El Grooming: todo lo que tenés que saber

Buenas tardes, comunidad de AyN.

Me dirijo a ustedes en un blog mucho

más serio de lo que suelo ser fuera

de este. En este caso, voy a hablar a-

cerca de un tema que puede ser sen-

sible para muchas audencias, por lo

que recomiendo discreción.

En este blog, vamos a hablar sobre

un tema que impacta mucho a todas

las redes sociales y, como activistas,

tratamos de erradicarlo y concientizar

para que no vuelva a ocurrir nunca.

Estimados, estimadas, acá hablaremos

sobre el Grooming.

El Grooming es un engaño pederasta;

es una serie de conductas y acciones

emprendidas por adultos (o adolescentes

mayores de 16 años, aunque estos casos

son específicos y tienen que ser tratados

de otra manera, ya que ellos también son

menores de edad), en muchos casos a

través de internet y redes sociales.

¿Con qué objetivo? El de ganarse la amis-

tad de menores de edad, su confianza,

con el fin de abusar de ellos en un futuro.

En muchos de los casos, los pedófilos

(también llamados por el anglicismo

“groomers”) se hacen pasar por alguien

del rango de edad del menor.

El Grooming incluye una serie de

conductas que pueden ser desordenadas,

pero por lo general existen ciertos patro-

nes de conducta y fases comunes, las

cuales son:

𝖮1 : La creación de un vínculo de confianza.

Usualmente a través de sobornos o engaños

del agresor establece un vínculo de confianza

con la víctima. Puede que el abusador haga

regalos, empatice a un nivel profundo con la

víctima haciendo que escuche sus problemas

y posteriormente usarlos para chantajearlos.

𝖮2 : El aislamiento de la víctima.

El agresor busca arrancar la red de apoyo

natural del menor (familiares, amistades,

docentes, etc.) dejándolo desprotegido.

Así es cómo insiste mantener todo en

secreto a través de amenazas o chantajes.

𝖮3 : La valoración de los riesgos.

El agresor tiende a asegurar su posición

en todo momento, por lo cual suele preguntar

a la víctima si alguien más conoce de su

relación e intenta averiguar quién tiene

a los dispositivos electrónicos que

utiliza el menor.

𝖮4 : Conversaciones sobre sexo.

Una vez que se siente en confianza, el

agresor empieza a introducir conversaciones

con temáticas sexuales de manera paulatina.

Busca que la víctima se familiarice tanto

con la temática sexual como con el vocabulario.

𝖮5 : Las peticiones de naturaleza sexual.

El agresor utiliza la manipulación, las amenazas,

el chantaje o la coerción para que la víctima

le envíe material de índole sexual, relate fantasías

sexuales o la relación culmine en un encuentro

físico, o sea, fuera de la pantalla. Esto puede

derivar a casos de abuso sexual o trata de personas.

Si bien todas las víctimas se comportan distinto,

siempre presentan algunos puntos en común, los

cuales son:

𝖮1 : Retiramiento social: cambios en la manera

de relacionarse, o hay una falta de defensa o

una exagerada reacción ante supuestas bromas

o acciones públicas.

𝖮2 : Reserva excesiva para comunicarse con otros.

𝖮3 : Modificación en su lenguaje corporal ante

adultos, observándose con la cabeza baja, falta

de o ocular o pleno rechazo a estar con

adultos.

𝖮4 : Alteraciones en el rendimiento escolar.

𝖮5 : Cambios de humor; tristeza, apatía y

desmotivación general.

𝖮6 : Explosiones de ira.

𝖮7 : Procuran ocultarse o apartarse cuando

usan sus dispositivos electrónicos.

𝖮8 : Pueden presentar miedo a salir de casa.

𝖮9 : Síntomas psicosomáticos (que manifiesta

físicamente su malestar psicológico) como

dolores de cabeza, náuseas, mareos, ataques

de ansiedad, lesiones físicas sin justificar o

diarreas frecuentes.

Comprender que los niños y adolescentes

de esta generación viven en un contexto

digital. Su vida está poblada de amigos

virtuales que pueden ser del colegio, del

barrio y de las redes sociales. Los nombres

de los amigos suelen cambiar de una red

a otra y por eso no siempre pueden identificarlos.

No prohibir que los niños o adolescentes

tengan amigos virtuales. Hay que darles

herramientas para que reconozcan a sus

amigos y comprendan los riesgos que tiene

por compartir datos personales en la web,

redes sociales, plataformas de juegos,

canales de streaming y servicios de

mensajería instantánea.

Dar a los niños y adolescentes herramientas

para distinguir entre el mundo real y el virtual,

y entre los amigos que conocen personalmente

y aquellos que conocen por medio de la web.

Reforzar que más allá de la confianza y la

amistad que se haya generado, las personas

desconocidas con las que se relacionan por

medio de Internet siguen siendo desconocidas.

Explicar que es muy fácil abrir un perfil con

datos falsos.

Dar el ejemplo: los adultos deben usar con

responsabilidad sus propias redes sociales.

Configurar la privacidad y evitar compartir fotos

de sus hijos con el uniforme del colegio o con

información que permita conocer el barrio o

domicilio en forma pública. Esto debido a que

las personas acosadoras usan esos datos

para cometer ciberdelitos.

No compartir imágenes sin consentimiento.

No facilitar información o imágenes

comprometedoras por medios electrónicos

porque es difícil (para no decir imposible) borrar

el material que circula en Internet.

No hacer videollamadas con desconocidos.

Es necesario que los niños y adolescentes

comprendan que la imagen es un dato personal

que debe ser cuidado y protegido. Al mostrarse

por medio de una cámara se exponen frente

a un desconocido que puede filmarlos o

fotografiarlos y luego hacer circular esa imagen

o utilizarla como medio de extorsión.

Esta idea no les gustará a muchos, pero es

recomendable configurar los controles parentales

en televisores, cables y plataformas de contenidos.

Es recomendable conversar de manera

transparente con los niños y adolescentes sobre

los controles parentales e ir generando consciencia

y autonomía para cuidarse.

Configurar la privacidad en redes sociales y

aplicaciones. Es importante que los niños y

adolescentes sepan que al abrir una cuenta

en una red social cualquier persona puede ver

sus publicaciones si no configuran la privacidad.

Tomar consciencia de que los niños necesitan

un cuidado distinto a los adolescentes. Las

recomendaciones propuestas son orientativas

para los s. Cada familia va a resolver de

acuerdo a la madurez del niño y el adolescente

y la relación de confianza y comunicación que

tengan entre sí.

Estar presentes como personas adultas para

acompañar la “vida online” de los niños. Significa

conocer las páginas web que visitan, las redes

sociales que usan y las personas con las que

se relacionan.

Respetar la privacidad de los niños y

adolescentes. Esto es vital, porque eso genera

más confianza entre nosotros y los niños y

adolescentes. Por ejemplo, no ingresar a

escondidas a sus cuentas.

𝖮1 : Escuchar al niño y contenerlo, no juzgarlo.

𝖮2 : Acompañar al niño en el proceso de evitar

y cortar la comunicación con el agresor, pero

guardando todas las conversaciones y chats, y

tomando capturas de pantalla de los intercambios.

𝖮3 : Iniciar una denuncia.

𝖮4 : Una vez realizada la denuncia y guardadas

todas las pruebas, bloquear y denunciar al

agresor en la red social.

𝖮5 : Comunicarse con un programa de atención

a las víctimas de Grooming y/o de delitos

informáticos/cibernéticos.

𝖮1 : Identificar un adulto de confianza. Puede

Puede ser un integrante de su familia, un

docente, etcétera.

𝖮2 : Comunicarse con ese adulto de confianza

y contarle la situación.

𝖮3 : Cortar la comunicación con el

que agrede y hablar con el adulto de confianza

sobre la posibilidad de realizar la denuncia.

𝖮4 : Conservar las conversaciones o chats

para disponer de ellas como pruebas.

Bueno, hasta acá ha llegado este extenso

blog, espero que les haya servido toda esta

información, y que, si quieren, puedan

compartirla para distribuir la información a

conocidos que la necesiten. Toda la

información está tomada de fuentes confiables,

que son:

Asociación Save The Children.

Gobierno de Buenos Aires.

Gobierno de la República Argentina.

Si tienen alguna duda, pueden consultarme

por los comentarios o por mensaje privado.

Sin nada más que decir, nos vemos en un

próximo blog, ¡besitos besitos chau chau!