Simplemente tome lo que quedaba de mi, salí con ningún rumbo realmente... Aborde el metro y como era normal iba infestado, tantos rostros, tantas vidas, caras llenas de sueño y tan solo un vagón.
Cada paso dado no trazaba (ni debía) un camino, solo deje que la marea contaminada de gente me llevase. Al estar donde es habitual llegar note un vacío, pero rápidamente un cigarro lo tapó, pasaron las horas, paso tan poco y duró tanto que lo ame, ame estar muerto.
Comment