❉ [211] ❉∴･ Salida rápida... ∴･ #TMisionesA24

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¡Muy buenas a todos, espero estén bien!

Nuevamente regreso con un escrito e inauguro de cierta manera el 2024 con un blog de esta índole.

Sí me gustaría avisar que de lo que va esta historia será algo fuerte, no sé si muy explícito, pero si recomiendo discreción al momento de leer la misma.

Sin más preámbulos, vamos a ello.

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Las misiones del tablero mensual están diseñadas con el objetivo de acumular puntos para canjearlos en la Kosei Shop o de sumar participaciones para quienes se encuentran en una agencia.

Post Original: ➛ ｡ᨳ۪۪ Misiones de Enero :scroll:

La misión que he seleccionado es la siguiente:

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Krista Litzer es una chica de 16 años, cabello negro el cual le llega hasta la cintura, suele lucirlo suelto, en una coleta o en ocasiones lo sujeta de forma desprolija, mientras que sus ojos son de color ambarino como los de su padre.

Más info aquí :sparkles:

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Título:

Salida rápida...

Personajes:

Hawks/Keigo Takami, Mirko/Rumi Usagiyama, Krista Litzer (Oc)

Advertencia:

Temas sensibles. Se recomienda discreción.

Cantidad de Palabras:

1934.

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La depresión es una enfermedad conocida y peligrosa, pero a la vez silenciosa, capaz de camuflarse para no ser percibida por las personas que nos rodean, logrando que la detección de esta en ocasiones, sea muy tarde.

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Llevaba semanas pensando en que era lo mejor o lo correcto, más las críticas que surgieron en torno a ella debido a las burlas que las personas hacían en redes sociales en alusión a su persona, sumando el tremendo acoso que estaba recibiendo ya sea en la calle, por medio de paquetes con amenazas y hasta incluso enviándole correspondencias que contenían sustancias extrañas, fueron sumiéndola en un estado de aislamiento y acrecentando su depresión.

Krista había tenido una infancia bastante complicada por el hecho de no tener quirk, sobre todo porque en su familia existían personas con grandes habilidades. Muchas veces, siendo pequeña había renegado de la mala suerte que había tenido en aquel aspecto, pues era algo de lo cual no podía deshacerse o podía solucionar como si nada, era algo imposible.

Con el fin de alejarse de su entorno, aunque le doliera estar sin el o de su familia, decidió esforzarse, ganarse una beca e ir hasta el país del sol naciente. Sitio donde gracias a su anonimato, tuvo varios años de tranquilidad e incluso paz, pero el amor siempre llega sin ser llamado ni tampoco buscado.

En un pequeño altercado generado por un grupo de villanos, Krista fue rescatada por Hawks, chico por el cual había sentido una gran fascinación, pero no fue capaz siquiera de decir algo en aquel instante, más que simplemente verlo rodeado de sus fans, de aquellas personas que lo iraban y en cierta forma, también lo sofocaban un poco.

Pensó que aquel encuentro sería el único, pero se había equivocado. Incluso más de lo que hubiera deseado, la joven se topó en diversas ocasiones con el chico, fuera en sus días libres o patrullando por la ciudad. Y no, no se había convertido en una especie de acosadora ni nada, simplemente la casualidad de la vida los deseaba juntos, estaba claro eso.

Por su parte, Keigo se había percatado de esto casi al instante, por lo que poco a poco intentó algo que nunca antes siquiera pensó, acercarse a una chica de una forma distinta.

Con el paso de los meses, ambos jóvenes lograron frecuentarse, conocerse en cada salida, saber del otro y lograr una relación formal, misma que Keigo confirmó en una entrevista luego de que lo captaran en diversas citas junto a la chica.

Aquello supuso una mala decisión por parte del héroe, pues la vida de Krista se volvió nuevamente un infierno. Amaba mucho al chico y no deseaba que él pensara algo malo de ella, por lo que decidió ocultarle las cartas, el acoso, toda aquella vorágine de caos que estaba viviendo con el fin de permanecer a su lado sin que la paz de su relación se viera afectada.

Resistió hasta donde pudo, pero todo aquello sólo se fue acumulando hasta que las ideas descabelladas comenzaron a danzar en los pensamientos de la fémina, quién convencida de sus acciones futuras, tomó aquella irreversible decisión.

Escribió una carta, la cual le costó mucho siquiera iniciar, pues en cada palabra un recuerdo cargado de amor y alegría junto al chico la interrumpía, logrando que las lágrimas surgieran sin siquiera desearlo. Cuando por fin terminó de escribirla, se cercioró de que su contenido no fuera visto por nadie más que aquel héroe, su bello ángel de alas rojizas.

Y aunque Keigo era completamente atento con ella, la llenaba de mimos y le repetía constantemente que sólo ella era importante para él, no podía evitar siquiera ella misma verse al espejo, sin iniciar una autocrítica completamente destructiva sobre cómo no valía nada, como era una chica sin valor, una sin quirk simple y común que no merecía siquiera la atención de aquel héroe.

—Lo lamento, Keigo… Pero, esto es lo mejor —susurraba de manera repetitiva al tiempo que con una afilada navaja cortaba en vertical en la zona de sus muñecas, mordiéndose los labios con fuerza para soportar aquel dolor.

Acomodada en un rincón de su habitación, tenía a su alrededor todas aquellas cartas de odio que había recibido, sumando a ello un par de lienzos suyos que se encontraban regados en el suelo de la habitación, completamente destrozados, siendo solamente visibles los ojos de los personajes en sus pinturas. Todos con la misma mirada triste y melancólica, pidiendo de una silenciosa manera ayuda, una que no había llegado y que no lo haría nunca.

Por su parte, el rubio se encontraba abarrotado de trabajo y aunque le molestara, estaba tras su escritorio revisando documentos, dando vistos buenos de algunos y rechazando otros. Uno de sus subordinados ingresó al lugar, llevando hasta él aquel sobre. Lo tomó para dejarlo a un lado, más reconoció la caligrafía de su chica por lo que la curiosidad y extrañeza fueron predominantes.

Al instante varios cuestionamientos se cruzaron en su mente, ¿por qué una carta? ¿Acaso le sucedió algo a su móvil? ¿Tuvo una falla técnica?

Dejando de lado sus labores, abrió el sobre con una gran sonrisa, pensando que tal vez su chica deseaba hacer ese tipo de cosas que, aunque era algo a la antigua, él no tenía problema en realizar con tal de verla feliz. Más la consternación fue creciendo en su semblante, borrando definitivamente su sonrisa al tiempo que apresuradamente tomaba su chaqueta y salía de su agencia.

En el camino, marcó el número de Rumi, pidiendo con suma desesperación que fuera a su encuentro al apartamento de la chica, enviándole la ubicación. Surcó la ciudad de manera veloz, al tiempo que unas cuantas de sus plumas parecían desprenderse de sus alas para mantenerse a su alrededor, sin alejarse de su cuerpo.

Llegó a la par que la albina, la forma en que el chico había enviado aquel mensaje no era para nada normal. Sin perder tiempo, una patada contra la puerta fue suficiente para derribarla y así ingresar al sitio, las plumas de Hawks no perdieron tiempo en buscar a la azabache, a quien detectaron tras unos segundos. Los héroes se posicionaron frente a la puerta de la habitación de Krista, la cual se encontraba con seguro.

Nuevamente Rumi debió destrozar la misma, revelando ante ambos la imagen de la fémina desangrándose, siendo rodeada de unas cuántas cartas y sus lienzos, mientras que la habitación completa se encontraba revuelta. Impresionado por aquello, el rubio tardó en reaccionar, por lo que la albina se apresuró a revisar a la chica.

—Morirá si no nos damos prisa —espetó al momento en que Hawks ya estaba tras ella—. Su pulso es muy débil, ha perdido mucha sangre.

—La llevaré.

—Vendemos sus muñecas, de lo contrario con el vuelo y tus movimientos podrías hacer que…

—No lo digas —ordenó frívolamente al tiempo que, con su cuchilla de ala, cortaba las sábanas.

Velozmente la tomó en brazos y con cuidado, grabando en su mente aquella grotesca escena, se dirigió hacia el balcón del sitio donde emprendió rumbo al hospital más cercano. Llegó en un tiempo que incluso era record, pidiendo ayuda a los enfermeros y paramédicos quienes alarmados no dudaron en acercarse a auxiliarlo.

Las horas pasaron y la ansiedad del rubio no hacía más que incrementar, mientras que sus inquietas plumas captaban por completo a todos los presentes en aquel edificio, haciendo que fuera una verdadera tortura encontrarse allí.

El médico que se encargó de tratar las heridas de la chica se acercó a él, pues las enfermeras le habían comentado que este esperaba las noticias sobre ella. Si bien la buena nueva de que su novia no había muerto lo alegraba, una parte de él se sentía completamente devastado por el hecho de no haberse percatado de la situación y de todo aquello que estaba afectándola por completo.

Una vez logró entrar a verla, se colocó junto a su cama, permitiendo que un par de lágrimas rodaran por sus mejillas, esperando que despertara para tal vez exigir una explicación, pero principalmente, para demostrarle de mil maneras posibles, que sólo él la necesitaba para ser feliz.

Mirko llegó entrada la noche al hospital, tras terminar su turno de patrullaje nocturno. Fue capaz de llamar la atención de su colega, logrando a duras penas que éste saliera del cuarto. Tras unas cuantas burlas para siquiera animarlo, la expresión de la albina cambió al tiempo que le extendía las distintas cartas que la joven alemana tenía a su alrededor horas atrás.

—Esto es muy serio, Hawks —musitó viéndolo a los ojos—. Me sorprende bastante que Krista haya soportado hasta este punto todo, porque el acoso que esa chica recibió desde que comenzaron su relación, ha sido increíble.

—Lo sé, me acabo de dar cuenta hace unas horas… Incluso hace un rato me llegó su diario personal… Está mal leer ese tipo de cosas, pero siento tanto que no me haya contado incluso de su vida antes de venir aquí a Japón.

—No te atormentes, chico pájaro. Mira, lo mejor que puedes hacer es apoyarla y estar para ella si es que verdaderamente la quieres.

—Eso no tienes que ni decirlo, Rumi —sentenció con cierta severidad.

Tras unos minutos, la joven se marchó dejando al héroe alado sumido en diversos pensamientos, leyendo carta tras carta y culpándose de no haber detectado el estado depresivo de su pareja mucho antes.

A la mañana siguiente, en compañía de los rayos del sol, un gran grupo de periodistas se encontraba afuera del edificio, varias personas habían visto al héroe en el lugar y rápidamente se corrió la voz de su presencia ahí. Esto sería aprovechado por Hawks para dar una conferencia muy importante.

—Hawks, ¿qué ha sucedido que…

—Esto es algo muy importante que quiero decir y espero que todos aquellos que estén viendo o escuchando lo tengan en cuenta —inició al tiempo de interrumpir a una de las periodistas—. El día de ayer ingresó mi novia a este hospital, con heridas de considerable índole causadas principalmente por esto —sentenció al tiempo de mostrar unas cuantas cartas arrugadas, mismas que fueron cortadas hasta ser imposible de recopilarlas por medio de sus plumas—. A mis fans, quiero que sepan que les tengo un cariño grande, pero eso no significa que tengan el derecho de pensar siquiera que soy de su propiedad y en consecuencia, hacer daño a una persona tan importante en mi vida como lo es Krista.

—Hawks… —llamó un hombre quién enmudeció al instante por la frívola mirada del susodicho.

—Debido a lo que mostré hace unos segundos, fui capaz de percatarme de forma tardía, que mi pareja estaba viviendo un acoso infernal, en compañía de una depresión que desde hace años no experimentaba. Nadie es mejor que nadie en esta vida, todos al final de un maldito día somos seres humanos, con miedos, con sueños, con anhelos, con sentimientos y no es justo que, por causa de un grupo de personas poco empáticas, deban de pagar los platos rotos aquellos que simplemente desean felicidad en su vida, en sus días. Invito a cada uno que está oyendo esto, que se haga un autoexamen para determinar que tanto bien o mal han hecho a los demás y de ser posible, acérquense a quienes creen que necesitan ayuda. La depresión es una enfermedad horrible, silenciosa y siniestra, que todos podemos ser capaces de alimentar o de ayudar a sobrellevar.

Dicho esto, hizo un gesto para dar a entender que la conferencia terminó, encaminándose de nueva cuenta al interior del hospital, esperando que pronto aquella chica abriera los ojos, para simplemente tomarla en sus brazos, cubrirla con sus alas y asegurarse de ser su mayor soporte, alivio y refugio para que ella estuviera bien el resto que la vida les permitiera estar juntos.

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Gracias por llegar hasta aquí, volver a traer un escrito en la comunidad siempre es grato para mí.

Si me gustaría recalcar es que si en algún momento tienes la sensación de que todo va mal, nada es bueno y tu mente te lleva por lugares muy oscuros, puedes pedir ayuda. Hacer eso no te hace débil ni nada similar, te hace valiente, porque eres una persona valiosa para los que verdaderamente te demuestran su afecto, cariño y amor.

Existen líneas, os en redes y demás que sin gratis para este tipo de situaciones, recuerda que lo importante eres tú y debes ponerte en primer lugar siempre :sparkles:

Nos encontraremos en una siguiente publicación.

Bye :kissing_heart: .

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