Recuerdo (5/7)

¿Estarás satisfecho si te digo la verdad?

Hematomas cubrían mi piel, haciendo de mis brazos y piernas una especie de pintura abstracta, capaz de expresar con su sola apariencia mi necesidad de un remedio, necesitaba un alivio.

¿Estarás satisfecho si te miento?

No había otro culpable que no fuera yo mismo, gracias a mi debilidad, a mi delicadeza y a otros rasgos que no hacían más que volverme vulnerable a esta clase de situaciones. Desde siempre he sido objetivo de burlas, año tras año, si cambiaba, buscarían algo más con que molestarme, primero mi cabello, luego mi altura, después mi delgadez, y la lista sigue y sigue.

Etcétera.

Con medias coloradas, blancas y negras, decoraba mis piernas, dejando ver la zona en la que, milagrosamente, no había ningún rasguño, una falda negra, una blusa de manga larga de color blanco con una chaqueta negra, y, por supuesto, mi más fiel acompañante, maquillaje, tanto para cubrir las heridas visibles como para esconderme de aquellos que me atormentaban.

¿Está usted bi--

No era costumbre mía, pero sentí que debía de hacerlo, salir por una noche, caminar por ahí y ver que sucedía, quizá pasarme por un parque y pasar el rato, pues tampoco me atrevía a entrar a otro lugar, y menos vestido así.

Efímero.

Pero aún si este malestar no parece parar, mientras tenga noches como esta, donde puedo ser yo mismo sin que nadie me descubra, estoy bien, pues sé qué algún día terminará, o bien, yo mismo lo terminaré.

Está bien detenerse y dejar de pensar por un momento.

¿Estaré enloqueciendo? Pues quiero ver a mi padre, a mi madre, incluso a mis "amigos" y compañeros profesores, mis alumnos también e, incluso, te quiero ver a ti, mi pequeño gatito.