ¡Sí! ¿Te acuerdas de mí? Fuimos a la misma preparatoria.

- ¡Sí! ¿No me recuerdas?

- ¡C-claro que me acuerdo! Es sólo que...– Makoto se encogió de hombros.– No pensé que alguien tan popular se fijase en alguien tan normal como yo...

- ¿De verdad parezco tan fría?– Sayaka se llevó las manos a la cara y fingió empezar a llorar.– ¡Eso duele!

- ¡A-ah, no! ¡Claro que no! ¡Es sólo que-...!

- Es broma.– Sayaka se apartó las manos de la cara y empezó a reír.

- ¡No seas así!– Makoto protestó, pero también se echó a reír, aliviado de que fuese una broma.

Todo se interrumpió cuando el chirrido de un micrófono inundó la sala e hizo que más de uno se llevase las manos a los oídos.

- ¿Hola? ¿Hola? Bueno, da igual, estoy seguro de que todos me podéis oír.– Dijo una voz chillona.– ¡Hola estudiantes de primer año!

- ¿Ves?– Hagakure se apartó las manos de los oídos.– ¡Os dije que se trataría de algún tipo de bienvenida! ¡Que no teníais que pensar tanto esas teorías tan oscuras de un secuestro o algo así!– Se llevó las manos a las caderas orgulloso.

- ¿Qué? ¿Pero tú no fuiste el que dijo que tus predicciones sólo aciertan un 30 por ciento de las veces?– León se apartó también las manos de los oídos, inclinando la cabeza hacia un lado.– Así es difícil confiar en ti.

Hagakure fue a protestarle, pero se detuvo cuando escuchó a Fukawa comenzar a reírse detrás de él.

- No...– Kirigiri susurró y algunos la miraron.– No es eso...

Se escucharon algunos golpes tras el escenario y más de uno se acercó a mirar. Después de varios ruidos más, una pata blanca y apareció y se apoyó en el podio, seguida de una negra.

- "¿Eh?"– Sayaka inclinó la cabeza hacia un lado extrañada.

Las manos hicieron un movimiento y dejaron ver una cabeza blanca y negra, y el esfuerzo que estaba haciendo por tratar de subir al podio.

- Es más difícil de lo que pensaba...– Dijo haciendo un último esfuerzo para así ponerse en pie.

- ¿Un muñeco de felpa?– Dijo Makoto.

- Yo diría más bien que es un peluche.– Junko remarcó señalándole con el dedo.

- ¡No soy ni una cosa, ni la otra!– El oso dijo indignado, dando un golpe con el pie a la madera del podio.