❀ My Little Sucidal Angel ❀

εïз ↷ ℬᴏɴɴɪᴇ ( 兔 )；ᴷʳᶤˢᵗᵃˡ ❞ 04/05/18

❝ toma mi mano, yo te llevo ❞

✎ . . . . . . . . . . . . . . . . . тαє . . . . . . .

— gυíα ❀

✎. . . Introducción . . .

✎. . . Objetivo . . . . . . .

✎. . . Historia . . . . . . .

✎. . . Despedida . . . . .

— ιnтrodυccιón ❀

✎. . . Buenos días, tardes y no-

-ches a todos. Espero que

se sientan de la mejor ma-

-nera en el día de hoy y

sino están bien no sé preo

-cupen yo los animaré a

sonreír hoy.

— ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ ❀

✎. . .

Con tanto miedo a las críticas que podría seguir escuchando por parte de mi entorno habitual, estudié lo que me gustaba, aprendí coreano y me fui a vivir al otro lado del mundo. No quería seguir siendo lastimada por ellos, asi que me fui para comenzar una nueva vida en Corea. Aunque me costaría comenzar de cero no fue obstáculo, tuve muchos y duramente logré levantarme.

Con el tiempo me hice amiga de una chica llamada Hye, era coreana y ella me enseñaba las costumbres y culturas coreanas, me fascinaba.

Un día fuimos a visitar a su padre, el cual era un CEO, ella quería llevarle su almuerzo que había olvidado en casa y me pidió que por favor, la acompañase.

Entramos a la empresa, un sujeto de seguridad saludó a Hye y a mi, subimos al piso más alto con el ascensor, mi amiga apresurada me tomó de la muñeca provocando que chillara del dolor, tenía algunas cortadas que aún no sanaban y dolía. Con suerte ella no me oyó agonizar y siguió arrastrándome. Llegamos hasta su oficina, Hye anunció su llegada y entró dentro pidiéndome que esperara afuera, así lo hice.

Me soltó la muñeca y entró a la oficina cerrando la puerta. Apenas la cerró desesperada subí la manga de mi abrigo asustada de que comenzara a sangrar, efectivamente estaba sangrando. Miré a todos lados y sólo veía pasillos, no tenía idea de dónde quedaría el baño.

Comenzaba a desesperarme, bajé la manga de nuevo e intenté pegas la tela hacia mis heridas para que absorban la sangre. Miré la puerta deseando que Hye salga de la oficina de su padre para que yo pueda limpiarme antes de que alguien se dé cuenta de que soy una puta suicida masoquista.

—A la mierda Hye. —corrí hacia el ascensor intentando desifrar dónde concretamente había un baño.

Las puertas cerraron y comenzó a descender, arremangué mi manga que estaba con una gran mancha roja, de mis cortes salía sangre y más sangre, comenzaba a aterrarme, nunca había sangrado de esa forma.

El ascensor se detuvo tres pisos arriba y rápidamente bajé mi manga escondiendo mi mano detrás de mí. Dos chicos subieron al ascensor mientras reían entre sí. Hicieron una reverencia hacía mí y devolví el gesto, disimulando el hecho que me estoy desangrando.

Sentía como unas gotas comenzaban a escurrirse por mi brazo hacia abajo. Cerré los ojos mordiendo mi labio inferior, asustada.

Uno de los chicos bajó la mirada al suelo y observó unas gotas rojas en el suelo del ascensor, levantó la mirada hasta mis manos y vio que de mis dedos caía sangre. El chico abrió los ojos como platos.

—Oye estás...-

El ascensor abrió y salí corriendo de allí con los chicos mirándome aún dentro del ascensor.

Mi idea de preguntarle a un guardia se frustró. Corrí como una tremenda estúpida por los pasillos de la empresa, hasta incluso llegué a chocarme personas por los pasillos. Después de quince minutos corriendo como loca despavorida encontré los baños de mujeres. Desesperada me quité mi chaqueta azul, abrí el grifo del lavamanos y comencé a lavar mi brazo, el cual estaba completamente lleno del color carmesí característico de la sangre. Había roto la marca de no lastimarme por dos meses pero rompí mi marca.

Tomé papel higiénico y envolví todo mi brazo del papel para que no siga sangrando.

Tocaron la puerta del baño y me tensé.

Seguí envolviendo mi brazo en papel asegurándome de que no siga escurriéndose. Junté del suelo mi chaqueta del suelo y mojé la manga donde tenía la mancha de sangre. La mojé hasta que la mancha no se viera.

Volvieron a tocar la puerta.

—Ya-ya voy. —dije nerviosa.

Revisé mis vendas y no salía sangre, miré mi chaqueta y no se notaba la mancha. Suspiré aliviada.

Caminé hasta la puerta, le quité el cerrojo y la abrí, viendo al mismo chico que había encontrado en el ascensor, me tensé. Bajó su mirada hacia mi mano izquierda donde la mancha estaba mojada. De detrás de él sacó unos paños mojados y un desinfectante.

—Pensé que lo necesitarías. —dijo.

—Yo... no sé de qué hablas. —evadí su ofrenda.

-Vamos pequeño ángel, tómalas. -dijo con una sonrisa cuadrada.

"Pequeño ángel..."

[...]

Miré por la ventana y vi la calle nocturna iluminada por las farolas y las luces de los vehículos. Un hermoso paisaje. Sonreí.

—¡Hey! —llamó y volteé a verlo—Pequeño ángel, ¿qué tal si nos sentamos en el sillón ambos y me haces mimitos?

—¿Por qué yo tengo que hacerte mimos? —pregunté divertida.

—Porque tú eres una cosquilluda, tienes cosquillas hasta detrás de las orejas, pequeño ángel.—rió—Además me gusta que me consientas.

Sonreí mientras negaba con la cabeza, y me levantaba de mi lugar para sentarme en el sofá y Taehyung dejaba su cabeza sobre mi regazo, comencé acariciar su cabello castaño y él me miraba atento. Tomó mi mano libre y observó mis cortes, mientras les pasaba las yemas de sus dedos por los cortes, algunas viejas, otras no tanto.

—Me alegra ver que estas heridas ya están sanando de a poco. —sonrió y besó mis heridas,

Sonreí orgullosa.

—Tus amigos tienen razón. —dejó de prestar atención a mis cortes y me miró mientras yo observaba su cabello castaño con una sonrisa—Eres especial, ayudas a todos. —sonreí melancólica—Incluso a mí, una chica pérdida hace años en la oscuridad del abismo.

Me miró atento a los ojos mientras yo observaba su cabello, por un momento lo miré a él y nuestras miradas se conectaron, ninguno decía nada. Pareciera que el tiempo en la sala se hubiera detenido, levantó su mano y acarició mi mentón y luego mi mejilla mientras yo cerraba los ojos y disfrutaba de su tacto, su mano era cálida y muy suave, contraria de la mía.

Se levantó de mi regazo y pronto sentí su respiración sobre mis labios y luego me besó con ternura y amor...