Démosle un Final {Taekook OS}

˖۪⨾ੈ♡◌.°⸙Ꜥδᥱrᥱ꠹ᥲ◠◡.ੈ‧₊˚ 08/31/19

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[༊];── Pookie: :bookmark_tabs: : 𝐼𝑡'𝑠 𝑟𝑒𝑎𝑙𝑙𝑦.

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Supreme. ||°•.༄⟶ .·.🕊

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B*tch

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めもゃゆよウエオカ::- -;;❀

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🙄→Yukino

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.ೃ — I love them ੦ ࿐࿔*:･ﾟ

° ◦۪۪ — Una iración. . .

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╰──┼╮ ➜ Hey sweetie sweetie!

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╰──┼╮ ➜ blog de mi autoría,

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Aviso:

Las palabras marcadas con << >> al final de la lectura son recuerdos

Allí estaban ellos sentados en el pasto, dos almas destinadas a amarse contemplando como el sol con timidez y lentitud se ocultaba tras las nubes. El mayor sonreía mientras miraba la puesta de sol, su ajeno estaba apoyado en su hombro, contemplando el rostro del joven de cabello plateado mientras pensaba en lo hermoso que se veía.

–Tae, estoy muy cansado... Creo que incluso llegaré a dormirme–Soltó una dulce risita mientras descendía, colocando su cabeza en las piernas del mayor, tumbándose en la suave hierba.

–Podemos regresar...–Susurró en el oído del menor, este al oír las palabras de su amigo lo miró a los ojos, estos estaban cristalizados y con una expresión de impotencia.

–No-no, por favor. Mañana te mudarás al otro lado del país y...–Rompió en llanto con sólo el simple hecho de imaginar a su mejor amigo lejos de él, era la persona más importante de su vida, no podía dejarla escapar con tanta facilidad.

–Pequeño, siempre estarás en mi corazón, te quiero mucho–Jungkook entrelazó sus dedos con los de su ajeno, mirándose con la mirada más sincera que se habían dirigido en los últimos 7 años, una mirada cargada de sentimientos tales como tristeza y a la vez amor, un amor que ambos mantenían para el otro.

–Hyung... Te quiero, te quiero mucho. Nos volveremos a ver, te lo prometo. Cuando sea mayor juro que estaré a tu lado, te-te lo juro–Sus lágrimas corrían por sus mejillas mientras sollozaba, dejando escapar quejidos de impotencia y temor.

El mayor abrazó a Jungkook, el menor apoyó su cabeza en el hombro de su opuesto, sintiéndose completo una vez más.

–Toma–Taehyung quitó su cadena favorita, la cual tenía colocada en el cuello y se la entregó a Jungkook.

–¿Pa-para mí?–Balbuceó conteniendo nuevamente sus lágrimas.

–Claro, esto te ayudará a recordar a la persona que más te amó y amará en el mundo entero.–Acarició la mejilla de su opuesto, limpiando sus escurridizas lágrimas.

La cadena era bañado en plata de ley, tenía una fina cadena la cual terminaba en una pequeña rosa de metal, la cuál se teñía de un tenue brillo carmesí.

–La llevaré siempre conmigo, Hyung–Prometió Jungkook, colocándose rápidamente –con ayuda de Taehyung– el collar que le dió su amigo.

"Nos volveremos a ver, te lo prometo"

10 años más tarde...

Un hombre con facciones seductoras y voz grave se encontraba tarareando una canción por los pasillos de aquel frío y monótono lugar, lo de ser policía eventualmente daba dolores de cabeza, sobre todo a Taehyung que estos días estaba perdiendo toda su paciencia restante. Taehyung soltó un suspiro lleno de cansancio, llamando la atención de los que se encontraban a su alrededor.

–¿Cansado, Kim?–Preguntó una voz a su espalda.

–Si... Ese sucio criminal siempre se me escapa de las manos, definitivamente no se cuando lo tendré muerto, pero vaya que lo disfrutaré.–Dijo con una expresión de rabia y a la vez de seguridad.

–Vaya, parece que le tienes manía

–Y tanto, Min.

Aquella semana le asignaron a Taehyung una misión la cual consistía en asesinar a uno de los criminales más sucios de toda Corea del Sur. El nombre del criminal era Jeongguk, un joven de unos 21 años que tenía un historial repleto de asesinatos y robos, los asesinatos eran usualmente a gente que rondaba los 20 años, es decir, gente joven. Taehyung llevaba días intentando atraparlo o matarlo pero aquella persona simplemente era muy habilidosa y estratégica, escapándose de todo y todos. Taehyung era uno de los mejores policías de Corea por lo cual según sus superiores esa difícil misión le venía como anillo al dedo al chico de cabello color plata, un chico frío y habilidoso en cuanto a su trabajo, un gran ejemplo para los recién incorporados al cuerpo policial coreano.

Taehyung fue al despacho de su superior, Kim SeokJin. El hombre frunció sus labios al ver la expresión tan frustrada de Taehyung.

–¿Y bien...?–Preguntó el pelinegro mirándolo con interés.

El menor de ellos soltó un suspiro antes de comenzar a hablar.

–Como siempre–Murmuró con su voz ronca.

SeokJin lo miró con inseguridad y se levantó.

–Kim, es muy peligrosos que esa sabandija ande merodeando por las calles de la ciudad, debes atraparle cuanto antes. Por esta vez te daré un límite. Tienes una semana

¿¡En tan solo siete dichosos días?! Taehyung tragó saliva en seco y solo asintió, viendo que la única cabeza que volaría allí sería la suya.

Día 2

El primer día fue como de costumbre, estuvo mucho tiempo intentando apresarlo hasta que llegasen los demás policías, pero era inútil. Veréis: Taehyung era el que mantenía entretenido al criminal mientras que el equipo de policía coreano buscaba al joven, para saber su paradero y organizarse. Por mucho que los policías trabajasen siempre con exactitud y estrategia, Jeongguk era más habilidoso y encontraba salidas por lugares inimaginables, dejaba impactado a más de uno. A cada policía se le asignaba una misión, poniéndolo como distracción, cuanto más peligroso sea el criminal, más habilidad y experiencia tendrá el agente enviado. Taehyung ya llevaba 4 años como policía y con bastante facilidad había subido al rango más alto, donde solo se encontraban un total de 3 policías: Min Yoongi, SeokJin y él. Taehyung, abatido fue hacia un bar, su bar favorito llamado <<YGNJ>> Una abreviatura de "You Got No Jams" era un extraño nombre, pero no impedía que el aura de aquel bar nocturno siempre lo tranquilizase y le hiciese pasar un rato agradable

–Vaya, vaya–Dijo una voz detrás suyo, al girarse, Taehyung vio unos labios carnosos y rojizos sonreírle con ternura, mientras llevaba a su boca nuevamente su copa de vino–Creia que nunca volvería a verte aquí, TaeTae.

–Ah...Yo tampoco creería estresarme a tal punto de recurrir a este lugar como medio de escapatoria del mundo real, Jimin.–Taehyung le dedicó una triste sonrisa a su amigo y luego removió los cabellos rubios del mismo, haciendo que su ajeno soltase una risita llena de ternura.

Taehyung fue hacia la barra, donde el jefe le sonreía de una manera extraña, reflejaba sorpresa y entusiasmo.

–¡Vaya! No esperaba verte por aquí.

–Todos decís lo mismo. Es un gusto volver a verte, Nam.

Namjoon esbozó una sonrisa e invitó a su amigo a una copa de vino blanco, que fue bebida con rapidez por Taehyung, quien parecía sediento y a la vez quería deshacerse del estrés que ese niñito le estaba formando.

Debía de acabar con esto antes de que todo se fuese a la mierda.

Día 4

Se encontraban frente a frente, con sus armas apuntándose mutuamente, maldiciendose el uno al otro interiormente sin apartar la vista del opuesto. El chico de cabello castaño soltó un balazo al aire, para llamar la atención de su ajeno, consiguiéndolo. Taehyung lo miró quitando el seguro de su arma, el criminal llevaba un tapabocas, lo único visible era su mirada fría e insensible, proclamando venganza por algo que Taehyung desconocía.

–Ríndete, Jeongguk–Dijo Taehyung

El criminal al escuchar aquello rió de manera sonora, llamando la atención de Taehyung el cual alzó una ceja con confusión ¿qué era tan divertido?

Antes de que pudiese darse cuenta tenía al castaño encima, propinándole todos los golpes posibles. Taehyung intentó agarrar su arma pero antes de ello vió algo que le cristalizó los ojos por completo, aquella cadena que le entregó a su pequeño amigo estaba en el cuello del criminal, Taehyung al ver aquello no lo pensó dos veces e hizo un amago para colocarse encima de Jeongguk y tener el control, una vez lo tuvo quitó su tapabocas. Las lágrimas delataban a Taehyung.

–Ju-jungkook... Pequeño... ¿Que-qué te pasó?

El castaño frunció su ceño y tragó saliva, conteniendo cualquier sentimiento o acción repentina.

–Taehyung, esto...

–¿¡Có-como llegaste a esto?!–Las lágrimas caían en cataratas, cataratas repletas de dolor y angustia.

–¡¡Te estuve esperando, te busque y tú nunca apareciste, estaba sumido a la tristeza y no tenía nada que hacer, solo matar a todo el que me recordase a ti, todo el que me hiciese recordar todas tus asquerosas palabras!!¡¿Sabes porqué?!–mientras formulaba la pregunta, agarró a Taehyung del cuello de su camisa–¡¡Porque estaba jodidamente enamorado de ti y tú nunca te diste cuenta, nunca me amaste igual!! ¡¿Verdad?!

Taehyung se quedó de piedra ante la declaración del menor, no podía hacer más que tragar saliva y procesar la información que su cerebro acababa de recibir.

–Y-yo... Nunca me di cuenta porque creía que tú no sentías lo mismo

Y hay estaban, confesándose sus más remotos secretos, pero, aún así, aquello no arreglaría nada. Jungkook soltó el cuello de la camisa del mayor y le dió la espalda, tirando su arma y huyendo una vez más. Los policías llegaron al cabo de unos minutos, encontrando a un Taehyung sollozante y lleno de dolor.

Día 5

Tae fue al mismo lugar donde ellos dos solían encontrarse, esta vez no apareció, cosa que no le extrañó del todo a Taehyung. El hombre de cabello platinado fue directo a su casa, quería despejarse de todo lo que había pasado. No podía decirle a su jefe que declinaba la misión por el simple hecho de que su amado Jungkook hubiese regresado así como así. Taehyung sostenía su cabeza en un intento de procesar con claridad la información tomada hace un día en primer lugar Jungkook apareció, el estaba enamorado de él y ahora es un asesino. Taehyung lloró por más de una hora, sintiéndose perdido, no podía matar a la persona que más amo en el mundo.

Aquella persona de la cual se enamoró. Ahora, el gatillo sería el único que decidiría el destino de ambos.

Día 7. Último día.

No sabía cómo había terminado así. Tras 2 horas intentando que Jungkook se rindíese, el escenario estaba repleto de llamas provocadas por el menor y ambos, nuevamente, como de costumbre de encontraban apuntándose con sus armas.

–Creí que no ibas a aparecer.

–Sé perfectamente el plan de tu jefe, hoy es el día en el que acaba todo. Mátame, Hyung, hazlo.–Desafió Jungkook

–Jung-

–HAZLO, HAZLO DE UNA MALDITA VEZ.

¿Cómo aquel ángel se había convertido en aquello? Simplemente el mayor no podía entender. Entonces aquellas manos que apresaban a las suyas y su canto angelical...¿Sólo era obra del pasado?

Taehyung no podía creer que tenía la mano en el gatillo, cuestionando si salvar o matar la vida del ser que más amaba en el mundo. Sus manos temblaban al ver los labios fruncidos de Jungkook, esos labios que por mucho tiempo deseó besar. Taehyung estaba respirando con dificultad, llorando a más no poder, ¿Qué iba a pasar ahora? Antes de que pudiese hacer nada, Jungkook con rapidez agarro la pistola y la colocó en su propio pecho.

–Te amo Hyung...–Susurró Jungkook, forzando una sonrisa.

Los labios del mayor fueron apresados por los de Jungkook, desprendiendo todos los sentimientos ocultados por tanto tiempo, en medio de este se escuchó el sonido de un balazo. Taehyung no podía creerlo.

¿Por qué mierda lo abandonó? ¿Por qué fue tan idiota? ¿Ahora mismo a quien deseaba matar, a quien deseaba respetar? ¿A quien deseaba... amar?

<<Te quiero tanto, Hyung>>

Otro balazo.

<<Eres mi persona favorita, TaeTae>>

Otro balazo.

–Nos vemos en el cielo, amor.–Los ojos llorosos de Jungkook eran iluminados por las llamas, haciendo notar a Tae el destello de tristeza y a la vez calidez que tenía.

Jungkook calló al suelo, con tres balazos en su abdomen. Taehyung estaba perplejo, se empezaba a sentir mareado, dolido ¿En serio estaba muerto? ¿La persona más linda de este mundo? ¿Por él? ¿Por aquel simple policía?

–JUNGKOOK, MIERDA–Gritó Taehyung, sintiendo que las llamas se acercaban hacia ellos.

El joven besó los labios del ajeno por última vez, lo cargó en brazos y fue hacia una de las calientes llamas.

–Perdón... Nunca debí abandonarte, soy un asco...

<<Le echaré de menos Hyung>>

Las sirenas de la policía se escuchaban cada vez más cerca, pero eso ya no le importaba. Cada vez su cuerpo estaba más cerca de las llamas, no sentía nada, solo su cabeza formulaba las palabras de Jungkook, eso, para él era lo que realmente le abrasaba, lo quemaba hasta el punto de que aquellos pensamientos podrían matarlo incluso mejor que las llamas que consumían su cuerpo junto con el de su amado.

–Te amo, Kook.–Dijo en su último aliento, abrazando el cuerpo sin vida de su amado

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Shy Shy Shy

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╰╯╰╯╰╯ ❝ Cheer up, baby ❞. ⌇

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