☆○o。 Enséñame 。o○☆

╓C╖╓a╖╓p╖╓í╖╓t╖╓u╖╓l╖╓o╖ ╓7╖╓6╖

Celeste: ¿Le pediste al chico que está detrás de vos y que no le agrada a Manuel que grabe un vídeo de cumpleaños para tu novio?

Bia: exactamente.

Celeste: Manuel se va a enojar.

Bia: sería demasiado idiota para... -se quedó pensando-, si es demasiado idiota. ¿Y si me acompañas?

Celeste: ¿Qué?

Bia: evitamos malentendidos, además, tu novio no es un celópata como Guillermo.

Celeste: está bien.

Bia: sin embargo, deberías dejarlo.

Celeste: Bia, ya hablamos...

Bia: si Manuel me golpeara me importa poco que esté obedeciendo a Universo, yo lo dejo.

Jhon: hola -Bia rodó los ojos-, ¿De qué hablan?

Bia: nada importante.

Celeste: cosas de chicas.

Jhon: hoy no me saludaste -comenzó a ejercer un poco de presión de mi brazo. Y creo que Bia lo notó.

Bia: yo no la dejé, necesitaba contarle mi problema tan urgente que... -se calmó- Sabes que soy egoísta.

Jhon: lo sé. Escuché que Celeste te acompañaría a un lado.

Bia: eh... si, para evitar malentendidos.

Jhon: las puedo acompañar, entre más personas menos malentendidos -miré a Bia que no tenía buena cara.

Celeste: no depende de mí Jhon, depende de lo que Bia diga.

Jhon: ¿Bia? -la miré suplicando que dijera que sí.

Bia: está bien, podrás venir con nosotras.

Jhon: ¡Genial! ¿Cuando es?

Bia: todavía no acuerdo fecha, pero lo más probable es que sea después de esta competencia intercolegial.

Jhon: nos vemos, me iré con mis amigos -me dió un beso en la mejilla.

Bia: en verdad Celeste, por un poco de amor propio, déjalo.

Voy corriendo junto a Matteo hacia el Blake, después de quedarnos dormidos nos despertamos sumamente tarde y fue aún más por la ocurrencia de Matteo.

Luna: voy a decirle a la directora que todo fue tu culpa.

Matteo: ¿Le dirás qué me puse a contar tus once lunares que tenés en la espalda? -me detuve en seco y él rió-. Sigamos o llegaremos más tarde.

Continuamos corriendo y entramos justamente con nuestra maestra de español que nos preguntó por qué llegábamos tarde. Tuvimos que inventar algo aunque no fue muy convincente, si tan sólo Bia estuviese aquí.

Entramos al salón y pues como siempre estaba adelante y mis amigas hasta atrás o en medio.

Al terminar español Celeste se me acercó y yo le hice espacio para que se sentara.

Celeste: ¿Por qué llegaste tarde? Junto a Matteo.

Luna: me lo encontré en el camino -dije tratando de no sonar tan nerviosa.

Celeste: bueno, pero... llevo diez años con Bia y he aprendido algo de ella. Mover demasiado los ojos es señal de estar mintiendo.

Luna: Celeste yo...

Celeste: Bia está leyendo, como siempre -la miré-, pero esto es importante.

Luna: ¡No! No le llames.

Celeste: ¿Entonces me dirás?

Luna: Matteo pasó por mí muy temprano, íbamos a llegar juntos pero nos entretuvimos.

Celeste: está bien. Te creo -llegó la maestra de física-. Nos vemos.

Comenzó la clase. No creo poder ocultar por mucho tiempo que Matteo y yo hemos tenido relaciones.

Beatriz Urquiza siempre habla a escondidas con alguien, ella siempre tiene algo que ocultar, nunca dice todos sus secretos. Tranquilo Manuel, de seguro es algo de sus cosas del Universo que nunca entendés, no es nada malo.

Bia: ¡Universo! -gritó-. Nos vemos más tarde en mi casa.

Manuel: hola -dije serio.

Bia: ¿Cómo vas con la canción? -dijo un poco fastidiada.

Manuel: bien, supongo.

Bia: ya es esta semana.

Manuel: lo sé.

Bia: ¿Qué tenés? Estás muy serio.

Manuel: estarás ocupada hoy.

Bia: si, le ayudaré a Carmín con su canción. Sé que es traición a la escuela, pero también te ayudo a vos -se acercó y me abrazó.

Manuel: ¿Y a Tom? -rió. Estaba enojada hace unos minutos, ¿Y ahora está feliz?

Bia: no te preocupes por quién ayudo o no ayudo, sabés que velo por muchos intereses pero sobretodo por los míos. Soy muy egoísta.

Manuel: ¿Y ahora que te interesa?

Bia: que vos ganes -reí.

Manuel: sos todo un caso. Además de bipolar.

Bia: vos igual. Y soy bipolar con orgullo -tomó mi brazo izquierdo y miró mi reloj-. Ya es tarde, debemos volver. No tengo ganas de pensar una historia.

Manuel: mentir.

Bia: no cuestiones a la reina de la mentira.

Tomé mi guitarra y salí con ella al patio. Justo a tiempo para volver al salón.

Geografía. Fácil, divertida y me gusta. Lamentablemente no tengo colores pues los he perdido todos la primera semana de clases así que tengo que pedírselos a mi organizado hermano.

Julio: ahora entiendo porqué mamá no te compra más colores.

Manuel: Rojo el préstame y zitto.

Julio: ¿No se puede decir zitto aquí?

Manuel: la maestra es muy correcta y le gustan los buenos modales. Pero no sabe otro idioma más que el español -reímos.

Maestra: ¿Algo que contar gemelos Quemola? -nos quedamos callados-. Entonces guarden silencio por favor.

Miré a mi hermano.

Manuel: te lo dije -susurré.

Al fin ha terminado el día de hoy y solamente me faltan diez horas para que termine este trece.

Nina: ¿Ya estás de buen humor?

Bia: si, me desperté con el pie izquierdo hoy. Además me equivoqué varias veces.

Nina: sos humana.

Bia: soy Beatriz Urquiza.

Universo: y eso que tenés ventaja -rió-. Ya quiero verte cuando no la tengas.

Bia: ¿De qué hablas?

Universo: más tarde te digo -rió y desapareció.

Bia: maldición -murmuré.

Nina: ¿Qué pasó?

Bia: eh... tengo que ir a casa, olvidé que hoy me vería con Pietro en la tarde.

Nina: ese no es el chico...

Bia: en un mes es el cumpleaños de Manuel, me ayudará con una sorpresa. Por cierto, si él pregunta, estoy con Carmín.

Nina: ¿Le dijiste que estarías con Carmín?

Bia: sorpresa y le molesta el chico, suficiente para hacer una de mis muchas especialidades.

Salí del Blake lo más rápido posible para que Manuel no me viera. Llegué a mi casa y todavía faltaban unas horas para que Pietro llegara, así que me dispuse a dormir un poco.

Escuchaba un silbido. Comencé a caminar y se hacía cada vez más fuerte, hasta que me encontré con aquella silueta negra, pero no estaba solo.

Mara: ¿Me ayudarás?

Universo: claro, tú y yo tenemos algo en común.

Mara: me cuesta creer que quieras destruir a Beatriz.

Universo: Doce es un gran error en mi planeación Urquiza. Pero también debo ser un poco gentil.

Mara: ¿Y por eso me pedís ayuda?

Universo: es el destino que tengo planeado, y tú me puedes dar el detonante.

Mara: contá conmigo entonces. Pero, una pregunta, ¿Por qué Beatriz es un error?

Universo: no puede haber mujeres Urquiza, si una nace es porque su padre hizo algo muy grave.

Mara: ¿Y por eso son malas?

Universo: no, también esa es otra cosa. Bia es un gran error, tiene el gen Urquiza, el cambio y el favor de Cinco. Una combinación muy mala.

El gen Urquiza, el cambio y el favor de Cinco. ¿Qué querrá decir con todo eso?

Manuel: ¿Sabes? Ella crecerá sin su madre.

Bia: ¿Que?

Manuel: si, mira -me señaló una habitación.

Fui hasta la puerta y era un funeral, había mucha gente alrededor del ataúd y tres personas de ahí sostenían a tres bebés. Había un chico en la esquina del fondo llorando.

Bia: ¿De quién es el funeral?

Manuel: tuyo, porque yo hice que te volvieras una perdición.

Giré a verlo pero ya no estaba, todos habían desaparecido y solo estábamos el ataúd y yo. Me acerqué y estaba una chica como yo, me fijé en su nombre.

Bia: Isabela...

Desperté. Quizá sepa más cuando pasen mis cuatro meses de ventaja. Este es el segundo, sólo me quedan dos más.

Algo me dice que por fin lograré vengarme de Beatriz Urquiza, sólo necesito un gran plan, o que todo se ponga a mi favor para así, yo ser la reina del Blake South College. Beatriz Urquiza, tu fin se acerca.